Por: Martín Piqué y Gabriel Morini
En la indagatoria al ex CEO de Torneos, Alejandro Burzaco, los tribunales pedirán conocer cómo era el esquema del manejo del negocio antes de su asunción en la firma. El armado extorsivo con las empresas de cable y los responsables del holding y la AFA, que derivó en la presión para comprar más de 150 cableras del interior del país.
Antes de que estallara el escándalo de las coimas en FIFA, DirecTV Latinoamérica tenía como accionista principal de Torneos un rol meramente capitalista. En una reunión en la que participaron los directivos de la región, Alejandro Burzaco fue al grano: "Lo que tienen que entender ustedes es que lo más importante de este negocio, lo que nos va a dar plata, son los derechos de televisación", dijo el ex CEO de Torneos, hoy en los Estados Unidos listo para ser juzgado por pagar sobornos y coimas a directivos de la Federación Internacional de Fútbol, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y Conmebol, para eliminar a posibles competidores por estos permisos para difundir eventos deportivos.
Lo mismo repitió Burzaco a los popes del Grupo Clarín cuando se escandalizaron luego de que el gobierno nacional decidiera "estatizar" las transmisiones y crear un sistema abierto como Fútbol para Todos. En ese encuentro, les dejó en claro que la plata perdida por el codificado del fútbol era un ingreso menor si se comparaba con la parte beneficiosa de hacer uso discrecional de los permisos de televisación mal habidos.
Según consignó Tiempo Argentino, la idea rectora es la columna vertebral del caso FIFA, pero el Grupo Clarín ya venía aplicándola hacía muchos años. Tan así es, que la justicia estadounidense que lleva adelante el FIFA Gate, se encuentra investigando el período que se inició en la década del '90 con los negociados con derechos de TV.
Según publicó esta semana la BBC, el partido con Bolivia lo organizó la empresa Full Play, de la familia Jinkins (denunciados por el casi FIFA junto a Burzaco) en tándem con Torneos.
"Todavía no lo indagaron, está en su casa, esperando", contaron a Tiempo desde el equipo de letrados de Burzaco, un grupo que maneja con hermetismo cualquier tipo de información hacia la prensa. En las próximas semanas, la justicia de ese país le empezará a preguntar, en el marco del acuerdo alcanzado para que colabore entregando nombres de aquellos que estuvieron en el negocio y que tienen o tuvieron mayor jerarquía que él. Eso no sólo incluye los nexos internacionales sino los negocios a nivel local que vincularon a Clarín con los derechos del fútbol codificado. La audiencia en el Juzgado del Distrito Este de Manhattan será el próximo 18 de septiembre, ante el juez Raymond Dearie. Allí Burzaco deberá exhibir detalles de los verdaderos armadores del negocio, si es que quiere salir menos golpeado y pagar menos años de prisión en los Estados Unidos.
La teoría de la investigación sobre el manejo de derechos y sobornos en el FIFA Gate apunta a que este tipo de especulaciones tiene larga data. De hecho, la justicia nacional e internacional hablan de una continuidad en las maniobras, que se inició hace más de 20 años. Es que en los hechos, si bien parece haber un antes y un después de Burzaco como gestor del negocio, la metodología fue siempre la misma, incluso cuando el hombre fuerte del negocio era Carlos Ávila. Fue justamente el "Negro" quien denunció ante la justicia buena parte de las intenciones de Clarín con los derechos de televisión. Y presentó evidencias sobre cómo la AFA recibía dinero del holding para ser el único competidor en la carrera por los derechos. Ya hace muchos años, el soborno era el eje del negocio. Ergo, la estructura que manejaba los derechos de TV y la que hace uso de ellos hoy, tiene los mismos componentes. Casi todos los laderos de Julio Grondona, como el caso del ex Conmebol José Luis Meizner, también integraron la "Era-Clarín" del negocio. El gen de la ilegalidad.
El holding utilizó el acceso sin competencia a los derechos del fútbol para construir un imperio en torno a la televisión por cable: extorsionó y se quedó con más de 150 empresas de TV paga del interior, amenazándolas con sacarlas de la competencia en base a no venderles las transmisiones de los partidos.
La mayoría, en esta situación, quedaron acorraladas y no tuvieron otra alternativa que venderse a Clarín, que edificó una megacorporación detrás de Cablevisión. Un monopolio de la TV paga que se consolidó luego de la fusión de Cablevisión y Multicanal autorizada por el Ejecutivo Nacional en el año 2007. A finales de 2008, con la Ley de Medios en plena redacción, el multimedios intentó regularizar ante el ex Comfer la titularidad de las licencias correspondientes a 189 empresas absorbidas durante todo su período de expansión. La titularidad de todas ellas, admitida por sus propias actas, bajo a su nave insignia, Cablevisión, fue rechazada por la autoridad regulatoria. La intención de la firma controlada por Héctor Magnetto fue lograr la aprobación de una "fusión por absorción" de Multicanal SA, Delta Cable SA, Holding Teledigital Cale SA, Teledigital Cable SA, Pampa TV SA, Construred SA, Cablepost SA y Televisora del Plata SA, con el objetivo de disolverlas sin liquidarlas. El Grupo, a través de Cablevisión, realizó cuatro operaciones de compra en las que se quedó con 93 firmas. En la primera de ellas, absorbió 58 empresas con efectos al 1 de abril de 1998, incluidas varias cableoperadoras en el interior de la provincia de Buenos Aires. La segunda fusión data de julio de 1998. En ella, Cablevisión se quedó con 12 pymes. Después, en 2002, el multimedios propuso la "escisión-fusión" entre Cablevisión, Multicanal y Video Cable Comunicación SA (VCC), además de otras diez firmas con sus licencias. La cuarta operación fue por la absorción de Cablevisión Federal SA a través de una compra "con efecto retroactivo" al 1º de enero de 2007, junto con otras once empresas que dependían de ella. Pero también, por su parte, Multicanal SA registró seis adquisiciones previas por un total de 65 firmas, entre 1996 y 2008, muchas de ellas con varios años de retroactividad. La primera fue por la compra de tres compañías; la segunda por 17, ya en 1998; la tercera, por 15, en 2001, pero –aclararon en documentos oficiales– con efectos a partir de julio de 1996; la cuarta y la quinta fusionaron 20 y cinco respectivamente, el mismo año; y la sexta fue por otras cinco empresas más pequeñas. Esto también incluyó un formato de transferencia a través de "convenios de canje" de acciones. Todo ese raid de compras fusiones y adquisiciones, facilitado por la posesión de los derechos del fútbol codificado. Finalmente, Multicanal le transfirió, el 26 de septiembre de 2006, el 98,54% de su paquete accionario a su competidora. Así, los dos principales conglomerados de TV por cable quedaron unificados.
La movida, anterior a los hechos del FIFA Gate, continuó luego cuando Burzaco se hizo cargo de negociar en Argentina y el mundo los sobornos para conseguir derechos y lograr millones de dólares en transmisiones deportivas. Desde entonces y hasta hoy, no hubo licitaciones por los derechos, una pesada herencia de manejos y corrupción que es un fierro caliente para la próxima conducción de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que podría erigir a Marcelo Tinelli como nuevo presidente en marzo de 2016.
De todas formas, AFA –a pesar de que el escándalo estalló– ratificó el 23 de julio pasado en una carta dirigida a Ignacio Galarza, el ex General Electric que remplazó a Burzaco al frente de Torneos, que esa firma era "la única y exclusiva empresa autorizada por esta Asociación para negociar la contratación del rival y organizar el partido" que tenía por delante la Selección Argentina en septiembre (ver: "Los Jinkins siguen operando"). Ninguno de sus contratos fue dado de baja. Torneos & Competencias, además de tener la producción de Fútbol para Todos de la B Nacional y de la B Metropolitana, posee derechos de televisación de los amistosos de la Selección Argentina, la Copa América, el Campeonato del Mundo, la Copa Libertadores, la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana, y compró el Grupo Santa Mónica, que acerca sponsors a la Selección. Por ese negocio, recibe el 45% de los ingresos.
En paralelo, la causa que la justicia federal investiga a nivel local para saber si hubo maniobras por lavado de dinero en torno a los 215 millones de pesos, avanza. La fiscalía se apresta a solicitarle al juez Daniel Rafecas una serie de medidas para determinar cómo –a partir de una treintena de Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) de empresas y personas vinculadas a Hugo y Mariano Jinkis y a Burzaco– se pudo haber canalizado dinero generado en un fraude en perjuicio de la administración pública. Exteriorización de capitales, compra de inmuebles, vehículos y transacciones sin lógica aparente forman parte de esta investigación por la ruta del dinero de los sobornos del FIFA Gate, a nivel local.
El inicio del negocio
A mediados de los '80 se creó Torneos, con Carlos Ávila y Luis Nofal a la cabeza. En ese mismo momento, la AFA fue parte central del esquema del negocio. En los '90, ante la necesidad de un socio capitalista, ingresó Clarín con participación accionaria en TRISA, que se repartían en mitades Torneos y el holding. A mediados de esa década, el fútbol en manos privadas se transformó en un verdadero botín de guerra. Con la explosión de la TV paga, Clarín multiplicó su estructura mediante una metodología que consistía en comprar una de las empresas locales con un abono a precio promocional y con el fútbol codificado. Una vez que migraban los abonados, la empresa competidora debía vender antes de quedar fuera de competencia. Su principal enfrentamiento fue con las cooperativas, que por entonces estaban lejos de poder ofrercer TV paga. "De lo que yo nunca me di cuenta, realmente, fue de que comenzaron a utilizar el producto para ir adquiriendo los cables en distintas zonas", sostuvo Ávila en una entrevista al diario Perfil. "El día que el gobierno le sacó los derechos, Clarín se puso contento, porque dejó de tener que pagar los U$S 50 millones que no quería pagar más", apuntó el propio Ávila. "Clarín fue el único que entendió el negocio."
Un elemento más de prueba es un video filmado en cámara oculta que fue puesto a consideración de la justicia en el marco de una denuncia contra Grondona. En el video, el ex mandamás del fútbol local –a modo de confesión y sin saber que estaba siendo registrado– hizo hincapié en el comienzo de la sociedad con Ávila, cuando a mediados de los '80 el empresario creó Torneos y Competencias y acordó con la AFA como para darle forma al negocio del fútbol. Grondona recordó que esa sociedad sumó un tercer actor que fue Clarín, interesado en transmitir el fútbol para consolidar su empresa de cable. Así surgió TRISA, que compró los derechos del fútbol y pertenecía por partes iguales a Torneos y al Grupo Clarín. El vínculo se cortó cuando Grondona abruptamente rompió hace dos años el acuerdo y se asoció con el gobierno.
Los Jinkins siguen en el armado de partidos
El viernes pasado, la Selección Argentina goleó 7-0 a Bolivia, en un amistoso fecha FIFA disputado en los Estados Unidos. El martes, en el marco de la gira, volverá a jugar, esta vez ante México. Más de 10 federaciones del mundo se negaron a enfrentarse a los de Messi, y no por su podería ofensivo.
Según publicó esta semana la BBC, el partido con Bolivia lo organizó la empresa Full Play, de la familia Jinkins (denunciados por el casi FIFA junto a Burzaco) en tándem con Torneos. Lo más curioso es que ese partido se terminó de cerrar en la prisión donde el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol permanece detino, justamente, por sobornos en el marco del caso.
Torneos-Clarín: la historia de la manipulación por dentro
Cómo creció Cablevisión con los permisos para transmitir el fútbol. Pocas empresas tuvieron la espalda para no vender y resistir
El proceso de compra de cables del interior en base al uso de los derechos de televisación es una realidad que ocurrió y que la cuentan los propios protagonistas. Marcelo Massatti, apoderado de la Cámara de Cableoperadores Independientes, padeció en carne propia los embates de la extorsión con derechos. "Las presiones eran propias del que tiene los derechos.
Básicamente, o no te vendían los derechos y te fundían porque no podías pasar fútbol; o bien vos facturabas con tu cable 30 y ellos te pedían 20 por los derechos", detalló el empresario. Esta política redundaba, lógicamente, en precios más altos. Porque obligaban a los interesados en tener el fútbol a cobrar más abono por pasar los partidos, o empezar a extinguirse.
A la vez, según consignó Tiempo Argentino, la política de depredación del mercado generó un monopolio que hoy maneja precios libres de la TV paga, con aumentos que superan el 50% anual. Massatti recuerda que "pocas empresas tuvieron espalda para no vender y resistir". Y cita una anécdota del día en que Torneos y Clarín quisieron codificar las Eliminatorias del Mundial Corea-Japón 2002. Intentaron hacerlo a través de las firmas Daico e INX.
"Clarín fue el que puso la plata para que se lanzara el fútbol codificado", dijo un operador.
"En aquel entonces, sacaban avisos publicitarios donde directamente decían: 'Somos los dueños de la pelota', contó el empresario. Sobre esa causa, hay dos carpetas (la 625 y 526) en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, donde consta que intentaron pagarle a la AFA más de $ 14 millones por la operación.
No fue el único intento por ampliar las barreras del negocio, pero algunas irregularidades eran tan visibles que no permitieron la concreción de los negociados.
"Al primero que Grondona le ofreció los derechos del fútbol fue a Canal 9, pero no los querían porque decían que era más negocio la novela a esa hora", contó a Tiempo Horacio Guibelalde, ex presidente de la Asociación de Televisión por Cable (ATVC), y empresario de la TV paga en La Pampa. "En la TV abierta era muy difícil que alguien los quisiera, de hecho, Telefe tampoco se interesó, porque estaba (Marcelo) Tinelli los domingos a la noche. Y ahí fue que se lo ofreció a Clarín, que es el que puso la plata para que lanzaran los codificados", contó. Durante los años '90.
"No te vendían los derechos y te fundían", contó un empresario de un cable pampeano.
Guibelalde conducía ATVC secundado por Walter Burzaco, el representante de Cablevisión en la cámara, y hermano de Alejandro Burzaco, hoy detenido en los Estados Unidos por haber gestionado el pago de sobornos por la obtención de derechos de televisación. "El negro Ávila manejaba todo, pero Clarín fue el que puso la plata", detalla el ex empresario, que asegura que sí hubo fijación compulsiva de precios contra la competencia.
"Ellos ponían el precio que querían, si te gustaba lo tomabas, y si no, lo dejabas. Me acuerdo que Torneos tenía un piso en un edificio en la calle Libertad, frente a Tribunales. Después del tema de los derechos y el codificado, compraron cuatro pisos más por la demanda que había. Los cables que no vendía, hacía cola en la calle para ir y pagar por pasar los partidos”, concluyó.
Las tres causas en Argentina
Por: Gabriel A. Morini
Las causas en la Argentina en torno al FIFA gate son tres. La primera denuncia fue radicada por AFIP en el fuero Penal Económico apenas estalló el escándalo, bajo la acusación de presunta evasión tributaria, asociación ilícita fiscal y lavado de dinero a los empresarios argentinos Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis como también a las firmas Torneos y Competencias SA y a Full Play SA. La segunda apuntó a una treintena de Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) impulsadas por la PROCELAC donde se sigue la posible ruta del dinero hacía bienes, empresas y transacciones sin justificativo de los protagonistas bajo la lupa de la justicia estadounidense. La tercera es el propio juicio de extradición a cargo del juez Claudio Bonadio que debe decidir sobre la situación de los Jinkins, ya excarcelados. En este último caso, el magistrado pidió a los EEUU más información sobre las imputaciones lo que demorará el trámite al menos un mes más. Allí también se conjugará el avance de las investigaciones locales para definir si son entregados a la justicia estadounidense. Cualquier decisión puede ser recurrida directamente a la Corte y en última instancia es el Poder Ejecutivo el que tiene la última palabra para definir quién puede ser juzgado en tribunales extranjeros.
DirecTV, socia de los acusados en Torneos, ordenó por su parte una profunda auditoría de la empresa que podría durar más de un año, a partir de las irregularidades detectadas en todos los órdenes. Toda la plana ejecutiva que respondía a Burzado fue corrida apenas se conocieron los pormenores de la maniobra.
El expediente presentado por la AFIP es el que registra mayores avances. El fiscal Claudio Navas Rial, a cargo de la Fiscalía en lo Penal Económico N°9, solicitó al juez Diego García Berro que se libre exhorto a los Estados Unidos para que informe los contratos o acuerdos en los que intervinieron Burzaco, los Jinkis, Torneos, Full Play SA y Datisa SA. Requirió además constancias de los pagos efectuados y de las cuentas bancarias relacionadas en Uruguay, Panamá, EEUU y Suiza. La AFIP pidió embargos y además que se compruebe si existe vínculo con la plataforma ilegal de exteriorización montada a través de la megacausa que investiga al HSBC, por cuentas no declaradas con fines de evasión, en Ginebra.
En los próximos días, el fiscal federal Gerardo Pollicita presentará al juez Daniel Rafecas un requerimiento de instrucción con la solicitud de medidas de prueba sobre la causa que investiga el presunto lavado de activo canalizado a partir de detentar el monopolio de los derechos televisivos, fruto de su negociación obligatoria con el Estado. Este expediente podría también migrar al fuero penal económico. Como informó Tiempo, la maniobra que está siendo denunciada asciende a los 215 millones de pesos en operaciones financieras sin respaldo documental. Por su parte, Clarín obtuvo un fallo judicial favorable para evitar tener que presentarse ante la comisión bicameral y a través de Cablevisión dar explicaciones sobre su parte en el escándalo HSBC.
Fuente: Tiempo Argentino