Magnetto y su relación con los candidatos. La agenda con el próximo Gobierno
Por: Francisco Zoroza, fzoroza@perfil.com @franzoroza
Héctor Magnetto (71) ya piensa cómo será la posguerra con el Gobierno. Por primera vez, en seis años, decidió ampliar el Grupo Clarín, con la compra de la telefónica Nextel. Mantiene su encono con los Kirchner, pero la necesidad de reorientar los nuevos negocios está a la orden del día. Mientras la Argentina espera al próximo gobierno, Magnetto define los pasos que vienen.
A 75 días de que cambie el presidente, el hombre fuerte de Clarín trata de mostrarse sin preferencias políticas de cara a las elecciones de octubre. No quiere quedar preso de la pelea entre Mauricio Macri y Daniel Scioli. Pese a eso, el accionista del multimedios más importante tiene una misión: “Voy a hacer lo que pueda para que se vaya esta gente. Incluso, apoyar a Scioli, si es necesario”, aseguró semanas atrás a un grupo reducido de colaboradores.
Cree que lo peor ya pasó. Que la guerra se terminará cuando Cristina Fernández mude sus pertenencias de la Quinta de Olivos.
A partir de allí, se abre una nueva etapa y la oportunidad para Clarín para iniciar nuevos negocios y retomar algunos antiguos.
La necesidad de ordenar las licencias de Cablevisión-Fibertel, la compra de Nextel, la inminencia de una nueva ley que contemple la convergencia digital y las posibilidades que traerá un nuevo formato de transmisión del fútbol son los temas que tienen en carpeta los ejecutivos de Clarín.
Futuro. Con el inicio de un nuevo ciclo político vuelve el fantasma sobre el “veranito” que suelen tener los flamantes presidentes los primeros dos años con Clarín. Ese fenómeno puede explicarse por la capacidad del Grupo para medir la temperatura de la población con la Casa Rosada. O quizá, como aseguran sus detractores, forma parte de una estrategia para estrechar vínculos con el poder.
Magnetto tiene otra mirada y asegura que no hay toma y daca con el gobierno de turno.
“Es una idea de Julio Ramos, que el resto de la manada informativa siguió por inercia, por vagancia, y a veces por interés. Y aparecieron esas ridiculeces como que Clarín es oficialista al principio, obtiene beneficios y luego se hace opositor”, le dijo al periodista Martín Sivak, en una de las entrevista incluidas en libro “Clarín, la era Magnetto”, de editorial Planeta.
De cara a lo que viene, el peor fantasma para Magnetto y compañía es la influencia que pueda tener Carlos Zannini en un eventual gobierno de Scioli. “Si Scioli gana, la Argentina no va a tener presidente hasta el 2017.
Scioli va a quedar preso de la interna kirchnerista, pero va a ganar la guerra contra Cristina”, se le escuchó decir en su oficina.
Cerca de Scioli aseguran que la única vez que se cruzaron este año fue en un evento del multimedios en el Malba. “No se hablaron”, juran en su entorno y definen la relación como “fría y distante”, aunque reconocen que no hay “una persecución” contra la gestión de Scioli.
Más allá de algunos emisarios informales, los recados de un lado y de otro los lleva el consultor Guillermo Seita. La propia Cristina pidió la cabeza de Seita cuando se enteró de su influencia en el gobernador. “Nunca entendieron el rol que tenía, pero ya pasó”, minimizan en el búnker naranja.
Cada vez que tiene oportunidad, Magnetto suele preguntar por los planes económicos de los candidatos. “Hoy está más preocupado por lo que pueda pasar en términos económicos”, aseguran quienes lo frecuentan en la Asociación Empresaria Argentina. Su empresa está valuada en más de 3.000 millones de dólares y lo desvela la incertidumbre económica.
Algunas de esas respuestas las tuvo que dar Macri, el otro presidenciable con chances, en los dos encuentros que mantuvieron el último año con Magnetto: uno en el Malba y otro en las oficinas del diario Clarín. En el última, el hombre fuerte del Grupo además pidió explicaciones al jefe de Gobierno porteño por la negativa a un acuerdo electoral con Sergio Massa.
Pese a eso, Magnetto lo tiene bien conceptuado. También suele destacar que valora a Elisa Carrió, por su mirada “aguda” de la realidad.
La relación con el histórico CEO de Clarín, dicen en una oficina de la jefatura porteña, es “indelegable”. Sin embargo, eso no impidió que también el ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó, se entrevistara con Magnetto para explicar la estrategia macrista.
Otros funcionarios, como el jefe de Gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, o el secretario general de la administración PRO, Marcos Peña, tienen diálogo con Jorge Rendo, el lobbista del Grupo.
Rutina. “El Beto”, como lo conocen en su Chivilcoy natal, llega cerca de las 10 de la mañana a su oficina en el cuarto piso de Tacuarí al 1800. Se retira pasadas las 22, luego de una agitada agenda.
Pese a que decidió dejarle su lugar de presidente del grupo a Rendo, Magnetto sigue de cerca las decisiones centrales de su empresa. Antes del enfrentamiento con el kirchnerismo, pensaba tener más tiempo para viajar y disfrutar de su buen pasar. Sin embargo, sus planes cambiaron. A diario, sigue de cerca la marcha de los frentes abiertos ue tiene su empresa en la Justicia.
Hoy, la discusión de la Ley de Medios está en manos del juez Horacio Alfonso, quien prorrogó hasta el 17 de enero la decisión de impedir la desinversión de oficio que propiciaba la AFSCA, que conduce Martín Sabbatella.
La semana pasada, Magnetto festejó un fallo de cámara que validó la fusión de Cablevisión y Multicanal. Pasó casi inadvertido, pero una decisión en contra hubiera provocado un terremoto en la estructura y en la caja de la empresa más valiosa de Clarín.
En otras palabras, Clarín tendría que haber devuelto Cablevisión al grupo Hicks, el antiguo dueño. En el Gobierno prefirieron poner los recursos en intentar una desinversión de oficio, sin prever el daño que le podrían haber hecho a su peor enemigo.
En noviembre, el Grupo Clarín realizará su encuentro anual de ejecutivos. Como cada año, un grupo nutrido de directivos, Magnetto incluido, se mudará a Mar del Plata para analizar el año que pasó y lo que vendrá. La que llega no será una temporada más, sino el comienzo de una nueva etapa, la posguerra.
Néxtel: La Nueva Joya
La compra de Nextel sacudió al Gobierno. Era una maniobra que no se esperaban y le permite al Grupo Clarín volver al negocio de las telefónicas, tras su salida en el 2002 de la compañía CTI.
Desde el Gobierno aseguraron que Clarín no tiene la autorización para avalar y anticiparon que anularán algunas de las frecuencias con las que opera la telefónica. La pelea ya llegó a la Justicia y en las próximas semanas elevará su tono. El grupo de Daniel Vila y José Luis Manzano, Cristóbal López y los socios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel se manifestaron interesados en comprar la compañía que, finalmente, fue adquirida en un 49% por Clarín. Para la operación, resistida por el socio del multmedios David Martínez, Cablevisión tuvo que depositar 165 millones de dólares en el exterior.
Sin embargo, Nextel Argentina tiene depositados en sus cuentas el equivalente en pesos a más de 100 millones de dólares, que nunca pudo girar a la casa matriz en Estados Unidos por las restricciones del Gobierno.
Fuente: Revista Noticias