Ayer, Sabbatella informó al directorio que los dos concursos de los que participó Editorial Perfil para obtener licencias de TV Digital fueron declarados nulos.
Mediante un documento firmado por la abogada representante de Editorial Perfil, el grupo periodístico que preside Jorge Fontevecchia advirtió que “se rechazaría la oferta de mi parte por inadmisible por entender que no ha cumplido con acreditar su capacidad patrimonial, al no haber exhibido el pasivo y por ende no contar la oferta con la declaración del patrimonio neto de la misma”.
“Sin embargo, de las certificaciones contables obrantes en la oferta, juntamente con las Declaraciones Juradas del Impuesto a las Ganancias acompañadas surge clara y expresamente la declaración del pasivo del oferente y por ende se encuentra acreditado su patrimonio neto computable al efecto de cumplir con el compromiso de inversión propuesto”, continuó.
De esa forma, Perfil sostuvo que “si esa fuera la causal del rechazo de la oferta nos encontraríamos ante un grave vicio de procedimiento, vengo por la presente a advertir tal circunstancia a fin de que esa Autoridad pueda salvar el mismo en debido tiempo y forma”.
Por último, Editorial Perfil le informó a AFSCA que “si no se acogieran favorablemente las observaciones que mi parte formula en el presente, incurriendo con ello en una flagrante violación del ejercicio del derecho de defensa y de la garantía del debido proceso, ambos de rango constitucional, dejo desde ya introducida la cuestión constitucional, haciendo formal reserva de interponer, si correspondiere todos los remedios extraordinarios pertinentes, incluso el caso federal por ante la C.S.J.N”.
Pese a estas irregularidades, Sabbatella hizo valer su mayoría en el directorio de AFSCA y la votación fue favorable por 5 votos a 2. Los representantes del Congreso y la oposición, Gerardo Milman y Marcelo Stubrin votaron en contra.
La censura que se esconde detrás del rechazo de la AFSCA a las dos ofertas de esta editorial para TV digital. El argumento más insólito
Por: Gustavo González*
¿Alguien se hubiera imaginado que, después de 12 años ininterrumpidos de aprietes y censuras de todo tipo a los medios de Editorial Perfil, el kirchnerismo iba a cerrar su mandato otorgándole democráticamente dos licencias de televisión digital abierta?
Nosotros tampoco.
Nos presentamos a esas licitaciones sabiendo que la pluralidad de pensamiento y de múltiples alternativas de expresión no está en el ADN de un Gobierno que hizo del capitalismo de amigos su trágico estilo de gestión. ¿Entonces, por qué lo hicimos?
Primero, para dejar públicamente en claro que esta editorial cree que tiene el derecho, los antecedentes necesarios y los talentos suficientes para operar en medios audiovisuales. Segundo, porque sentíamos la responsabilidad institucional de que un medio verdaderamente independiente del poder de turno y ajeno a cualquier negocio que no tenga que ver con el periodismo y los medios de comunicación, debía presentarse a una licitación que parecía diseñada de entrada para beneficiar a una mayoría de empresarios amigos del gobierno. Pretendíamos, en todo caso, que la censura fuera explícita. Que es lo que acaba de ocurrir.
La AFSCA presenta uno y solo un argumento para rechazar la oferta de Perfil: dice que no informó sobre sus pasivos y que por eso no puede determinar su capacidad patrimonial. Es un sin sentido total porque de las dos presentaciones, hay una persona jurídica que no tiene pasivo y una persona física cuyo pasivo está informados en la declarada jurada impositiva que exterioriza el patrimonio neto. Ambas presentaciones están certificadas por Deloitte, una de tres mayores compañías de contadores mundiales.
Por lo tanto es falso que no se puede determinar el patrimonio neto de los oferentes, ya que todo está perfectamente informado.
Una excusa absurda al no encontrar otra cosa que decir de la presentación de Perfil, mientras que con las demás (las de Cristóbal López y Sergio Szpolski) había múltiples objeciones que ni siquiera estos funcionarios pudieron obviar y por eso fueron rechazadas.
Está claro que la AFSCA solo tenía dos posibilidades frente a la piedra en el zapato que significó la presencia de Perfil en esta operación entre amigos: otorgarle las dos licencias a una editorial a la que siempre consideró crítica (algo que se ve nunca estuvo en sus planes) o declarar nulos esos concursos.
Eligió esto, el último papelón de una administración que se convirtió en una parodia de sí misma. La frutilla del postre para doce años de ataques a periodistas que nunca aceptaron ni presiones ni negocios oficiales.
La inversión de Perfil en el área audiovisual es millonaria e incluye la próxima salida al aire de Radio Perfil. Los estudios se comenzaron a construir antes de la existencia de estos concursos y se terminarán más allá de ellos. Vamos a insistir en que esta editorial tiene el derecho de ser parte del universo audiovisual de la Argentina, y en que la sociedad tiene el derecho de elegirnos. Porque estamos convencidos de que no se puede seguir apretando y censurando impunemente a una editorial sin pagar algún día un costo por ello.
Por eso lo hicimos. Por eso lo vamos a hacer.
*Director periodístico de Editorial Perfil
Fuente: Perfil