Mostrando las entradas con la etiqueta Néstor Carlos Kirchner. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Néstor Carlos Kirchner. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de junio de 2025

Paramount activa despidos y pone en venta Telefe en medio de una fuerte reestructuración

La industria televisiva argentina atraviesa uno de sus momentos más delicados en años, y Telefe no escapa a esta tendencia. En las últimas horas, se confirmaron versiones que venían circulando desde hace semanas: la señal propiedad de Paramount Global se encuentra en pleno proceso de venta, y comenzó una reestructuración interna que incluye despidos y retiros voluntarios.

La información fue anticipada por el periodista Nacho Rodríguez, quien reveló que la compañía norteamericana ya inició negociaciones con un nuevo grupo empresario, encabezado por un reconocido empresario local y respaldado por capital extranjero. Aunque no hay confirmación oficial, todo indica que el elegido para tomar el control del canal sería Gustavo Yankelevich, histórico exdirector de la emisora.

Según fuentes del sector, el canal está siendo valuado en aproximadamente 120 millones de dólares, aunque su valor habría caído con el paso del tiempo debido a escándalos recientes que dañaron su imagen pública —como los casos que involucraron a Marley y Corazza— y a una marcada pérdida de audiencia en algunos segmentos clave.

Se estima que la negociación ya está confirmada en un 80%, y que Yankelevich asumiría un rol transitorio por un periodo de uno a dos años para "limpiar" internamente la estructura de Telefe y prepararla para una eventual reventa o reposicionamiento estratégico.

"A partir del 1 de junio empezaron en Telefe los retiros voluntarios abiertos para quien quiera irse del 130%", reveló Rodríguez. Como parte de este proceso, el 1 de junio comenzaron los retiros voluntarios, con el objetivo de reducir personal en un 3,5%, según lo indicado en un comunicado interno distribuido por Paramount. El mensaje, enviado al personal del grupo, señala:
"Estamos tomando las medidas difíciles, pero necesarias, para optimizar aún más nuestra organización a partir de esta semana. Reduciremos nuestra fuerza laboral doméstica en un 3.5% [...] Este proceso también puede resultar en algunos impactos para nuestra fuerza laboral fuera de los EE. UU. con el tiempo".
Aunque el mensaje fue dirigido globalmente, fuentes cercanas a Telefe confirmaron que los recortes ya comenzaron en la filial argentina, y que podrían intensificarse si la venta avanza.

Además, la posible llegada de Yankelevich inquieta a la actual cúpula directiva del canal, ya que mantiene vínculos estrechos con figuras como Cris Morena, y ha manifestado su intención de revisar profundamente los equipos de programación. Su posible desembarco podría marcar la salida de figuras como Guillermo Pendino y Darío Turovelsky, actuales responsables de la grilla y los contenidos.

En paralelo, Paramount busca enfocar sus recursos en el negocio del streaming, dejando de lado parte de su inversión en televisión lineal. La compañía destacó que, pese a los recortes, se siente orgullosa del contenido generado y del crecimiento de sus plataformas digitales.

Por ahora, el futuro de Telefe está marcado por la incertidumbre. Si se concreta la venta en las próximas semanas, el canal podría experimentar una de sus transformaciones más profundas desde su privatización en los años 90.

Chau Paramount
Cuando el proceso culmine, marcará la salida definitiva del conglomerado estadounidense de medios de la Argentina. Entre 2024 y lo que va de 2025, ya se desprendió de varios canales del interior del país, como Canal 7 en Neuquén; Canal 8 en Mar del Plata; Canal 8 en Tucumán; Canal 9 en Bahía Blanca y Canal 11 en Salta.

Así, Gustavo Scaglione, dueño del Multimedios La Capital y Televisión Litoral, compró Canal 8 de Tucumán, Canal 11 de Salta y Canal 9 de Bahía Blanca, mientras que Neomedia Gestión SA se hizo cargo de Canal 8 de Mar del Plata, administrando sus operaciones según un convenio firmado en 2022. 

Alpha Media, grupo liderado por Marcelo Fígoli concretó la compra de Canal 7 de Neuquén, en una operación que marcó su desembarco en la TV abierta. Tras esta venta, Paramount conservó únicamente los canales de Córdoba, Rosario y Santa Fe, los cuales trabajan en programas regionales para ambas provincias.

En cuanto a Telefe Rosario (ex Canal 5), habría iniciado conversaciones con los hermanos Vignati —Roberto, María Isabel, Julián, Gabriel y María Eugenia—, una familia con fuerte protagonismo en el sur santafesino. Julián Vignati es actualmente presidente comunal de Arteaga (PJ), y la familia controla el Grupo Plus, que reúne a Radio Sí, Radio Casilda FM 91.1, y los portales Rosario Plus, Casilda Plus y Santa Fe Plus. María Eugenia Vignati lidera el conglomerado como directora general.

Paramount Global despedirá al 3,5% de su plantilla ante caída de la televisión por cable
Paramount recortó previamente el 15% de su plantilla en un despido múltiple el año pasado
Por: Hannah Miller, Agencia Bloomberg

Paramount Global planea recortar varios cientos de empleados el martes debido al continuo declive de la industria de la televisión por cable y al panorama económico más amplio.

La medida afectará a cerca del 3,5% de la plantilla estadounidense de la compañía de medios de comunicación, según un memorando interno enviado al personal revisado por Bloomberg.

"Estos cambios son necesarios para hacer frente al entorno en el que estamos operando y posicionar mejor a Paramount para el éxito", escribieron los codirectores ejecutivos George Cheeks, Chris McCarthy y Brian Robbins.

Paramount, la empresa matriz de canales de televisión como CBS y MTV y de los emblemáticos estudios de cine de Hollywood, recortó previamente el 15% de su plantilla en un despido múltiple el año pasado. En esta última reducción, la mayoría de los empleados serán notificados inmediatamente, dijeron los CEO.

En la actualidad, la empresa está intentando finalizar una fusión con Skydance Media y también está lidiando con una demanda del presidente Donald Trump que alega que CBS News participó en una interferencia electoral.

Nuevo comunicado interno de Telefe a sus trabajadores y trabajadoras
Equipo, 
Como habrán visto, se ha especulado sobre el futuro de Telefe en diferentes publicaciones. Nosotros no podemos basarnos ni en rumores ni conjeturas de estos medios de comunicación. Cuando tengamos noticias para compartir, las informaremos directamente desde la compañía y por los canales habituales. 

Estas versiones sobre Telefe podrían continuar; mientras tanto, seguiremos operando con normalidad, como siempre lo hemos hecho. Les pedimos que se mantengan enfocados en sus responsabilidades y en las prioridades de sus equipos. 

Además, les solicitamos que en el caso de ser contactados por cualquier medio o persona fuera de la compañía, por favor no hagan comentarios al respecto ni compartan información. Simplemente, deriven las consultas a Sol Tomaselli, responsable de nuestro equipo de Comunicaciones en Argentina. Si bien no debemos distraernos con estos rumores, este interés de la prensa es el reflejo de la relevancia que tiene Telefe como líder del mercado. 

Gracias por su constante enfoque, profesionalismo y dedicación. 
Darío Turovelzky

sábado, 7 de junio de 2025

Telefe en venta: Paramount acelera su salida del país

Paramount confirmó que está en marcha un proceso de consultas para desprenderse de Telefe, su principal activo en la televisión abierta. Los grupos Werthein, Alpha Media y Gustavo Yankelevich. estarían entre los oferentes.

A mediados del año pasado, la productora norteamericana Skydance Media llegó a un acuerdo para avanzar en una fusión global con Paramount. Aunque la operación se realizó entre dos grandes grupos internacionales, también involucra a la Argentina, ya que implica un cambio de propietario de uno de los principales canales de televisión del país.

Se trata de Telefe, hasta entonces controlado por uno de los mayores conglomerados de medios de comunicación de EE.UU., y que en ese momento pasó a manos de la productora fundada en 2006 por el empresario David Ellison, especializada en cine, televisión, animación, videojuegos y deportes.

La operación tuvo un valor estimado en u$s8.000 millones, e implicó el traspaso del control de Paramount, CBS y ex activos de Viacom —que estaban en manos de la familia Redstone— al grupo Skydance. Aunque Ellison pasó a presidir el nuevo conglomerado, se mantuvo el nombre de Paramount y se consolidaron activos por casi u$s30.000 millones.

El proceso en marcha se perfila hacia grupos nacionales y extranjeros, dejando al canal líder en audiencia en la Argentina en el centro del tablero de negociaciones. De hecho, el cambio de manos a nivel global de Paramount y la retirada de mercados como Argentina provocó que producciones caras como la película de "Los simuladores" quedaran en stand by. Y que alianzas en el streaming con Pluto TV o Paramount+ pasaran al olvido.
 
Telefónica y Galperin
De ese holding aún forma parte Telefe, que fue adquirida por Paramount Global en 2016 a través de Viacom, que le pagó u$s345 millones al grupo español Telefónica. Por entonces, el objetivo era fortalecer el liderazgo de Telefe en la TV abierta local y ampliar su presencia global, aprovechando la red internacional de Viacom para llegar a millones de hispanohablantes en América y otros mercados.

Sin embargo, ya se hablaba de una posible venta. Incluso circuló la versión de que Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, era uno de los posibles candidatos.

Un año y medio después del cambio de dueño, se reflotan las versiones sobre la salida de Paramount de la emisora porteña. Según diversas fuentes, el grupo norteamericano está llevando a cabo un proceso de licitación con interesados locales y extranjeros, con el objetivo de concretar su salida definitiva del país.

"Las negociaciones se están manejando desde Estados Unidos y los nombres que circulan como interesados son los mismos de siempre", aseguraron a iProfesional fuentes cercanas al proceso.
 
Paramount se quiere ir
Desde uno de los grupos que participan del proceso también reconocieron que la operación está en marcha y que, desde la sede de Paramount en One Astor Plaza, en Times Square, Manhattan, se busca cerrar la transacción antes de fin de año.

Cuando el proceso culmine, marcará la salida definitiva del conglomerado estadounidense de medios de la Argentina. Entre 2024 y lo que va de 2025, ya se desprendió de varios canales del interior del país, como Canal 7 en Neuquén; Canal 8 en Mar del Plata; Canal 8 en Tucumán; Canal 9 en Bahía Blanca y Canal 11 en Salta.

Así, Gustavo Scaglione, dueño del Multimedios La Capital y Televisión Litoral, compró Canal 8 de Tucumán, Canal 11 de Salta y Canal 9 de Bahía Blanca, mientras que Neomedia Gestión SA se hizo cargo de Canal 8 de Mar del Plata, administrando sus operaciones según un convenio firmado en 2022. 

Alpha Media, grupo liderado por Marcelo Fígoli concretó la compra de Canal 7 de Neuquén, en una operación que marcó su desembarco en la TV abierta. Tras esta venta, Paramount conservó únicamente los canales de Córdoba, Rosario y Santa Fe, los cuales trabajan en programas regionales para ambas provincias.

En cuanto a Telefe Rosario (ex Canal 5), habría iniciado conversaciones con los hermanos Vignati —Roberto, María Isabel, Julián, Gabriel y María Eugenia—, una familia con fuerte protagonismo en el sur santafesino. Julián Vignati es actualmente presidente comunal de Arteaga (PJ), y la familia controla el Grupo Plus, que reúne a Radio Sí, Radio Casilda FM 91.1, y los portales Rosario Plus, Casilda Plus y Santa Fe Plus. María Eugenia Vignati lidera el conglomerado como directora general.

Liderando el negocio
Según la página oficial de Paramount Global, Telefe es "una cadena de transmisión con sede en Buenos Aires que llega al 95% de los hogares en Argentina. Sus estudios producen más de 3.000 horas de contenido en español por año, distribuidas en ocho canales regionales. Produce siete de los 10 programas más vistos del país y gestiona un catálogo de más de 33.000 horas de contenidos".

También cuenta con un canal internacional, Telefe Internacional, que "llega a 17 millones de abonados en 17 países".

En este escenario, se mencionó que el productor artístico Gustavo Yankelevich podría tomar el control de Telefe junto a un grupo extranjero. La versión surgió el 4 de junio durante la emisión del programa Mañana Sylvestre (Radio 10), donde además se estimó que el valor de la operación sería menor a los u$s120 millones, una cifra muy inferior a los u$s345 millones que pagó Viacom en su momento.
 
Amplia lista de interesados
Desde EE.UU. insisten en que el proceso sigue abierto. Entre los interesados se encuentran DirecTV, del grupo Werthein, y el holding local Alpha Media, que son mencionados como los principales postulantes para quedarse con Telefe.

A fines de mayo de 2024, la familia Werthein presentó una oferta por el canal, que fue rechazada por Paramount. También está involucrado Marcelo Fígoli, dueño de Alpha Media, grupo que maneja emisoras como Rivadavia, Metro, Rock & Pop, Mega, Splendid, Colonia, además de la agencia NA, la productora Fenix, el Parque de la Costa y equipos de fútbol en España y Uruguay.

Se afirma que Fígoli estaría terminando de preparar una nueva propuesta para presentar ante el directorio local de Paramount.

En el caso de los Werthein, en noviembre de 2021 adquirieron el 100% del capital de Vrio, la compañía que opera DirecTV Latin America y el Caribe, con más de 11 millones de suscriptores. Esta compra permitió liberar a AT&T de un negocio considerado poco rentable en la región (salvo México, donde sigue asociado con Televisa).

Con esta operación, los Werthein se quedaron con una de las tres empresas más grandes del mercado de TV paga en América Latina, y la segunda con mayor participación en Argentina. En noviembre de 2022, también compraron el grupo periodístico uruguayo El Observador, apostando a la innovación digital y la creación de contenidos regionales.

El regreso de Yankelevich
A esta lista se suma el histórico Gustavo Yankelevich, director artístico de Telefe entre 1988 y 1999, responsable de su época dorada. Según el programa Mañana Sylvestre, Yankelevich estaría negociando su regreso en sociedad con un grupo extranjero para asumir nuevamente la dirección artística.

Su regreso implicaría volver al canal donde comenzó en 1988 como gerente de Programación cuando aún era Canal 11. Continuó como director artístico hasta 1999, liderando una etapa en la que Telefe alcanzó el liderazgo de audiencia que aún mantiene.

Tras dejar Telefe en 2000, fundó su propia productora, RGB Entertainment, junto a Víctor González, y en 2016 asumió la gerencia de programación del canal Monte Carlo TV de Uruguay, cargo que dejó en 2017 por bajos niveles de rating.

Historias de intentos de compra, El caso The Rudy's Times
En 2008, el empresario patagónico Rudy Ulloa Igor, ex cadete de Néstor Kirchner y operador mediático, habría ofrecido u$s320 millones por Telefe, entonces propiedad del grupo Telefónica. Aunque la oferta fue confirmada por diversas fuentes, los españoles la rechazaron.

Por ese entonces, Ulloa ya controlaba varios medios en Santa Cruz, como la FM Estación del Carmen, que comenzó como emisora comunitaria y luego pasó a manos de una S.R.L. Más tarde, fundó el semanario El Comunitario, el periódico El Austral, y Canal 2 de Santa Cruz. Con la llegada de Kirchner al poder, también lanzó la revista nacional Actitud y el portal 365.com.ar.

No obstante, la irrupción del Grupo Clarín en las negociaciones frustró el intento de Ulloa, en lo que se interpretó como un nuevo intento fallido del gobierno de turno por contrarrestar al mayor conglomerado mediático del país.
Fuentes: IProfesional, Señales, Radio 10

lunes, 28 de abril de 2025

La venta de la filial de Telefónica en Argentina tendrá un impacto negativo de 1.107 millones

La operadora computará estas pérdidas por diferencias cambiarias en sus cuentas del primer trimestre
Sede de Telefónica en Madrid
Por: Ramón Muñoz
La venta de la filial de Telefónica en Argentina cerrada el pasado 24 de febrero supondrá un impacto negativo en las cuentas de la operadora de 1.107 millones de euros, que se computará como pérdidas en sus resultados correspondientes al primer trimestre del presente ejercicio de 2025. Ese impacto negativo contable se debe a la reclasificiación de las diferencias de conversión negativas del peso argentino acumuladas por la subsidiaria, y no supondrá salida de caja.

“El valor contable de los activos netos de Telefónica Móviles Argentina a 31 de diciembre de 2024 asciende a 1.175 millones de euros. Como consecuencia de la transacción, el grupo reclasificará a resultados de 2025 las diferencias de conversión negativas acumuladas correspondientes a Telefónica Móviles Argentina, que a 31 de diciembre de 2024 ascendían a 1.107 millones de euros”, señala el Documento de Registro Universal publicado la pasada semana por la compañía en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). 
La venta de Telefónica Móviles Argentina a Telecom Argentina, controlada por el grupo mediático Clarín, se firmó y cerró el pasado 24 de febrero de 2025. El acuerdo, valorado en aproximadamente 1.190 millones de euros, generará una pérdida contable de 1.107 millones de euros en las cuentas del primer trimestre debido a la reclasificación de diferencias de conversión negativas acumuladas por la filial.
Dado que la operación se produjo en el primer trimestre del ejercicio, el impacto de la referida reclasificación se reflejará como pérdidas en las cuentas relativas a los tres primeros meses de este año que la compañía presentará el próximo 14 de mayo, aunque no tendrá impacto en caja.

Telefónica acordó la venta de Telefónica de su negocio en Argentina por 1.245 millones de dólares estadounidenses (aproximadamente, 1.189 millones de euros al tipo de cambio actual) a Telecom Argentina, operadora participada mayoritariamente por el grupo Clarín y por el fondo Fintech, del empresario mexicano David Martínez. La firma y el cierre de la operación, con el cobro de la misma, tuvo lugar el mismo día 24 de febrero.

Pese a que posteriormente, el Gobierno argentino decidió suspender de manera preventiva la venta esa medida no afecta a los intereses de la empresa española, puesto que la legislación del país, a diferencia de lo que ocurre en España y en la Unión Europea, no contempla la imposición de condiciones al vendedor antes de autorizar la operación.

Queda por conocer el impacto que tendrán las otras dos desinversiones que ha realizado el grupo que preside Marc Murtra a través de su filial Telefónica Hispam. Telefónica cerró el pasado 13 de marzo el acuerdo con la compañía Millicom para la venta del 67,5% de su filial Colombia Telecomunicaciones (Coltel) por un total de 400 millones de dólares (alrededor de 368 millones de euros al cambio actual). Sin embargo, la operación está pendiente de la aprobación de las autoridades regulatorias.

Asimismo, Telefónica vendió el pasado 13 de abril por 3,7 millones de soles peruanos (en torno a 900.000 euros) a la empresa argentina Integra Tec International su filial en Perú, la cual se encuentra en concurso de acreedores. La operación incluye la asunción de la deuda que, al cierre de 2024, ascendía a 1.240 millones de euros.

Esta operación, que se firmó y se cerró el pasado 13 de abril, y al igual que ocurre en el caso argentino, la operación no tiene marcha atrás. Al tener lugar en el segundo trimestre de 2025, las pérdidas que se prevé que se atribuirán a la misma se reflejarán en las cuentas de la compañía correspondientes al primer semestre de 2025.
Foto: Pablo Monge
Fuente:  Diario Cinco Dias

Ver también: El Grupo Clarín es el nuevo dueño de Telefónica Argentina, Telecom, Telefónica y el ENaCom juntos en la 'Cumbre de Madrid' conectando Iberoamérica hacia un futuro digital, Telefónica descarta riesgos regulatorios en Argentina: La operación ya está cerrada y el pago recibido, Uruguay: Crece la preocupación por la posible compra de Movistar por parte del Grupo Clarín, Telecentro denuncia a Telecom por violar la Ley de Defensa de la Competencia, Claro expresó su preocupación por la venta de Telefónica a Telecom, El gobierno nacional suspende la compra de Telefónica por parte de Telecom, Telecom - Telefónica: el Gobierno no quiere frenarla, quiere negociar, La pesadilla de Néstor Kirchner que ahora sufre Javier Milei, El Gobierno avanza en un expediente contra Clarín y mueve funcionarios para la peleaEl enemigo que faltaba: Javier Milei desafía a Clarín
Telefónica vende su filial en Perú a Integra Tec, empresa de José Luis Manzano

sábado, 29 de marzo de 2025

El enemigo que faltaba: Javier Milei desafía a Clarín

Qué hay detrás de la decisión oficial de impedir que el holding de Magnetto absorba Telefónica. El enojo presidencial que desató el conflicto. Cómo impacta la interna Caputo-Karina
Por: Juan Luis González
¿Cuál es el límite entre la vida privada de un político y la pública? ¿Hasta dónde una influye a la otra? ¿Hasta dónde la explica?Estas preguntas son parte de un debate histórico entre periodistas y analistas. Las opiniones no siempre coinciden y jamás hubo consenso sobre esta larga discusión. Quizás una de las tantas novedades que vino a traer Javier Milei sea también en este terreno. Es que si la versión que corre en el Gobierno es cierta, la avanzada del oficialismo contra Clarín vendría motivada por un aspecto muy propio de la personalidad del Presidente: sus imparables enojos, una topadora de inestabilidad que lo caracteriza desde niño y que cuando arranca se lleva puesto a todo lo que encuentra.

De acuerdo al relato que hace uno de los hombres ahora encargados de torpedear la fusión entre Telecom y Telefónica, la compañía a la cual el Grupo compró -al menos por ahora-, en la mañana del lunes 24 de febrero le sonó el teléfono. Era Santiago Caputo. Del otro lado de la línea el asesor todoterreno lo notificó que había que darle comienzo a las hostilidades contra el emporio de Héctor Magnetto, ya que "Javier se había re contra calentado". Horas más tarde, el autodenominado "Mago del Kremlin" posteó una imagen en su cuenta paralela en "X" con la bandera "Clarín Miente".
La persona a la que había llamado no se animó a preguntar los motivos detrás de la furia del libertario. Aunque luego, a medida que la contienda avanzaba, se enteró de que, más allá de que el disgusto de Milei con Clarín venía creciendo hace tiempo, hubo dos hechos puntuales que habrían desatado el escándalo: uno sería una nota de Marcelo Bonelli, un periodista al que el mandatario tiene como uno de sus blancos predilectos, y otro, más intrincado aún, apuntaba al profundo disgusto que le habría provocado a Karina Milei una foto que había publicado el diario el domingo 16, en una recorrida proselitista por la Capital Federal dos días después del Criptogate, en la que se la veía poco agraciada. Y eso, parece, fue suficiente para que Milei pusiera en jaque la operación monetaria más grande que se da en el país desde que se sienta en el sillón de Rivadavia, de $1245 millones.

La narración suena, a priori, disparatada. ¿Alguien del que dependen 45 millones de argentinos podría entorpecer una delicadísima maniobra financiera, en la que se juegan cientos de trabajos, por algo parecido a un capricho? ¿Está dispuesto a entrar en una guerra en un año electoral con un poderoso grupo mediático (y por lo tanto político) por una nota crítica y una foto desmejorada?
El oficialismo respondería tajantemente que no. Diría que, tal cual detalló en un comunicado, sus recelos acerca de esta novedad en el mundo de las telecomunicaciones nacen de que, si la fusión efectivamente sucediera, "implicaría una concentración del 61% para el mercado de telefonía móvil, 69% para la telefonía fija; y, respecto al servicio de internet residencial, en algunas zonas del país la concentración podría llegar al 80%". Lo que se dice, en criollo, un monopolio, esos que la legislación local impide y que Milei antes defendía a capa y espada.

Aunque suena irreal, este medio sabe en carne propia hasta dónde puede escalar la tensión con este Gobierno si el mandatario así lo quiere. En abril del año pasado Noticias publicó una tapa donde reveló que en la Quinta de Olivos hay sólo cuatro perros (y que el quinto con el que el libertario dice jugar todos los días existe sólo en su imaginación). Esa información desató, como dijo un altísimo funcionario nacional que intentó evitar la publicación, una "guerra" de parte del Gobierno. Hoy Perfil tiene cuatro juicios con la administración por distintos tipos de amenazas y discriminaciones.
Es probable que, como sucede siempre en este país del fin del mundo, haya un poco de verdad en todas las versiones. Que Milei esté enojado por algún tema menor, que Clarín esté ante la suculenta posibilidad de tener un lugar más que protagónico en el mundo de las telecomunicaciones, y que todo esto sea sólo la superficie de un vínculo más complejo entre un Gobierno y el principal grupo mediático del país.

Negocios
Que Telefónica, empresa que cotiza en la Bolsa de Nueva York y cuyo principal accionista es el Estado español, quería irse hace tiempo del país era vox populi en el mundo empresarial. A tono con algo que viene pasando luego de la pandemia en todo el mundo, las grandes multinacionales están retirándose de países aún en vías de desarrollo para concentrar su cartera en algunos pocos lugares -en Argentina, en los últimos años, ocurrió con Procter & Gamble, Nike y Zara, por sólo nombrar a algunas marcas relevantes-. Esas compañías suelen vender sus activos a un comprador local. Fue el caso de Telefónica. Desde 2019 se desprendió del grueso de sus filiales en América Latina -mientras que busca concentrarse en España, Alemania, Brasil y Reino Unido-, dentro de un negocio de las telecomunicaciones que cada vez viene perdiendo más peso ante el avance de la tecnología.
El Grupo Telecom, holding empresario que pertenece en un 40% al Fondo Fintech, del mexicano David Martínez, en otro 40% al Grupo Clarín, a través de Cablevisión Holding, más el 11% que controla el Estado a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES, se hizo con Telefónica. Eso sucedió luego de desembolsar $1245 millones, gracias a una compleja ingeniería que incluyó finaciamiento del BBVA, Santander, ICBC y el Deutsche Bank (según publicó Perfil, el 90% del monto de la compra vino de esta operación).

Así fue como se creó esto que el Gobierno sospecha de ser un monopolio. Según los datos del investigador del Conicet Agustín Espada, Telefónica tiene 2.600.000 de clientes en telefonía fija (38% del mercado); 16.600.000 de líneas de telefonía móvil (27% del mercado); y 1.300.000 de clientes de banda ancha fija al hogar (12% del mercado),  que se sumarían a los de Telecom: 2.900.000 de líneas de telefonía fija (42% del mercado); 21 millones de líneas de telefonía móvil (33,6% del mercado); 3.900.000 de clientes de internet al hogar (36% del mercado); y 3.300.000 de clientes de televisión paga (37% del mercado).
Argumentos
Telecom se ampara en dos factores para asegurar que, a contramano de lo que sostiene el Gobierno, este emporio no sería ilegal: la presencia de su competidor, Claro (que aunque posee el 39% del mercado de telefonía móvil no tiene inserción en los otros rubros de las telecomunicaciones) y en el crecimiento de Elon Musk, a quien el Presidente llama su amigo. Es que Starlink, su empresa de internet satelital, ya empezó a operar en el país, llegando a zonas alejadas y a un precio más barato. Sin embargo, por ahora su inserción es más que marginal.

Telecom aseguró que gracias a esta compra podrá realizar inversiones para mejorar su red de fibra óptica y avanzar en el desarrollo de su red de 5G. Esa es la versión oficial. Por abajo, en el mundo de los negocios hay otras. Una es que el gran interés de Héctor Magnetto era no ver crecer a Claro, su competidora, o ver nacer a otra en este mundo, en especial si era una que tenía algún vínculo con el Gobierno, como el caso de José Luis Manzano o del Grupo Werthein. En el run run empresarial juran que el zar mediático efectuó la compra sin hacer el "due diligence", como se conoce en este tipo de negocios a la operativa por la cual se revisan todos los activos de una empresa antes de adquirirla. ¿Será así? ¿Apremiaban los tiempos? Esto parece cierto para el caso de Telefónica. Es que uno de los actores que quedó en carrera, que todavía hierve de bronca, jura que los españoles inclinaron de alguna manera la cancha hacia el Grupo. ¿Será por la espalda que tiene "el gran diario argentino", ya que intuían que podía desatarse una guerra política y legal? Lo cierto es que Telefónica, luego de la venta, dio por cerrada su aventura en Argentina. Todo lo que suceda a partir de ahora será un problema de sus nuevos dueños.
Futuro
"Hay orden ir a morir y de laburar rápido", cuentan los técnicos del Gobierno que ahora tienen que llevar adelante la batalla, que responden a las órdenes de Caputo. El asunto pasó a manos de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNCD) -cuyo titular, Alexis Pirchio, renunció el 15 de marzo, en plena contienda- y el Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom). La pulseada durará de mínimo seis meses, el plazo que puso el Gobierno para evaluar la legalidad de la fusión, aunque todas las partes involucradas esperan que se estire más. Desde Telecom se muestran optimistas, y se habla de la reciente adquisición del canal deportivo ESPN por parte de Disney (que ya tenía las tres señales de Fox Sports) en el 2020 como un antecedente en este sentido.

En el Gobierno, aún cuando se muestran con el cuchillo entre los dientes, no parecen ser demasiado optimistas. Dicen que, en el mejor de los casos, luego de cumplido el plazo establecido, tienen dos jugadas. Una es que ENaCom obligue a Telecom a devolver alguna parte del "espectro radioeléctrico" -el conjunto de frecuencias que posibilita que funcionen las telecomunicaciones-. Esto sucedería sin que la empresa reciba ninguna damnificación, además de perder parte del mercado. Otra es que la CNCD fuerce a a Telecom a liberar alguna zona del mercado. En cualquier caso, sería una derrota no demasiado grave para el Grupo.

Es llamativo, porque casi parecería que, mientras muestra los dientes, el Gobierno estaría buscando acordar. ¿Será parte de una táctica? ¿Hay algún resquicio legal para evitar que una empresa concentre una porción tan grande del mercado? El final por ahora sigue abierto, en especial por un factor: Javier Milei siempre es difícil de prever.
Laberinto
"Son parte de la casta y se ven afectados, también están muy molestos por haber perdido pauta oficial. Están operando a full, ven en riesgo la continuidad de sus negocios". La frase es de Javier Milei, y antecede por mucho a esta escalada con Clarín. Es de marzo de 2024, cuando su Gobierno recién estaba arrancando. Desde entonces los cruzó varias veces, en notas y en las redes. El 2 de marzo de este año dio un paso más. Publicó un tuit titulado "Clarín, la gran estafa argentina" donde los acusa de "hostigar con mentiras" al Gobierno porque quieren tener un "abuso en una posición dominante en el mundo de las telecomunicaciones". El Presidente también dijo que "estaban acostumbrados" a actuar así, y cargó con nombre y apellido contra Magnetto. Esa publicación sigue fijada en su cuenta hasta el cierre de esta edición, en lo que es la segunda vez que deja destacado un tuit -el primero había sido promocionando $Libra- desde que está en el cargo.

Todo esto sucede a pesar de que la línea editorial del Grupo viene siendo, al menos, amigable. Por eso -y porque Milei defendió siempre a los monopolios, incluso ya como jefe del Estado- es que llama la atención esta búsqueda suya de tener a Clarín de enemigo. Quizás haya algo más de fondo: el libertario, impulsado por la convicción de quien se cree literalmente elegido por Dios, sólo puede pensar al periodismo como una repetidora de sus ideas y argumentos, y no tolera ni siquiera la más mínima crítica de la prensa. Tal vez haya algo más de fondo: el intrincado juego de la política y los negocios en un año electoral. De cualquier manera, esa pulseada es delicada. Y Milei no se caracteriza por su paciencia.
Fuente: Revista Noticias

Ver también: El Grupo Clarín es el nuevo dueño de Telefónica Argentina, Telecom, Telefónica y el ENaCom juntos en la 'Cumbre de Madrid' conectando Iberoamérica hacia un futuro digital, Telefónica descarta riesgos regulatorios en Argentina: La operación ya está cerrada y el pago recibido, Uruguay: Crece la preocupación por la posible compra de Movistar por parte del Grupo Clarín, Telecentro denuncia a Telecom por violar la Ley de Defensa de la Competencia, Claro expresó su preocupación por la venta de Telefónica a Telecom, El gobierno nacional suspende la compra de Telefónica por parte de Telecom, Telecom - Telefónica: el Gobierno no quiere frenarla, quiere negociar, La pesadilla de Néstor Kirchner que ahora sufre Javier MileiEl Gobierno avanza en un expediente contra Clarín y mueve funcionarios para la pelea

viernes, 2 de agosto de 2024

Página|12: boicot a paritarias y salarios de indigencia

Comunicado de la Asamblea para los lectores y lectoras de PáginaI12:
El Grupo Octubre decidió profundizar su estrategia antisindical para romper la organización de los trabajadores de PáginaI12. En las antípodas del discurso público del diario, que históricamente reivindicó las paritarias como herramienta para mejorar los salarios, el grupo empresario que encabeza Víctor Santa María simula desconocer puertas adentro los pisos de aumentos que garantiza la negociación colectiva, al mismo tiempo que premia con adicionales individuales a quienes se mantienen al margen de la vida gremial.

"Con Néstor Kirchner se reinstalaron en el país las negociaciones paritarias entre los gremios y las empresas", recordó Santa María el año pasado, en el 20º aniversario de la muerte del expresidente. "Este mecanismo de negociación, enterrado por años, fue el que permitió a la clase trabajadora mejorar sus condiciones salariales y laborales", destacó. Quien decidió volver a enterrarlo en las empresas que controla es paradójicamente el propio empresario y sindicalista, quien a principios de 2023 ya había boicoteado las gestiones para que el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) obtuviera su personería gremial.

La cámara que integran Clarín, La Nación, Perfil y PáginaI12 (AEDBA), con la complicidad de un gobierno que no oculta su voluntad de destruir al Estado, decidió bloquear la negociación colectiva y no firmar los dos acuerdos suscriptos este año en la Secretaría de Trabajo, como sí lo hizo el resto del sector empleador. El último, para el trimestre mayo-julio, estableció un 15% de aumento en tres cuotas, con un piso de 40.000 pesos en julio. En ese marco, mientras la mayor parte de las empresas lo aplicaron de hecho, el Grupo Octubre decidió desconocerlo, hundiendo aún más nuestros ingresos, que ya quedaron por debajo de la línea de indigencia. 

El salario básico de un redactor de PáginaI12 será, en agosto, de 283.000 pesos netos que apenas sobrepasan los 300 mil pesos sumando la antigüedad y otros ítems. 

La estrategia antisindical se completa con los descuentos a quienes cumplen las medidas de fuerza votadas por esta asamblea y los premios individuales a quienes mantienen prudente distancia de la vida gremial, decisión que Santa María aplica con la funcional colaboración de la dirección periodística que integran Hugo Soriani, Nora Veiras y Victoria Ginzberg.

Quienes valoramos la organización sindical en forma genuina y no para las tribunas de incautos hacemos públicas estas líneas porque entendemos que los lectores y lectoras de PáginaI12 merecen conocer esta realidad, que por razones obvias no podemos publicar en el diario que hacemos todos los días.
Buenos Aires, 2 de agosto de 2024

jueves, 25 de abril de 2024

Javier Milei avanza con el vaciamiento de los medios públicos

El cierre de una agencia de medios estatal refuerza la concentración de producción de contenidos y amenaza el derecho a la información en Argentina
Por: Daniel Cholakian
Empleados de TelAm protestan contra el cierre frente a las oficinas de la dirección de la agencia. 11 de marzo de 2024

El presidente argentino Javier Milei anunció el cierre de TelAm, la agencia nacional de noticias, en su discurso sobre el estado de la Nación pronunciado el primero de marzo. "Vamos a cerrar la agencia TelAm, que ha sido utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista", dijo Milei. Los anteriores mandatarios, Néstor y Cristina Kirchner, sólo estuvieron 16 años en el poder, mientras que la empresa estatal tiene 79 años de existencia.

Dos días después, el interventor del sistema público de medios Diego Chaher ordenó vallar los accesos a las dos sedes de la agencia, instalando allí una guardia policial permanente, para evitar el ingreso del personal a los edificios. Esa misma noche envió un correo electrónico a los trabajadores informándoles que se los "dispensaba" de la obligación de ir a trabajar por una semana, manteniendo el cobro de salarios. También se anuló el acceso a los servicios informativos para suscriptores de la agencia y a la página web de acceso público. La situación no ha cambiado y no hay información oficial sobre el futuro de la empresa. Con la ausencia de TelAm desaparece el único órgano de producción de contenidos informativos que se despliega en todo el territorio nacional y que, por esta razón, permite que información desconcentrada y que incluya intereses y voces de grupos marginados en la información comercial tanto como temas que no aparecen en las agendas de los grandes grupos mediáticos.

Desde que el gobierno cerró las oficinas y canceló toda actividad, los trabajadores de TelAm decidieron acampar frente a las oficinas que tiene en la ciudad de Buenos Aires. Allí se turnan día y noche, controlando que no se retiren equipos ni se destruyan instalaciones. Nicolás Luna, delegado de los trabajadores de TelAm, señaló que Milei había declarado a TelAm su enemigo tras el fracaso de la Ley Ómnibus. "Esta es una decisión que no solo sufrimos nosotros, porque pasa en todo el Estado, donde están despidiendo a decenas de miles de trabajadores", dijo Luna.
El acampe frente a la sede de la agencia TelAm ubicada en Av. Belgrano. 347

Implicaciones de la concentración de medios para la democracia
Según Martín García, ex presidente de la agencia entre 2010 y 2012, TelAm difundía noticias y opiniones de expertos de todas las provincias en múltiples formatos a los medios de comunicación nacionales e internacionales. García dijo, "TelAm es el único medio que cubre todo el país con periodistas que ven, se informan y analizan lo que ocurre en cada lugar". TelAm producía y distribuía información de alcance nacional de manera federal e igualitaria. A la misma accedían tanto grandes medios comerciales de alcance nacional como pequeños medios de provincias, comunitarios y de universidades. Hasta su cierre, 2.800 radios de pequeñas localidades accedían cada hora al panorama de noticias nacional producido por TelAm, el que podían utilizar gratuitamente.

En los dos meses que lleva la paralización de TelAm, crecieron los rumores sobre cierre o privatizaciones de otros medios públicos, como la Televisión Pública Argentina, la Radio Nacional, los canales educativos Encuentro y Paka Paka más el canal deportivo DeporTv, todos pertenecientes a la sociedad del estado Contenidos Públicos.

"Sin los medios públicos no hay comunicación democrática ni plural. En Argentina vamos hacia una concentración mediática sin precedentes", dijo Rosaura Audi, ex subsecretaria de Medios Públicos. La discusión sobre los medios en Argentina tiene muchos años, pero en los últimos quince se hizo manifiesto el peligro de la concentración, ya que se permite al mismo grupo ser propietario de los medios de transporte de la información, del servicio de conectividad hogareño de internet y tv por cable, de la telefonía móvil y a la vez productor de los contenidos, ya sea televisión, radio y medios gráficos. Las legislaciones modernas impiden la propiedad cruzada de estos servicios. Ante esto los medios públicos contrapesan el poder de los grandes grupos económicos de medios. Esa concentración afecta a la pluralidad de los contenidos y a la diversidad de las noticias que circulan sobre Argentina en el resto del mundo. La creciente concentración de los medios en Argentina, mayoritariamente alineados con las ideas de derecha, constituye un límite a la democratización de la sociedad, que necesita una multiplicidad de puntos de vista y pluralidad de voces.

"Desde que asumió este gobierno sabíamos que iba a venir por todo lo público, y en particular, por los medios públicos", dice Agustín Lecchi, secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) y trabajador de la televisión pública. Milei viene amenazando a los medios públicos desde su campaña, "pero eso no significa que lo que dice que va a llevar adelante, lo pueda llevar adelante", dijo Lecchi. Si bien hay una importante historia de frustrados intentos de cerrar los medios públicos, especialmente durante dictaduras, un decreto de Milei habilita la intervención de los medios públicos sin nombrar el directorio colegiado que corresponde por ley. Con esta medida abre la puerta a modificar sus objetivos, disponer de su patrimonio material e inmaterial, vender total o parcialmente las empresas o disponer su cierre definitivo. Antes del decreto esas operaciones requerían la aprobación del Congreso Nacional.
Los directores y productores María Alché, Bárbara Francisco Mendivil y Benjamín Naishtat expresaron solidaridad con empleados de TelAm proyectando su película "Puan" en la calle frente al acampe.

Un "vaciamiento de la pantalla"
TelAm es la mayor agencia de noticias estatal de América Latina, cuenta con 803 clientes en Argentina y 45 en el exterior, con suscripciones en sus cinco unidades de servicios: textos, fotografía, video, audio e infografía. Según el informe elaborado por los trabajadores, tras la suspensión, la agencia producía al mes unos 12.000 cables; 6.000 fotos; 800 boletines; 70 infografías; 150 audios y 400 vídeos. Mensualmente, más de 63.000 usuarios interactuaron con los servicios por suscripción, mientras que casi 9 millones de personas visitaron el sitio web.

Dado que los servicios de TelAm están suspendidos, medios de todo el país se vieron afectados por la falta de sus contenidos. Irina Sternik, periodista especializada en tecnología y medios, tomó testimonios de colegas en todo el país para su newsletter Lado B news y detalló las respuestas que recibió: "los testimonios son impactantes. Además de la información de último momento, se perdió la pluralidad y el material de archivo disponible para la consulta". Como periodista de la Televisión Pública Argentina, Sternik dijo la relación con su propio trabajo "suelo navegar el portal de TelAm y noto la diferencia de calidad entre las coberturas de la agencia y los otros medios, que en general copian sus cables. Son notas chequeadas, ampliadas, con perspectiva y llenas de datos". (Desde la primera conversación que tuvimos sobre el tema hasta el presente, la intervención de la televisora pública no renovó el contrato de Sternik).
El acampe frente a la sede central de TelAm ubicada en Bolívar 531

La paralización de TelAm es un indicio del avance sobre los distintos medios públicos. En la televisora nacional se canceló toda la producción, a excepción de 2 programas de noticias durante los días de semana. En el resto de los horarios y durante los días sábado y domingo emiten programas grabados y películas viejas. Actualmente, a partir de la medianoche y hasta la madrugada, el canal emite de manera permanente una imagen fija tomada desde una cámara pública que enfoca el obelisco de Buenos Aires. Esto nunca ocurrió en la historia de la señal televisiva. "Estamos en un achique brutal que nos afecta económicamente, pero sobre todo es un vaciamiento de la pantalla", dijo Lecchi. Este vaciamiento de pantalla recorta el derecho a la información de gran parte de los argentinos que tienen a esta televisora como su medio más accesible, a la vez que facilita la consolidación de un modelo hegemónico de producción de contenidos favorables a las ideas de las derechas que apoyan al presidente Milei.

El derecho a la información en peligro
La reducción de trabajadores y programación también es parte de las decisiones de la dirección de Radio Nacional Argentina, a cargo de Héctor Cavallero, un retirado productor de espectáculos que no tiene ninguna experiencia previa en la radiofonía. "Desde que asumió este gobierno hubo una drástica reducción de personal, la mayoría de ellos trabajadores de las provincias", relató Fernando Piana, periodista y delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado en la radio.

"En diciembre despidieron a 160 trabajadores que en promedio cobraban menos de 100 dólares mensuales y en las últimas semanas fueron 90 las personas que se quedaron sin trabajo. Representan casi el 20 por ciento del total de los trabajadores", agregó Piana. Radio Nacional Argentina tiene emisoras en cerca de 50 localidades del país, incluido el territorio antártico. La actual gestión decidió que todas ellas dejarán de emitir programas de producción propia en los principales horarios, debiendo difundir los contenidos producidos en Buenos Aires. La producción de cada localidad queda relegada a horarios no centrales y a una programación dedicada a los formatos que busquen el entretenimiento del público o la información local de una agenda sin contradicción con lo producido por la dirección central, cuya línea es no contradecir ni criticar las propuestas del gobierno nacional.
Televisión Pública fue el único canal nacional que no transmitió la movilización en defensa de la educación pública realizada el 23 de abril
A pesar de que ninguna autoridad de los medios públicos se refiere a restricciones en los contenidos, existen temas silenciados y presiones sobre los periodistas. La decisión de cancelar los informativos de fines de semana en la televisora pública se tomó precisamente en la víspera del 24 de marzo, día en el que se recuerda el comienzo de la dictadura más sangrienta de la historia argentina. Por primera vez en 40 años, no se transmitió el acto central del que participaron cientos de miles de personas. En el mismo sentido la Televisión Pública fue el único canal nacional que no transmitió la movilización en defensa de la educación pública realizada el 23 de abril, que solo en la ciudad de Buenos Aires convocó a más de medio millón de personas y al menos otro tanto en una veintena de localidades en todo el país.

En el caso de Radio Nacional se hizo llegar un mensaje a los directores de todas las localidades a propósito del cierre de TelAm. El texto, que circuló por mensajes informales, decía: "Importante. Desde la Secretaría de Medios nos piden no usar las emisoras y/o las redes de las mismas para solidarizarse con TelAm. Sólo usar la info oficial". Tanto en uno como en otro medio, los trabajadores coinciden que la presión ejercida abrió la puerta a la autocensura.
El 23 de abril, cientos de miles de argentinos marcharon en todo el país en apoyo de la educación pública frente a las medidas de austeridad de Milei. Televisión Pública no transmitió esta marcha

A esta situación se suman los rumores de posibles negocios a partir de la venta de bienes inmuebles. Aun cuando las especulaciones al respecto no son pocas ya que existen propiedades muy codiciadas por su valor inmobiliario (la sede de la Televisión Pública, el terreno donde se ubica la planta transmisora de Radio Nacional Buenos Aires, la sede de la misma radio en la turística ciudad de San Martín de los Andes o de la ciudad de Esquel) por el momento no puede realizarse ninguna de esas operaciones sin la autorización del Congreso o sin haber modificado la propiedad de los medios.

Estos medios no solamente se dedican a producir contenidos. Todos ellos tienen equipos dedicados a recuperar y catalogar materiales históricos de gran valor documental para investigadores, trabajadores de prensa y el público en general. Tanto para la televisión pública como Radio Nacional en el año 2013 se creó el Archivo de Radio y Televisión Pública (RTA) con el "objetivo principal el ordenamiento, preservación, digitalización y puesta en estado público del material audiovisual y sonoro". Este trabajo fue discontinuado durante la gestión del ex presidente conservador Mauricio Macri (2015-2019) y corre la misma suerte en este período.

TelAm, por su parte, administra, organiza y comparte un archivo de cables de noticias y un invalorable repositorio de fotografías, como las únicas tomadas durante la guerra por las Islas Malvinas por fotógrafos argentinos. En 2015 comenzó un proceso de recuperación, restauración, digitalización y catalogación de fotografías y negativos existentes desde 1972. Ese trabajo llevaba a diciembre de 2023 cerca de 3,5 millones de imágenes digitalizadas. El proceso fue llevado adelante por trabajadores de la agencia.

Según Martín García TelAm, el sistema de medios públicos "es la memoria organizada del país". Hoy este material es inaccesible y, por lo tanto, esa memoria colectiva corre el riesgo de ser borrada para siempre.
Daniel Cholakian es sociólogo y periodista especializado en América Latina
Fotos: Daniel Cholakian
Fuente: Nacla

miércoles, 22 de febrero de 2023

Libro: Medios públicos en la Argentina "Políticas, democracia y comunicación (2003-2019)"

Este libro es el resultado de la investigación doctoral y posdoctoral de Alejandro Linares sobre los medios públicos de Argentina. Linares revisa las distintas políticas que tuvieron incidencia en los medios administrados por el Estado nacional entre 2003 y 2019. El análisis va más allá de los programas y conductores para abordar dimensiones olvidadas de los medios públicos: su financiamiento, sus trabajadores, su regulación, sus lógicas de funcionamiento o su infraestructura.

En un país con una historia dominada por medios privados­comerciales, se estudian las primeras dos décadas del siglo XXI, lo que permite reconocer tendencias en los medios estatales en una etapa marcada por movimientos políticos novedosos, transformaciones tecnológicas y regulaciones relevantes en el sector audiovisual.

El libro recupera este contexto complejo para pensar las políticas de eomunicación desde el funcionamiento de la TV Pública, Radio Nacional y las señales públicas educativas. El estudio de experiencias concretas en periodos políticos recientes dispara potentes reflexiones de cara a desafíos presentes y futuros en el paisaje audiovisual argentino.

Durante esos años transcurrieron tres gobiernos kirchneristas, se produjo el ascenso de Cambiemos, se volvió masivo el uso de internet y de instrumentos electrónicos inteligentes, se sancionó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y posteriormente se derogó por decreto parte de ella. Abordar los distintos fenómenos en su complejidad, las persistencias, discontinuidades y rupturas es el objetivo de este libro.

Con esta publicación, Alejandro Linares propone una mirada amplia, profunda y contextualizada sobre los medios públicos para insertar la en el debate sobre la democratización de las comunicaciones.
Capítulo 1. Los medios públicos durante el primer kirchnerismo (2003-2009)

Capítulo 2. Los medios públicos durante el segundo kirchnerismo (2010-2015)

Capítulo 3. Los nuevos medios públicos

Capítulo 4. Los medios públicos durante el gobierno de Cambiemos (2016-2019)

Capítulo 5. Los medios públicos argentinos en su etapa digital

Epílogo. A donde vamos, necesitamos medios públicos por Santiago Marino
Alejandro Linares es investigador asistente del Conicet y profesor e investigador de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Formosa. Doctor en Ciencias Sociales (UBA), magíster en Comunicación y Cultura (UBA) y licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA). Su trabajo incluye estudios sobre las políticas de comunicación, las tecnologías de la información y la comunicación, y la economía política de las comunicaciones. Ha sido becario del Conicet, se ha desempeñado como docente en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa y en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Cuenca del Plata.
Introducción
En julio de 2008 el grupo de intelectuales de Carta Abierta cuestionó en una asamblea la cobertura que hizo Canal 7 sobre las movilizaciones a favor y en contra de la Resolución 125. El principal apuntado era el entonces jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien se encontraba en el evento junto con Néstor Kirchner. Por aquellos días salía de las tinieblas el debate sobre las políticas de comunicación y sobre los medios públicos. Mientras experimentaba las consecuencias de dejar en pocas manos la circulación de la información, el gobierno recordaba que existía una señal estatal que podía cumplir un rol en el concierto mediático. Al poco tiempo también se comprobarían las difícultades de desandar ese escenario de altísima concentración con medios públicos empobrecidos y marginados.

Aquella escena transitaba preguntas recurrentes: ¿cuál es la tarea de un medio público como Canal 7 y cuáles son los caminos para realizarla?, ¿cuánta incidencia debe tener el gobierno en este tipo de canales?, ¿cómo lograr mayor protagonismo de estos medios frente a potentes grupos mediáticos concentrados? Pero también asomaban algunas certezas: los medios públicos son parte de un sistema mediático con características propias e históricamente construidas. Además, se mueven dentro de la industria de la comunicación y la cultura, que tiene reglas particulares. Por lo tanto, poco sirve pensarlos por fuera de esa industria y de las decisiones políticas que dan forma al paisaje de medios.

La atención del gobierno kirchnerista hacia los medios públicos cambió rotundamente aquel año y su función comenzó a ser pensada de otra forma. A partir de allí, creció su audiencia, pero también subieron de tono los cuestionamientos hacia sus contenidos. La crítica al programa 678 llegó a la zona caliente de un debate presidencial.

El reposicionamiento protagónico de Canal 7 y Radio Nacional se produjo en el marco de una creciente polarización política y mediática. La televisación del fútbol de primera división, la mejora técnica de sus señales, la reaparición de piezas originales de ficción y una línea editorial marcada en sus emisiones políticas fueron los motivos más destacados, aunque no los únicos, del aumento de su público entre 2010 y 2015.

Además, desde 2007 surgieron nuevas señales públicas dependientes de distintas esferas del Estado nacional: canal Encuentro, DeporTV, Pakapaka, IncaaTV y TecTV. También se lanzaron plataformas digitales audiovisuales con contenidos producidos o financiados por instancias estatales: Contenidos Digitales Abiertos y Odeón, reemplazados luego por Cont.ar y Cine.ar Play. Las señales ACUA Mayor y ACUA Federal completaron esta iniciativa durante la etapa kirchnerista.

Las discusiones sobre los medios públicos se focalizaron históricamente en su capacidad para desprenderse de sesgos oficialistas y el período abordado no fue la excepción. Esta preocupación resulta razonable en función de su histórica utilización como instrumentos de gobiernos diversos en América Latina. Sin embargo, esto impidió atender a cuestiones tan relevantes como su modo de financiamiento, sus condiciones tecnológicas y de infraestructura, su forma de gobierno y el alcance de sus señales. Los análisis se enfocaron en las tendencias políticas de periodistas y programas en Radio Nacional o Canal 7, pero poco indagaron en los motivos de las imágenes brumosas o las señales lánguidas que disparaban sus antiquísimos equipos.

Este libro analiza esas dimensiones olvidadas desde una mirada que comprende la misión  democratizadora de los medios estatales en el contexto marcado por su propia historia, por los  movimientos de la industria audiovisual y por las características del panorama mediático.

Los medios públicos pueden y deben contribuir con la ampliación de los horizontes de la libertad de expresión. Su misión los compromete con la democratización de la cultura, las comunicaciones y la sociedad. Existen libros, manuales y experiencias en distintos países que ofrecen guías conceptuales y ejemplos para organizar esta tarea. Pero no hay fórmulas únicas. Cada sociedad tiene particularidades, condiciones y sistemas políticos distintos. Además, las tecnologías de la información y la comunicación transforman permanentemente los contornos de la actividad de los medios.

Las interpretaciones sobre el derecho a la libertad de expresión forman parte de las disputas en torno a la elaboración y la implementación de las políticas de comunicación. En ellas se expresan los acercamientos dominantes de cada etapa sobre este derecho. La búsqueda de garantías para el ejercicio de la libertad de expresión debe concebirse como un proceso constante de incorporación de grupos sociales al debate público, de modo que este se nutra de una participación social amplia, diversa, simétrica y equilibrada. Este enfoque plantea la necesidad de una acción deliberada del Estado en los sistemas de comunicación más que una apuesta por el “dejar hacer”. Esta mirada cobra particular importancia en contextos como el argentino, marca dos por desigualdades en la capacidad de acción y expresión de diferentes grupos sociales. En estos escenarios no hacer nada puede significar la conservación, y hasta la profundización, de esas desigualdades.

Un reconocimiento activo de esta perspectiva amplia sobre la libertad de expresión demanda un proyecto democratizador del espacio cultural y mediático, en el que los medios estatales deben estar contemplados. Para constituirse como verdaderamente democrático, este proceso debe incluir la participación social en la elaboración e implementación de las políticas que impactan sobre el sector de las comunicaciones.

El planteo de democratización de las comunicaciones supone la búsqueda permanente de un debate público enriquecido en la diversidad y el pluralismo de expresiones culturales e ideas. En este razonamiento, este proceso se entiende como resorte del involucramiento social en la toma de decisiones sobre los asuntos públicos y en la vida cultural; esto es, como impulsor de la democratización de las sociedades. Una política de comunicación democrática es aquella que tiende hacia un espacio mediático que garantiza la continua ampliación de la participación de los diferentes sectores de la sociedad en la toma de decisiones sobre el sector, en la conversación pública y en la recreación cultural.

Los medios públicos se mueven en el escenario desafiante dibujado por la digitalización. En la segunda década del siglo XXI se consolidaron algunas de sus características: la expansión de la banda ancha a domicilios, espacios educativos y laborales; la utilización masiva de los teléfonos inteligentes para la comunicación interpersonal, el acceso a internet y a producciones audiovisuales; la extensión del uso de los ordenadores portátiles y de televisores inteligentes para la recepción de contenidos diversos; la posibilidad tecnológica para empresas de brindar múltiples servicios (internet, televisión, telefonía fija y móvil, plataformas de video ondemand); pero también por la permanencia de las llamadas brechas digitales, explicadas por históricas exclusiones sociales, económicas y culturales.

Si bien estas tendencias son claras, no puede asumirse que formas tradicionales de la comunicación masiva, como la radio y la televisión, vayan a desaparecer. El movimiento da cuenta de transformaciones que también involucran a estos medios.

La digitalización de servicios y la expansión de internet permiten la multiplicación de canales y ofertas, pero con la disolución de las agendas públicas “en múltiples agendas no comunes vividas como propias por los distintos colectivos”. Este escenario tiene la potencialidad de expresar la diversidad cultural, pero también el peligro de recrear “autismos sociales internos” si no se encuentran puntos de encuentro colectivos. En esa búsqueda hay espacios que pueden ocupar los portales y canales públicos (Zallo, 2011: 135).

Este escenario audiovisual ampliado (1) no solo constituye un desafío para las estrategias de las empresas mediáticas y, particularmente, las corporaciones públicas de medios. También requiere de la actividad regulatoria indelegable del Estado en el amplio sector comunicacional para marcar las condiciones en las que cada actor se proyecta. Dicho de otro modo, los objetivos que pueden trazarse los medios públicos están condicionados por el rol que asigne a ellos las políticas de Estado. Esto plantea la necesidad de una definición clara sobre sus funciones y características deseadas.

Medios públicos en la Argentina: modelos para armar
Los medios públicos de la Argentina forman parte de un escenario audiovisual concentrado en su propiedad y dominado por la lógica del lucro. Se precisa una mirada estrábica que permita profundizar en las distintas dimensiones de estos medios, pero sin desatender su relación con el sector comercial. Toda reconstrucción de su actividad los debe entender como integrantes de un mapa amplio y de procesos diversos del audiovisual tanto nacional como global. Toda decisión en relación con estos medios genera repercusiones en el resto del escenario mediático. Y al revés, toda definición en torno al sector comercial audiovisual impacta de alguna manera en los medios públicos.

Si bien en este libro se utilizan indistintamente los términos medios públicos y medios estatales para hacer más amable la lectura, es preciso diferenciarlos para comprender las características que distinguen a estos proyectos mediáticos.

Tributarias de las experiencias en Europa occidental, definiciones como servicio público de radiodifusión, medios públicos o emisoras de servicio público apuntan a resaltar la búsqueda de objetivos sociales y culturales, en contraposición a los objetivos de rentabilidad económica. Al mismo tiempo, con estas denominaciones se intenta remarcar un conjunto de principios y requerimientos que esos medios deben cubrir y que los diferencian de emisoras privadas-comerciales o comunitarias.

No hubo un consenso total en Europa respecto a las obligaciones legales que derivan de estas definiciones, pero está claro que la apelación intenta recuperar la tradición de gestión pública (generalmente bajo propiedad estatal) y una serie de mandatos que expresan su función social:
1. Presentación clara de sus mandatos por ley del Congreso.

2. Garantía de universalidad, continuidad y renovación tecnológica en el servicio.

3. Garantía de profesionalismo, alta calidad y diversidad interna en sus producciones y trabajadores.

4. Garantía de amplio pluralismo político y diversidad cultural en los contenidos.

5. Balance en la diversidad de géneros mediáticos presentados, de audiencias convocadas y de temas abordados.

6. Experimentación e innovación en la producción de contenidos.

7. Participación social en las decisiones y producciones vinculadas a este servicio.

8. Dirección política desde un directorio colegiado sin mayorías partidarias desproporcionadas.

9. Mecanismos transparentes y no discrecionales de nombramiento y remoción de autoridades directivas.

10. Diferenciación clara entre dirección política y la gestión ejecutiva.

11. Abordaje crítico de las presiones mercantiles, partidarias o gubernamentales en las decisiones del directorio.

12. Tratamiento editorial responsable respecto a intereses gubernamentales, de otros poderes del Estado, políticos o económicos.

13. Financiamiento público garantizado, adecuado a los mandatos a cumplir y estable en el tiempo.

14. Transparencia en la gestión y rendición pública de cuentas.

15. Interpelación a ciudadanos y no a consumidores. (2)
Así, la noción de medios públicos apunta a resaltar un conjunto de mandatos (teóricos) diferenciales y un deber ser vinculado a sus compromisos sociales y democráticos, mientras el reconocimiento de medios estatales comunica solo la forma de propiedad o administración.

Las nociones de medios públicos o servicios audiovisuales públicos se refieren entonces a las instituciones que, generalmente bajo algún tipo de propiedad estatal, responden a las características reseñadas o que evidencien una notoria y comprobable búsqueda de alcanzarlas. Desde una perspectiva amplia de la libertad de expresión, la preocupación central de estos medios debe pasar por la incorporación de sus mandatos distintivos y por su inserción en un proyecto democratizador de las comunicaciones. Estas experiencias deben garantizar la diversidad y el pluralismo de fuentes, géneros, temas, enfoques y expresiones en escenarios mediáticos concretos. Así, la referencia a los medios públicos reconoce un conjunto de misiones que pueden tener formas de concreción particulares en cada contexto, lo que deja lugar a controversias en su evaluación.

Los modos más adecuados para contribuir a la diversidad y el pluralismo desde y en los medios públicos atraviesan un conjunto de complejidades que no siempre son ponderadas. Entre ellas se cuentan las formas de expresar una línea editorial, los mecanismos para comunicar actos de gobierno o políticas públicas, los recursos disponibles, las capacidades económicas y las modalidades para articular una propuesta pluralista en los contextos mediáticos específicos de cada etapa y cada país. Las respuestas sobre cómo armonizar en la práctica concreta estas dimensiones no son unánimes ni desprovistas de polémica, En el caso argentino, el contexto está delimitado por la concentración en la propiedad y las audiencias, por el dominio de la lógica del lucro y por la asistencia financiera permanente del Estado a los medios comerciales (Becerra y Mastrini, 2017).

Desde las misiones de los medios públicos se presentan los imperativos de interpelación a ciudadanos y de experimentación en la producción. Por tanto, la iniciativa en su programación debe poner el foco en cuestionar los patrones de consumo más generalizados, o al menos debe tender hacia una distinción respecto a esas tendencias de consumos estandarizados. Por otra parte, es imposible pensar a la actividad periodística, de producción cultural y de programación audiovisual, subjetiva y situada por naturaleza, como un hacer incontaminado o aséptico. De tal forma, no tiene sentido reclamar neutralidad u objetividad en sus producciones, pero las exigencias de profesionalismo, responsabilidad y diversidad de miradas constituyen el punto de partida básico para sus gerentes, programadores y periodistas. La recepción de opiniones, cuestionamientos o sugerencias desde variados canales como audiencias públicas o encuestas será siempre un insumo valioso para enriquecer cualquier propuesta artística e informativa.

Cabe pensar la función de los medios públicos desde la diferenciación entre diversidad reflectiva y diversidad abierta. La primera refiere al modo en que los medios de comunicación expresan las ideas y los temas demandados por las audiencias. La segunda señala su capacidad para expresar todas las ideas o temas en proporciones iguales, más allá de su demanda o apoyo público (Van der Wurff y Van Cuilenburg, 2001). Es posible abrazar ambas comprensiones de la diversidad e interpelar a los medios públicos desde las formas en que amplían en sus audiencias el horizonte de temas y enfoques sin desatender demandas mayoritarias.

Surge entonces la necesidad de que estos medios incorporen un diagnóstico sobre el contexto comunicacional en su conjunto para ofrecer una propuesta diferencial que incluya los tópicos, hechos y actores marginados por la oferta del sector comercial. Esta exigencia no puede confundirse con una tarea que se contente con responder a minorías desatendidas y excluir a públicos masivos de sus eventuales producciones distintivas.

Este planteo propone una mirada contextualizada que piense a los medios públicos “no como espacios de una ideal pero inexistente convivencia armónica, sino como instituciones en las que la sociedad pueda reconocer los conflictos que la constituyen”. Se trata de pensarlos como “instancias de reparación de las desigualdades expresivas que impiden una participación equitativa de diferentes actores en esos conflictos en términos discursivos” (Mata, 2016).

Una evaluación permanente sobre la cercanía de su propuesta temática y de enfoques respecto a la agenda gubernamental ayuda a de bilitar el complejo vendetta (Becerra, 2015). Este concepto refiere a la dinámica en la que ante un cambio de gobierno las nuevas autoridades consideran razonable utilizar los medios estatales en beneficio de sus intereses partidarios, tal como, entienden, hicieron los anteriores administradores. Según este argumento, esta lógica redunda en una pérdida para la sociedad, para el prestigio del medio y en cambios bruscos en el contrato de lectura propuesto. Ante esta preocupación, la parcelación de las emisiones tiende a esquivar el desafío, pues “transformar la grilla de programación en una federación de cuotas no resuelve el problema” (Bucci et al., 2012: 28).

Como sucede con la práctica periodística o las apuestas artísticas, la administración de un medio de comunicación no puede entenderse como un espacio aislado o inmaculado. El choque de perspectivas políticas e intereses económicos tiene lugares concretos de ocurrencia. La reunión de directorio de un medio estatal puede ser uno de ellos. Su actividad tiene lugar en el mismo contexto social, político y económico que deben representar diariamente los medios de comunicación. Resulta difícil imaginar que las discusiones, imaginarios, valoraciones, intereses y corrientes de pensamiento que guían las políticas públicas no formen parte también de las definiciones de la junta de gobierno de los medios públicos.

Las presiones mercantiles, gubernamentales, partidarias y sectoriales no interfieren o contaminan un espacio aséptico de toma de decisiones, sino que expresan intereses e ideas que movilizan las disputas en torno a las políticas públicas de comunicación y su implementación. Justamente por eso, la constitución de directorios colegiados y plurales contribuye a la generación de contrapesos, controles y consensos. La arquitectura institucional para la administración de estos medios, así como los mecanismos de designación de autoridades, pueden favorecer mayores niveles de participación en la toma de decisiones.

El recorrido (3)
Este libro revisa las políticas que tuvieron incidencia en los medios administrados por el Estado nacional entre 2003 y 2019. Se abordan las primeras dos décadas del siglo XXI, lo que permite reconocer tendencias en una etapa marcada por movimientos políticos novedosos, transformaciones tecnológicas y regulaciones relevantes en el sector audiovisual. Durante esos años transcurrieron tres gobiernos kirchneristas (4), se produjo el ascenso de Cambiemos, se volvió masivo el uso de internet y de instrumentos electrónicos inteligentes, se sancionó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y posteriormente se derogó por decreto parte de esta.

Los dos primeros capítulos abordan la experiencia durante los gobiernos kirchneristas. El análisis se divide en dos etapas marcadas por la sanción de la ley audiovisual en octubre de 2009. Es así porque esa norma implicaba a los medios estatales y señalaba objetivos y obligaciones para organizar su funcionamiento. Se estableció allí la sustitución del Sistema Nacional de Medios Públicos por Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado como empresa encargada de administrar a Canal 7 y Radio Nacional.

Pero la ley no es lo mismo que su aplicación. La reconstrucción de este proceso constituye una tarea fundamental, pues en muchas ocasiones las falencias o desaciertos en la implementación pueden ser utilizados para la impugnación de la totalidad de una política o norma determinada. Del mismo modo, el eventual reconocimiento de una aplicación ajustada a la letra de la ley colabora en reconocer límites o vacíos de la regulación.

El capítulo tres describe las experiencias novedosas de los medios educativos impulsadas durante la etapa kirchnerista desde el Ministerio de Educación: Encuentro, Pakapaka y DeporTV. Fueron iniciativas gestadas por fuera de los históricos medios estatales que apuntaron a públicos específicos con contenidos temáticos. En el marco de una profusa actividad estatal en la producción y el financiamiento audiovisual, estas propuestas tuvieron la particularidad de ser pensadas desde la articulación entre lo educativo y lo digital.

En el capítulo cuatro se describen las líneas centrales de las politicas desplegadas durante el gobierno de Cambiemos que incidieron en la actividad de los medios del Estado nacional. El desfinanciamiento, la pérdida de audiencias, el achicamiento de la producción y la cesión de contenidos al sector privado caracterizaron a un período breve pero intenso. Por último, el capítulo cinco sintetiza conclusiones, plantea algunas reflexiones y lanza pistas sobre los desafíos de los medios públicos digitales.

El libro aporta una reflexión sobre las políticas más adecuadas para la democratización de las comunicaciones en sociedades capitalistas periféricas como la argentina. Se reconocen continuidades y rupturas en la gestión de los medios del Estado nacional durante procesos políticos específicos. A partir de ahí, identifica los distintos lugares que asumieron estos medios en la escena mediática y ofrece señales sobre las ideas acerca del rol del Estado que diferentes proyectos políticos adoptaron.

1 Marino plantea la noción de audiovisual ampliado como un “conjunto integrado por los sectores del cine, la televisión abierta y de pago (analógica y digital) y los servicios online” (2016: 7).

2 Esta lista retoma planteos de documentos oficiales de organismos multiestatales y autores latinoamericanos como Pasquali (1991), Fuenzalida (2001), Barbero et al. (2000), Becerra et al. (2012) y Mastrini (2013). 

3 Este libro recupera los resultados de los estudios doctoral y posdoctoral del autor, realizados en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, y financiados por becas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Para profundizar distintos aspectos abordados en los capítulos es posible consultar su tesis doctoral Los medios del Estado nacional durante el kirchnerismo: protagonismo y limitaciones en un escenario audiovisual comercial y concentrado (Linares, 2017).

4 Se reconoce con el término “kirchnerismo” o “kirchneristas” al grupo de fuerzas políticas (partidos y organizaciones políticas) que durante el período 20032015 se reconocieron como oficialistas y acompañaron o sostuvieron al gobierno nacional.

Otras Señales

Quizás también le interese: