jueves, 30 de noviembre de 2000

Víctor Hugo Morales generó una polémica al "robar" la emisión de Boca - Real Madrid

CableVisión amenaza con un juicio a canal 7, por el que se emite “Desayuno”, que midió el martes 9 puntos. “Pudimos estar mal legalmente, pero lo que hicimos fue legítimo éticamente”, sintetiza el conductor
Por: Carlos Polimeni
La decisión de Víctor Hugo Morales de poner en el aire de canal 7, de arrebato, buena parte del partido con que Boca Juniors se consagró campeón mundial de clubes se convirtió ayer en una de las polémicas más atrapantes en mucho tiempo en el mundo de la televisión argentina. Morales consiguió al menos tres cosas, con su picardía rioplatense: el más alto rating del año para el canal estatal (9.3 de promedio para su “Desayuno”, de 7 a 9), una retahíla de amenazas de juicios de quienes se sintieron perjudicados y una avalancha de adhesiones de telespectadores que pudieron acceder así a las imágenes que, en teoría, sólo podía transmitir en directo desde Japón la empresa CableVisión, que había pagado por eso un millón de dólares.
La jugada del relator uruguayo desde el comando de un programa periodístico puede ser considerada como parte de su cruzada histórica contra el poder que los holding empresarios han adquirido sobre los derechos de televisión del fútbol, aunque en este caso los derechos no eran de Torneos y Competencias, la corporación contra la que desde hace años batalla. Los derechos pertenecían el grupo estadounidense Hicks y Liberty Media, propietario de CableVisión, que había intentado, en vano, vendérselos a Multicanal, del grupo Clarín, ampliando el negocio. Morales no intentó un golpe de efecto sino, según dijo, establecer de hecho “un cacho de justicia” aunque eso significara vulnerar el orden legal. “Por eso a mí me parece que éste es un episodio simpatiquísimo”, afirmó ayer el periodista Carlos Ulanovsky, especializado en medios. “Fue un desafío interesante al sistema, en una época casi sin desafíos”.
Morales dijo anoche a Página/12 que cree que aunque la decisión del programa “pueda ser considerada ilegal por alguien, es éticamente legítima”. Recordó que desde el día anterior la promoción de “Desayuno” anticipaba que se iba a “espiar” el partido y que eso fue lo que se hizo. “Nadie se opuso entonces, ni nadie nos dijo nada en el canal”, subrayó. “La situación es transparente: pagando los derechos, una empresa se había hecho dueña de algo que es de la gente. Y nosotros tratamos de devolverle derechis a la gente, que a juzgar por el rating fue descubriendo, haciendo zapping, que estábamos dándole una oportunidad y se prendió”. Morales agregó: “Ahora me quieren pasar una factura, pero yo tengo claro que el problema conmigo es que yo peleo contra el desprecio que los poderosos tienen con la gente”.
El canal estatal, que tiene con el responsable de “Desayuno”, Eduardo Metzger, un acuerdo de coproducción, no parece tan de acuerdo con el desafío planteado por el periodista uruguayo. Es más, dice haber sido vulnerado en su buena fe. “Nosotros nunca le dimos autorización para hacer lo que hizo”, sostiene Luciano Olivera, gerente de programación del canal. Olivera había recibido antes de esto una queja de CableVisión, preanuncio de un juicio, a la que respondió con un pedido de disculpas, por escrito. “A la hora en que se inició “Desayuno” no había ninguna autoridad en el canal, por lo que sus productores, equivocándose, decidieron por su cuenta emitir imágenes del partido”, resumió. El público del canal, obviamente ampliado, saturó el correo electrónico (llegaron el martes más de 4 mil dirigidos al programa de Víctor Hugo) y las líneas telefónicas, agradeciendo la decisión.
Olivera recordó que en el programa es habitual que se exhiban imágenes de otros canales como referencia de lo que ocurre en derredor, pero que para su gerencia era inimaginable que iba a violarse una norma legal en la mañana del martes. Una fuente del canal dijo por separado que “la actitud de Robin Hood de Víctor Hugo fue celebrada por muchos funcionarios que no pueden decir en público lo que piensan del monopolio”. Sin embargo, al respecto, hay un punto clave: está en vigencia una ley que obliga a que los partidos de la selección deben ser emitidos en directo por un canal de aire al menos, producto de una importante presión social durante lasactuales eliminatorias para el Mundial 2002 ¿No sería hora de ampliar el radio de la ley a partidos como el de Boca el martes)?
CableVisión está que trina. “Lo que Víctor Hugo hizo se llama de una sola manera: robo de señal”, dijo ayer una fuente del departamento legal, ante la consulta de Página/12. “Nosotros tenemos que proceder de acuerdo a lo que pasó, más allá de las explicaciones. Y tenemos que hacer un juicio, que sí o sí obliga a exigir una reparación económica, porque a su vez nosotros le habíamos vendido a América la emisión en diferido en exclusiva para el aire, y ellos aducen que perdieron la exclusividad en el mismo momento en que el 7 emitió a la mañana”. Para los abogados de la empresa está claro que no hubo una marcada preterintencionalidad de dolo, sino un entusiasmo peligroso en el piso de “Desayuno”. Uno de ellos trazó esta especulación: “Por ahí pensaron en dar sólo algunas imágenes aisladas, pero como Boca hizo los dos goles al principio se entusiasmaron, y entraron en una lógica irreal, que se juntó con la posición de militancia de Víctor Hugo con respecto a la liberalización de los derechos. Quiero decir: operaron de acuerdo a una calentura, y después ya era tarde. La prueba es que en el segundo tiempo dieron casi todo el partido y que en los 3 o 4 minutos finales Víctor Hugo pidió al aire al director que pusiera el partido en pantalla completa”.
La postura por la cual América dice que le iniciará juicio a CableVisión tiene dos matices. El primero es que el canal pensaba hacer no menos de 20 puntos de rating el lunes por la noche, con la exclusividad del aire en diferido. Hizo la mitad, prácticamente. El segundo es que el canal es ahora propiedad de Carlos Avila, el dueño de la mayoría del paquete accionario de TyC, empresa ésta que perdió la puja por los derechos del partido con el grupo Hicks y Liberty Media, que invirtió fuerte porque busca posicionar en el mercado argentino su señal deportiva PSN. El diario Ambito Financiero, del que Avila es copropietario, cargó ayer contra Multicanal, por su decisión de no negociar con CableVisión, que privó a sus tres millones de abonados de ver el partido. Lo notable es que sí, en cambio, pudo venderle los derechos a varios sistemas del interior, entre ellos Supercanal, que por cantidad de abonados es la tercera empresa del rubro, Intercable y Teledigital. El hecho de que la transmisión en directo no haya sido realizada por TyC es a su modo, histórico, tanto como el tenor del relato que desde Tokio concretaron para la Argentina los locutores Ricardo Ortiz y Eduardo Biscayart.
Ulanovsky, autor de libros sobre la historia de la televisión, la radio y los diarios en la Argentina, cree que, más allá de lo que se diga ahora, la de “Desayuno” fue una apuesta ideológica. “Desde hace un tiempo, Víctor Hugo está enfrentado al monopolio de TyC en todos los terrenos, con una lógica que comparto, que es que el fútbol debe ser televisado sin restricciones. El productor, Metzger, no es, en absoluto un nene de pecho, que se pudo haber equivocado por un impulso. Es el tipo que fue asesor de imagen del ex presidente Raúl Alfonsín, que es columnista del programa, fue interventor del 13, etc. Metzger no se equivocó: sabía perfectamente lo que hacía,.”.
Hay un dato lindo sobre el tema de la cruzada de Morales contra los monopolios: en 1986 transmitió el Mundial de México para LR2 Radio Argentina, que había comprado los derechos radiales en exclusividad para el mercado local. La radio pertenecía entonces al empresario Héctor Ricardo García y su director era Ricardo Gangeme, que terminó sus días asesinado en el sur, donde tenía un diario sensacionalista. En aquel Mundial, la televisación de canal 7 tenía por relator a Mauro Viale, quien, sin embargo, no había viajado a México. Viale y Morales protagonizaron una de las peleas a golpes de puños más recordadas de la historia del medio.

Las cifras que abonan la polémica
En el centro del conflicto que involucra a Cablevisión y Víctor Hugo Morales hay un detalle que, tratándose de televisión, nunca es menor: el rating. La idea de dividir la pantalla y mostrar pasajes del partido entre Boca y Real Madrid le reportó a “Desayuno” la excepcional (para Canal 7 y para el ciclo matutino) medición de 9.3 puntos de rating promedio, con un pico de 12.1 en el segmento horario 7.45/8.00 y un piso de 2.9 a las 7.00. Es decir que los televidentes se fueron sumando a medida que se iban enterando de que podían, de algún modo, seguir las alternativas de la final por canal 7. En promedio, durante la emisión de “Desayuno” hubo poco más de 270.000 televisores encendidos en Capital y Gran Buenos Aires. Estas cifras son significativas si se las compara con las que obtiene cotidianamente el programa conducido por Víctor Hugo. Sin ir más lejos, el día anterior el ciclo periodístico midió 1.7.
Cablevisión, en tanto, tiene razones para quejarse, aunque también algunas para festejar. La franja horaria de las 7 y la 9 de la mañana fue la que tuvo más rating en todo el día en el cable argentina. Teniendo en cuenta que la mañana es, siempre, el momento de menor encendido diario, las mediciones, esta vez, “dijeron” otra cosa: cuando empezó el partido, la sumatoria de todos los canales de cable (está clarísimo que el porcentaje mayor se lo llevó el fútbol) dio 22.6. Después de los 15 minutos, bajó a 21.9 y solo volvió a decaer en el entretiempo. El pico de rating se registró a las 9.15, coincidiendo con el final y los festejos de Boca: 28.7. Hay que señalar, además, que las cifras en este caso no dejan de ser ficticias. Si se considera cada punto de rating en función de 30 mil televisores encendidos, ¿cómo medir cuánta gente vio el partido si los bares de la ciudad –al menos los que tuvieran el servicio de Cablevisión-y alrededores estuvieron atestados de hinchas? En día normal en que el cable sumaba 28 puntos, el rating es de a lo sumo 10.
La emisión nocturna del partido, en diferido, por América, “apenas midió” 11.4 de promedio.
Fuente: Página/12

martes, 28 de marzo de 2000

Carlos Avila, rey de torneos sin competencia

Entusiasmado por las perspectivas que ve en la transmisión codificada de las eliminatorias, Carlos Avila dijo que "la TV será el verdadero ingreso que van a tener los clubes de fútbol"
Por: Pablo Vázquez y Julián Ferreyra
El tuvo la idea. Fue en el año 90, cuando los canales abiertos del interior no querían pagar por el fútbol de verano. La idea de Carlos Avila fue vendérselo a los cables que, a cambio de la exclusividad, estaban dispuestos a pagar importantes sumas de dinero. Y dio así el puntapié inicial de una cadena de intereses económicos que se multiplicó hasta generar una dependencia absoluta de los clubes respecto a la televisión.

Fue hace diez años. Cuando las reglas del juego eran otras. Había mil empresas de cable en todo el país; en cada ciudad, en cada pueblo, había por lo menos dos cables dispuestos a cualquier cosa para conquistar más abonados, para seguir creciendo. Para tener la exclusividad. En ese marco de competencia, los cables pagaban por los derechos de los llamados "eventos deportivos" montos que crecían en forma vertiginosa, llegando, a veces, al abuso por parte de los dueños de los derechos. Los abonados, mientras tanto, se acostumbraron a verlos por el mismo precio que el paquete básico. Llegó un punto en que algunos cables pequeños del interior llegaron a pagar ciertos eventos aún cuando los números no les daban, por miedo a la reacción que podía tener un abonado al no poder ver un partido que sí se emitía en un pueblo vecino.

Hoy las cosas han cambiado. Y Avila es consciente de ello: "aquí hay dos grandes operadores de cable que, en última instancia, regulan el mercado: Multicanal y CableVisión. Cualquier empresa que tenga derechos sobre el fútbol necesita de ellos". El concepto es claro: los derechos deportivos siguen creciendo, y no se puede esperar que la plata la pongan dos cables que controlan el mercado.

¿Quién pone la plata, entonces? "La competencia está bastante consensuada, por lo que la única manera de potenciar los ingresos por televisión es a través de la tecnología. En la medida que la tecnología avance y, por ejemplo, permita transmitir varios partidos al mismo tiempo por distintas frecuencias, los ingresos van a crecer", explica Avila. Lo que quiere decir es que en la medida en que haya decodificadores en los hogares -"cajitas", como dice él-, los que tendrán que pagar extra para ver el fútbol y los que financiarán el aumento creciente de los precios de los derechos, serán los abonados. Así lo manifiesta Avila: "Si las eliminatorias del Mundial no pudieran ir por la televisión codificada, evidentemente no se podrían pagar los valores actuales".

El decodificador permite a los cables controlar lo que cada uno de los abonados puede ver -si lo pagó- y lo que no. Quien no tiene decodificador no pueden ceder al impulso de ver, en una tarde lluviosa, sólo por esa vez, al equipo de sus amores. O su película favorita. No son mercado potencial para seguir alimentando el voraz apetito del negocio del fútbol.

Señales de futuro
Ese es el futuro: los abonados tendrán, a sólo un click de control remoto de distancia, la posibilidad de ver un espectáculo tentador, casi adictivo, por el que tendrán que pagar: "El hecho de que las eliminatorias del Mundial vayan por la televisión codificada va a beneficiar al fútbol oficial, porque hará crecer el mercado de las cajitas -explica Avila-. Esas cajitas que se adquieran para ver las eliminatorias van a quedar en los hogares y van a permitir que técnicamente podamos transmitir dos o tres partidos simultáneos, y cada cual podrá elegir qué partido comprar. Entonces van a crecer los ingresos: la tecnología va a permitir el mayor ingreso por la televisión".

¿La única razón por la que no se emiten partidos simultáneos hoy es la tecnología? ¿Y los derechos?
Los derechos están. Se paga a cada club que está en el aire. No hay problema con los derechos. El problema es tecnológico. Cuando eso esté solucionado, se podrá hacer. La TV va a ser el verdadero ingreso que van a tener los clubes. El deporte es un espectáculo exclusivamente televisivo porque la concurrencia a los estadios es mínima.

¿La televisión abierta no puedo pagar el costo de las eliminatorias?
No, a pesar del alto rating que podría tener. La televisión abierta se financia con los anunciantes y la publicidad en la Argentina, en el período que va del 99 a la actualidad, se ha reducido en un veinte o treinta por ciento.

De cualquier manera, el Mundial sí se va a pasar por televisión abierta. Los costos son importantes, pero no son tan altos como los derechos de las eliminatorias. Además, canales como Telefé o el 13 no van a dejar de comprar los derechos por una cuestión política. Tendrán que invertir en ellos.

¿Para las eliminatorias no vale ese criterio?
No, no corre para las eliminatorias. La FIFA tiene estipulado que los mundiales tienen que ir por televisión abierta. Sólo en caso de no haber ninguna oferta de la televisión abierta, va a tener la opción el cable.

Pero, ¿se negoció primero con la televisión abierta para ver si estaba dispuesta a pagar las cifras que se pretendían o necesitaban por las eliminatorias?
No. Las Eliminatorias las venimos negociando nosotros desde hace mucho tiempo; ese fue el riesgo empresarial. Los derechos de las eliminatorias son de T&T, la empresa formada por Torneos y Competencias y Traffic (de Brasil). Luego, PSN compró los derechos a T&T, fundamentalmente para ponerlo dentro de su señal y lograr que los sistemas de cable, Cablevisión y Multicanal y los otros, la compren. Finalmente, como se trata de derechos de alto costo, hicieron un acuerdo con los canales de cable para ponerlo por sistema codificado. Evidentemente, al cable le interesa crecer en la venta de "cajitas" para poder tener una mayor rentabilidad, ya que no pueden aumentar la tarifa del básico. Si lo de las Eliminatorias se aprovecha, si se llega a un entendimiento con HBO y las otras señales de cine y, en definitiva, se logra generar todo un sistema de programación premium, los cables también crecerían. Ellos necesitan este tipo de operaciones porque la tarifa básica no la pueden aumentar.

Por eso mismo, quizá los multimedios con intereses en el cable y TV abierta decidieron no pasar los partidos por TV abierta.
Canal 13 es Canal 13 y Multicanal es Multicanal. Son cajas separadas. Y Telefe, por ejemplo, cuyo dueño ya es, prácticamente, Telefónica, podría haber decidido comprar los derechos. Y no lo hizo. De todas formas, aunque en diferido, los partidos se van a ver por televisión abierta. De esta manera, el costo para canales abiertos va a bajar. Y la gente que no quiera comprar el sistema codificado, lo podrá ver por la televisión abierta un tiempo en diferido, que es como ocurre habitualmente con la Copa Libertadores, por ejemplo.

¿Qué pasa con DirecTV? ¿Va a transmitir también las eliminatorias?
Seguramente las tendrá. Supongo. El que está negociando eso es PSN. Nosotros le vendimos los derechos a PSN, y PSN negoció con los sistemas de cable todos los partidos. La negociación con PSN no la conozco, porque nosotros no tenemos nada que ver con PSN, más allá de que Hicks (dueño de PSN) es accionista de Torneos, pero es un accionista como lo es Telefónica, como el CEI, como TCI. No tenemos nada que ver con el negocio de ellos. No interfieren ni pueden hacer presión sobre las negociaciones. Ni nosotros sobre las de ellos.

Para Avila no hay disyuntiva: el fútbol es un negocio. Ante todo, su negocio, el de Torneos y Competencias. Pero también parece estar seguro de que la solución a los problemas económicos que atraviesan los clubes está en los ingresos por televisión.

No hay fútbol sin televisión
Sabe que no se puede pensar, hoy por hoy, el fútbol sin televisión. Pero no le gusta decirlo. Ante la pregunta se enoja, reacciona, niega todo. Intenta empezar por el discurso políticamente correcto: "El fútbol va a existir siempre, con o sin TV. El fútbol es el contenido, y no hay medio de comunicación que pueda existir sin contenido". Pero la conversación continúa y Avila no resiste la tentación, termina por decirlo: "Si la televisión se retirara del mercado del fútbol, si hay un conflicto y no aparecen ni Murdoch, ni Berlusconi, ni nadie, terminan todos peor que Racing: como Talleres de Remedios de Escalada."

¿Cuál es, entonces, la importancia del fútbol como contenido?
El fútbol y el deporte en general son un contenido universal: el más importante que puede existir. Tomemos el ejemplo de Internet. Si alguien está en Hong Kong y quiere ver un partido de Boca, River, Independiente o San Lorenzo quizás pague para poder mirarlo por Internet. Pero no me imagino a alguien viendo "Vulnerables" o "Gasoleros" en Corea.

La única manera de obtener mejores ingresos de televisión es tener mejores artistas. Porque, en definitiva, el jugador de fútbol es un artista. Si hoy Boca tuviera un ingreso anual del orden de los 80 o 100 millones de dólares en concepto de televisación, Batistuta estaría jugando en Boca y no en la Fiorentina. No estaríamos pensando que Aimar y Saviola se van a ir. Al tener mayores ingresos van a poder retener a los jugadores, porque van a poder pagar mejores sueldos, mejores primas, premios, etc. Lo que le va a permitir un mejor ingreso a la televisión es que haya mejores espectáculos. Y en la media en que los clubes tengan un mejor presupuesto, va a mejorar la seguridad y el espectáculo.

El negocio que nadie quiso
¿Cómo fue su primera experiencia vendiendo el fútbol en el interior?
En el año 90 hice la primera experiencia vendiéndole a los cables el fútbol del verano. Como había pagado un precio muy alto por los derechos, no tenía posibilidades de obtener un retorno de la inversión a través de los sponsors de la pantalla. Entonces, empecé a hablar con los cables del interior; varios de ellos me ofrecieron sumas muy importantes a cambio de la exclusividad. Ahí me di cuenta del gran potencial que tenía el interior.

Y así fue creciendo todo.
El negocio fue muy, muy importante y ahí comencé a ordenar mis ideas para proponerle a la AFA transmitir un los días viernes un partido adelantado. Eso implicaba el pago de unos derechos más importantes, tecnología, satélite, transporte... con un capital que en ese entonces yo no tenía. Primero invité a la agrupación de cables, luego a Samuel Liberman (entonces dueño de VCC), a Eduardo Eurnekian (CableVisión), en fin, a todos los que podían ayudar o entrar en este, nuevo negocio. No lo veían, o lo veían muy riesgoso. Telefé tampoco quiso arriesgar el capital. Finalmente, el grupo Clarín se interesó. Ellos tuvieron confianza y me dieron el capital necesario, que eran dos millones de dólares. Así nació la venta al interior del fútbol y comenzó el boom del cable.

¿Cómo reaccionó la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) cuando le propuso crear el fútbol de los viernes?
Le había hecho una propuesta de dinero bastante interesante. Estábamos hablando de setenta mil dólares por partido, que era mucha plata; y finalmente llegamos a cien mil dólares por partido. Era muchísimo dinero.

Y Julio Grondona (presidente de la AFA), ¿creía que iba a ser un gran negocio?
Grondona prácticamente no participó de las negociaciones. Lo dejó todo en manos de los clubes, que entendían que era un negocio y en última instancia no corrían ningún riesgo porque yo les garantizaba la operación. Además, eran partidos de la Capital Federal que se transmitían para el interior. No afectaba la asistencia de público a las canchas. Así que para ellos era un negocio realmente brillante. No lo habían pensado. Por otra parte no tenían por qué pensar en ese tipo de negocios porque no era la función de ellos, ¿no?

Son los mismos clubes que ahora se quejan.
Ya los clubes no se quejan más. La fantasía de que podía haber otros operadores que podían poner mucho más dinero ya pasó.

Sin competencia
¿Puede pasar de la TV abierta al cable "Fútbol de primera"?
En Capital no es un programa para cable. Sí en el interior del país, donde va por Fox Sports, que lo tiene como un producto básico para poder vender su señal. Pero en la Capital no lo veo como programa para cable, sino para televisión abierta.

¿No tiene miedo de que otra empresa tome los derechos de "Fútbol de Primera"?
La gente no analiza, porque lo da por descontado, la calidad con que se produce el fútbol en Argentina. Torneos y Competencias es una empresa que adquiere derechos, pero también produce.

El mejor programa de la Argentina es el "Fútbol de primera". A tal punto que no hay un segundo programa. Es el producto que más distribución tiene en el mundo, tiene un promedio de 22/23 puntos de rating (más de dos millones de personas) en el año y es el programa de mayor facturación. Esos derechos no los puede tomar cualquiera. Si mañana los toma Telefe o Canal 13, no lo van a hacer igual, porque la calidad de la producción, el equipo de gente y los años de experiencia son solamente de Torneos y Competencias. Y ahí es donde no le tengo miedo a nadie de la competencia. No creo que alguien se arriesgue a que el "Fútbol de Primera" lo produzca otra empresa que no sea Torneos.
Fuente: La Nación Tevé

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