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domingo, 22 de junio de 2025

El Eternauta en los Andes: una odisea radial que unió a todo un pueblo

Dos amigos productores de radio, Patricio Apóstolo y Gustavo Arias, impulsaron una idea sin precedentes: junto a vecinos crearon una adaptación radial de la famosa historieta de Oesterheld
Por Martina Sehmsdorf
"Todo, hasta donde se podía ver, se estaba cubriendo por aquella nieve extraña… los copos parecían tener luz propia"… así dice uno de los capítulos más icónicos de El Eternauta. Pero no de la serie de Netflix o de la historieta de Héctor Oesterheld, sino de una adaptación radiofónica que realizaron por los años 90 en San Martín de los Andes. No eran actores profesionales ni grandes productores. Eran personas comunes: un locutor, un cirujano, una maestra de escuela rural y vecinos de la localidad. El resultado fue una obra tan artesanal como inolvidable, impulsada por la pasión y el espíritu colectivo, que refleja también la esencia misma de El Eternauta.

Patricio Apóstolo y Gustavo Arias no solo eran compañeros de trabajo en Radio Nacional. También eran amigos. Un par que vivía a través de la radio. Fue en esa pasión donde se gestó una idea que marcaría un precedente.

Así como la niñez de Gustavo estuvo marcada por la tradición de leer todas las noches las historietas de Sandokán, durante su juventud disfrutó de El Eternauta, una novela gráfica que luego lo acompañó durante toda su vida.

Cuando llegó a San Martín de los Andes en los 90 conoció a Patricio, con quien una entrañable amistad y fue en esas conversaciones fraternas donde le propuso adaptar la historieta a la radio. "Che, ¿no te gustaría hacer algo así?", recordó Patricio que le dijo su amigo. "Yo venía manija de hacer varios cursos y tenía muchas ganas de hacer estos formatos", contó.

A partir de ese "algo así", comenzó a gestarse un proyecto que demandó de dos meses intensos de trabajo. Patricio y su compañero Gustavo pusieron manos a la obra para adaptar los primeros doce capítulos de la historieta.

Gustavo se dedicó más al guion. "Le pasé los fascículos que tenía, que había pedido que me los manden desde Buenos Aires, y él se fascinó", aseguró. "Pacho (Patricio) se puso el proyecto al hombro. Tenía un conocimiento radial que yo no tenía", agregó.

Este productor se encargó de la adaptación. "Tardamos algo así como dos meses en adaptar una parte del Eternauta… salió un guión de 80 páginas, tamaño oficio en máquina de escribir Remington…", dijo entre risas. Así salieron tres versiones del guion.
Para Gustavo, plasmar de manera radial la historieta de una manera fidedigna era lo más importante. "Nos propusimos mantener una fidelidad al espíritu de la obra y no irnos de lo que Oesterheld quería transmitir", explicó el productor.la adaptación de El Eternauta se hizo en 1990. Foto: Andrés Maripe

La radio ofrecía su estructura, pero no mucho más. "Grabábamos los relatos en la radio después de la una de la mañana, porque la radio cerraba a esa hora… no había automatización de radios, entonces de la 1:00 se cortaba la transmisión y ahí aprovechábamos nosotros para grabar", relató el productor.

Para los diálogos usaban un radiograbador que había en el asentamiento de la Universidad del Comahue de la localidad. Los recursos eran limitados.

Patricio recuerda que trabajaban con vinilos. Aunque tenían sus complicaciones. "Laburamos con vinilos de efectos especiales que estaban rayados… le poníamos agua con alcohol para que no hiciera tanto ruido" contó entre risas.

La edición era casera, rudimentaria. La música también fue una mezcla de rescates y amistades: "Le pusimos música de una banda que se llamaba Apertura, que tenía un tema que se llamaba 'El Eternauta' que daba el clima para usarlo… también un amigo de Buenos Aires, Marcelo Puig, compuso el tema de cierre".

No había actores, eran todos vecinos de la localidad cordillerana. El propio Patricio terminó encarnando a Juan Salvo, el protagonista. "Yo hago de todo en radio. En ese momento no había mucha gente disponible para ese papel, salvo yo", dijo. Por su parte, Gustavo se encargó de los papeles secundarios. "El locutor que habla del fenómeno en Nueva York soy yo y después también hice otros personajes".

La realización de la adaptación radiofónica reflejó la esencia de la novela gráfica. Allí no había superhéroes individuales. Todo era colectivo. Y esa misma lógica marcó la producción: la vecindad entera se fue sumando al proyecto. "Participó el Flaco, que era el cirujano del pueblo, Karina, que después fue maestra rural… se dio un fenómeno donde gran parte de la comunidad participó", contó Gustavo.

La serie se emitió completa por Radio Nacional de San Martín de los Andes. "Se pasaba diariamente en dos horarios centrales que tenía la radiofonía en ese momento, al mediodía y a la tarde", señaló.

Patricio también recordó: "un amigo tenía una escuela de cerámica a donde iban muchos niños y escuchaban El Eternauta en las clases… los chicos preguntaban si podían conseguir una máscara de metal".

El impacto fue inesperado y profundo. "Un maestro me contó que en las comunidades rurales se reunían todos a escuchar El Eternauta", dijo todavía emocionado Gustavo. "Son esas cosas que te llegan y no te las esperás".

La adaptación radiofónica de El Eternauta en los años 90 fue, para Patricio y Gustavo, una experiencia profundamente transformadora, tanto en lo personal como en lo colectivo. "Fue muy divertido hacerlo", aseguró Patricio. El proyecto fue un cruce entre vocación y pasión, donde disfrutó cada paso.

Un orgullo nostálgico invade a Patricio cuando cuenta sobre esta experiencia. Lo suyo fue una entrega total como productor e incluso interpretando a Juan Salvo.

Por su parte, Gustavo expresó: "Básicamente me marcó". Fue tal impacto emocional para el productor que luego creó proyectos similares. "Armamos un ciclo de tango en homenaje a El Eternauta. Se llamó 'Tangonautas, los nuevos viajeros del tiempo'".

"Que se haya hecho una adaptación en Netflix con el alcance que tiene es increíble, pero de nuestra producción destacamos que quisimos ser fiel al guión, a los personajes y las escenas. Es un orgullo que se sienta esa fidelidad al escucharlo", manifestó.

Más de 30 años después, los protagonistas coinciden en que fue una experiencia única, irrepetible y profundamente gratificante. Esa versión radiofónica de El Eternauta, hecha en San Martín de los Andes por un puñado de vecinos en los años 90, es mucho más que un recuerdo nostálgico. Es una cápsula de tiempo, una demostración de que las grandes historias pueden contarse en cualquier formato y una prueba de que "nadie se salva solo".
Foto: Andrés Maripe
Fuente: Diario Río Negro

lunes, 7 de abril de 2025

El Eternauta: Nadie se salva solo

Por: Yanil Coliva
Más de seis décadas después de su creación, la obra de Oesterheld sigue vigente como un reflejo del poder colectivo frente a la opresión. A través de una invasión alienígena y la tragedia de su propio creador, El Eternauta se ha convertido en un símbolo de lucha política y resistencia

Es una de las escenas más impactantes de El Eternauta (1957): una nevada blanca y silenciosa cae sobre Buenos Aires. Pero no es nieve. Es muerte. En el hogar de Juan Salvo, él, su esposa Elena y su hija Martita miran con incredulidad por la ventana, mientras su amigo Favalli, con el aplomo del científico, intuye el peligro antes de que todos los demás lo comprendan. Pronto, los teléfonos dejan de funcionar, la ciudad queda sumida en el caos, y solo quienes permanecen bajo techo sobreviven. "Nadie debe salir. Nadie debe tocar la nieve". Afuera, el pavimento está sembrado de cadáveres. La humanidad ha sido sentenciada a una muerte invisible, desprovista de estruendos, como un exterminio quirúrgico.

Estas imágenes establecen el tono de la obra: la lucha por la supervivencia en un mundo asediado por fuerzas incomprensibles y crueles. Pero más allá de su narrativa de ciencia ficción, El Eternauta –escrito por Héctor Germán Oesterheld e ilustrado por Francisco Solano López–, es una metáfora profunda de la resistencia y la organización colectiva como única vía para enfrentar la opresión. Porque en este universo, como en la realidad que lo inspiró, nadie se salva solo.

El héroe colectivo de El Eternauta
Juan Salvo no es un héroe clásico. No es un ser excepcional dotado de poderes ni de una voluntad indomable. Es, ante todo, un hombre común, un ciudadano que se convierte en líder no por deseo, sino por necesidad. Su fuerza no radica en su individualidad, sino en su capacidad de unir a otros. Junto a Favalli, Franco y Polsky, vecinos y amigos, organiza la resistencia ante la invasión extraterrestre.

"Nos enfrentamos a algo que va más allá de nosotros, algo que no podemos comprender del todo, pero sí podemos combatir", dice Favalli en un pasaje crucial. La supervivencia no se basa en la valentía de un solo hombre, sino en la capacidad del grupo para actuar con solidaridad e inteligencia.

La idea del héroe colectivo es una ruptura con los paradigmas de la narrativa tradicional. En lugar del único elegido que salva el día, El Eternauta plantea que la verdadera resistencia solo es posible en comunidad. Es un mensaje que resuena especialmente en la historia argentina y latinoamericana, donde la organización popular ha sido clave para enfrentar dictaduras, crisis y abusos del poder.

Oesterheld escribió El Eternauta en un contexto sociopolítico cargado de tensiones. Argentina, en los años 50, se encontraba bajo la influencia de la Revolución Libertadora (1955), un golpe militar que derrocó a Juan Domingo Perón y persiguió a sus seguidores. La represión política y la censura marcaron la época, y la incertidumbre se reflejaba en la obra de Oesterheld. La Guerra Fría también jugó un papel importante, con su clima de paranoia y enfrentamiento entre bloques de poder. En este sentido, no solo habla de una invasión alienígena, sino también de una amenaza que opera a través de estructuras de control y manipulación, una alusión directa a los regímenes totalitarios y la violencia de Estado.

Héctor Germán Oesterheld y la dictadura: Profecía autocumplida
La vida de Héctor Germán Oesterheld refleja un proceso de radicalización que lo llevó de ser un narrador de aventuras a un militante comprometido con la lucha política. Sus primeras obras, como Sargento Kirk (1953), mostraban héroes que, aunque aventureros, se alejaban de la visión imperialista tradicional. Sin embargo, con el tiempo, su mirada se volvió más crítica y comprometida con las luchas populares.

Durante los años 70’s, Oesterheld se unió a la organización Montoneros y comenzó a escribir historias con una carga política cada vez más explícita. En 1976, reescribió El Eternauta con un tono mucho más militante, transformando su historia en una denuncia directa contra la dictadura y la opresión. Esta decisión selló su destino.

En 1977, Oesterheld fue secuestrado por las fuerzas de seguridad del régimen militar. Fue trasladado a diversos centros clandestinos de detención y sometido a torturas. Sus cuatro hijas –Beatriz, Diana, Estela y Marina– también fueron secuestradas y asesinadas por la dictadura, lo que convirtió su historia en un símbolo del horror del terrorismo de Estado en Argentina. Se cree que Oesterheld fue ejecutado en 1978, aunque nunca se encontraron sus restos.

El destino de Oesterheld y su familia refuerza la dimensión premonitoria de El Eternauta. La historia de una invasión que somete a la humanidad, utilizando intermediarios que actúan como títeres de un poder mayor, se refleja dolorosamente con la estructura del aparato represivo de la dictadura argentina. Los "Manos", figuras alienígenas esclavizadas que ejecutan las órdenes de los verdaderos invasores, pueden verse como una alegoría de los represores que, a su vez, eran instrumentos de un sistema de dominación más amplio.

El Eternauta dentro del canon del cómic norteamericano
El Eternauta se inscribe dentro de una tradición consolidada de la ciencia ficción que, para mediados del siglo XX, ya había abordado de forma extensa temáticas como las invasiones alienígenas, los cataclismos globales y los futuros distópicos. Sin embargo, su valor distintivo no radica tanto en la elección de esos motivos, sino en la forma en que los reinterpreta desde una perspectiva anclada en la historia y la política de Argentina y América Latina. La estructura narrativa, la concepción del héroe y la insistencia en la resistencia organizada configuran un relato que se aparta del canon anglosajón, aun dialogando con él de manera constante.

En el campo del cómic, El Eternauta establece vínculos visibles con títulos emblemáticos como Flash Gordon (1934), de Alex Raymond, y Buck Rogers (1929), de Philip Nowlan y Dick Calkins, referentes ineludibles del género en sus primeras décadas. Estos relatos instauraron un modelo de héroe individual, casi siempre masculino, que encarna una suerte de destino manifiesto para enfrentarse a enemigos de origen extraterrestre en escenarios que combinaban exotismo y aventura.

Oesterheld subvierte este paradigma. En lugar de un protagonista con habilidades extraordinarias, elige a Juan Salvo: un hombre común, sin atributos excepcionales, cuya única posibilidad de sobrevivir ante la invasión es la organización colectiva. Esta operación narrativa –que desplaza el foco del individuo a la comunidad– marca una ruptura ideológica con los relatos clásicos del género.

En términos de ambientación y atmósfera, se aproxima a la estética de publicaciones estadounidenses como Weird Science y Weird Fantasy, ambas editadas por EC Comics a partir de 1950. Estas historietas solían explorar escenarios catastróficos, viajes en el tiempo y amenazas alienígenas, con una fuerte carga visual y una narrativa enfocada en el impacto sensacionalista. En contraste, Oesterheld y Solano López sitúan la invasión en un espacio reconocible: Buenos Aires. Este traslado del horror al entorno cotidiano opera como una estrategia de proximidad, que refuerza el efecto de amenaza concreta y posible, al tiempo que interpela directamente a sus lectores.

El Eternauta y la literatura de ciencia ficción
En el ámbito de la literatura,establece relaciones con varios textos fundacionales del género. La comparación más inmediata es con La Guerra de los Mundos (1898) de H.G. Wells, donde la humanidad se enfrenta a una fuerza invasora tecnológicamente superior. No obstante, si bien comparten el motivo de la invasión alienígena, sus lógicas narrativas divergen. Mientras Wells trabaja con una perspectiva centrada en la supervivencia individual y una mirada darwinista sobre la adaptación, El Eternauta sostiene que la única posibilidad de subsistir ante una amenaza sistémica es mediante la acción colectiva y solidaria.

Por otra parte, aunque 1984 (1949) de George Orwell se ubica más claramente en el campo de la distopía política, existen puntos de contacto importantes. Ambos relatos construyen un poder opresivo, jerárquico y ubicuo, que somete a los individuos y los convierte en engranajes involuntarios de su propio sometimiento. En El Eternauta, ese poder se representa a través de una cadena de mando alienígena que opera como metáfora de las formas de dominación que ya circulaban en la Argentina de mediados del siglo XX.

Este enfoque sobre los sistemas de control y la resistencia frente a ellos no solo define el núcleo ideológico de la obra, sino que también explica parte de su perdurabilidad y su capacidad de irradiar sentido en otras producciones.

A partir de su publicación, El Eternauta ejerció una influencia visible sobre diversas producciones de historieta y literatura argentina y latinoamericana. En el campo gráfico, la serie Bárbara (1979), escrita por Ricardo Barreiro y dibujada por Juan Zanotto, retoma la idea de un territorio arrasado por fuerzas invasoras y la resistencia desde la marginalidad, con una protagonista femenina que encarna un nuevo tipo de heroísmo. Más tarde, la historieta Ciudad (1991) de Carlos Trillo y Eduardo Risso también explora una ciudad distorsionada por la violencia y la opresión, con claras resonancias del clima paranoico y asfixiante de El Eternauta.

En la literatura, autores como Angélica Gorodischer, en cuentos de Trafalgar (1979), o Elvio Gandolfo, en sus relatos de ciencia ficción urbana, desarrollan mundos alternativos atravesados por conflictos colectivos, tecnología opresiva y sujetos que actúan en comunidad. En ambos casos, puede rastrearse la influencia de la perspectiva crítica que Oesterheld había instaurado en su obra.

Incluso textos más recientes, como Los Cuerpos del Verano (2012) de Martín Felipe Castagnet, pueden leerse dentro de un linaje que comprende a El Eternauta no solo como un hito cultural, sino como una matriz posible para narrar desde Latinoamérica otras formas de futuro.

El Eternauta de Netflix
A más de sesenta años de su primera publicación, El Eternauta conserva su potencia crítica. Lejos de perder vigencia, su denuncia sobre los mecanismos del totalitarismo y su apuesta por la resistencia organizada encuentran eco en contextos actuales, marcados por nuevas formas de violencia institucional y exclusión.

La adaptación que prepara Netflix, bajo la dirección de Bruno Stagnaro y con Ricardo Darín en el rol protagónico, no solo reactualiza la historia, sino que la sitúa en un momento donde las distopías ya no funcionan únicamente como advertencias futuras, sino como retratos posibles –y reconocibles– del presente.

Que su estreno coincida con el aniversario de la desaparición de Oesterheld a manos de la dictadura cívico-militar subraya la dimensión trágica de su legado: un autor que hizo del relato colectivo un acto de resistencia política.
Fuente: Resumen Latinoamericano

lunes, 26 de septiembre de 2022

"El Eternauta", con afiche apócrifo cordobés

Jean Pierre Llanos García revela por qué y cómo realizó el "fan art" de la serie de Netflix sobre la historieta argentina más famosa. En redes, muchísimas personas lo tomaron como "oficial"
El fotomontaje de Llanos García fue desmentido por Netflix al poco tiempo de ser posteado
Por: Iván Lomsacov
Jean Pierre Llanos García es el artista detrás del póster apócrifo de la serie Netflix de El Eternauta, que desde hace unos días mantuvo muy movilizada a la feligresía comiquera y a buena parte de la cultura argentina cuando comenzó a circular por redes sociales.

Llanos García nació en Perú hace 27 años y vive en Córdoba desde hace 22. Hace 10 que trabaja diseñando pósteres oficiales para películas y series, como freelance y colaborando con la agencia Boogieman Media.

Con ella hizo campañas como la de El Potro –sobre la vida de Rodrigo– y la del anunciado largometraje de Los Simuladores.

Pero ya a sus 13 años hacía fan arts, afiches ficticios de películas Marvel y de otras producciones "bien Hollywood" que tuvieron alcances sorprendentes.

Como suele pasar, a medida que crecía profesionalmente en su oficio e iba teniendo menos tiempo disponible, fue perdiendo motivación para crear en aquella informalidad.

Sin embargo, a principios de 2020, el anuncio de que Netflix produciría una serie adaptando la célebre historieta argentina El Eternauta le insufló nuevo estímulo, "porque iba a ser la primera producción de una obra nacional de género con una inversión millonaria".

De inmediato Jean Pierre maquetó el afiche que estos días recorrió las redes sociales y muchos medios.

Pero no se apuró a terminarlo y publicarlo. "Entre mis trabajos y demás, me dediqué a seguir mejorándolo, retocándolo, puliendo bien todos los detalles para que se viera lo más realista posible", explica.

¿Y con qué intención lo mostró? "Quería que se viera mi arte, mostrar a qué dediqué mis pocos ratos libres durante dos años", declara.

"Pero además quería volver a poner en el mapa este proyecto, porque me parecía muy raro, en todo ese tiempo, haber visto muy poquitos tuits sobre esta serie. Estaba bueno que se volviera a hablar del tema y pasara lo que pasó", agrega.

Llanos García es consciente de que quizás ese silencio esté relacionado con que el anuncio sucedió poco antes de comenzar la pandemia, un tiempo trágico bastante emparentable al que narra esa ficción. Y él mismo prefirió, también por eso, mantener en reserva ese afiche, porque la imagen "resultaba bastante trágica".

Incluso volvió a demorar su publicación hace poco, ya que había planeado concretarlo "en modo festejo" el 4 de septiembre, cuando en Argentina celebramos el Día de la Historieta, por la fecha en la que El Eternauta comenzó a publicarse. "Pero tres días antes ocurrió el atentado hacia la vicepresidenta y me pareció una falta de respeto subir esa imagen en ese momento", cuenta el artista.

"Además de que no iba a tener la difusión que merecía", complementa.

Cuando Jean finalmente posteó su fan art, el impacto fue muy grande. Es que tras el mutismo oficial de dos años, mucha gente que espera ansiosa ver las peripecias de Juan Salvo y compañía en las pantallas creyó que el afiche era "verdadero", y que por lo tanto el estreno estaba cerca. Pero en realidad, aún no comenzó el rodaje.

"Pasó como un arte real porque lo pensé como real", dice Llanos, y subraya que a sus fan arts los piensa siempre como si fueran un encargo de "el cliente".

"Y cuando percibí que algo no se veía como real, no lo subí. Cuando uno lo hace con esas ganas de que se vea realmente bien, real y cuidado, pueden pasar estas cosas", asegura.

Avalancha de masividad
Especialmente los miembros de la comunidad historietística le dieron like, compartir y comentarios a mansalva al simulado afiche promocional. Pero también varios medios, sin chequearlo, se hicieron eco inmediato de la supuesta novedad.

"Fue muy divertido. A los tres minutos se comenzó a retuitear por muchos lugares y lo compartía gente que tiene un montón de seguidores. En dos horas lo habían compartido varias páginas de cine, influencers, circulaba por WhatsApp...", comenta.

El diseñador admite que esa avalancha de masividad le dio "un poquito de miedo": "A pocas personas les había dicho que estaba haciendo ese afiche, porque me gusta manejar ese secretismo, entonces me parecía muy loco que me llegara por WhatsApp de algún familiar o amigo, y dije ‘¡uy, esto está poniendo medio peligroso!’. ¡Jajajá!".

Pero la verdad no tardó en llegar, tan veloz como la viralización del afiche. "Se generó un hype enorme y Netflix salió a desmentirlo", sigue Jean Pierre. Y luego vuelve década y pico atrás para explicar por qué no le sorprendió: "Cuando era adolescente y subía pósteres de películas hollywoodenses, salían hasta en páginas de Estados Unidos, y Disney y otras productoras tenían que desmentir que mis afiches fueran oficiales".

En este punto, vale aclarar que la pieza en cuestión no es dibujo ni pintura digital: "Es un fotomontaje, un arte conformado por un montón de imágenes. Yo no soy dibujante".

"El colectivo es de Córdoba, una foto que saqué yo, limpié y retoqué, le saqué los logotipos. Y las personitas que ves ahí soy yo, posando en fotos que me sacó mi chica con su celular", cierra.
Fuente: La Voz

sábado, 27 de junio de 2020

Repudian la violencia política ejercida contra Maca Sánchez

Las trabajadoras y trabajadores del diario Tiempo Argentino repudiamos la violencia hacia nuestra compañera, la ilustradora Mora Sarquis, y la querida futbolista y funcionaria Maca Sánchez por las innumerables agresiones recibidas a través de las redes sociales, luego de que Maca compartiera la tira "Paternidades" que salió en la edición del domingo 21 de junio. Decimos que es violencia patriarcal y política porque las agresiones se dirigen a cuestionar y deslegitimar los lugares tradicionalmente masculinos y patriarcales que de a poco las mujeres y disidencias ocupan, en este caso, Maca en el fútbol y la política.

A las innumerables e injustificables agresiones recibidas en las redes, se suma una repudiable y vergonzosa nota del diario La Nación, bajo el título “Fans de Messi zamarrearon a Maca Sánchez”, donde reproducen la catarata de ataques. No son fans de Messi, son personas machistas que a través del anonimato de las redes se envalentonan para ejercer violencia.

Este tipo de agresiones, que suceden sistemáticamente en las redes, demuestran una vez más la importancia de hacer un periodismo feminista, no sexista, así como la tira de Mora cada domingo invita a repensar y repensarnos para construir una sociedad más igualitaria.

Como trabajadores, como luchadoras y luchadores abrazamos a Maca y a Mora por esta agresión y repudiamos enérgicamente esta manifestación de la violencia machista, patriarcal y política a través de las redes sociales.
Fuente: Diario Tiempo Argentino

martes, 2 de junio de 2020

Un dibujante santafesino llegó a Netflix

The old guard, del dibujante Leandro Fernández, será lanzada por el gigante del streaming. El santafesino podría ser premiado en “los oscars del comic”
Por: Julio César De Martini
La obra cumbre de un dibujante originario de la provincia de Santa Fe llegó a Netflix. Se trata de The old guard, una fantástica creación de Leandro Fernández, artista originario de Granadero Baigorria. El artista ya había participado en trabajos para grandes monstruos de la historieta, como Marvel y DC Comics.

Fernández, de 47 años, decidió dedicarse al comic en uno de los momentos más difíciles: los años 90. En eras preauge de internet, el dibujante golpeó puertas de los mejores estudios del mundo. Literalmente. Averiguaba las direcciones de los creadores de comics más importantes de Europa y Estados Unidos y les caía con su trabajo. Eran años de ahorrar para buscar dedicarse a su pasión.
Cuando se tiene mucho talento y perseverancia, las cosas se dan. La notable capacidad de este dibujante lo fue colocando, cada vez más, hacia el centro de la producción de los grandes comics de nuestra época. The punisher y Wolverine son solo ejemplos de trabajos en los que participó.

La obra de la cual es coautor competirá en los Eisner Award, conocidos como “Los oscar de las historietas”.

El dibujante santafesino creó este comic junto con el guionista Greg Rucka, para el sello norteamericano Image. El film, que fue dirigido por Gina Prince-Bythewood, tiene como figura principal a la célebre Charlize Theron. El reparto también incluye a Chiwetel Ejiofor.
La historia es sobre un grupo de mercenarios que ha vivido durante siglos bajo las sombras, salvando al mundo. Pero, cuando la novata Nile se une al grupo, tendrán que salvar a la humanidad de una nueva amenaza, que intenta robar sus habilidades para sobrevivir en una devastadora arma. El equipo encubierto de mercenarios tiene en común una misteriosa incapacidad para morir. Han luchado por proteger el mundo mortal durante siglos. Pero, cuando son reclutados para asumir una misión de emergencia, sus habilidades extraordinarias quedan expuestas. Andy y Nile, soldado más nuevo en unirse a sus filas, deben ayudar al grupo a eliminar la amenaza de aquellos que buscan replicar y monetizar su poder por cualquier medio necesario.
La historia nos narra un grupo de mercenarios a los que nunca fallecieron de forma definitiva, pueden morir, pero al momento vuelven a despertar, sin ningún rasguño, además de contar con una curación acelerada. Ademas de contar con esta cualidad y con sus habilidades de combate adquiridas durante siglos e inclusive milenios, los convierte en el mejor equipo para llevar a cabo tareas de alto riesgo, siempre tomando precaución de que no descubran su secreto.

La trama comienza cuando les tienden una trampa, descubriendo el poder que conllevan estos mercenarios, para así poder secuestrarlos para extraerles el poder y lograr experimentar con el mismo. Por otro lado, una marine en Afganistán es asesinada en una misión pero revive, siendo una nueva persona con esta cualidad, algo fuera de los normal, ya que pasaron siglos sin haber rastro de otra persona con estos dones.
Fuente: Soy Argentino

sábado, 27 de abril de 2019

PaginaI12 deja de publicar la revista Fierro

La tercera etapa de Fierro 'La Aventura Continúa', antología de compra opcional cada tres meses con el diario PáginaI12, llegó a su fin con la edición número ocho, de Marzo pasado. La noticia fue anunciada ayer a través de su Fan Page en forma sorpresiva, sin dar siquiera, los motivos de la decisión editorial.
Abril es el mes más cruel
Tristes pero con la mirada en alto por el trabajo realizado, anunciamos a nuestros lectores que la Revista Fierro ya no saldrá más junto al diario PaginaI12, tal como venía ocurriendo desde octubre de 2006. Tristes porque sabemos que sin Fierro quedará vacante en los kioscos un espacio de creación e imaginación de los cuales fuimos protagonistas editores, guionistas, lectores y dibujantes durante casi 13 años. Gracias por acompañarnos es esta aventura llamada La Historieta Argentina.
Especulaciones hay muchas, la mayoría vinculadas al fuerte contexto de recesión económica que atraviesa el país, pero al no haber confirmación oficial al respecto, quedan solamente en eso.

También en Marzo de 2017, se había publicado el número 125 de su segunda época, iniciada en 2006, que contó con la guía de Juan Sasturain, secundado por Lautaro Ortiz. Este último pasó a hacerse cargo de la dirección de la revista en el período que se inició en Julio de ese mismo año, con un nuevo número uno y mayor cantidad de páginas, otra periodicidad y un marcado perfil experimental, que sorprendió a más de uno, indignando también a unos cuantos. Cuatro revistas cada 365 días con ciclos temáticos definidos, abriendo el juego a nuevos colaboradores, pero manteniendo parte del staff del ciclo anterior. Continuará?
Fuente: Central Mutante, Fierro

domingo, 26 de marzo de 2017

Periodismo en cómic: dibujos para contar historias reales de Brasil

Alexandre de Maio dibuja para expresar con más fuerza las historias que quiere contar, como si las palabras no fueran suficientes para narrar el crimen, la violencia o la explotación sexual en Brasil
Alexandre de Maio es uno de los pioneros en hacer reportajes ilustrados en un país donde la realidad 
suele estar varios pasos más adelante que la ficción. Imagenes: alexandredemaio en Instagram

Alexandre de Maio dibuja para expresar con más fuerza las historias que quiere contar, como si las palabras no fueran suficientes para narrar el crimen, la violencia o la explotación sexual en Brasil.

Nació en Sao Paulo en 1978 y nunca estudió periodismo ni ilustración, pero editó durante una década una revista sobre la cultura hip hop que se convirtió en referencia cuando internet aún no era la avalancha de información que es hoy.

Y es además uno de los pioneros de esta forma de hacer reportajes ilustrados en un país donde la realidad suele estar varios pasos más adelante que la ficción.
"El periodismo en cómic tiene la fuerza del dibujo, nos activa la memoria. Se pueden hacer temas muy complejos con ilustraciones que nos traen distintas referencias, por lo que tiene un impacto más rápido", asegura en una entrevista con la AFP.

Está sentado en la terraza de su apartamento en un barrio antiguo de la zona norte de Sao Paulo, Casa Verde, al otro lado del río Tietê. A lo lejos se ven los grandes edificios del centro de la metrópoli.

"Cuando son temas peligrosos se puede preservar mejor la identidad de las personas, reconstituir escenas que no fueron registradas", añade.
A partir de 2010 De Maio ha publicado reportajes sobre temas indígenas, cárceles o violencia policial. También ha abordado la vida en las favelas o el deporte, así como el "poliamor", éste último para la edición brasileña de Playboy.

En 2013 obtuvo apoyo del Premio Tim Lopes de Periodismo de Investigación para viajar a Fortaleza, en el noreste, para realizar un reportaje sobre tráfico y explotación sexual de niñas en vista del Mundial de Fútbol de 2014. Trabajó ese proyecto junto a una reportera de la Agencia Pública, un reconocido medio de comunicación alternativo.

También ha colaborado para otros sitios como Catraca Livre o grandes diarios como Estado o Folha de S.Paulo.
Superpoderes
En 2016 lanzó en Francia las versiones de sus libros "Desterro" -publicado años antes con el escritor paulistano Ferréz- y "Geração Favela" (Generación Favela), sobre jóvenes de los suburbios. Junto a dos corresponsales francesas que trabajan en Brasil presentó "Je suis Rio" (Yo soy Rio), sobre saraos de poesía en barrios marginales.

"Con la revista yo hacía periodismo en la calle. Iba a las periferias, viajaba por todo Brasil, hacía contactos. Y eso me dio una experiencia y visión del país muy importante que me ayudó mucho para mis proyectos futuros", cuenta De Maio.

De la revista "Rap" se publicaron 180 ediciones entre 1999 y 2009, con miles de ejemplares cada una. Esta música ya se estaba masificando a fines de la década del 90 cuando el grupo Racionais, de la periferia de Sao Paulo, marcó un hito con más de un millón de copias vendidas de su disco "Sobreviviendo en el Infierno" en el que protestan contra una ciudad violenta y excluyente.
Eran los mismos temas que le interesaban a él, que también nació en los márgenes de la ciudad. Y donde sigue viviendo.

"El rap hablaba de todo eso que yo vivía. Ya dibujaba de toda la vida pero no quería hacer historias de superhéroes, aunque me encantaban, sino de la vida real", cuenta De Maio, casado y padre de tres hijas.

"Y quise usar la fuerza del dibujo para destacar lo que había que mostrar", enfatiza.

Entre sus mayores referencias figuran el trabajo del maltés Joe Sacco, autor de "Palestina", así como el de Art Spiegelman y su monumental novela gráfica "Maus" sobre el Holocausto, premiada con el Pulitzer de periodismo.

Las primeras ediciones de "Rap" traían textos e historietas, pero a poco andar dejó el dibujo para retomarlo años después cuando Ferréz lo invitó a participar del cómic "Desterro", que terminó de publicarse por completo en 2013.
De Maio dice que el cómic brasileño pasa por un buen momento y destaca el trabajo de Robson Vilalba y su libro sobre la dictadura militar "Notas de un tiempo silenciado" o de Marcello Quintanilha, que hace poco ganó un premio en el importante festival de Angulema en Francia.

"Cuando empecé no había prácticamente nadie haciendo algo parecido al periodismo en cómic. Ahora hay más iniciativas", comenta.

Ahora prepara una historia sobre bandas dedicadas a los delitos con tarjetas de crédito. Él mismo investiga y hace entrevistas, prepara el guión y decide cómo se distribuirá la información.

"El dibujo se junta con el texto y todo eso es muy poderoso. Se puede llamar la atención hacia grandes temas", reflexiona. "Pero grandes poderes conllevan grandes responsabilidades, como se dice en el Hombre Araña", añade riendo.
Fuente: Agence France-Presse

martes, 9 de agosto de 2016

Robinson Sosa. Una saga rosarina

El jueves 11 de agosto, a las 19.30 horas, se presenta en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (San Martín 1080), la emblemática historieta rosarina de El Tomi y Manuel Aranda
Como parte de las actividades que durante cuatro días concretarán la séptima edición de la Convención Internacional de Historietas Crack Bang Boom, se presentará Robinson Sosa; edición integral en formato de libro de la saga publicada en la década del ochenta por dos grandes guionistas e ilustradores de la ciudad.

Robinson Sosa nace a principio de 1981, publicada en el segundo número de la revista Risario. “Manuel (Aranda) cuenta el momento, casi mágico, del nacimiento de Robinson Sosa, cuyo guión inicial fue escrito en una modesta servilleta (...) para que El Tomi lo convirtiera, con su formidable talento de dibujante, en el primer episodio de una saga delirante, creativa y original: la de las aventuras, desventuras, filosofía y locura del hombrecito que había elegido como hábitat insólito la pequeña ínsula del laguito del Parque Independencia”; con estas palabras sintetiza Rafael Ielpi – Director del CCRF – la historia que da origen a la singular creación local. “Nos propusimos – señala Manuel Aranda– hacer cuadrito a cuadrito una historieta intransferiblemente rosarina y acaso pionera en esa intención”. “Visto en perspectiva, Robinson Sosa aparece en la riquísima secuencia de la historieta y el humor argentino de los fecundos ’80, como una obra original y muy representativa”; escribe Juan Sasturain en su prólogo.

Treinta y cinco años después, el Centro Cultural Fontanarrosa publica a modo de rescate y homenaje un libro en el que se edita la saga completa, desde su primer aparición en Risario, en 1981, hasta la última entrega impresa en la revista Vasto Mundo entre septiembre y octubre de 1987.

Su presentación contará con la presencia de Manuel Aranda – uno de sus creadores – Juan Sasturaín – guionista de historietas, escritor y conductor de TV– y autoridades del CCRF y el CBB7. La misma estará acompañada por una muestra con parte del material publicado. La entrada es libre y gratuita.

Es infinitamente más confiable un mensaje flotando en una botella que un mensaje navegando en Internet / Jueves Vive
La vuelta de Robinson
Volver es un clásico, un argentinismo más, diría que hasta un tango / el Tomi Müller
Poesía de estocada
Revoluciones urgentes

Rosarino en Barcelona te agradece
Los recuerdos y de lejos te adivina
Argentina
¿No me habré ido demasiado lejos
Con ésta nacionalidad a cuestas?
Algunos días, no muchos, soy sincero
El corazón extrañado me pregunta
Si tengo alguna patria... todavía
Nunca sé que contestarle
E incluso si intento una respuesta
No sé si usar el tú o usar el vos.
Si tenés un reloj en tu muñeca
Contestame lo más rápido que puedas
Argentina
¿Será que existen las horas de volver?
¿O eso es un tango también y no es la vida?
Mucho Gardel en las entrañas
Y algunos aviones
Demasiado tal vez para estos barrios
Que se escaparon como pudieron
De aquella herencia ingrata
Y el alma llena de gorriones
A recorrer naciones y naciones
Yo brindo en la sal de los que lloran
Por el regreso
(No me refiero al regreso a la Argentina)
Por el regreso del alma al cuerpo
Que no hay revoluciones más urgentes
(Ni mas altivas)
Que conquistarnos nuestra propia mente
Para enseñarle a volar (sin los aviones)
Y pueda regresar solita un día
el Tomi Müller

El personaje que volvió de la isla y se hizo libro
Surgido en Rosario, Robinson Sosa vuelve en un libro integral. La historieta, con guión de Manuel Aranda y dibujos de El Tomi, devuelve un clima de época en una obra emblema
Por: Leandro Arteaga
Si de navegar en tinta china se trata, hay una tríada: Langostino, Corto Maltés, Robinson Sosa. El último con el horizonte de aventura puesto por acá nomás, en el laguito del Parque Independencia. Pero con una imaginería abierta a maneras sorprendentes. Tanto como para querer volver a esas páginas que ahora el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa recupera en un libro integral, con motivo de la convención Crack Bang Boom. Robinson Sosa, la inolvidable historieta rosarina que Manuel Aranda y El Tomi publicaran en Risario, vuelve a navegar, con presentación el jueves próximo en el CCRF, a las 19.30, junto a las presencias de Aranda y Juan Sasturain.

"En realidad, se trata de una iniciativa de Rafael Ielpi --director del CCRF--, una persona que se preocupa por los valores culturales de la ciudad", comenta Aranda a Rosario/12. "Creo que esta historieta cumple con algo fundacional, porque es estrictamente rosarina, es una historia que transcurre en Rosario, en la isla del Parque Independencia, con un montón de íconos importantes de la ciudad. Así como durante la década del '70 La cebra a lunares pretendió ser una publicación que rastreara el humor de Rosario, Robinson Sosa es también emblemático; así lo entendió Ielpi y me propuso que juntemos todas las entregas para hacer un libro".

Tanto La cebra a lunares como Risario fueron dirigidas por Aranda, quien venía de participar en revistas como Tía Vicenta y Hortensia. La cebra... apareció en 1973, duró trece números y reunió humoristas como Héctor Beas, Napoleón, Maquiaveli, Sergio Kern, David Leiva, Pablo Colazo. Risario fue la de mayor trayectoria: 45 números, de 1980 a 1987. Bajo la dirección de Aranda, Jorge Santa María, David Leiva y Tomás D'Espósito Müller (El Tomi), la revista dio cabida a un grupo variopinto, entre quienes ya se colaban luminarias jóvenes como Max Cachimba y El Niño Rodríguez. Las historietas no faltaron: Un pobre gato en el país del Norte (Madrid), Irene y Roque (Javier Armentano), Marquimán! (Sergio Kern), Historias que degradan (Raúl Gómez), Rosario Año 2000 (El Tomi), Poxi Ran (Maus), Ofidio Lagunas (Manuel y David Leiva), Doña Rosa Río (Aranda y El Tomi).

Entre todas ellas, la que persiste en el recuerdo es Robinson Sosa, publicada a partir del número 2. Los avatares harán que la historieta conozca cambios de época y de ánimos. Entre sus episodios se sienten los estertores de la última dictadura, la melancolía gris del laguito, la rutina hogareña, las marcas de época (con nombres de comercios, políticos, artistas, periodistas), la música, la vuelta de la democracia, la partida de El Tomi a España. Ello no impidió que el dibujante prosiguiera las peripecias de Robinson y Jueves, su fiel compañero. Pero desde una lejanía que se siente triste, en tierras extrañas. Según ha señalado El Tomi: "La trama se basaba en un oficinista que quería abandonar el hastío de su laburo y viajar a Europa, pero no le alcanzó la guita más que para comprar un botecito de goma y cruzar el laguito artificial del parque Independencia".

Es increíble, por eso, cómo la vida de Robinson espejaba en la del propio dibujante, hoy vuelto un artista de prestigio internacional.

Por otra parte, una de las referencias editoriales que hicieran posible a Risario ha sido la revista Humor, "que era muy especial, sobre todo respecto de la época de la dictadura militar, donde Humor se transforma en una especie de tribuna", recuerda Aranda. "Tenía un correo del lector que iba modelando a la revista, le daba pautas. Humor las va tomando y conforma una publicación con tipos de muchísima calidad, llega a vender 300 mil ejemplares. Risario aparece en el '80, dentro de la dictadura, y también toma una postura política, de oposición, pero acá en Rosario, y sabemos que es muy difícil imponer un producto acá, creo que pasa en todos los rubros. Cuando hace unos años se generó con la música un boom rosarino, los que se fueron a Buenos Aires lo pudieron apuntalar y hacer una carrera importante, los que se quedaron acá no tanto. Así es la cosa".

Robinson Sosa parece casi una metáfora del derrotero de los dibujantes rosarinos, necesitados de irse, de trabajar en otra parte.
La decisión de Robinson de irse a la isla tiene mucho que ver con esto de que hay que emigrar de Rosario para poder trabajar. Yo decía una vez que hasta la corriente del río nos lleva para Buenos Aires; si estás en La Florida y te descuidás haciendo la plancha, podés aparecer frente a la cancha de River. Es como un anticipo el de Robinson, yéndose. Pero bueno, algunos capos como el Negro Fontanarrosa no se fueron nunca de Rosario y pudieron hacer su obra desde acá.

Pero tenía que publicar en Clarín. Los medios gráficos de la ciudad suelen ser ingratos
En la ciudad, los dibujantes tenemos muy pocos espacios para trabajar. Por eso, este hecho de que el Fontanarrosa, con la dirección del Negro Ielpi, haya decidido hacer un libro dedicado a Robinson Sosa es todo un acontecimiento.

¿Y qué es lo que daba vueltas por su cabeza al momento de hacer Robinson Sosa?
Con El Tomi nos conocimos en una agencia de publicidad y yo vi que en él había un dibujante muy importante. La historieta a mí me daba un poco de temor, siempre trabajé más en el dibujo unitario o en la tira, y le propuse hacer algunas cosas. Con El Tomi tenemos un buen entendimiento, aunque soy diez años más grande que él y que la mayoría de los chicos que estaban en Risario. Lo que pasa es que él me corre para el lado que disparo y yo lo corro para el lado que dispara él. Además, sé las cosas que le gusta dibujar y trato de llevar los guiones por ahí.

Si bien Robinson Sosa será testigo del derrotero plástico y de vida de sus autores, la relación creativa no dejó de proliferar. El propio Manuel Aranda recuerda un trabajo reciente y premiado, sin repercusión en la ciudad: "Con El Tomi ganamos un concurso muy importante en 2015, y acá nadie le dio bola". El trabajo al que alude Aranda es El gringo, basado en el cuento "Con Gringo", de Haroldo Conti, ganador del VI Premio Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. "Iba a publicarse en un libro, junto a las otras dos historietas ganadoras, pero con el cambio de gobierno el tema desapareció. Luego (Juan) Sasturain decidió publicarlo en Fierro (en el #112). No tuvo ningún eco en Rosario, si bien una revista hizo una nota. Por eso dije una vez que ser rosarino es un chiste del destino y se me armó un lío bárbaro, pero luego algunos reconocieron que pasan algunas cosas muy raras acá".

Es curioso cómo a través de los capítulos, Robinson Sosa adquiere un rumbo imprevisto, desde el argumento y el dibujo
Lo que pasa es que El Tomi va haciendo también su proceso como dibujante, va cambiando entre entrega y entrega, y cuando empieza a mandar las páginas desde Europa, las comienza a guionar él. Ahí aparece esta cosa del realismo mágico con la que a él le gusta jugar, sobre todo en el episodio del mate y la bombilla que vuela (de alusión a las Madres de Plaza de Mayo y los combatientes de Malvinas). Yo soy mucho más terrenal en las cosas que hago, y hasta por ahí más político, pero él tiene un vuelo poético que lo ubica muy cerca de García Márquez, a quien admira mucho.

¿Hubo alguna devolución de parte de los lectores hacia la historieta?
Sí, de algún modo. Teníamos un correo del lector que reflejaba el interés de mucha gente por estas cosas locales, pero no fue mayoritario. A veces me encuentro con gente que me dice por qué dejamos de sacar Risario. Yo les pregunto: ¿vos la comprabas? No. Y bueno, la dejamos de sacar por eso. Es muy complicado hacer a pulmón una revista en Rosario y más complicado una revista de humor. Porque vas chocando con mucho problema, sobre todo económico, y vas perdiendo el humor. Y vas cambiando el staff porque la gente aguanta dos o tres números y cuando no hay un mango se cansa.

De todas maneras, los mangos no serán demasiados si de lo que se trata es de tener completa una de las historietas emblema de la producción local. Auténticamente rosarina. No hay ejemplos fáciles de emparejar. Robinson Sosa y Jueves siguen todavía en el laguito, escuchando el tintinear de la lluvia. A veces, se escapan a tomar un café, una cerveza, en ese bar que todos conocen, pero que el dibujo de El Tomi radiografía como si se tratara de un viaje en el tiempo, todavía posible.
Una saga rosarina de opinión y humor
Por: Rafael Ielpi
La aparición de La cebra a lunares, que se publicó desde fines de 1973 a julio/agosto de 1975, y la posterior de Risario, ya en los '80, fueron sin duda acontecimientos culturales que movilizaron no sólo a una nutrida y heterogénea cofradía de dibujantes, humoristas gráficos, guionistas, periodistas, escritores, etc., sino a la ciudad misma, carente hasta ese momento de publicaciones en las que el humor estuviera acompañado por el ejercicio de la opinión de sus integrantes sobre temas que excedían el chiste puntual o el chascarrillo ingenioso y se vinculara con la realidad de la ciudad de esos años a través del prisma de la cultura popular.

La condición de pionera de La cebra a lunares la ubicará para siempre en ese rol, pero fue sin duda Risario la que mejor representaría el proyecto inicial de Manuel Aranda: generar (y sostener en el tiempo) una publicación que hiciera recuperar a los rosarinos una autoestima que por entonces estaba poco menos que en el suelo; que les recordara que esta ciudad también tenía sus módicas pero entrañables leyendas urbanas, sus personajes y sus íconos propios; que los obligara a reírse finalmente de sí mismos, de sus prejuicios y su persistente dependencia cultural de Buenos Aires.

Manuel cuenta el momento, casi mágico, del nacimiento de Robinson Sosa, cuyo guión inicial fue escrito en una modesta servilleta en la mesa de uno de los tantos bares rosarinos, para que El Tomi lo convirtiera, con su formidable talento de dibujante, en el primer episodio de una saga delirante, creativa y original: la de las aventuras, desventuras, filosofía y locura del hombrecito que había elegido como hábitat insólito pero innegociable (a falta de islas más famosas y promocionadas), la pequeña ínsula del laguito del centenario Parque Independencia, con un cófrade tan surrealista como él, cuyo nombre Jueves se adelantaría al Viernes de Daniel Defoe...

Las sucesivas entregas de Robinson Sosa (incluidas en la revista desde principios de 1981 hasta abril de 1983, con una esporádica reaparición en 1985) fueron dejando evidencias de los avatares que atravesaría la historieta: la permanente búsqueda de El Tomi en el tratamiento de un dibujo que se modificaría y superaría incesantemente; su decisión, ya instalado en España, de ser también el guionista de la misma y el empeño de ambos en mantenerla viva, a pesar de la distancia geográfica que los separaba --en un tiempo sin Internet ni celulares--, hasta la mutua decisión de darla por extinguida.

Resumir las peripecias de Robinson durante el transcurrir de la historieta sería privar al lector actual del placer de ser partícipe de los trabajos y los días de quien, rompiendo las cadenas de la agobiante cotidianeidad, se lanzó a navegar en busca de una soñada libertad. No es un dato menor detenerse en el momento en que aparece Robinson Sosa, en los años finales pero no por ello menos trágicos de la dictadura militar. Así como La cebra a lunares se vinculaba a su contemporánea Hortensia en la generación de un humor de honda raíz popular, sin un compromiso excesivo con la crítica a la realidad política de esa época, Risario se ubicaría en la línea de publicaciones que, como Satiricón (1972), Chaupinela y Mengano (ambas de 1974), ejercieron con valentía una crítica permanente hacia la dictadura de Onganía, sus sucesores Levingston y Lanusse, y luego hacia el gobierno peronista de Isabel Martínez y López Rega, en los años oscuros de las Tres A.

En 1981, Risario heredaba legados como los de El Ratón de Occidente (1979), Bang (1981) y la notable Humo(r), aparecida tres años antes. Las páginas de la revista fundada por Manuel Aranda fueron entonces posibilidad para el humor gráfico pero también para la crítica a la realidad local y nacional, para reportajes e investigaciones. En ellas, también encontró albergue y espacio un estrafalario y casi indescriptible rosarino llamado Robinson Sosa, nacido del dibujo de El Tomi, hijo de su talento y de su permanente búsqueda, y de los guiones de Manuel; una dupla que bien puede compararse con algunas de las que hicieron historia en la cronología de la historieta en la Argentina.

Recuperar 35 años después, completa y en libro, aquella historieta pionera, es sin duda un acto de justicia hacia esa generación de rosarinos (y de varios que no lo eran) que entre 1970 y mediados de los '80 generaron en Rosario una eclosión cultural de proporciones, sacándola de la abulia creativa y la resignación colectiva.
Del naufragio como vocación
Por: Juan Sasturain*
Pongamos, de salida, una fecha que acaso no sea precisa pero sí emblemática. En la Argentina del otoño del 82 --guerra de Malvinas con Mundial de España en grotesco, patético simultáneo, sordos ruidos de protesta y postrimerías de la Dictadura-- el sueño eterno oficinesco de la huida liberadora a una isla desierta --que Arlt, como tantas otras cosas, anticipó en casi en medio siglo-- seguía siendo una alternativa, al menos en la imaginación del alienado burócrata. Del mismo modo que eran una alternativa, en el kiosco y en la opresiva cotidianeidad, las revistas de humor que dieron lugar y espacio vital a esas fantasías. Ése es el contexto del Robinson Sosa y de la inexcusable Risario que lo hizo posible.

El medio
Un breve desvío para situar al medio. Risario fue sin duda ni exceso el acontecimiento periodístico del primer largo tramo de los ochenta en el ámbito rosarino. Como en su momento, desde otros ámbitos y desde la década anterior marcaron rumbos Hortensia y Satiricón con su cría --hasta llegar a Humo(r), modelo perdurable y largamente terminado--, en aquel momento Risario, con el antecedente próximo y más puramente jodón de La cebra a lunares, hizo periodismo en serio a partir del humor pero con rasgos propios, ya que trabajó siempre con material/personal local. Aparte y además, en el humor gráfico y la historieta, Risario fue escuela de campeones. Ahí debutaron entre otros los precocísimos Max Cachimba y El Niño Rodríguez; y ahí alcanzaron su madurez de autores integrales Manuel Aranda y El Tomi, que de ellos se trata, si vamos a hablar de Robinson Sosa y su extraña bitácora de viaje.

En síntesis, Risario, vista en perspectiva, fue una apuesta audaz y laboriosa, siempre en el límite de la supervivencia a contrapelo de la estupidez y la intransigencia institucionalizada. Fue bueno (y muy bueno) mientras duró. El último número, el del Monumento a la Bandera con forro, en la tapa, no se lo bancaron. "Y mirá si no se lo hubieran puesto", dijo uno.

Variaciones en raje
Volviendo a aquel otoño del 82 de islas irredentas y redundantes, cabe recordar que desde hacía un tiempo ya, El Señor López de Trillo y Altuna abría la puertita y se rajaba del laburo y de la gorda de entrecasa a imaginar al baño en las páginas de Humo(r). Y uno de esos primeros pires compensatorios había sido a la consabida isla, con mina incorporada. Es curioso y sintomático (habrá que ver de qué) cómo algunos de esos mismos elementos reaparecen transfigurados en la originalísima creación de Manuel y El Tomi un par de años después con un tratamiento absolutamente diferente; y resignificados.

En principio --y el dato es fundamental-- El Señor Sosa se raja en serio y recién después --creado ese ámbito/permiso que lo hace posible-- se deja y se permite imaginar. Porque si bien hay un baño inicial como espacio privado de reclusión y fantaseo que deja a la bruja atrás y detrás de la puerta, lo que sigue es el sueño realizado. Berreta, pero realizado. Y no es casual que gestos tan disímiles como los que encarnan, con la mítica isla como eje, Gauguin, el Corto Maltés o el famoso personaje de De Foe converjan --desde distintos domicilios de la fantasía-- en la fabulación de Sosa como modelos a seguir o emular. Y la alternativa que Manuel y El Tomi proponen a Sosa es sincrética: combina elementos de las tres fuentes. Veamos cómo.

En realidad, el único que elige conscientemente la isla como alternativa es el autoexiliado pintor de los cuerpos dorados; porque el marino maltés no elige, está desde ya en su propio hábitat (en última instancia, el Corto es la fantasía de vagabundeo de Pratt), y el pobre Crusoe tampoco, es otra cosa: un náufrago, El Náufrago por antonomasia. Así, lo que hace Sosa es una especie de gesto a lo Gauguin, pero de cabotaje; para vivir "como un náufrago" a lo Robinson no en el Pacífico infinito sino en la acotadísima isla del lago del Parque Independencia y desde allí --desde la carencia-- poder imaginar sin techo las aventuras de un héroe de historieta a lo Corto Maltés. Así, el eje de la historieta va derivando junto con el personaje y con los "permisos" narrativos que la libérrima narración (anclada, por otro lado, en una historia argentina concreta) se permite.
*Fragmento del texto escrito en febrero de este año e incluido en la reedición
Fuente: RosarioI12

sábado, 31 de octubre de 2015

Presentan una serie editorial dedicada a la historieta santafesina

Será este sábado a las 19 en Plataforma Lavardén. La colección, dirigida por Leandro Arteaga, constituye el primer proyecto editorial de la asociación civil Aprendimiento
El programa Espacio Santafesino invita a la presentación de la colección de libros Aprendimiento, este ​sábado 31 de octubre a las 19 hs en Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, Rosario), con entrada libre y gratuita.

Se trata de tres libros dedicados a la historieta santafesina, sus íconos y desarrollo, que fueron realizados gracias a la asignación estímulo recibida a través de Espacio Santafesino, el programa del Ministerio de Innovación y Cultura que desde hace ocho años fomenta las empresas y emprendimientos de base cultural y creativa de la provincia y que lleva entregadas 260 asignaciones estímulo para la realización de proyectos audiovisuales, web, multisoporte, editoriales, discográficos y de diseño.

La colección busca abrir un espacio dedicado a la investigación y reflexión sobre la producción de historietas en Santa Fe y es un proyecto creado por Aprendimiento, una asociación civil rosarina que nace en el año 2011 con el objetivo de promover el arte y la cultura y lograr una mejora en la calidad de vida a través del aprendizaje. Desde entonces, se dedica al dictado de cursos sobre diversas temáticas, con modalidad presencial o virtual y ésta es la primera vez que apuestan a un proyecto editorial.

Colaboraron además en el proyecto Puro Comic Ediciones y el comunicador y crítico de cine Leandro Arteaga, quien tuvo a su cargo la dirección de la serie y es al mismo tiempo autor del primer tìtulo: Historietas a la deriva. Rosario y más allá que completan: Santa Fe en cuadritos. Producción historietística de 1970 a 1990, de Carolina Tarré y Sobre Fontanarrosa (el cine y las historietas) de Juan Matías Lobos.

Historietas a la deriva. Rosario y más allá de Leandro Arteaga propone un recorrido histórico, integrador, con el objetivo puesto en la producción actual. Es también un análisis de algunas de las mejores historietas argentinas de los últimos tiempos.

Santa Fe en cuadritos. Producción historietística de 1970 a 1990 de Carolina Tarré recupera una época donde la historieta independiente supo brillar. La autora no sólo repasa todas y cada una de aquellas publicaciones, sino que también aporta una mirada compleja sobre la historieta, en tanto práctica social capaz de anudar aspectos como las preocupaciones políticas, económicas y artísticas, de aquellos años.

Sobre Fontanarrosa (el cine y las historietas) de Juan Matías Lobos es un diálogo entre la letra original del artista y sus transposiciones al medio audiovisual. En este periplo, desfilarán capítulos televisivos, dibujos animados, cortos y largometrajes. Cuánto de ironía, fútbol e irreverencia ha quedado en cada una de estas experiencias, será tarea a dilucidar junto al lector.

lunes, 20 de julio de 2015

Periodista de la revista Charlie Hebdo rechaza Legión de honor

Fabrice Nicolino, consideró una "extravagancia" recibir la medalla que creó Napoleón Bonaparte para recompensar a quienes realizaran actos heroicos o destacados por Francia
Un periodista de la revista satírica Charlie Hebdo, cuya sede fue atacada en enero pasado por yihadistas con un balance de diez muertos, rechazó la Legión de honor, la máxima condecoración de Francia.

Se trata del periodista Fabrice Nicolino, quien resultó herido de gravedad durante el atentado del pasado 7 de enero.

Nicolino fue uno de los cuatros supervivientes del atentado en el que fallecieron el director de la revista gráfica y los principales caricaturistas.

En su blog personal, el periodista consideró una “extravagancia” recibir la medalla que creó Napoleón Bonaparte para recompensar a quienes realizaran actos heroicos o destacados por Francia.

La medalla le había sido propuesta por la ministra francesa de Cultura, Fleur Pellerin.

Previamente habían rechazado la Legión de honor el economista Thomas Piketty, el científico Pierre Curie, el cantante George Brassens o el filósofo Jean-Paul Sartre, entre otros.
No volverá a dibujar a Mahoma
El editor conocido como Riss la revista ya cumplió con el objetivo de defender su derecho a la caricaturaMientras que el editor de la revista Laureny Sourisseau, declaró que no volverá a publicar viñetas sariticas de Mahoma, ya que la revista, ya cumplió con el objetivo de defender su derechos a la caricatura.

En entrevista a una publicación alemana el editor dijo: "Dibujamos a Mahoma para defender el principio de que uno puede dibujar lo que quiera. Es extraño: se espera que ejerzamos una libertad de expresión que nadie se atreve a ejercer".

“Hemos hecho nuestro trabajo. Hemos defendido nuestro derecho a la caricatura”, y que Charlie Hebdo no ha monopolizado al Islam, y que tenían derecho a criticar a todas las religiones, ya que ”los errores que tenga el Islam, lo tienen todas las religiones”, añadió Sourisseau, también conocido como Riss.
Fuente: Notimex

miércoles, 29 de octubre de 2014

Mafalda cumple 50: Cinco cosas que probablemente no sabías de ella

Por: Ignacio de los Reyes
Es la niña más famosa de América Latina y hoy celebra su cumpleaños número 50.

"¿Qué importan los años? Lo que realmente importa es comprobar que a fin de cuentas la mejor edad de la vida es estar vivo" Mafalda

La niña más famosa de Argentina ya tiene 50 años. Mafalda, el personaje más querido de Joaquín Lavado "Quino", cumple este lunes medio siglo desde que apareció por primera vez en la revista Primera Plana.

Además, Argentina celebra también los 60 años de la primera publicación del "padre" de Mafalda como dibujante de humor gráfico.

Pero, ¿conoces realmente a Mafalda? Sí, seguro que sabes de sobra que ella odia la sopa y ama a los Beatles y el Pájaro Loco.

No es lo único. Datos menos conocidos por los lectores de la niña más contestataria del humor gráfico latinoamericano.

1. Mafalda fue concebida para anunciar electrodomésticos
La misma niña que tanto reflexionó sobre el capitalismo, la economía y el orden mundial es fruto mismo de la sociedad de consumo.

Al poco de publicarse en 1963 el libro Mundo Quino, el primero de humor gráfico de este dibujante argentino, a Joaquín Lavado le piden diseñar a una familia de personajes para poder promocionar los electrodomésticos Mansfield de la firma Siam Di Tella en una tira de diario -todos con nombre que comiencen por M-.

La niña recibe el nombre de Mafalda – por uno de los personajes de la novela Dar la cara, de David Viñas-, pero la campaña publicitaria nunca vio la luz y Quino guardó a su nena en el cajón.

Es finalmente unos meses después, cuando le piden a Quino publicar una tira en el semanario Primera Plana, que Mafalda se convierte en papel prensa y comienza su carrera a la fama.

2. Mafalda vivió en San Telmo
Chile número 371, en el barrio de San Telmo es la casa de Mafalda.

Poco se sabía del hogar de la familia de Mafalda, más allá de que ella vivía con su hermanito Guille y sus padres en el departamento E, en un edificio donde habitaba también su amigo Felipe.

Pero no todos fuera de Buenos Aires saben que ese edificio existió -y existe todavía- en el barrio porteño de San Telmo, en el número 371 de la calle Chile, muy cerca del hogar de Quino.

"Aquí vivió Mafalda", reza una placa en homenaje en el edificio.

Quino también se inspiró en la panaderia del padre de un amigo para dibujar el almacén de Don Manolo.

Hoy en la esquina de las calles Chile y Defensa una escultura de Mafalda a tamaño real aguarda sentada en un banco la llegada de los turistas y se ha convertido en una de las principales atracciones del barrio.

3. Un libro "para adultos"
- "Te explicaré: los milibares son una medida de presión. Según esté la atmósfera, se dice que hay una presión de tantos mili…"

- "Perdón papá, yo te pregunté por los milibares; no por los militares" Mafalda

La siempre crítica Mafalda no sentó demasiado bien a algunos sectores.

En España, la censura franquista obligó a los editores a colocar una franja en la portada del primer libro de Mafalda con la que se declaraba como una obra "Para adultos".

Mafalda también tuvo que enfrentarse a la censura en otros países, como Bolivia, Chile o Brasil.

"De entrada nomás la tuve", cuenta Quino sobre la censura y sus primeros trabajos como humorista gráfico.

"Me decían: 'Pibe, chistes contra la familia no, militares no, desnudos no. Yo nací con autocensura".

4. Felipe existió realmente, y vivía en Cuba
Su gran amigo de los dientes de conejo, Felipe, realmente existió. Está inspirado en el periodista Jorge Timossi.

Al mejor amigo de Mafalda le encanta fantasear, jugar a ser El Llanero Solitario y retrasar todo lo posible los deberes de la escuela.

Pero quizás lo que más defina a Felipe son sus dientes de conejo y su cara alargada, con pelo despeinado.

Esas mismas facciones son las del periodista argentino Jorge Timossi, quien trabajó en la agencia cubana Prensa Latina y fue un buen amigo de Quino.

"Cuando estuve en Argelia me cayó el primer cuadernito de Mafalda", contó Timossi en una entrevista al diario Perú21 antes de morir en 2011.

"Yo lo vi y pensé, aquí hay algo familiar. Poco después, en Chile, me cayó una dirección suya y le mandé una tarjeta de presentación mía en la que le puse: Quino, confiesa, hijo de p… Y a vuelta de correo, me llegó un afiche con Felipito, que decía: "Justo a mí me toca ser como yo’".

5. Mafalda hasta en la sopa
Mafalda está en todas partes. Y no sólo porque sus libros hayan sido traducidos a 30 idiomas.

En el barrio de Colegiales, en Buenos Aires, hay una Plaza Mafalda. Y en el de San Telmo está la escultura de la niña en tamaño real, del artista Pablo Irrgang.

Pero también bajo tierra hay un homenaje a la tira. En la estación de Subterráneo de Perú, en la capital argentina, hay un mural de "El Mundo Según Mafalda".

Mafalda ha sido traducida a 30 idiomas y en 50 años está en todas partes.

Y en el metro de París, en la estación Argentine, Mafalda observa atenta desde un mural a figuras de la ciencia, la política o las artes de Argentina, como Jorge Luis Borges.
Fuente: BBC Mundo

sábado, 2 de agosto de 2014

Rosario es una historieta: llega Crack Bang Boom 5

Del 14 al 17 de agosto la 5º Convención Internacional de Historietas “Crack Bang Boom” invadirá diferentes espacios de Rosario para convertir a la ciudad en la gran sede nacional donde confluyen la historieta, sus personajes y sus autores
Invitados de lujo, charlas, clínicas, muestras, presentaciones de libros y editoriales, entre otras actividades, se concentrarán durante cuatro días en esta nueva edición que tendrá a Alfredo Grondona White como homenajeado especial y a Francia como país invitado, además del emocionante desfile y concurso de Cosplay el domingo 17 junto al río Paraná (ver cronograma completo acá).
Junto al artista rosarino Alfredo Grondona White, célebre por sus tiras costumbristas y su personaje “el Doctor Piccafeces”, Crack Bang Boom vuelve a destacarse este año por el nivel de invitados internacionales y nacionales. Ya confirmaron su presencia Dan Didio, Yanick Paquette, Loisel, Luke Ross, Rubén Meriggi, Eduardo Mazzitelli, Axel Kuschevatzky, El Niño Rodríguez, Fernando Calvi, Juan Ferreyra, Alejandro Burdisio, Nico Di Mattia, El Bruno, Omar Francia, J.J. Rovella, Pupi Herrera, Federico Dallocchio y Revista Terminus.
No faltan otras novedades para celebrar el primer lustro de esta convención. En especial se destaca la incorporación de un nuevo espacio, el renovado Galpón 11, junto al río, donde la instalación del Callejón de los Artistas dará a los visitantes la oportunidad de obtener su dibujo soñado o encontrar lo último en publicaciones y en novedades sobre videojuegos.
Además, la agenda de muestras colectivas e individuales para visitar alcanzará un despliegue como nunca antes:
  • Centro Cultural Parque España: “Che passione” Fumetto italiano; “Tebeos” paseo por la historieta española.
  • Centro Cultural Roberto Fontanarrosa: “75 años de Batman”; “Retrospectiva de la obra de Eduardo Risso”.
  • Alianza Francesa: “75 años de Spirou”.
  • Plataforma Lavarden: “Historietas por la identidad”.
  • Galpón 11: “Trillo de puño y tecla”; “Boceto digital” el arte de Alejandro Burdisio.
  • CEC: “Grondona White” y artistas invitados a CBB5.
Año a año Crack Bang Boom viene redoblando su apuesta por la difusión y el desarrollo de la industria de la historieta, ofreciendo un espacio de encuentro e intercambio para conocer los comienzos y la trayectoria de reconocidos artistas y editores tanto argentinos como extranjeros. Hoy figura entre las convenciones de historietas más importantes de Sudamérica, no sólo por la cantidad y calidad de los invitados sino también por su capacidad de generar contactos entre profesionales y amateurs. Al mismo tiempo, su proyección comercial ligada a una importante afluencia de público brinda espacios para expositores que multiplican la promoción de la historieta a nivel nacional e internacional.

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