domingo, 22 de junio de 2025

El Eternauta en los Andes: una odisea radial que unió a todo un pueblo

Dos amigos productores de radio, Patricio Apóstolo y Gustavo Arias, impulsaron una idea sin precedentes: junto a vecinos crearon una adaptación radial de la famosa historieta de Oesterheld
Por Martina Sehmsdorf
"Todo, hasta donde se podía ver, se estaba cubriendo por aquella nieve extraña… los copos parecían tener luz propia"… así dice uno de los capítulos más icónicos de El Eternauta. Pero no de la serie de Netflix o de la historieta de Héctor Oesterheld, sino de una adaptación radiofónica que realizaron por los años 90 en San Martín de los Andes. No eran actores profesionales ni grandes productores. Eran personas comunes: un locutor, un cirujano, una maestra de escuela rural y vecinos de la localidad. El resultado fue una obra tan artesanal como inolvidable, impulsada por la pasión y el espíritu colectivo, que refleja también la esencia misma de El Eternauta.

Patricio Apóstolo y Gustavo Arias no solo eran compañeros de trabajo en Radio Nacional. También eran amigos. Un par que vivía a través de la radio. Fue en esa pasión donde se gestó una idea que marcaría un precedente.

Así como la niñez de Gustavo estuvo marcada por la tradición de leer todas las noches las historietas de Sandokán, durante su juventud disfrutó de El Eternauta, una novela gráfica que luego lo acompañó durante toda su vida.

Cuando llegó a San Martín de los Andes en los 90 conoció a Patricio, con quien una entrañable amistad y fue en esas conversaciones fraternas donde le propuso adaptar la historieta a la radio. "Che, ¿no te gustaría hacer algo así?", recordó Patricio que le dijo su amigo. "Yo venía manija de hacer varios cursos y tenía muchas ganas de hacer estos formatos", contó.

A partir de ese "algo así", comenzó a gestarse un proyecto que demandó de dos meses intensos de trabajo. Patricio y su compañero Gustavo pusieron manos a la obra para adaptar los primeros doce capítulos de la historieta.

Gustavo se dedicó más al guion. "Le pasé los fascículos que tenía, que había pedido que me los manden desde Buenos Aires, y él se fascinó", aseguró. "Pacho (Patricio) se puso el proyecto al hombro. Tenía un conocimiento radial que yo no tenía", agregó.

Este productor se encargó de la adaptación. "Tardamos algo así como dos meses en adaptar una parte del Eternauta… salió un guión de 80 páginas, tamaño oficio en máquina de escribir Remington…", dijo entre risas. Así salieron tres versiones del guion.
Para Gustavo, plasmar de manera radial la historieta de una manera fidedigna era lo más importante. "Nos propusimos mantener una fidelidad al espíritu de la obra y no irnos de lo que Oesterheld quería transmitir", explicó el productor.la adaptación de El Eternauta se hizo en 1990. Foto: Andrés Maripe

La radio ofrecía su estructura, pero no mucho más. "Grabábamos los relatos en la radio después de la una de la mañana, porque la radio cerraba a esa hora… no había automatización de radios, entonces de la 1:00 se cortaba la transmisión y ahí aprovechábamos nosotros para grabar", relató el productor.

Para los diálogos usaban un radiograbador que había en el asentamiento de la Universidad del Comahue de la localidad. Los recursos eran limitados.

Patricio recuerda que trabajaban con vinilos. Aunque tenían sus complicaciones. "Laburamos con vinilos de efectos especiales que estaban rayados… le poníamos agua con alcohol para que no hiciera tanto ruido" contó entre risas.

La edición era casera, rudimentaria. La música también fue una mezcla de rescates y amistades: "Le pusimos música de una banda que se llamaba Apertura, que tenía un tema que se llamaba 'El Eternauta' que daba el clima para usarlo… también un amigo de Buenos Aires, Marcelo Puig, compuso el tema de cierre".

No había actores, eran todos vecinos de la localidad cordillerana. El propio Patricio terminó encarnando a Juan Salvo, el protagonista. "Yo hago de todo en radio. En ese momento no había mucha gente disponible para ese papel, salvo yo", dijo. Por su parte, Gustavo se encargó de los papeles secundarios. "El locutor que habla del fenómeno en Nueva York soy yo y después también hice otros personajes".

La realización de la adaptación radiofónica reflejó la esencia de la novela gráfica. Allí no había superhéroes individuales. Todo era colectivo. Y esa misma lógica marcó la producción: la vecindad entera se fue sumando al proyecto. "Participó el Flaco, que era el cirujano del pueblo, Karina, que después fue maestra rural… se dio un fenómeno donde gran parte de la comunidad participó", contó Gustavo.

La serie se emitió completa por Radio Nacional de San Martín de los Andes. "Se pasaba diariamente en dos horarios centrales que tenía la radiofonía en ese momento, al mediodía y a la tarde", señaló.

Patricio también recordó: "un amigo tenía una escuela de cerámica a donde iban muchos niños y escuchaban El Eternauta en las clases… los chicos preguntaban si podían conseguir una máscara de metal".

El impacto fue inesperado y profundo. "Un maestro me contó que en las comunidades rurales se reunían todos a escuchar El Eternauta", dijo todavía emocionado Gustavo. "Son esas cosas que te llegan y no te las esperás".

La adaptación radiofónica de El Eternauta en los años 90 fue, para Patricio y Gustavo, una experiencia profundamente transformadora, tanto en lo personal como en lo colectivo. "Fue muy divertido hacerlo", aseguró Patricio. El proyecto fue un cruce entre vocación y pasión, donde disfrutó cada paso.

Un orgullo nostálgico invade a Patricio cuando cuenta sobre esta experiencia. Lo suyo fue una entrega total como productor e incluso interpretando a Juan Salvo.

Por su parte, Gustavo expresó: "Básicamente me marcó". Fue tal impacto emocional para el productor que luego creó proyectos similares. "Armamos un ciclo de tango en homenaje a El Eternauta. Se llamó 'Tangonautas, los nuevos viajeros del tiempo'".

"Que se haya hecho una adaptación en Netflix con el alcance que tiene es increíble, pero de nuestra producción destacamos que quisimos ser fiel al guión, a los personajes y las escenas. Es un orgullo que se sienta esa fidelidad al escucharlo", manifestó.

Más de 30 años después, los protagonistas coinciden en que fue una experiencia única, irrepetible y profundamente gratificante. Esa versión radiofónica de El Eternauta, hecha en San Martín de los Andes por un puñado de vecinos en los años 90, es mucho más que un recuerdo nostálgico. Es una cápsula de tiempo, una demostración de que las grandes historias pueden contarse en cualquier formato y una prueba de que "nadie se salva solo".
Foto: Andrés Maripe
Fuente: Diario Río Negro

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