"Los cristianos caminan sobre el agua, los niños musulmanes se ahogan", dice Charlie Hebdo recordando a Aylan |
Hay, por supuesto, mucha gente enojada con esto.
No entiendo cómo pueden verse estos dibujos como una burla hacia el niño muerto. No puedo entender que sean tan cortos.
Charlie Hebdo está haciendo una sátira, una denuncia fuertísima contra las condiciones que llevan a que esto ocurra. Y es una sátira, la sátira te da una patada en las bolas o no pasa de un chiste.
Y es, hay que decirlo, libertad de expresión.
Habrán visto acá que tengo reparos contra la apertura indiscriminada de las fronteras europeas. Lo cual no quiere decir de ninguna manera que haya que descuidar a toda esa gente que huye de un horror (que para mí no es sólo la guerra, es el islamismo en su versión extrema, que es la que se está practicando en gran parte del mundo). Huyen de los apedreamientos a las mujeres y el tirar gays por los barrancos. Lo urgente es que esa gente desesperada tenga algo, aire, tierra, agua, fuego. Básico.
La foto del niño muerto sirvió para que mucha gente en todo el mundo sintiera vergüenza y los gobiernos occidentales tuvieran que hacer algo al respecto.
"Tan cerca de la meta…, ¡Promoción! Dos menús infantiles por el precio de uno" |
Y va a seguir habiendo cientos, miles de niños muertos hasta tanto los países de los que huyen no sean lugares vivibles.
De eso hablan los dibujos de Charlie Hebdo.
De la terrible hipocresía general.
Y hay que decir que no son objetos de amenazas por estos dibujos.
Ya fueron asesinados por estos dibujos.
Y ya perdonaron a sus asesinos, a la semana siguiente, en esa tapa increíble que decía "Todo está perdonado".
Charlie Hebdo da patadas en los huevos desde el dolor.
Eso es la libertad.