El ministerio de Seguridad dio una conferencia de prensa para atacar a la organización social La Garganta Poderosa e intentar desacreditar a sus integrantes, mientras está ocurriendo el juicio contra seis prefectos por hechos graves de tortura cometidos en el barrio de Zavaleta. Este hecho se suma a numerosas acciones del gobierno dirigidas a atacar a la organización social y a los espacios de participación democrática.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich, parte de su gabinete y el jefe de la Prefectura Nacional Argentina realizaron una conferencia de prensa para atacar a la organización social La Garganta Poderosa e intentar desacreditar a sus integrantes.
Este ataque tiene la clara intención de deslegitimar a la organización territorial que viene denunciando un recrudecimiento de la violencia por parte de la Prefectura Naval Argentina en los barrios del sur de la ciudad de Buenos Aires y la falta de respuesta estatal. Es también una reacción al juicio oral que se está llevando a cabo en este momento ante el TOC 9 contra seis agentes de la Prefectura acusados por las violaciones a los derechos de Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moya, quienes fueron privados de la libertad, llevados a la vera del Riachuelo y torturados allí, en septiembre de 2016. Las pruebas de esos hechos son contundentes y los testigos relataron la reiteración de estas prácticas de hostigamiento a los jóvenes de esos barrios y su recrudecimiento en las últimas semanas.
Al mismo tiempo la ministra Bullrich envió un mensaje de amedrentamiento a la Procuraduría contra la Violencia Institucional (Procuvin), del Ministerio Público Fiscal, acusándolos de tener una mirada anti institucional y de estar cooptados por La Garganta Poderosa. Esto no busca otra cosa que atacar y tratar de disciplinar a la instancia de investigación especializada del MPF.
Los hechos de violencia reiterados que incluyen golpes, amenazas, insultos, hostigamientos y causas armadas han sido denunciados en la mencionada Procuvin, en Atajo y en la Comisión de violencia institucional de la Defensoría General de la Nación. Todas estas instancias están obligadas a investigar los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad.
Una vez más, el Poder Ejecutivo Nacional elige el camino de respaldar el accionar violento de las fuerzas, como ocurrió de manera reiterada en otros casos graves de violencia institucional, como en la muerte de Rafael Nahuel, también responsabilidad de la Prefectura Nacional Argentina. Al mismo tiempo, persiste en su intento de desarticular todo tipo de control -político, judicial y social sobre el accionar de las fuerzas de seguridad a su cargo.
Por este camino, las autoridades avalan que las fuerzas de seguridad se comporten como barras bravas o grupos de choque en zonas y barrios donde el reclamo es justamente que se bajen los niveles de violencia estatal y social. Así, en lugar de reducir la violencia, la incrementan.
Una vez más, y de manera alarmante la ministra de Seguridad insiste en contraponer la seguridad y el trabajo policial con el respeto por los derechos humanos. Además, en esta oportunidad, buscó asociar a una organización social con el narcotráfico, lo que para este gobierno constituye “el principal problema que tiene la Argentina” y al que utiliza para la construcción de enemigos internos. Esta maniobra, muestra también el enfoque de la política del gobierno contra el narcotráfico: incrementando la violencia en los barrios.
Este ataque a La Garganta busca deslegitimar los testimonios de las y los habitantes de los barrios populares que denuncian los abusos de las fuerzas de seguridad e intentar poner en duda los procesos judiciales existentes. Es difícil exagerar la alarma que produce que la autoridad civil a cargo de todas las fuerzas de seguridad federales no se dedique a controlar el desempeño de las fuerzas sino a intentar amedrentar a las organizaciones sociales.
Carta Despedida a Patricia Bullrich
Señora, con todo respeto, acá, entre nosotros, ¡se nota mucho! Desde siempre, nuestras villas padecieron todo tipo de avasallamientos policiales, históricamente cubiertos por ese manto de silenciamiento que defendieron a sangre y fuego, pero se acabó. Tanto nos callaron, tanto nos mintieron y tanto nos mataron, que un día decidimos poner todas estas gargantas al servicio de nuestra verdad. Y sí, porque lo denunciamos desde siempre, hoy salimos a gritar que nunca padecimos algo igual, que jamás imaginamos un tiempo de semejante terror, que nunca en la vida estuvimos peor. Ya nos torturaron amigos, hijas, hermanos, vecinas, ¿cuánto miedo necesita para secar tanta sangre?
Todas las redacciones recibieron ayer, en el más insólito Día del Periodista, un llamado a conferencia de prensa, "para desenmascarar la mentira de La Garganta Poderosa sobre la acusación a Prefectura por los hechos de la Villa 21-24", en serio, se lo juramos, ¡de verdad! Negados a subestimarla, entendimos automáticamente que se trataba de un fake, una cuenta de mail trucha, que tiraba humo tan sólo para dejarla en ridículo, mientras decenas de comunicados en repudio a sus amenazas copaban toda la red.
Pero no, Ministra,
¡era usted!
Justo usted, que hoy mismo tiene procesados a 6 prefectos con prisión preventiva, por las torturas a Iván y Ezequiel, dos compañeros con el coraje suficiente como para sentarla en el banquillo por primera vez. Justo usted, que nunca publicó un comunicado para explicar ninguno de los asesinatos perpetrados por sus subordinados, cada 23 horas. Justo usted, que hoy debería justificar los 8 casos de torturas con prácticas sistemáticas, asentados en Procuvin, durante los últimos dos meses. Justo usted, que nunca pisó el barrio para escuchar a las decenas de familias acalladas bajo amenazas. Justo usted, que acaba de recibir hace 24 horas la interpelación del Comité por los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, por las denuncias que presentamos cuando nos convocaron a Ginebra. Justo usted, que la última semana recibió una intimación del TOC9, para que Pablo Noceti no evadiera la responsabilidad de la Prefectura en este operativo que primero intentaron soterrar. Justo usted, que acaba de recibir una lección demócratica en las mismísimas páginas del diario La Nación, donde Roberto Gargarella decidió correrse con dignidad de una línea editorial, que se cae como una pared.
¡Justo usted!
Ahora bien, hablemos del "desenmascaramiento" de nuestra "mentira", un título rimbombante, amenazante y descarado, como gancho para otra berreta operación de prensa sustentada en la complicidad de corporaciones amigas. ¿Todo ese bombo para exponer el recorte arbitrario de una pelea entre dos pibes y un prefecto, al margen de la razzia? ¿Eso debiera matizar una cacería ilegal con decenas de agentes violando todos los protocolos de Seguridad? No entendemos, por favor, explíquese mejor: usted nos está diciendo que, si ese tumulto no hubiera sido promovido por sus uniformados, ni arengado por las humillaciones clásicas de sus verdugos, ¿entonces esas imágenes estarían justificando el tremendo operativo clandestino que todos vimos? A ver: nosotros, señora, denunciamos las lesiones a dos seres humanos que dormían en su domicilio, torturados y secuestrados por un grupo de tareas que se desprendió la identificación premeditadamente, como lo demuestra el video que se olvidó de comentar. ¿No sería mejor desenmascarar a los torturadores? Nosotras, señora, denunciamos el abuso sexual de sus hombres a nuestra compañera Jesica, adentro de su casa. ¿No sería mejor desenmascarar a los abusadores?
Vamos a suponer que no,
para no perder su costumbre.
Pues bien, ahora debería usted citar a una nueva conferencia para "desenmascarar al Relator Especial sobre torturas de la ONU", Nils Melzer, que visitó la Villa 21-24 hace menos de dos meses y celebró mediáticamente la necesidad "vital" de nuestro Control Popular a las Fuerzas de Seguridad. Una vez terminada, podría convocar a otra conferencia para "desenmascarar a la Justicia", que no sólo sobreseyó a nuestros compañeros en tiempo récord, sino que además tiene la orden de investigar a todos esos fantasmas con escopetas. Una vez terminada, tendría que convocar a otra conferencia para "desenmascar a los Prefectos", que no denunciaron jamás esas lesiones, ni ese robo que intentan anexar como últimos manotazos de ahogados. Una vez terminada, bien valdría llamar a otra conferencia para "desenmascarar a los diputados españoles" que también vinieron a la Villa 21 y dos semanas después nos llevaron al Parlamento Europeo, por las violaciones a los Derechos Humanos. Y una vez terminada toooda esa epopeya del embarramiento mediático que intenta disipar su inminente realidad jurídica, entonces sí, la exhortamos a revisar su propia conciencia, para contestar más amablemente nuestra denuncia, sin tanto cinismo...
Llame a otra conferencia nomás.
Y presente la renuncia, ¡ahora mismo!
La Garganta Poderosa
No creemos en el relato del Ministerio de Seguridad: El ataque no es sólo a La Garganta Poderosa
El ministerio de seguridad formalizó esta mañana la “amenaza” que había circulado en forma de comunicado en el que anunciaba una conferencia de prensa para “desenmascarar la mentira de La Garganta Poderosa sobre la acusación a la prefectura por los hechos en la villa 21-24”. La conferencia, dirigida por la propia ministra Patricia Bullrich, fue una puesta en escena sin antecedentes que busca estigmatizar y desacreditar a la revista villera que, desde hace años y no sólo en este Gobierno, viene denunciando los abusos de las fuerzas de seguridad en los barrios más pobres del país. De esa manera, también se buscó estigmatizar y desacreditar a todos los medios de comunicación críticos y a las organizaciones sociales que trabajan en los barrios.
La ministra Bullrich se centró en un video en el que se ve una discusión de dos jóvenes con un prefecto arriba de un colectivo y una pelea en la calle para justificar la represión que se desencadenaría horas después en el barrio y que detuvo a tres personas, entre ellas un fotógrafo de La Garganta, durante dos días. El video fue utilizado por la ministra para subrayar que La Poderosa había armado un “relato” de los hechos, ya que consideró que “el objetivo es liberar el barrio para que esté controlado por el estado ilegal y por los que trafican droga”, equiparando a las organizaciones sociales con el narcotráfico.
En ese sentido, le decimos a la ministra Bullrich que no necesitamos que nos cuenten quién es La Garganta Poderosa, sino en todo caso, que el Ministerio que ella dirige dé respuestas a la cantidad de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad, la mayoría de los cuales son invisibilizados por muchos medios comerciales. Ese cerco es el que muchas veces logran romper medios y organizaciones como La Poderosa en tiempos de un constante crecimiento de la violencia estatal en el país.
Por eso consideramos que este ataque no es sólo contra esa publicación, sino contra todos los medios en general que intentan informar a diario las violaciones a los Derechos Humanos en democracia. Y lo que es peor, contra los habitantes de los barrios populares, que son las principales víctimas del aparato represivo del Estado y que pocas veces cuentan con canales para difundir los atropellos de las fuerzas de seguridad.
Justamente, lo que evita La Garganta Poderosa, es esa “zona liberada” que pretende el Ministerio de Seguridad para que sus fuerzas actúen con impunidad.
En la conferencia de prensa, Bullrich no sólo desestimó las denuncias de los vecinos de la 21 sobre cómo los efectivos dispararon contra la casa de Iván Navarro -el joven torturado por oficiales de la Prefectura en 2016 y cuyo causa impulsó un juicio en el que hoy están juzgando a seis prefectos-, sino también cómo ingresaron a las casas, golpearon a vecinos y manosearon a una de las integrantes de La Poderosa. La ministra justificó el operativo en el marco de la “flagrancia”, tal como sucedió en el operativo ilegal en el que fue visto por última vez con vida a Santiago Maldonado. Sin embargo, el propio sumario de la fuerza –que consta en la causa en la que sobreseyeron a los dos detenidos- deja constancia que el fiscal Munilla Lacasa dispuso que “no se adopte el protocolo de flagrancia”.
Frente a la pregunta de por qué Prefectura disparó en la puerta de la casa de Navarro, querellante del primer juicio oral y público contra la Prefectura, la ministra confundió a Iván con otra persona, demostrando total desconocimiento de una víctima de torturas que su ministerio tiene la obligación de proteger. Acto seguido, la ministra dijo “la Prefectura no entró a ninguna casa”, cuando fue violado el domicilio de Roque, fotógrafo de La Garganta Poderosa golpeado, torturado, detenido y que la propia Justicia sobreseyó a las 48 horas, desestimando la insólita causa de “robo en poblado y en banda”. En ese sentido, respecto a los abusos cometidos por efectivos de Prefectura contra Jessica –hermana de Roque, que denunció no sólo las golpizas sino que fue “manoseada” por los efectivos- se le preguntó si era parte del procedimiento habitual de los prefectos abusar de las mujeres y manosearlas en los allanamientos, a lo que la ministra respondió “estamos hablando de otro tema” y evadió la respuesta.
Por otra parte, Bullrich realizó una obscena intromisión en las funciones del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal, interfiriendo claramente en una resolución de la jueza de Instrucción del Juzgado 29, Karina Rodríguez, que falló a favor del sobreseimiento de Roque Azcurraire y Juan Pablo Mónaco, y quedó firme ya que nunca fue apelada por los prefectos denunciantes. Además, cuestionó la labor de la Procuraduría de la Violencia Institucional (Procuvin), intentado condicionar así la labor independiente tanto de los jueces como de los fiscales.
La conferencia fue una clara operación mediática que busca desviar la atención, ya que hoy también se llevó adelante la cuarta audiencia del primer juicio oral contra una fuerza de seguridad de este gobierno. Por las torturas en 2016 contra Iván y Ezequiel–ambos integrantes de La Poderosa en la villa 21-, hay 6 prefectos con prisión preventiva. Las pruebas del accionar represivo son contundentes. En esta misma semana, también, se realizaron las pericias balísticas que determinaron el nombre del prefecto del Grupo Albatros que disparó y provocó la muerte de Rafael Nahuel.
Como afirma La Garganta Poderosa, “las villas padecieron todo tipo de avasallamientos policiales, históricamente cubiertos por ese manto de silenciamiento que defendieron a sangre y fuego”. Por eso consideramos que es hora que eso se termine.
Por eso, también exigimos de forma inmediata la renuncia de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
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