Con la firma de Alejandro Alfie, el matutino Clarín imprime que la Justicia ordenó que se paguen las deudas a los empleados de Tiempo Argentino o quiebre la empresa que antes editaba ese diario
La Cámara de Apelaciones en lo Comercial revocó un fallo de primera instancia y ordenó reabrir la causa, para que se avance en el pago de salarios y de aportes previsionales adeudados a tres empleados de la empresa Balkbrug, que antes editaba el diario Tiempo Argentino; y que, en caso de no pagar esa deuda, la empresa que era de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel vaya a la quiebra para hacer frente a la deuda con sus activos.
"Como Szpolski y Garfunkel no pagaron los sueldos ni despidieron a nadie, la Justicia aceptó que nos paguen con los activos de Balkbrug, que consiste en publicidad oficial por cobrar y el mobiliario de la empresa", dijeron fuentes vinculadas a los trabajadores de prensa de Balkbrug.
Los camaristas Alfredo Kölliker Frers, Isabel Míguez y María Elsa Uzal consideraron probada la "la deuda invocada por los accionantes". Y reclamaron que "la accionada brinde explicaciones pertinentes acerca de las obligaciones reclamadas por los actores".
La medida fue reclamada por tres delegados gremiales de la Cooperativa de Trabajo Por Más Tiempo, que es la empresa continuadora de Balkbrug en la edición del periódico dominical y del portal de noticias web de Tiempo Argentino. Si bien la Cámara rechazó que esos tres delegados pudieran accionar en forma colectiva, en nombre de los 200 trabajadores de Balkbrug, aceptó sus reclamos como actores perjudicados en forma individual.
La fiscal general ante la Cámara Comercial, Gabriela Boquin, acompañó el pedido de los trabajadores de prensa y solicitó a la PROCELAC que investigue posibles delitos económicos, como el lavado de dinero.
De hecho, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) giró a la Justicia una denuncia penal, en noviembre del año pasado, para que investigue a Szpolski, Garfunkel y sus "socios ocultos" por lavado de dinero, vaciamiento de empresas de medios de comunicación, manejos irregulares de cifras millonarias de publicidad oficial y evasión de aportes impositivos y previsionales.
Fuentes de la Cooperativa Por Más Tiempo señalaron que detrás de Szpolski y Garfunkel había socios ocultos que participaban del grupo de medios Veintitrés, que estaban a nombre de testaferros y, "en su gran mayoría, estaban registradas como pymes para pagar la mitad del IVA". Esos socios eran "una serie de figuras clave vinculadas al espionaje vernáculo, como Juan José Gallea, Darío Richarte y Javier Fernández", afirmaron esas fuentes.
Gallea cumplió un rol importante en ese grupo de medios, donde fue gerente general de 2009 a 2012, y luego siguió haciendo tareas, hasta que se disolvió el grupo ultra Kirchnerista. El actual gobierno designó a Gallea como director de Administración y Finanzas de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI).
La diputada Elisa Carrió reclamó la renuncia de Gallea, por esta cuestión, pero su pedido no fue atendido por el Gobierno.
Fuente: Diario Clarín