Estimado lector, vecino y amigo
El domingo pasado no pude entregarle el diario como estamos acostumbrados. Quiero contarte la versión real de los hechos
Soy canillita, mi trabajo es entregarte el diario, de eso vivo y con eso alimento a mi familia, educo a mis hijos y proyecto mi vida. Pero además, de tanto andar y conocerte me he hecho querer por vos y te he tomado cariño, en definitiva hemos logrado un vínculo, he visto crecer a tus hijos y vos a los míos, por este vínculo que nos une, quiero contarte lo que sucedió el domingo pasado. Los hechos suscitados, fueron el resultado de una suma de antecedentes que quiero compartir con vos:
- Hace años que vendo diarios y no tengo un responsable (patrón), ya que las editoriales no me respetan como trabajador. Esto hace que trabaje todo el año, sin vacaciones, sin cobertura médica, ni ART, teniendo en cuenta que mi actividad se realiza en la vía pública, los 361 días del año, lo que significa un riesgo para mí integridad física.
- Hace años que vendo diarios y mientras que los editores, se hacen más ricos, yo me hago más pobre. Ellos aumentan la publicidad en sus ediciones pero a mi pagan un porcentaje del precio de tapa, que nunca coincide con el ritmo de la inflación, que ellos mismos publican en la portada de sus diarios.
- Los diarios del domingo, traen seis secciones o más. Debo ensamblar esas secciones, sin embargo, los editores no me reconocen como trabajador. Me dan cada vez más trabajo, ya que no sólo tengo que entregar sus diarios, sino que también debo armarlo, ensamblando sus secciones y siempre por el mismo porcentaje.
- Según ellos: por problemas en la puesta a punto de sus máquinas (técnicos), el diario llega cada vez más tarde a mi lugar de trabajo, y hasta que termino de armar los ejemplares, pasa aún mucho más tiempo y como consecuencia el diario llega a tu casa o a tus manos cada vez más tarde, no pudiendo competir con los servicios alternativos de Internet, radio y TV, lo cual nos genera un perjuicios económico cada vez mayor.
El domingo, cuando todos los trabajadores descansan, termino agotado, con las manos sucias de tinta, sin ver a mi familia y con la plata que ya no alcanza. A veces me siento triste, mis patrones no me reconocen como empleado y lejos de quererme me maltratan y de una forma cada vez peor.
Estimado lector, esto son algunos de los puntos de una lista demasiada extensa de los reclamos que permanentemente realizamos, pero quiero detenerme y contarte lo que pasó el domingo pasado.
Los puntos antes detallados, fueron uno por uno, discutidos con los Editores. Sin embargo, nunca atienden el reclamo de los trabajadores y la suma de esas situaciones hicieron que muchos de mis compañeros se convocaran en la sede integral de La Voz del Interior. Allí, trabajadores canillitas, como yo, y Directivos del Sindicato que nos nuclear, juntaron problemas sin solución y broncas, además de impotencia al ver que nuestro reclamo de entregar diarios “en tiempo y forma” no fue escuchado por los editores.
Acatamos la orden de la Fuerza Pública, liberando media calzada del acceso a la Planta, cerca de las 9 horas del domingo. Sin embargo, autoridades de La Voz del Interior resolvieron no entregar diarios, ya que a su entender no había tiempo para la distribución y ya no era justificada la tardanza en el horario del lector.
Que quede claro que nuestro reclamo no tiene ninguna motivación política, tampoco tiene relación con los hechos ocurridos días atrás en la planta de Clarín en Buenos Aires, siendo que mientras sucedía el bloqueo en Buenos Aires, aquí en Córdoba trabajamos normalmente.
Estimado lector, quiero que sigamos construyendo el vínculo que forjamos a través de tantos años, con tanto esfuerzo y cariño. Quiero pedirte disculpas por no poder cumplir con mi trabajo. Hago mi autocrítica y espero que Ellos, hagan la suya.
Tu canillita amigo
Sindicato de Vendedores de Diarios y Revista de Córdoba