jueves, 7 de abril de 2011

¿Cuál será el paradigma de la radiodifusión universitaria?

El titular del ex ComFeR Gabriel Mariotto anticipó en Córdoba que en 60 días cada universidad pública tendrá su señal televisiva. El anuncio está en sintonía con la nueva Ley de Medios 
Por: Juan Carlos Carranza
El coordinador general de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), Gabriel Mariotto, anunció en Córdoba que en los próximos 60 días cada universidad pública contará con su propia señal de televisión.
“Ellas serán –dijo Mariotto– el motor de esta iniciativa que contempla la formación de un nuevo país sustentado en la pluralidad, la participación y el acceso democrático a las tecnologías de la información y la comunicación”.
El anuncio está en sintonía con la nueva Ley de Medios, que divide el espectro radioeléctrico en tres grandes porciones, una de ellas reservada a los servicios de comunicación generados desde el Estado, que es donde entran las universidades nacionales, a las que se autoriza a instalar y explotar servicios de radiodifusión.
La pregunta es cuál será el paradigma de estos nuevos servicios televisivos de las universidades. La ley establece que espacios relevantes de su programación deberán estar dedicados a la divulgación del conocimiento científico, a la extensión universitaria y a la creación y experimentación artística y cultural.
Si no es así, nadie conoce cuál será el modelo de negocio de estos servicios televisivos universitarios. Lo que hoy existe en las universidades nacionales de Córdoba y Tucumán no son ejemplos de eficiencia, precisamente. En varias oportunidades, distintos gobiernos nacionales prestaron salvatajes financieros de los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En la gestión de la rectora Carolina Scotto, los SRT lograron que un importante porcentaje (alrededor de un 25 por ciento) de sus egresos sea cubierto por asignaciones del presupuesto de la Nación. A eso se suman los fondos que recibe de distintos ministerios (Educación y Economía) para equipamiento.
De un modo u otro, las universidades tendrán que invertir en una productora, estudio de televisión, comunicadores y técnicos, es decir, una estructura para soportar este 
formato.
Sólo el fin de cada emprendimiento determinará si estamos frente a una inversión o una mala decisión.
Referentes que conocen a fondo la Ley de Medios avalan la decisión de que las casas de estudios tengan servicios de radiodifusión. “Invertir en comunicación siempre es saludable. En ese sentido, no tengo miedo a la libertad; en todo caso tengo reparos por que se abuse de ella. No necesariamente estos canales tienen que convertirse en elefantes blancos de la ineficiencia”, reflexionó un jurista cordobés.
Fuente: La Voz del Interior

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