La empresa nacional Arsat inició la revisión del proyecto de construcción y lanzamiento del satélite Arsat-3 y prevé anunciar en los primeros días de julio su puesta en marcha, lo que significaría para Invap –principal contratista- un negocio de unos 150 millones de dólares, según informaron a Económicas Bariloche fuentes del gobierno nacional.
Luego del éxito del Arsat-1 y Arsat-2, que ya están funcionando a pleno con sus servicios de telecomunicaciones, Arsat suspendió el proyecto del Arsat-3 a principios del año pasado para completar el plan de negocios y corregir algunos aspectos de los dos primeros, al tiempo que busca redefinir el futuro del tercero.
Los nuevos administradores de Arsat establecieron que el trabajo principal de redefinición y comercialización de servicios debía hacerse con el Arsat-2, que cubre un amplio territorio de todo el continente americano y en especial apunta a vender servicios en Estados Unidos.
Le dieron más solidez al plan de negocios y fortalecieron la comercialización del Arsat-2, y tomaron el plan de negocios del Arsat-3 para revisarlo a fondo, y darle un nuevo impulso a la misión.
El desarrollo del sector, que lleva ya 15 años, y este perfil más comercial le permitió al país figurar en el informe de la consultora especializada Euroconsult, un compendio indispensable en la industria satelital mundial, donde sólo figura el puñado de países y empresas –menos de 10 en cada caso- que integran satélites y manejan una misión espacial de principio a fin.
En principio Arsat prepara el anuncio del Arsat-3 para el próximo primero de julio, que irá acompañado de información sobre la venta de servicios del Arsat-2.
Además, el desarrollo de los dos primeros satélites geoestacionarios implica un fuerte abaratamiento para este nuevo proyecto, en función de que el desarrollo de ingeniería es el mismo: el Arsat-1 demandó una inversión completa –construcción, pruebas, traslado a Guyana Francesa y lanzamiento- de 280 millones de dólares; mientras el Arsat-3 se reducirá a 230 millones de dólares.
Al igual que los dos primeros (y los cuatro satélites de observación de la Tierra de la serie SAC), el Arsat-3 será construido completamente por la empresa estatal rionegrina Invap en Bariloche, y luego probado en el mismo lugar por la empresa Ceatsa, una sociedad de Invap y Arsat.
ARSAT-3 no se puede demorar más
El Plan Satelital Geoestacionario Argentino 2015-2035, aprobado por la Ley 27.208, es la mayor iniciativa de desarrollo satelital de la región. El diseño y fabricación de ocho satélites de comunicaciones con una hoja de ruta para mejorar la eficiencia de las misiones y aumentar el componente nacional no tiene comparación con ningún otro Plan de la industria espacial desde México a Tierra del Fuego.
La clave de este plan está en la continuidad. Continuidad en la inversión, en los desarrollos de ingeniería, en la comercialización de servicios, en la búsqueda de posiciones orbitales, en las relaciones internacionales. La suspensión de la fabricación en INVAP del tercer satélite de la flota de ARSAT, así como la parálisis total en la investigación por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología para mejorar la eficiencia de los satélites geoestacionarios futuros, son por el contrario un atentado a la industria satelital nacional.
Las autoridades en ARSAT de la alianza cambiemos suspendieron la fabricación de ARSAT-3 sin una justificación clara. Buscaron desprestigiar a sus antecesores con burdas mentiras, llegando incluso a decir que ARSAT-2 estaba vacío cuando se estaban migrando los clientes Claro (AMX), InTV (Grupo Clarín) y Telefónica desde satélites alquilados a terceros operadores ocupando un 30% de la capacidad disponible del satélite.
Durante el año 2016 las autoridades macristas de ARSAT tuvieron varias propuestas para arrendar la capacidad disponible del ARSAT-2 en Estados Unidos y las rechazaron todas. En marzo de este año armaron una increíblemente numerosa expedición a los Estados Unidos, llevando incluso un fotógrafo y anunciaron, sin dar precisiones, que habían cerrado importantes contratos alcanzando una ocupación superior al 80% del ARSAT-2. Sin embargo, casi un mes después del evento que mereció la expedición, no hay detalles públicos sobre los acuerdos firmados.
Todo indica que la capacidad vendida en Estados Unidos a otros operadores internacionales supera los 400 MHZ (casi un 50% del satélite), el contrato habría sido firmado por tan solo un año y por un precio ridículamente bajo apenas superior a los 1000 dólares por MHz, casi la mitad del precio internacional.
Además del grave perjuicio que se le estaría infringiendo a la empresa y al país de confirmarse esta información, la suspensión injustificada de ARSAT-3 está provocando un daño peor aún. Las capacidades generadas en ARSAT, INVAP y la red de proveedores de tecnología para el Espacio se están difuminando. El Jefe de Proyecto de ARSAT-1 por parte de ARSAT, actualmente está abocado a la campaña electoral de De Loredo que aprovecha la puesta en funcionamiento de cada nodo de la Red de Fibra para hacer un spot publicitario. El otro Jefe del Proyecto ARSAT-1, por parte de INVAP, ahora se desempeña en el área de compras de la estatal rionegrina. La preocupación en el sector es mayúscula y las señales son Todas Negativas.
Exigimos el cumplimiento de la Ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital, el inicio de la fabricación de ARSAT-3 y los detalles de los acuerdos firmados en Estados Unidos. No permitamos que nuestro país pierda la oportunidad de desarrollar tecnología para el Espacio.
Trabajadores de Arsat defendiendo la soberanía
Foto: Revista Fibra
Fuentes: Económicas Bariloche y Trabajadores de Arsat