Hollman Morris, un conocido periodista colombiano que trabaja para Radio Francia Internacional, fue detenido junto a dos colegas en un retén militar en el sureño departamento de Caquetá.
Morris estaba cubriendo la liberación de rehenes por parte de las guerrillas de las FARC en el sur de Colombia y llamó por teléfono a organizaciones de derechos humanos, incluida la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) para informar de que estaba siendo seguido por miembros del Ejército. La FLIP identificó a los colegas de Morris como Leonardo Acevedo, camarógrafo, y Camilo Raigozo, reportero del semanario "Voz".
Funcionarios de gobierno en Caquetá dijeron inicialmente que Morris y dos miembros de su equipo serían "escoltados" fuera del lugar una vez que las condiciones de seguridad lo permitieran, añadió El Tiempo. Sin embargo, el martes Colprensa informó que la policía nacional había pedido a la fiscalía que investigara las actividades de Morris en el sitio de la liberación de los rehenes. En una nota aparte de Colprensa, el gobierno figura declarando que Morris actuó de manera “contraria a la objetividad e imparcialidad que debe acompañar la labor periodística”.
Según Radio Francia Internacional, Morris dijo que él y sus dos colegas habían sido "tratados como criminales" y que su arresto era “arbitrario”.
En el pasado, las investigaciones de Morris sobre el conflicto armado en Colombia y su impacto en los civiles le han traído repetidas amenazas.
Javier Darío Restrepo, maestro de ética de la Fundación Nuevo Periodismo, cuestionó las declaraciones de Uribe: "Es una forma barata de descalificar a alguien por la diferencia de opiniones". Restrepo defendió el trabajo de Botero y Morris. Del primer caso dijo que, al margen de la llamada a 'Telesur', fue más grave el sobrevuelo de aeronaves militares en la misión de liberación. Sobre el segundo, dijo no entender "por qué se le reprocha a Hollman que vaya a buscar la noticia donde está".
Esta es la última nota de Morris en RFI:
Precisiones de Radio Francia Internacional sobre el cuestionamiento de uno de sus corresponsales en Colombia
Hollman Morris, uno de los corresponsales de RFI en Colombia se encontraba el domingo 1° de febrero, durante la realización de un documental en el marco de su trabajo periodístico, en el lugar de la liberación de cuatro rehenes detenidos por las FARC desde 2007. Hoy es acusado por el ministro colombiano de defensa, Juan Manuel Santos, de “afinidad con las FARC”.
RFI desea aclarar que ninguna entrevista relacionada con esta liberación fue propuesta por Hollman Morris ni encargada por la radio.
Hollman Morris realizó únicamente para RFI dos informes hablados sobre la liberación de los rehenes.
Ninguna declaración de los rehenes fue difundida o utilizada en los programas de RFI.
Hollman Morris es también director de una emisión de televisión consagrada a los derechos humanos y ha sido recompensado por su trabajo por la organización Human Rights Watch.
RFI siempre ha apoyado la libertad de información en el mundo, y siempre ha respetado el principio de imparcialidad de sus emisiones y de sus periodistas.
Material periodístico incautado
La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) reveló que Morris y sus acompañantes fueron retenidos momentáneamente y hostigados por miembros del Ejército que les exigían la entrega de su material periodístico.
“En un comunicado de prensa exhortó al Ministerio de Defensa para que explique por qué razones fue retenido el equipo periodístico, y si se dio la orden de incautar el material periodístico de este” , señala la Flip en un comunicado de prensa.
La Fundación expresó su preocupación por la reiteración de casos en que las autoridades militares exigen la entrega del material periodístico, en detrimento del derecho a la reserva de la fuente.
El uniformado aseguró, durante una rueda prensa en Casa de Nariño, que fueron obligados a entregar declaraciones a dos medios de comunicación, horas antes de su liberación.
Entrevista de Hollman Morris con la radio W
Audio completo:
Julio Sanchez: Quiero saludar al periodista Hollman Morris que está en el ojo del huracán, como el periodista Jorge Enrique Botero, por los hechos del día anterior. Hollman, buenos días.
Hollman Morris: Muy buenos días Julio, Félix y Alberto, muy buenos días.
Julio Sanchez: El ministro de Defensa ha hablado, y ha dicho, que usted estuvo en el lugar de la liberación de los uniformados porque las FARC les dieron las coordenadas, le permitieron ir, ¿eso es cierto?
Hollman Morris: Julio, algo más grave aún dijo el Ministro. El Ministro me acusó públicamente de ser colaborador de las FARC. Y yo quiero decir Julio y colegas, pues que a partir de esta mañana ya han llegado varios correos amenazantes, con amenazas debido a ese tipo de declaraciones irresponsables. Pero vamos al fondo Julio, vamos a contestar la pregunta: en ningún momento las FARC a mi me dieron las coordenadas del sitio. Totalmente falso. Ni yo me presto para shows, llámese de la guerrilla, llámese del gobierno. No, mi trabajo ha sido totalmente independiente.
Desde hacía varios meses estábamos buscando un contacto con la guerrilla de las FARC y ese contacto se dio hace más una semana antes de la liberación de los soldados. Desde hace más de una semana, más de diez días, yo estaba interno en las selvas del sur del país buscando una entrevista que se me había prometido. Las cosas fueron evolucionando hasta que dieron y aparecimos en el momento y en el sitio en que se iba a dar esa liberación. Ahora descubro, o que nos estamos dando cuenta o lo que se nos está planteando de fondo al periodismo en este país, es que nosotros tenemos que pedirle permiso al gobierno para ir a las zonas de conflicto o para entrevistar a guerrilleros.
Julio Sanchez: Hollman, antes de que usted siga, si le entiendo bien, ¿lo que se produjo ayer fue una coincidencia entonces?
Hollman Morris: Fue una coincidencia. Es decir, yo estaba buscando la entrevista con un alto miembro de las FARC. Y a mí me dicen: “Se va a dar, hay que llegar a tales y tales sitios, hay que andar, caminar,”caminar y caminar, aguantar agua, calor, hasta que llegamos y nos dicen: “no mire, se va a dar esto, tómelo o déjelo. ¿A usted le interesa?” Noticiosamente me interesa. Y para el documental cuyo fin era la entrevista que estamos buscando, nos interesa bastante el tema, porque el tema de fondo era el secuestro y es el secuestro.
Félix de Bedout: Hollman, pero la entrevista finalmente no se dio…
Hollman Morris: La entrevista al final no se da, se nos promete una cosa, se nos promete la otra y vemos que nos están moviendo, nos están moviendo, hasta que llegamos a un sitio y vamos escuchando por las noticias, por lo poco que entra de noticias a la zona, que la liberación se había postergado, que una cosa y la otra. Porque recuerden que la liberación de estos soldados sufre una primera postergación: estaba programada para hace algunos días y después se alarga.
Julio Sanchez: Hollman, ¿en qué sustenta el ministro Santos relacionarlo a usted como periodista cercano a las FARC, por decirlo de laguna manera?
Hollman Morris: Mira, no lo sé Julio, no lo sé en qué lo sustenta. Pero vale la pena recordar varios hechos: Julio, el señor ministro Santos en la campaña presidencial del presidente Álvaro Uribe, con las mismas mentiras, sin fundamentos, acusó al doctor Rafael Pardo de tener vínculos y de tener contactos con las FARC, cosa que resultó totalmente falsa. Y así ha venido haciendo con la doctora Piedad Córdoba. Fueron desde el Ministerio de la Defensa, el Ministro, el que filtró una serie de correos donde supuestamente la senadora Piedad Córdoba tenía contactos y vínculos con las FARC.
¿Qué es lo que le molesta profundamente al Ministro y qué es lo que le preocupa profundamente a ciertos sectores de este país?: Que en este país haya periodistas, como haya senadores, como haya líderes de opinión, que estemos hablando de paz. Y para hablar de paz, pues tenemos que pasar primero por reconocer la existencia de un conflicto armado en este país. Y periodistas que entremos a las zonas de conflicto, que denunciemos o mostremos la realidad guerrillera, como la realidad paramilitar, como la realidad del narcotráfico, seguiremos siendo incómodos para un gobierno que se ha empeñado sistemáticamente en la negación del conflicto armado, y que solamente le interesa, a mi manera de ver, mostrar y visibilizar los actos de guerra.
A mi manera de ver, lo que se produjo este fin de semana era un acto humanitario, que a mi manera de ver, necesitaba el máximo de visibilización. La paz y los actos humanitarios para construirse, necesitan la visibilización de los medios. Y no por eso, no porque los periodistas tengamos o nos ponga una cita la guerrilla, o nos ponga una cita el paramilitarismo, o nos ponga una cita el narcotráfico, o nos ponga una cita el parapolítico, necesariamente tenemos que estar involucrados y afines al parapolítico, al narcotraficante o al guerrillero.
Félix de Bedout: Hollman, ayer en la conversación que dieron los liberados, uno de ellos manifestó que los guerrilleros tenían la intención de que fueran entrevistados por un medio de comunicación en la zona, donde ellos iban a dar unas respuestas “libretiadas,” donde ellos tenían que leerle un libreto. ¿No le preocupa que ustedes fueran a ser utilizados de esa manera por las FARC?
Hollman Morris: Correcto, Félix, y tienes toda razón. Me preocupa y por eso el periodista siempre tiene la oportunidad de decidir qué saca y qué no saca al aire. Esa es la herramienta y el arma del periodista. Y es ahí donde el periodista, a mi manera de ver, se blinda. Uno decide qué dice, qué publica, qué visibiliza y qué muestra en imágenes. A mí me sorprende: hasta el día de hoy yo no he sacado una sola imagen de mi material al aire y ya estoy en el centro del huracán. Hice dos informes para Radio Francia Internacional, que a pesar de tener y haber hablado con los muchachos liberados, en ningún momento utilicé ese sonido para mis informes. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que a mí no me parece. Los muchachos estaban bajo la presión guerrillera y a mí no me interesaba ese material. Entrevistarlos delante o de frente a la guerrilla en ese momento, para mí no tiene ningún valor periodístico. Y por eso no salió ese material y hasta el día de hoy no ha salido al aire.
El muchacho dice que lo “libretiaron,” seguramente. Yo he visto pruebas de superviviencia que nos han llegado totalmente “libretiadas.” Y lo pude confirmar allá cuando le pregunto al soldado, al único soldado: “Soldado, ¿usted había visto al niño Emanuel? Yo ví una prueba de supervivencia…” “No, a mi me dijeron que lo dijera, que le estaban haciendo juguetes…” En efecto.
Cuando nosotros llegamos al sitio, pasó como una hora de pronto, cuando nos dicen: “miren, ahí vienen los soldados.” Y yo digo: “bueno, dónde están.” Y aparecen con el primer policía, el primer policía que aparece le hago varias preguntas, pero ya al segundo digo no, no me interesa, me interesa que me diga su nombre y cuánto tiempo está aquí, nada más. Y así consta en las imágenes. ¿Por qué? Porque sencillamente todavía estaban en poder de la guerrilla y lo que expresaran ahí para mí no tiene ningún valor periodístico porque estaban bajo esa presión.
Félix de Bedout: Hollman, dentro de las muchas armas atroces que utilizan las FARC, hay una que utilizan también de manera exitosa que es la mentira. Y ellos mienten constantemente, las mentiras de las FARC son constantes e incalculables. ¿No le preocupa que a usted en ese trabajo trataran de utilizarlo para difundir esas mentiras?
Hollman Morris: Mira Félix, si algo he aprendido en estos 15 años de periodismo, de 15 años de estar recorriendo el país, yo creo que soy uno de los pocos periodistas que todas las semanas está subido en una mula, en una lancha, recorriendo todos los rincones del país, pero sobre todo y desde Contravía, dándole la voz a las víctimas de este conflicto. Y yo lo digo con todo respeto y con mucho cariño. Si algo me ha enseñado el recorrer este país, es que el corazón a los guerreros hace rato se les dañó. A todos, a todos.. Nto al Ejército, como a los paramilitares, como a la guerrilla. Y si todos tienen que decir mentiras, todos dicen mentiras. Usted léase el epígrafe que hay al inicio del libro “Operación Jaque.” Dice: “El engaño es el arte de la guerra.” Y todos, todos, en cualquier momento, nos engañan a los periodistas. Y todos quieren engañarnos. En uno está el no dejarse engañar, Félix. Y para uno no dejarse engañar hay que estar en los sitios donde están ocurriendo las cosas, hay que estar viendo los sitios donde están ocurriendo las cosas.
Por eso, esa es otra de las razones que me motivó estar allá y ver la realidad que observé durante diez días caminando las selvas del Caquetá y viendo la realidad del campesino, viendo la realidad del Plan Patriota, viendo la realidad guerrillera. Seguramente la guerrilla siempre va a tener el ánimo de engañarnos, de manipularnos, como todos los actores armados en este conflicto. Pero el periodista está, y vuelvo y digo, hay una posibilidad en lo que publicas y en lo que emites. Nosotros afortunadamente, y es la experiencia que yo tengo, Contravía no es inmediatista, Contravía no le juega a la inmediatez. Contravía le juega al reposo y al análisis y en ese reposo y análisis se dan las circunstancias precisamente para que se pasen todos los filtros al engaño y la manipulación.
Félix de Bedout: Hollman, en este caso, porque conocemos muy bien el trabajo suyo durante todo este tiempo, pero en este caso específico, ¿no hubiera sido mejor no estar ahí?
Hollman Morris: No lo creo, no lo creo Félix. Para muchos, y viendo el comportamiento que ha tenido este Gobierno con los periodistas, conmigo, y vale la pena, quiero hacer el siguiente paréntesis Félix: María Isabel Rueda acaba de decir que yo ya tenía un antecedente, que a mí ya me habían denunciado porque había estado en un combate días antes… falso, falso. Yo le quiero decir a María Isabel que su fuente está equivocada y que la están manipulando. Fíjese cómo son las cosas: no hay necesidad de estar con la guerrilla para que a uno lo manipulen. Y le tengo que recordar a María Isabel que el gobierno tuvo que rectificar esa información y hay un comunicado público en la página de internet de la Casa de Nariño donde nos piden a mí y al equipo de la BBC de Londres, por esas declaraciones dadas el 27 de mayo del 2005, nos piden disculpas.
Entonces, cierro el paréntesis y continúo, yo no creo que estar en los actos humanitarios, en los actos donde se puede posibilitar el acercamiento entre las partes y menos en los actos donde hay una liberación, uno no deba estar. Yo creo que esos son los que necesitan la mayor visibilidad, el mayor reflejo de las cámaras. Porque estamos hablando de visibilizar la paz. Lo que algunas veces sucede es que nos encanta visibilizar la guerra, y yo creo que así no podemos construir el país que se merecen nuestros hijos, el país que se merecen las próximas generaciones es un país que necesita hablar de paz. Pero para hablar de paz, nosotros los periodistas, y lo digo Julio y se lo digo a todos mis colegas con respeto, tenemos que empezar a mostrar la barbarie de la guerra. Y para mostrar la barbarie de la guerra tenemos que llegar a los rincones de este país donde hay mies de víctimas, del paramilitarismo, de la guerrilla, lamentablemente de sectores de las Fuerzas Armadas.
Si este país no cae en cuenta que hay un conflicto armado en este país, qué es bárbaro, nunca vamos a poder hablar de paz. Hay gente en Bogotá y Medellín, ustedes saben, que dicen que en este país no hay guerra. Si no hay guerra es porque no la estamos mostrando. Y los pocos que la mostramos terminamos siendo aliados de la guerrilla. La senadora Piedad Córdoba con razón dice: “Ojalá vayan cámaras a la liberación de esta gente.” Siempre criticamos a las FARC, y hay que criticarlos por sus actos dementes y de barbarie. Pero cuando se comete un acto humanitario, entonces ahí no estamos, ahí no están las cámaras. Porque lo que queremos de fondo es que esta gente salga de las armas y se meta a hacer la política. Y hay que mostrar que esos actos son los actos que necesita el país.
Julio Sanchez: Hollman, muchas gracias por atendernos.
Hollman Morris: Julio espero que bueno, yo en este momento estoy en la ciudad de Florencia, el ministro acaba de decir que soy auxiliador de las FARC y ustedes ya saben lo que implica una declaración de esas. Hollman Morris seguirá siendo un testigo indeseable en este país. Para los que quieren ocultar la verdad del conflicto y de las víctimas. Muchas gracias Julio y Félix.
Con aportes del Knight Center, RFI, agencias y W Radio
1.- En la foto de EFE el policía Juan Fernando Galicia habla por teléfono móvil al lado del periodista colombiano Jorge Enrique Boteroe el domingo pasado.
2.- Morris afirma que él es sólo uno de tantos periodistas amenazados en Colombia. Foto: Laia Borges