jueves, 19 de febrero de 2009

Aplazan juicio a periodista iraquí por zapatazos a Bush

El juicio contra el periodista iraquí Muntazer al-Zaidi, por lanzar sus zapatos al entonces presidente estadounidense, George W. Bush, fue aplazado hoy hasta el 13 de marzo para permitir al tribunal hacer consultas con el gobierno.
Según fuentes judiciales citadas por la agencia Aswat al-Iraq y el canal Al-Iraqiya, el juez decidió posponer la vista iniciada esta mañana en la Corte Penal Central de Iraq, en la fortificada Zona Verde de esta capital.
El magistrado requirió tiempo para indagar ante el secretariado general del Consejo de Ministros sobre la legalidad y oficialidad de la visita del entonces mandatario norteamericano a este país árabe.
Aswat al-Iraq, además, citó a Umm Hanaa, hermana de Al-Zaidi, quien expresó preocupación por la suerte de su pariente supuestamente golpeado por sus carceleros durante los más de dos meses que lleva en una prisión de Bagdad.
Al-Zaidi es juzgado por agresión a un jefe de estado extranjero y, de ser hallado culpable, pudiera ser condenado a un máximo de 15 años, aunque el vasto equipo de abogados que le defienden argumentó que su osada reacción frente a Bush fue “legítima”.
El reportero del canal satelital Al-Baghdadia fue trasladado este jueves al juzgado con las manos esposadas, rodeado de guardias de seguridad y con una bandera iraquí sobre sus hombros.
La vista abrió a las 10:00 horas (07:00 gmt) en presencia de familiares que lograron ingresar luego de ser sometidos a minuciosa revisión corporal y de sus vehículos, y despojados incluso de sus teléfonos celulares, según testigos.
Al-Zaidi ganó notoriedad cuando el 14 de diciembre cubría una rueda de prensa de Bush y el primer ministro Nouri Al-Maliki, y lanzó sus dos zapatos al mandatario visitante, a quien dijo “este es un beso de despedida, perro”, dos insultos mayúsculos en el mundo musulmán.
Su acción, que justificó como expresión de protesta por la situación en que Estados Unidos ha dejado su país tras invadirlo en 2003, devino un hecho paradigmático en varios países árabes e islámicos donde se realizaron multitudinarias marchas de solidaridad.
El abogado defensor Dhiya al-Saadi reiteró hoy poco antes de conocer el aplazamiento que el acusado “tenía razones sociales, políticas y psicológicas” para hacer lo que hizo, y que el juicio es “una prueba histórica para el sistema de justicia iraquí”.
Por su lado, Khalid al-Izzi, otro miembro del equipo de la defensa, argumentó que las acciones de Al-Zaidi fueron “espontáneas” y “contra el presidente del Estado que ocupa Iraq”, quien además –subrayó- “no estaba en una visita declarada oficial entre dos países soberanos”.

Fuente: Prensa Latina

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