Casi 34 años de mi vida le di a Crónica, más de la mitad de mi vida. Años de muchas luchas incluyendo tomas de la empresa con patovicas adentro. Varias veces fui delegado gremial. Ahora estábamos en Pompeya los "díscolos" que resistimos la flexibilización laboral, la convergencia, en la convicción de que no le íbamos a robar el puesto de trabajo a un compañero, a un trabajador igual a nosotros.
Soy periodista, fundamentalmente de medios gráficos. Y se pretendía que a la vez lleve un micrófono acompañado de un camarógrafo para hacer TV, o que saque fotos, cuando esa no es mi profesión... ni mi obligación. Pero encontraron quien lo hiciera...
Estos son los despidos de 2016, que en prensa recrudecen con notoriedad porque de alguna manera llegamos al público, a nuestros lectores.
Esta era una muerte anunciada: El Grupo Crónica fue uno de los medios que recibió más dinero de la pauta oficial durante el gobierno anterior. Ahora, ante el cambio de gobierno, no supieron como vender espacios publicitarios.
Toda esta hermosa profesión se la debo a la empresa donde trabajé desde mediados de 1982, cuando terminó la guerra de Malvinas. Y toda la experiencia gremial se la debo a que siempre pensé el trabajo como eso, trabajo, y no como una manera de trepar a costillas de mi par; y también a la clase de compañeros que nos acompañamos en estos años de lucha.
No se que haré de aquí en más. A mi edad no creo que me tomen en algún laburo. Pero tengo fe, se que voy a salir adelante... esto nuevo para mi, de ser despedido, no significa una derrota... es un nuevo desafío...
Ruben Villalta
