miércoles, 3 de octubre de 2018

Revista Pronto, despidos y extorsión de la patronal

Con apenas unos meses de diferencia, la patronal de Publiexpress (editorial que publica Pronto entre otras varias revistas) continúa con su siniestro plan de ajuste. Luego de los despidos de dos compañeras a principios de mayo, la semana pasada la empresa se despachó con ocho despidos más.

Pero ahora, al brutal ajuste que sufrimos los trabajadores con la pérdida de puestos de trabajo, se le suma un condimento extra: la extorsión de la patronal.

Resulta que a Eduardo Lerner, dueño de Publiexpress S.A, se le ocurrió de buenas a primeras que puede estar por encima de las leyes laborales de nuestro país, y decidió no pagar en tiempo y forma las indemnizaciones de los compañeros despedidos.

Lerner pretende pagar a los despedidos el 70% de la indemnización en cómodas seis cuotas. Esto implica, inflación mediante, que a los efectos reales los compañeros despedidos terminen cobrando una indemnización del 50%. En tiempos de crisis devaluatorias y caída de la actividad laboral, la "oferta" de la empresa no es otra cosa que un vil chantaje.

Eduardo Lerner se comporta como un patrón de estancia; con la arrogancia de la pretendida autoridad, deja en la calle a personas que le dieron a la empresa veinte o más años de su vida, y que hicieron de Pronto la revista más vendida del país.

Entre los despedidos se encuentran mujeres que son sostén de hogar con varios hijos, algunos próximos a la jubilación y que han sobrellevado enfermedades oncológicas. La supuesta crisis que atraviesa Publiexpress, y que sus directivos repiten como un eslogan desde hace años, se choca con la realidad de números que más de una empresa de medios quisiera tener.

Sólo de revista Pronto, se venden mensualmente cerca de 250 mil ejemplares, en tanto que la planta de trabajadores que hace algunos años llegaba a las 90 personas, hoy se redujo a la mitad.

Ante tamaña injusticia, extorsión y flagrante violación de los derechos laborales, los trabajadores de Publiexpress decidimos paro al cierre de Revista Pronto y nos mantenemos en estado de alerta hasta que la empresa pague las indemnizaciones como prevé la ley a los compañeros que así lo acepten, y reincorpore a quienes piden mantener su fuente de trabajo.
¡Basta de ajuste y despidos!
¡Reincorporación ya de los compañeros!

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