sábado, 13 de octubre de 2018

La Cinemateca en peligro y una carta de renuncia que saca chispas

El gerente general del INCAA, Juan García Aramburu, le había pedido la renuncia. El investigador envió una dura carta al Instituto de Cine, en la que señala obstáculos a su tarea y “el peligro de incendio” de un depósito de películas, “con riesgo de vida” de quienes trabajan en ese espacio
Por: Paulo Pécora
Una alarmante indiferencia por el patrimonio fílmico nacional, irregularidades y decisiones que estarían reñidas con el buen ejercicio de la función pública y una situación de peligro latente para las personas que trabajan con las viejas películas de nitrato (un material altamente inflamable y explosivo) son algunos de los motivos que llevaron al delegado organizador de la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN), el investigador Fernando Madedo, a renunciar a su cargo. El Gerente General del INCAA, Juan García Aramburu, le solicitó su renuncia hace unos días, según Madedo, porque “Cinain depende del INCAA y no es un organismo autárquico”, por no tener autorización para la creación de la Diplomatura en Preservación y Restauración Audiovisual (una de las tantas tareas impulsadas en su corta gestión) y debido al “ruido” que habría provocado su negativa a “conformar una factura presentada en el expediente que tramita la digitalización de La hora de los hornos-Parte 1”.

En una carta enviada al presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Ralph Haiek, Madedo hace un pormenorizado racconto de los insólitos obstáculos que tuvo por parte de las autoridades de ese organismo para el buen desempeño de sus tareas: además de abrir un sombrío interrogante sobre el futuro de la Cinain y el archivo cinematográfico argentino, el ex delegado organizador puso el acento en “el peligro de incendio del depósito de la calle Ensenada, la pérdida del material fílmico y el riesgo de vida de las personas” que trabajan en ese espacio del Museo del Cine porteño resguardando y manipulando películas de nitrato, un producto discontinuado en 1951 debido a que puede arder mucho más rápido que el papel.

“He tramitado reiterados e incansables requerimientos, notas e informes para que el INCAA provea los fondos necesarios a los fines de que Cinain pudiera contar con bóvedas de seguridad para las películas en soporte nitrato. Se trata de insistentes pedidos urgentes por peligro de incendio del depósito, la pérdida del material fílmico y el riesgo de vida de las personas; solicitudes vinculadas a la adquisición de bóvedas de nitrato con especial mención para que el expediente sea tramitado de forma urgente en múltiples ocasiones”, escribió Madedo sobre la nula importancia que desde el INCAA le dieron a sus pedidos, incluso a sus gestiones con AABE y Radio Televisión Argentina para el otorgamiento de un espacio para esas bóvedas. No sólo eso, sino que curiosamente el expediente 7314/2017 por el que se tramitaban esos pedidos parece haberse perdido en la maraña burocrática del INCAA, a pesar de tratarse de dos carpetas con más de 200 fojas.

Madedo destacó que “es un agravio para el cine y el patrimonio cultural argentinos que estas bóvedas de conservación no hayan sido adquiridas ni tramitadas de forma urgente. Es prioritario porque las películas en soporte nitrato se encuentran sometidas a constantes cambios de temperatura y humedad en un depósito sin habilitación alguna y con un sistema de aire acondicionado que estuvo varios meses sin funcionar. El nitrato al ser sometido a variantes bruscas de temperatura y humedad puede entrar en autocombustión y generar explosiones. Es por ello que en normas y estándares internacionales se trata a estas películas bajo la Ley de Explosivos de cada país”. El renunciante delegado organizador advirtió además que “estas situaciones riesgosas son urgentes” y que “velar por el patrimonio cultural y la vida de las personas –tanto de los trabajadores como de quienes son vecinos linderos al depósito de la calle Ensenada– no es una cuestión menor”.

Con la intención de cumplir con normas internacionales de seguridad y de tratamiento de los materiales fílmicos, Madedo solicitó que se comprara un kit de seguridad, guantes y máscaras para que los operarios no respiren los gases nocivos que emanan las películas al descomponerse, dos deshumidificadores portátiles para mejorar las condiciones ambientales y un aparato para controlar la temperatura y humedad de las bóvedas. Sin embargo, ninguno de esos pedidos fue respondido por las autoridades del INCAA.

Madedo asumió sus funciones en la Cinain a principios de 2017, nombrado por el entonces presidente del INCAA, Alejandro Cacetta, nada menos que 60 años después de que la Ley de Cine de 1957 declarara necesaria la creación de una cinemateca. La designación de Madedo, que contó con el aval de las asociaciones de productores, directores, el Museo del Cine Pablo C. Ducrós Hicken, el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina y la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, fue celebrada en el ámbito cinematográfico ya que ponía finalmente en funcionamiento el organismo público autárquico que debe preservar el material audiovisual argentino. Lamentablemente, poco más de un año después, el funcionario presentó su renuncia motivado por múltiples razones. Entre ellas figura su sorpresa ante una resolución del INCAA (la 1441/2018, dictada el 5 de septiembre pasado), por la cual las autoridades se habrían tomado atribuciones que no tienen, interfiriendo en la autonomía de la Cinain y designando a Madedo en una función de “asistencia a las autoridades del Instituto, bajo la órbita de la Gerencia General”, cuando en realidad la cinemateca y su delegado sólo deberían responder a la Secretaría de Cultura de la Nación.

“Mi decisión obedece a una coherencia ética e ideológica, y al respeto por los Derechos Humanos y Culturales, que siempre he intentado sostener en mi vida pública y privada. Los motivos que sostienen mi decisión son totalmente ajenos a mi deseo y al entusiasmo que me produce llevar adelante la función que me fuera encomendada”, aseguró Madedo.

Frente a las razones de Aramburu para solicitarle la renuncia, Madedo sostuvo que “lo expresado contraría gravemente la Ley 25.119, que establece la naturaleza jurídica de Cinain como un ente autárquico y autónomo que actúa dentro de la órbita de la Secretaría de Cultura de la Nación. Y que como autoridad de Cinain no debía ni podía solicitar autorización alguna, siendo mi deber y función promover la formación e intercambio de estudiantes y profesionales del ámbito de la investigación y preservación de las películas”. Además, aclaró que se negó a prestar su firma a la conformidad de esa factura debido “a incongruencias en la documentación y falta de información sobre el procedimiento administrativo adoptado, lo que le resta transparencia al procedimiento”.

Madedo recordó que a comienzos de 2017 solicitó la compra de un escáner de archivo para films de 16 y 35 milímetros “para destinarlo a tareas de restauración digital que pudieran hacer volver a los públicos nuestras películas, proveyendo de contenidos a la plataforma y canal Cine.ar y a las pantallas de los cines de todo el país y el exterior. Dicho escáner no sólo no fue gestionado, sino que en el supuesto de haber atendido mi solicitud en tiempo y forma su valor hubiera sido cerca de diez millones de pesos menos que al día de hoy, debido a la cotización de la moneda extranjera. Morosidad administrativa que constituye una pérdida de dinero público importante”, se lamentó.

“Dado que la solución de los problemas anteriormente planteados está fuera de mi competencia funcional, que me encuentro designado en una función para la cual no fui convocado ni propuesto y que los hechos indicados resultan contrarios a mis convicciones personales y al estricto respeto por los derechos humanos, culturales y a la ética profesional –núcleo sustancial de mi conducta– renuncio al cargo que desempeño”, escribió Madedo.

Sr. Presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA)
Lima 319, C.A.B.A.
S____/____D
De mi consideración:

Tengo el agrado de dirigirme a Ud. A fin de presentar mi renuncia a la designación en ese instituto a su cargo efectuada mediante Resolución Nº 1441/2018.

Quiero dejar constancia que no renuncio al cargo de Delegado Organizador de la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN), dado que en ese caso debería dirigirme al Sr. Secretario de Cultura de la Nación, puesto que se trata de un organismo que funciona en esa órbita, lo hago hacia Ud. toda vez que por Resolución 1441/2018/INCAA tomó la decisión de dejar sin efecto la Resolución 1662/2016/INCAA y modificatorias en la que se me designara en el cargo de Delegado Organizador de CINAIN.

Para mi sorpresa, el día 8 de octubre del corriente, tomé conocimiento de que esa resolución había sido dictada el 5 de septiembre y que a partir del 21 de agosto debía cumplir funciones de “asistencia a las autoridades del Instituto, en el marco de las responsabilidades conferidas en los artículos 11 y 12 de la Ley Nº 25.119, bajo la órbita de la Gerencia General del INCAA” (Art. 3º Res. 1441/2018/INCAA).

Los motivos que sostienen mi decisión de renunciar son totalmente ajenos a mi deseo y al entusiasmo que me produce llevar adelante la función que me fuera encomendada, muy orgullosamente asumí mi cargo de Delegado Organizador resultado de una designación del ex Presidente de INCAA, Alejandro Cacetta, a propuesta unánime de las asociaciones de productores, directores, el Museo del Cine de la Ciudad, el Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas y del Sr. Luis Puenzo que participó sin representar a ninguna institución. Mi decisión obedece a una coherencia ética e ideológica, y al respeto por los Derechos Humanos y Culturales, que siempre he intentado sostener en mi vida pública y privada.

En reunión citada por el Gerente General Juan García Aramburu, el día 8 de octubre 2018, éste me solicita la renuncia y me informa las causales de tal pedido:

1- Que las autoridades de INCAA consideran que CINAIN depende de INCAA y que CINAIN no es un organismo autárquico;

2- Que INCAA no me había dado autorización para la creación de la Diplomatura en Preservación y Restauración Audiovisual (DiPRA) y que no estaban de acuerdo con la existencia de la misma;

3- El “ruido” (sic) que habría provocado mi negativa a conformar una factura presentada en el expediente que tramita la digitalización de La Hora de los Hornos - Parte 1.

Ante estas causales respondí lo siguiente:
1- Que lo expresado contraría gravemente la Ley Nº 25.119, que en su artículo 1º establece la naturaleza jurídica de CINAIN como un ente autárquico y autónomo que actúa dentro de la órbita de la Secretaría de Cultura de la Nación;

2- Que atento a las facultades conferidas en el art. 12 del Decreto 1209/2010 como autoridad de CINAIN no debía ni podía solicitar autorización alguna, máxime siendo que la Ley Nº 25.119 establece como deber y función de CINAIN “Promover la formación e intercambio de estudiantes y profesionales del ámbito de la investigación y preservación de las películas con instituciones análoga del país y del exterior” (inc. e Art. 3º Ley 25.119). En éste aspecto dable es destacar que resulta curiosa la circunstancia que el Sr. Vicepresidente de INCAA Fernando Juan Lima me haya acompañado en la presentación de dicha Diplomatura en una mesa realizada en el último BAFICI, en donde no señaló estar en desacuerdo con su creación, sino todo lo contrario.

3- Que mi negativa a prestar mi firma se debió a incongruencias en la documentación y falta de información sobre el procedimiento administrativo adoptado, lo que le resta transparencia al procedimiento y, por lo expuesto, no me permitió dar tal conformidad en ejercicio de mi competencia funcional y ética.


Teniendo conocimiento de la Res. 1441/2018/INCAA y de acuerdo a lo expuesto, entiendo que el espíritu de las autoridades de INCAA es contrario a la Ley 25.119 y a su decreto reglamentario y el “ruido” que ha provocado que no haya prestado mi firma para la conformidad de una factura se presenta como una falta de transparencia contraria a la ética pública.

Asimismo he tramitado reiterados e incansables requerimientos, notas e informes para que INCAA provea los fondos necesarios a los fines de que CINAIN pudiera contar con bóvedas de seguridad para las películas en soporte nitrato.

Se trata de insistentes pedidos urgentes por peligro de incendio del depósito de la calle Ensenada, la pérdida del material fílmico y el riesgo de vida de las personas; solicitudes vinculadas a la adquisición de bóvedas de Nitrato con especial mención para que el expediente sea tramitado de forma URGENTE en múltiples ocasiones; he presentado informes del preocupante estado de los nitratos; he presentado propuestas gestionadas ante AABE respecto de terrenos para la ubicación de dichas bóvedas que fueron desconsideradas y hasta una posibilidad de acuerdo con Radio Televisión Argentina para el otorgamiento de un espacio para el alojamiento de dichas bóvedas, que tampoco tuvo su interés.

No sólo los pedidos no fueron respondidos, sino que curiosamente, el expediente Nº 7314/2017 por el que tramita la adquisición de bóvedas de nitrato en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, no es hallado en ninguna de las gerencias en las que tramitó, lo que me llevó a solicitar repetidamente su localización, porque pareciera haberse extraviado. Considérese que se trata de un expediente papel de dos cuerpos con más de 200 fojas.

Sr. Presidente, sepa que es un agravio para el Cine Nacional y el Patrimonio Cultural de nuestro país que estas bóvedas de conservación no hayan sido adquiridas ni tramitadas de forma urgente, siendo que el gasto que al erario público pudiera ocasionarle es inferior a la suma de la compra de un pato inflable –lo que es de público conocimiento- y ello sin considerar la obra artística ni su función social, sino estrictamente lo que concierne a las prioridades de gestión. Es prioritario porque las películas en soporte nitrato se encuentran sometidas a constantes cambios de temperatura y humedad en un depósito sin habilitación alguna y con un sistema de aire acondicionado que estuvo varios meses sin funcionar. El nitrato al ser sometido a estas variantes bruscas de temperatura y humedad –muy características de Buenos Aires- pueden entrar en autocombustión y generar explosiones. Es por ello que en normas y estándares internacionales de la materia se trata a estas películas bajo la Ley de Explosivos de cada país. He manifestado expresamente esta circunstancia en el expediente Nº 7314/2017 destacando su gravedad dado que no se trata de cualquier material, sino de un material que en todo el mundo es tratado como explosivo, menos en Argentina, por lo que destinar recursos para patos inflables desatendiendo estas situaciones riesgosas que son urgentes y significan velar por el Patrimonio Cultural y la vida de las personas -tanto de los trabajadores como de quienes son vecinos linderos al depósito de la calle Ensenada- no es una cuestión menor.

Con la intención de cumplir con estas normas internacionales de seguridad y de tratamiento de los materiales fílmicos también he solicitado la adquisición de un kit de seguridad (Exp. 8698/2017), adquisición de materiales de trabajo como lo son guantes y máscaras para que los trabajadores no respiren los gases nocivos que emanan los materiales fílmicos por su descomposición (Exp. 8656/2017), la adquisición de una matriz para la inyección de latas plásticas de conservación (Exp. 8686/2017); la adquisición de dos deshumidificadores portátiles para mejorar las condiciones ambientales del depósito de Ensenada (Exp. 8703/2017); la adquisición de un datalogger para la medición constante de temperatura y humedad a los fines de llevar un control de las bóvedas (Exp. 8704/2017), todas solicitudes que no han tenido una respuesta favorable.

Es preciso señalar que los circuitos administrativos y financieros no pueden alterar derechos de los trabajadores ni poner en riesgo nuestro patrimonio fílmico nacional.

Asimismo a comienzos de 2017 solicité la compra de un escáner de archivo para películas de distinto formato tanto 16 como 35mm y otros, para destinarlo a tareas de restauración digital que pudieran hacer volver a los públicos nuestras películas, proveyendo de contenidos a la plataforma y canal Cine.ar y a las pantallas de los cines de todo el país y el exterior en acuerdos con otras cinematecas. Dicho escáner no sólo no fue gestionado, sino que en el supuesto de haber atendido mi solicitud en tiempo y forma su valor hubiera sido cerca de diez millones de pesos menos que al día de hoy, debido a la cotización de la moneda extranjera. Morosidad administrativa que constituye una pérdida de dinero público importante.

La Ley 25.119 previó en el art. 5º de la Ley 25.119 los recursos propios de CINAIN, sin lugar a dudas a fin de que estas dilaciones administrativas y prioridades de gestión de INCAA no impidan el adecuado funcionamiento de la Cinemateca, lamentablemente esta manda legal no tuvo operatividad en la administración a su cargo.

Tampoco las películas han pasado a estar bajo administración de CINAIN siendo que fue oportunamente solicitado -conforme el art. 7º de la Ley 25.119- a través del expediente Nº 130/2017, en el que se ordena a INCAA entregar bajo inventario y descripción de estado de conservación su acervo audiovisual.

Durante el ejercicio de mi función de Delegado Organizador de la CINAIN – Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional he cumplido con lo normado en el art. 3º del Decreto 1209/2010 llamando a las instituciones audiovisuales para la conformación del CONSEJO ASESOR y he organizado un padrón a los fines de continuar con la constitución de este órgano político. El interés del sector audiovisual en la puesta en funciones de CINAIN quedó demostrado en las más de 50 instituciones de todo el país que se presentaron en dicha convocatoria. Sin embargo, para la continuidad de tal tarea se volvió indispensable la aprobación de la estructura organizativa del Organismo a los fines de que los actos administrativos que pudiera dictar en ejercicio de mis facultades no se consideraran nulos por carecer de servicio jurídico. Inútiles fueron mis intenciones de que el servicio jurídico del ex Ministerio de Cultura y actual Secretaría de Cultura lo hiciera como servicio de apoyo prestado al nuevo organismo, ni tampoco las peticiones que realizara y que tramitaran en dos expedientes –atento el paso del tiempo- primero en papel y luego electrónico, que acorde al art. 2º del Decreto 1209/2010 prevé la colaboración de INCAA para dicha tarea, pero tampoco el organismo a su cargo colaboró en el diseño del organigrama de CINAIN.

He trabajado de lunes a lunes, cumpliendo todo tipo de tareas con el entusiasmo de que nuestra cinemateca nacional diera sus primeros pasos. Di cumplimiento a los art. 6º de la Ley Nº 25.119 y el art. 6º del Decreto Nº 1209/2010 reglamentando el depósito legal que allí se ordena. El art. 4º realizando campañas de concientización sobre la preservación del patrimonio audiovisual a través de distintos medios, charlas, jornadas, conferencias y especialmente una campaña con un corto institucional que fue producido sin presupuesto de su administración gracias a la gestión del organismo a mi cargo. Tal fue el compromiso que hasta las manos que aparecen en ese spot son las mías. Agradezco especialmente a la Sra. Norma Aleandro por haber colaborado con CINAIN en esta campaña pública de concientización poniéndole voz a la cruda realidad de nuestro patrimonio fílmico: casi la totalidad del cine mudo y más de la mitad del cine sonoro está perdido.

Habíamos comenzado a cumplir con la recuperación de películas que van desde filmes inéditos como la primera película sobre Sarmiento de 1941 “La vida del gran Sarmiento”, dada por perdida hasta entonces, o hasta la recuperación y restauración de forma conjunta con el Teatro Nacional Cervantes de la película que completa la filmografía de Alberto Fischerman como es “La pieza de Franz”; la difusión del cine a nivel local en las funciones realizadas en ENERC con presentaciones en fílmico sosteniendo al historiador y coleccionista Fernando Martín Peña en sus funciones, siendo que su administración lo había desvinculado de la importante tarea social y cultural que cumplía; los intercambios realizados con Cinematecas del exterior del país como la importante Cineteca Mexicana, o la Cineteca de Chile; el estreno de películas como el único filme de Latinoamérica dirigido por una mujer precandidato a los Premios Oscars como “Medea” de Alexandra Latishev, que pudo verse a nivel local gracias a CINAIN de forma libre y gratuita producto del desinterés que tuvo el mercado en exhibirla; la presentación en conjunto con Fundación Cinemateca Argentina de “La Hora de los Hornos” en la Sala Lugones y en ENERC, entre otras actividades con instituciones de importancia como ADF o Acción Mujeres del Cine; las exhibiciones realizadas de objetos pre-cinematográficos y de experiencias post-cinematográficas, cumpliendo con otra de las funciones atribuidas por ley como es la exhibición de muestras de experimentación audiovisual que fuera destacada como la primera vez que se realiza una exposición de esta índole en una institución audiovisual; la creación de la primera carrera de preservación audiovisual de Latinoamérica DiPRA (Diplomatura en Preservación y Restauración Audiovisual) junto a la UBA (la universidad más importante de Latinoamérica en el ranking mundial) con una formación de calidad y gratuita, el intercambio con estudiantes con cinematecas del exterior como lo son las importantes Cinemateca de México o Cinemateca Brasileira, en la que se han inscripto cerca de 500 estudiantes demostrando la necesidad de políticas públicas en esta materia; y las vinculaciones institucionales locales con el Archivo General de la Nación, el Museo del Cine de la Ciudad, el Archivo Histórico RTA, coordinando por primera vez políticas en conjunto de preservación audiovisual; la realización de la escuela de restauración de la FIAF (Federación Internacional de Archivos Fílmicos) y Cineteca di Bologna, apoyada por The Film Foundation la fundación de Martin Scorsese; con FIAF nos encontrábamos asimismo colaborando en la traducción al español del Manual de Catalogación, herramienta indispensable para la organización del catálogo de cine nacional; además de esta importante vinculación internacional, CINAIN se encontraba inscripta en AMIA (Association of Moving Image Archivists), y recibimos hace pocas semanas a su Presidente que brindó una importante conferencia sobre restauración audiovisual; hemos celebrado por primera vez en nuestro país y de manera oficial junto a UNESCO el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual, realizando la entrega de una distinción anual al reconocimiento de personalidades o instituciones que hayan contribuido a la preservación audiovisual; habíamos comenzado a trabajar en la puesta a consulta del archivo audiovisual para investigadores y público en general como así también la generación de un catálogo anual de nuestro acervo audiovisual; promoví la difusión del acervo audiovisual y de la preservación audiovisual en el interior del país, a través de muestras y charlas, y en el exterior del país a través de distintas presentaciones realizadas en festivales internacionales y en cinematecas como en Paraguay, Estados Unidos, Italia, Francia, y estaban previstas exhibiciones en España y en Chile; en un acuerdo con la Cinémathèque française en el marco del programa pedagógico Cine cien años de juventud / Cinéma Cent Ans Jeunesse, implementado en Argentina por Cero en conducta junto a CINAIN se realizaron cortometrajes por alumnos de Santa Fe y Chaco que fueron presentadas en la cinemateca francesa por los niños y adolescentes realizadores, compartiendo diálogo con los participantes provenientes de todo el mundo como así también con importantes intercambios con los "padrinos" del programa como Agnès Varda, Guillaume Brac y Nobuhiro Suwa, llevando adelante un trabajo de relevancia en la formación de jóvenes espectadores; entre otras tantas actividades que se enmarcan en el cumplimiento de los deberes y funciones de la Ley Nº 25.119 y su decreto reglamentario.

Dado que la solución de los problemas anteriormente planteados está fuera de mi competencia funcional, que me encuentro designado en una función para la cual no fui convocado ni propuesto por las instituciones señaladas en el segundo párrafo de este escrito, y que los hechos indicados resultan contrarios a mis convicciones personales y al estricto respeto por los derechos humanos, culturales y a la ética profesional -núcleo sustancial de mi conducta- renuncio al cargo que desempeño.

Quiero agradecer a quienes aceptaron mi invitación para formar parte de la Comisión Asesora para la Salvaguardia del Patrimonio Audiovisual: Gonzalo AGUILAR, Norma ALEANDRO, Juan José CAMPANELLA, Marcela CASSINELLI, Edgardo COZARINSKY, Paula FÉLIX-DIDIER, Félix MONTI, Luis PUENZO, Fernando SOLANAS y Élida STANTIC, comisión que –a mi pesar- no fuera aprobada por Resolución CINAIN (dado que no contaba con los servicios de apoyo necesarios) ni por el entonces Ministerio de Cultura de la Nación, sino por el INCAA, cuyo Presidente carece de competencia para emitir actos administrativos de CINAIN, razón por la cual la constitución y puesta en marcha de la Comisión de referencia se tornó inviable. Asimismo quiero agradecer al Sr. Ricardo MANETTI quien formaba parte de dicha comisión pero que cuestiones de índole personal consideradas por el Gerente General Juan García Aramburu, prevalecieron sobre el interés público y vedaron su merecida participación.

Asimismo quiero agradecer muy especialmente a todas/os los trabajadores del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y del ex Ministerio de Cultura de la Nación, por la colaboración y confianza prestada durante el tiempo en que desarrollamos una intensa y apasionante labor en beneficio del Patrimonio Audiovisual.

Saludo a Usted con la consideración más distinguida.
Fernando Madedo
DNI 29.696.828

30 mil películas en peligro
En diálogo con Susana Reinoso del diario Clarín Madeo habló de todo lo que ha reclamado sin suerte. Lo más alarmante, la compra de bóvedas de conservación para el archivo fílmico en nitrato es considerado “un explosivo” en todo el mundo, menos en la Argentina, donde hay -explicó- "30 mil películas en un depósito" sin medidas de seguridad, con un archivo en papel del INCAA, en el barrio de Floresta, con el peligro de que se convierta en otro Iron Mountain”.
Fuentes: PáginaI12, Otros Cines, Clarín

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