Unas 10 toneladas de peces murieron este sábado en la escala de transferencia de peces de la represa Yacyretá. El fin de semana se suspendió el ingreso de turistas a la zona de obras de la hidroeléctrica Yacyretá. No obstante, un grupo de argentinos habría ingresado el sábado a la mañana y vieron la terrible mortandad, posteriormente se prohibió la entrada a los turistas.
Funcionarios de la entidad dijeron que la suspensión obedece a trabajos de mantenimiento en el sistema de cableado de la oficina de RR.PP. del ente energético y que el otro fin de semana se normalizaría el ingreso de turistas a la zona.
Sin embargo, la suspensión del ingreso de turistas sería parte del plan para ocultar el grave atentado perpetrado a la ecología en la represa. El jefe técnico del ente, Oscar Ruiz Díaz, aún no ha dado respuestas. Ningún funcionario oficialmente quiso brindar datos sobre lo sucedido. Un hermetismo total sobre el caso había el fin de semana en la binacional.
En el 2001 ya se había registrado una mortandad similar. La causa sería una nueva negligencia técnica.
En el 2001 ya se había registrado una mortandad (unas 70 toneladas) de peces en el vano N: 18. El entonces director de la EBY, Walter Reiser, había reconocido el ecocidio y se abrió una causa penal que culminó en el “oparei”
Según funcionarios del área técnica, quienes prefieren escudarse en el anonimato por temor a ser despedidos, refirieron que el hecho se produjo el sábado a la madrugada, cuando los operarios del ente dejaron funcionar en “automático” la reja del sistema de transferencia de peces que se utiliza para empujar a los peces migratorios y subirlos al tanque del ascensor (una especie de brete) que los lleva aguas arriba.
Siempre según nuestras fuentes, la reja tuvo un des- perfecto técnico y dejó atrapada a una gran cantidad de especies ictícolas y habrían muerto en el lugar tanta cantidad (unas 10 toneladas) por la falta de oxígeno.
Durante todo el sábado y ayer los funcionarios de mantenimiento y operación de la central (argentinos y paraguayos) estuvieron realizando los trabajos de limpieza, extrayendo del túnel aproximadamente diez toneladas de peces, en su mayoría surubíes, especie que por su naturaleza aparece más en horas de la noche, por eso se presume que fue la más perjudicada.
La falla técnica se habría producido debido a la falta de mantenimiento en el sistema de transferencia y la utilización de repuestos obsoletos y de mala calidad comprados en las ferreterías locales, según precisaron nuestras fuentes.