Por: Alex Anfruns
Desde hace una década, Bolivia ha realizado extraordinarios logros, como haber cumplido las Metas de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible sobre la cobertura del agua. A pesar de ello, esas informaciones que podrían dar esperanza a los pueblos del mundo, son sometidas a una censura mediática sin fisuras por los medios dominantes latinoamericanos y europeos. No sólo eso, sino que las campañas mediáticas le desinforman continuamente, y diabolizan a los lideres del Sur que desobedecen al imperio. Hemos entrevistado a Claudia Espinoza, ex viceministra de Políticas Comunicacionales del Estado Plurinacional de Bolivia, para preguntarle cómo los pueblos pueden defender su derecho a la información, entendida como uno de los pilares básicos de la emancipación en las sociedades democráticas.
¿Cuál es su balance personal en el ámbito de la comunicación durante el mandato que ejerció entre 2012 y 2016 ?
Cuando tomé posesión de mi cargo como viceministra de Políticas Comunicacionales, el Estado carecía de políticas comunicacionales que contribuyeran a educar y formar a la población. También se advirtió que los recursos económicos destinados a comunicación eran distribuidos a pocos medios de comunicación concentrados. Por otro lado, se vio la falta de modernización de la comunicación, un retraso tecnológico muy acentuado.
Durante nuestro mandato, junto a la Ministra de Comunicación Amanda Dávila, se avanzó en esos tres ámbitos: crear políticas de comunicación como la democratización de la publicidad gubernamental llegando a más de 600 medios, periodistas, medios digitales, entre otros; se creó el monitoreo de medios de comunicación y su cumplimiento de las leyes sociales que protegen derechos humanos, realizando también campañas educativas y sancionando a medios que incumplían su obligatoriedad.
También se modernizó el Ministerio de Comunicación en el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información (TICs), capacitando a varios medios de comunicación y sectores sociales en su uso.
La cultura dominante reproduce prejuicios y esquemas de pensamiento eurocéntricos. Una de sus consecuencias es la cultura de la banalización de la violencia, y en particular la violencia contra las mujeres. Para combatir esa situación, según usted ¿Qué importancia tienen las campañas de sensibilización y el acceso a la información a un público amplio?
Son fundamentales. La violencia tiene un carácter estructural e histórico, por tanto los Estados como el Estado Plurinacional de Bolivia tiene la obligación de realizar campañas sistemáticas y permanente, en cumplimiento a la Constitución Política del Estado y las leyes vigentes. Esto implica usar todos los medios de comunicación, incluidas las TICs (tecnologías de la información y la comunicación), respetar los idiomas originarios y también desarrollar procesos comunicacionales interpersonales.
Respecto al periodo precedente, antes del gobierno de Evo Morales ¿Cómo definiría actualmente la situación de la comunicación nacional y también la descolonización cultural ? y ¿Qué desafíos están pendientes?
La comunicación en el neoliberalismo tenía únicamente un carácter mercantil. El Estado no asumía ninguna responsabilidad en la comunicación de la sociedad, en su importancia y en su impacto.
Con Evo Morales se han dado pasos históricos, inéditos, empezando por reconocer el derecho a la comunicación y la información en la Constitución Política y las demás normas que incluyen el accionar de los medios de comunicación y la sanción a los mismos.
Aún es necesario revisar algunas normas y ajustar reglamentos, procedimientos para seguir avanzando en la descolonización cultural que es un proceso largo y difícil, apenas llevamos 11 años.
Recientemente hemos podido observar cómo grandes lideres de Nuestra América en el siglo XXI como Cristina Kirchner, Lula Da Silva o Dilma Roussef han sido objeto de campañas de desprestigio muy fuertes por parte de grandes monopolios mediáticos (Clarín, Globo…). El presidente Evo Morales también ha recibido ataques similares. ¿Qué puede decirnos al respecto?
La oposición nacional e internacional de forma articulada ha aplicado distintas estrategias de desprestigio y descrédito contra el Presidente Evo Morales, enmarcadas en lo que se llama la Guerra de Cuarta Generación, para lo cual usa a los medios de comunicación y redes sociales.
Han explorado el filón del racismo y la discriminación para afectar su credibilidad. Pero en lo que concierne a la gestión pública , el Presidente no tiene una sola acusación sustentada.
¿Qué ejemplos de campañas mediáticas destacaría? ¿Cómo hace frente a esos ataques el gobierno del MAS (Movimiento al Socialismo)?
Los casos más emblemáticos fueron el Fondo Indígena y el caso Zapata. El primero fue un caso de malversación de fondos del Estado, de recursos que estaban destinados a organizaciones sociales. En los casos detectados se está enjuiciando a los responsables. El segundo fue la historia de una mujer que mintió acerca de un supuesto hijo del Presidente. Ambos temas fueron ampliamente utilizados por los medios para atacar el gobierno del MAS.
Aparte de denunciar públicamente a los mismos periodistas y medios de comunicación que mienten, el Gobierno ha iniciado algunos procesos judiciales que han tenido un resultado justo, dando la razón al Presidente.
Según Emmanuel Colombié, responsable de la oficina latinoamericana de “Reporteros Sin Fronteras”: “Los periodistas (en Bolivia) se enfrentan a un Estado fuerte y determinado, que intenta acallar las voces disidentes. De modo que la principal amenaza contra la libertad de la prensa es el Estado” ¿Qué respondería a estas declaraciones?
En varias ocasiones se ha demostrado que en Bolivia la libertad de expresión es irrestricta. Primero porque está consagrada en la Constitución Política del estado; segundo porque los casos de infamias, insultos, manipulación presentes día a día en los medios, no fueron censurados de ninguna manera; no existe ningún medio que haya sido clausurado en la gestión de Evo; tampoco hubo periodistas detenidos.
¿ Qué importancia tiene para el gobierno del MAS el desarrollo de un modelo de comunicación contrahegemónico, ya sea a través de las redes de comunicación comunitarias o populares?
Tiene una importancia vital, porque el MAS nace en la práctica de esos medios comunitarios y populares. Al inicio de su gobierno, el Presidente Evo dotó de radios comunitarias a algunas organizaciones sociales para el ejercicio de su derecho a la comunicación. El satélite Tupak Katari responde a la prioridad de dotar de tecnología a las áreas rurales donde hoy acceden a la televisión satelital y el internet.
¿Según usted, qué revelan los ataques hacia TeleSur por parte de la derecha latinoamericana?
Es parte de la estrategia imperial de acallar la voz de los pueblos. Telesur juega un rol fundamental en el mundo de las comunicaciones, constituyéndose el único medio en mostrar la otra cara de la realidad latinoamericana y de mostrar el otro mundo a Latinoamérica desde todos los continentes.
¿Como pueden los pueblos de Nuestra América reforzar esa herramienta de integración regional?
Donde todavía quedan gobiernos progresistas, es necesario que institucionalicen a Telesur como un derecho democrático de los pueblos. Para reforzar esa herramienta los pueblos deben ser más participativos, multiplicar su difusión en las Redes sociales y acompañar sus campañas permanentes.
Fuente: Le Journal de Notre Amérique, Investig’Action