El funcionario cordobés defiende el objetivo de dar internet a más ciudades, aunque asegura que mantendrá el desarrollo satelital
Por: Florencia Ballarino
Del lanzamiento de dos satélites al espacio al tendido de fibra óptica. Tras el primer año de gestión macrista, la empresa estatal de telecomunicaciones Arsat parece virar en sus objetivos. “Hoy la prioridad es el Plan Federal de Internet”, le aseguró a Perfil Rodrigo de Loredo, su presidente. “Nosotros ratificamos cada una de las unidades de la empresa: Arsat-3, la televisión digital abierta, el data center; pero la prioridad es achicar la brecha digital, un grave problema que tiene la Argentina”, agregó.
Para el funcionario cordobés, yerno del ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, se debe cambiar el paradigma que se tenía de una empresa con “una visión muy chauvinista” por una que busque ser una herramienta de transformación al servicio del ciudadano. En ese sentido, remarcó que pasaron de 6.500 kilómetros de tendido de fibra óptica a concretar 17.500 y de conectar 17 localidades del interior del país, a 153, y terminarán 2016 con 180.
“El acceso a internet es hoy a nuestro juicio un bien de infraestructura básico. En Argentina, el promedio de consumo es de dos o tres megas, pero en las grandes ciudades como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba oscila entre el 10 y 15, y en el interior es un mega. Es una verdadera barrera. Lo mismo que el precio. Hemos logrado desmoronar el valor del mega mayorista. Donde llegó Arsat, el precio del mega mayorista cayó de entre US$ 70 y US$ 200 a US$ 18”.
Inversión. A un año de asumir la presidencia de Arsat, De Loredo manifestó que el balance es positivo. “La gestión pasada terminó con un déficit de $ 250 millones, nosotros este año terminamos con un número positivo de $ 30 millones. Esta es una empresa que estaba habituada a recibir aportes del Tesoro en montos elevados, en promedio $ 3 mil millones por año. En 2016 Arsat no recibió aportes del Tesoro. Sí recibimos $ 1.300 millones del Fondo Fiduciario del Servicio Universal destinado pura y exclusivamente al Plan Federal de Internet. Arsat hoy no le pide un peso al ciudadano argentino”.
Para el funcionario cordobés, estos números fueron posibles por una actitud más agresiva desde lo comercial. “En materia satelital, Arsat-2 es uno de los ingresos que más impactó, porque tenía una ocupación del 0% y hoy tenemos del 38%. Con el plan de conectar las escuelas del norte, vamos a llegar al 52% de ocupación del Arsat-2 en seis meses. Cuando nosotros llegamos todavía no se habían comenzado a activar los permisos para comercializar el satélite afuera de la Argentina. Nosotros iniciamos ese trámite y logramos que nos autorizaran en Estados Unidos, Canadá y Paraguay”, aseguró.
Pero al mismo tiempo el Gobierno también habilitó a satélites extranjeros a operar en la Argentina...
El Ministerio de Comunicaciones resolvió una mora administrativa en función de acuerdos de reciprocidad ya firmados, mal que le pese a Arsat. Difícilmente podamos pretender vender nuestros servicios en el exterior sin pretender que ellos puedan vender sus servicios acá. En esta nueva realidad estamos exigidos a ser una empresa muy competitiva y que ofrezca valores de megahertz más bajo. Eso forzó una caída del valor del MHz. Estamos en condiciones de ofrecer mejor oferta que los satélites privados autorizados.
¿Existe una política de cielos abiertos satelitales?
No, una política de cielos abiertos es la que tiene Chile. Nosotros podemos vender en Chile, no hace falta el landing right en ese país. Argentina no tiene una política de cielos abiertos, tiene una política de convenios de reciprocidad. Permite ingresar al mercado si vos permitís ingresar al tuyo. De hecho, Arsat hizo presentaciones ante el ente regulador pidiendo que tome acciones de una empresa (Hispasat) porque comercializaba sin autorizaciones de landing, en forma ilegal.
En busca de inversiones privadas
La gestión anterior había previsto el lanzamiento del satélite Arsat-3 para 2019. De Loredo le confirmó a Perfil que, aunque el proyecto está convalidado, aún no tiene fecha de ejecución, y que para su desarrollo están buscando un socio privado. “Arsat-3 es una buena misión y queremos darle continuidad. Creemos que existe una oportunidad ya que hay una demanda insatisfecha de Banda Ka”, sostuvo el funcionario cordobés. “Pero nos hemos autoobligado a lanzar un tercer satélite sin pedir aportes del Tesoro, sin endeudar al Tesoro con créditos blandos que son un bien escaso y que están siendo disputados en su uso por otros proyectos de infraestructura básica”, aclaró. Para el presidente de la empresa estatal, lo ideal sería encontrar un socio privado que quiera precomprar la capacidad del satélite o participar en el capex del lanzamiento. En este sentido, aseguró que ya han mantenido conversaciones con operadores privados y con países de la región pero es un proceso que lleva tiempo.
Fuente: Diario Perfil