El periodista de La Nación, Hugo Alconada Mon, ante el "ruido" generado durante las primeras horas de publicación de "The Panamá Papers", realizó algunas aclaraciones:
1. Los únicos medios de la Argentina que analizaron el material durante el último año fueron La Nación y Canal 13 (y sólo Canal 13, no el diario Clarín, ni Radio Mitre).
2. Todos los demás medios argentinos, aunque no consignen el crédito, levantan el material que publica La Nación, Canal 13 o que circula por Internet.
3. ¿Qué circula en Internet? El material que subieron otros medios convocados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) en inglés, para analizar el material.
4. La investigación comenzó hace un año, cuando un grupo de periodistas nos reunimos en la redacción del Süddeutsche Zeitung, en Munich. Entre otros, profesionales de The Guardian, Le Monde, Miami Herald, L'Espresso, BBC, La Nación, Canal 13 y algunos pocos más. (Ya sobre el final del proyecto, éramos 370 periodistas de más de 100 medios de todas partes del mundo)
5. La información es inmensa: unos 11,5 millones de documentos internos de Mossack Fonseca, la mayor empresa creadora de sociedades fantasma en paraísos fiscales de todo el mundo. Equivale a 46 veces el material disponible en Wikileaks.
6. Analizar el material consumió meses. Sólo en la Argentina combinó los esfuerzos de Mariel Fitz Patrick (por Canal 13), Iván Ruiz, Maia Jastreblansky, Ricardo Brom y Romina Colman, entre otros (por La Nación).
7. ¿Por qué hay material que sale en otros países antes que en la Argentina y viceversa? Porque resulta de interés periodístico en varios países. ¿Un ejemplo? El diario inglés The Guardian empezó por el premier ruso, Vladimir Putin, porque la ruta del dinero pasaba por Londres. ¿Otro? El español El Confidencial optó por Lionel Messi porque, aunque argentino, afronta una acusación penal por presunta evasión del fisco español. ¿Otro más? ABC de Paraguay comenzó por el presunto pago de sobornos a dirigentes de la Conmebol, porque la sede de esa entidad es en Paraguay.
8. ¿Las publicaciones ya están planificadas? Sí y no. Dado que el lanzamiento mundial se acordó para el domingo 3 de abril por la tarde (hora argentina), La Nación decidió comenzar con una publicación general en su website, detallando hallazgos generales y un anticipo de los principales argentinos involucrados. La idea era empezar a publicar material más profundo en la edición papel del lunes sobre el Presidente Mauricio Macri y, también, Messi. Pero en la era de Internet, las revelaciones de otros medios, como El Confidencial, nos obligaron a adelantar el material completo sobre Messi, mientras que la Casa Rosada difundía un comunicado con su posición y también nos obligó a reformular nuestra cobertura.
9. ¿Cuántos días se publicará material? Dependerá de múltiples factores. El primero, el interés de la audiencia; también, la competencia con otros temas calientes (y hay varias coberturas calientes ya en marcha o por comenzar), entre otros.
10. ¿Se difundirá la información completa vía Internet? Esa es una decisión que depende sólo de ICIJ y del Süddeutsche Zeitung, al punto que todos los periodistas que fuimos convocados a Munich firmamos un acuerdo de confidencialidad por el que NO podemos pasar esa información a otros periodistas o medios de comunicación, ni subirlos a Internet.
11. ¿Por qué esa reserva? Entre otros motivos, y al igual que ocurrió en Wikileaks o la filtración sobre las cuentas en Suiza del HSBC, hay información sensible. ¿De qué tipo? En Wikileaks, por ejemplo, aparecían los nombres reales y ficticios de agentes encubiertos de la DEA en operaciones contra el narcotráfico. Publicar esos cables quizá hubiera significado la muerte de esos agentes o, cuanto menos, el fin de los operativos. ¿Otro ejemplo? Difundir la lista completa de los titulares de cuentas bancarias en Suiza, sin importar si tenían montos bajos y no eran personajes públicos hubiera dado una lista de potenciales victimas a secuestradores y secuestradores virtuales. (Y prefiero bancarme acusaciones de supuesto "encubrimiento", que no es tal, que cargar con una potencial muerte o secuestro sobre mi conciencia).
12. ¿Por qué se publicó ahora este material y no antes? Porque el material es, reitero, Inmenso y tomó meses analizarlo (y aún no lo hemos terminado). Y porque para acceder a la info hay que firmo un acuerdo con ICIJ por el cual se determina que ICIJ fija la fecha de publicación mundial. Primero iba a ser el 15 de noviembre pasado (fecha por la que bregamos los argentinos dada la campaña electoral), pero la cantidad de material forzó la postergación a febrero, luego a marzo y, por último, a hoy, 3 de abril.
13. ¿Podíamos publicar algo antes? Sí y no. Como poder, podíamos. Pero hubiera significado violar un acuerdo de confidencialidad, romper la palabra acordada y convertirnos en parias del periodismo global. Al principio hubiéramos gozado de los frutos de corto plazo. Pero a la larga hubiéramos sufrido las consecuencias. Y, además, aún acelerando a fondo, mucho del material pudimos detectarlo y analizarlo durante las últimas semanas. Reitero: es Wikileaks multiplicado por 46: unos 2.6 terabytes de información. Y hay que encontrar las agujas en un pajar de 11,5 millones de documentos (si cada documento fuera de apenas 1 pàgina, y un 1 libro promedio es de 300 páginas, el equivalente a "peinar" 38.333 libros). Y reconstruir los rompecabezas.
14. ¿Debimos publicar antes la historia sobre Macri? Insisto y profundizo el punto 13: para acceder al material firmamos un acuerdo que estipuló que ICIJ definía la fecha de publicación mundial. Eso nos permitió organizarnos a todos los periodistas involucrados alrededor del orbe, aunque a veces resultó un "corset". Porque la fecha inicial era el 15 de noviembre (justo antes de la 2da vuelta electoral; fecha que queríamos los argentinos), pero luego se postergó y quedamos atados. Y no es la primera vez que nos pasa. Cuando analizábamos las cuentas del HSBC en Suiza, la AFIP de Ricardo Echegaray comenzó a difundir esa información de manera tergiversada y manipulada. Nosotros pedimos entonces poder adelantar nuestra publicación para revelar toda la información sobre el HSBC (no sólo lo que Echegaray manipulaba) y la respuesta que recibimos de ICIJ fue negativa. mantuvo la fecha de difusión mundial ya acordada y debimos esperar. Acá pasó algo similar. ¿Queríamos publicar antes? Sí. ¿Podíamos? No. ¿Habríamos publicado antes si en vez de una sociedad offshore vinculada a Macri hubiera aparecido una cuenta secreta de los Kirchner o de Daniel Scioli en plena campaña electoral? La respuesta es la misma: no.
15. Derecho de defensa: algunos se sorprenden que le "avisamos" a Macri sobre nuestra publicación. De hecho, llamamos a todos. También a Messi, al socio de Cristóbal, a Muñoz, a Grindetti, como así también a otros sobre los que aún no publicamos. Lo mismo hicieron todos los periodistas involucrados. Es una premisa de trabajo: antes de publicar se da la oportunidad al investigado de que explique lo que quiera explicar (o que no explique y ya). Lo mismo, en suma, que hago cada vez que escribo sobre alguien para La Nación en mis investigaciones diarias.
16. La otra sociedad de Macri: ahora salió a la luz otra sociedad de los Macri en Panamá, Kagemusha SA. Y ya vi algunos que criticaban que no hubiéramos publicado sobre esa firma. Simple: nosotros revisamos los 11,5 millones de documentos internos de Mossack Fonseca. Y esa sociedad no fue creada ni administrada ni tiene vínculo alguno con Mossack Fonseca. Ergo, no está dentro del material que revisamos durante meses porque se creó y administró por otro estudio.
17. Y en cuanto al comentario del corresponsal en Río de Janeiro del Süddeutsche Zeitung (que al parecer se sorprendió porque La Nación y Clarín fueron supuestamente suaves en su cobertura sobre la sociedad offshore de Macri, aunque él No tuvo acceso a la información de la redacción central del Zeitung y nosotros sí), sólo diré que lo mismo ocurrió con la sociedad Val de Loire. Los colegas del Zeitung estaban obsesionados con decir que pertenecía a Cristóbal López o, incluso, a los Kirchner. Al igual que sobre ciertos datos que surgían sobre Nevada y Lázaro Báez, que de inmediato querían pegar a los Kirchner. En ambos casos, nosotros les pusimos un freno a los colegas del Zeitung. Y fue necesario aclararlo varias veces. Si vamos a contar, contemos todo.
Fuente: Valijeros