Es Licenciada en Psicología en la Universidad Autónoma Metropolitana de México, con reválida en la Universidad Nacional de La Plata, y con estudios completos de Maestría en Política, Evaluación y Gerencia Social en FLACSO de Argentina.
Fue diputada nacional entre 2011 y 2015 y presidenta de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CoNaBiP) 2003 y 2011.
Ocupó los cargos de subsecretaria de la Gestión Pública y Subsecretaría del Menor en Provincia de Buenos Aires. Ejerció el cargo de docente en la Universidad de Buenos Aires y coordinadora de los Programas PNUD/ UNICRI Cooperación Italiana. Fue presidenta de la Fundación Pibes Unidos.
Como consultora independiente, trabajó en Uruguay, Chile, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Panamá y en Argentina, para UNICEF y el Instituto Interamericano del Niño de la OEA, con financiamiento del BID y del BM.
Es autora de varios libros y publicaciones especializadas. Ha sido y es miembro de organizaciones nacionales, regionales e internacionales vinculadas a sus intereses profesionales.
Su nombramiento trae alivio a los trabajadores de esa institución, que la conocen bien: Bianchi fue presidenta de CoNaBiP entre 2003 y 2011 y su labor resultó decisiva, en parte porque organizó el manual de procedimientos con que aún se rige la comisión. "Es quien consolida realmente la CoNaBiP moderna -dijo al diario La Nación Leandro de Sagastizábal, su antecesor en el cargo-. Conoce muchísimo el organismo. Es una excelente designación".
La opinión de De Sagastizábal es en general compartida por el universo federal de las bibliotecarios populares. Cuando dejó su cargo en 2011, Bianchi fue reemplazada por Ángela Signes (bibliotecaria y esposa de Oscar Parrilli), que había sido parte de la estructura organizativa de la institución como una de los cinco vocales. Con el triunfo de Cambiemos, Signes cedió su lugar a De Sagastizábal, cuya presidencia, pese a los recortes presupuestarios por parte de la Secretaría de Cultura en 2018 y 2019, fue elogiada por tirios y troyanos. De Sagastizábal hizo el traspaso el 10 del mes pasado al secretario de CoNaBiP, institución que debe considerarse un ejemplo de política cultural de largo plazo.
"Miles de voluntarios ponen en marcha cada día la rueda del acceso a la lectura, la información y la cultura, cuando cada biblioteca abre sus puertas movida por el impulso de quienes se ocupan de sostenerla", escribió Bianchi en un modélico informe de su gestión de ocho años, al retirarse de CoNaBiP para asumir su banca como diputada nacional por el Frente Para la Victoria, en 2011.
La CoNaBiP se encarga de fortalecer el trabajo de unas 2 000 bibliotecas en todo el país. Se trata de instituciones autónomas que en muchas localidades facilitan el contacto de vecinos y estudiantes con los textos. En la Feria del Libro, cada año, la CoNaBiP ofrece ayuda económica para que estos bibliotecarios puedan comprar y trasladar títulos a localidades del Interior, remarcó el diario Clarín.
Apenas conocida la noticia, la titular de la Fundación El Libro, María Teresa Carbano, saludó el nombramiento: "Ella fue quien puso en marcha el programa Libro % (que apoya la compra de libros) con la visita de bibliotecarios y bibliotecarias a la Feria; merece respeto". En ese marco, también organizó jornadas de capacitación para bibliotecarios.
Claudia Piñeiro, en su discurso de apertura de la Feria del Libro 2018 había destacado su trabajo: "He visto la gran labor de la CoNaBiP desde los años en que estaba María del Carmen Bianchi, hasta hoy que la dirige con tremendo entusiasmo Leandro de Sagastizábal". Así, resaltaba también la tarea del funcionario que tomó el cargo durante la gestión de Cambiemos.
Fuentes. Cultura Nación, La Nación, Clarín
