El plan busca mejorar la calidad del servicio, considerada mala. Y llegar a localidades sin cobertura o con acceso restringido. También a escuelas públicas y bibliotecas nacionales
Por: Andrés Sanguinetti asanguinetti@cronista.com
Tomando como base y antecedente el plan nacional de telecomunicaciones ‘Argentina Conectada’ creado durante la gestión de la ex presidenta Cristina Kirchner, el Gobierno implementa un plan para universalizar Internet y avanzar en la inclusión digital, en especial en localidades más alejadas y sectores de menores recursos. Bajo la operatividad del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), se creó un proyecto para usar fondos que aportan al Estado nacional las mayores operadoras de telecomunicaciones y así financiar el mejoramiento y ampliación de la infraestructura y calidad del servicio de Internet. El plan se llevará a cabo en varias etapas entre este año y 2019 y necesita de fondos por $ 10.600 millones que aportará el Fondo Fiduciario del Servicio Universal.
El fondo se nutre del aporte del 1% de la facturación anual de las grandes empresas tecnológicas y tiene como finalidad la de garantizar los servicios de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), “asegurando su acceso en condiciones de calidad y a precios justos y razonables, con independencia de su localización geográfica, ingreso o capacidades”.
El dinero no se usará como financiamiento sino a modo de subsidio no retornable. Es decir, las empresas elegidas para el proyecto no tendrán que devolver los fondos. En el ente que dirige Miguel De Godoy crearon un Plan Trianual del Servicio Universal para extender el tendido de Internet, en mayor parte a localidades con menor acceso a la red. Un esquema parecido al del gobierno kirchnerista pero que, según fuentes oficiales, no terminó de cumplirse. El nuevo programa tiene tres ejes fundamentales: mayorista, minorista y de estímulo de la demanda.
El primero ya se encuentra en ejecución y es liderado por la empresa satelital estatal ArSat. Contempla el uso de $ 1329 millones para duplicar la red federal de fibra óptica y para iluminar los 12 nodos de la red con el fin de hacerla operativa. Para cumplir con los objetivos del segundo eje, se usarán $ 350 millones para actualizar y extender la cobertura en localidades de hasta 2500 habitantes. Se va a actualizar la infraestructura y extender las redes. Ya existe un concurso para elegir prestadores y licenciatarios que podrán acceder a una o mas de una localidad y con un tope de proyectos por $ 3 millones. Se les financia el 80% del proyecto. mas que nada a cooperativas y pymes para que actualicen la infraestructura y migren el servicio a fibra óptica. En un mes y medio se lanzará otro concurso similar para localidades con más de 5000 habitantes. En el caso de las poblaciones más grandes, se buscará extender la cobertura en localidades periféricas o con infraestructura marginal.
En lo que respecta al tercer eje, se armaron programas para la cobertura de red en 18.000 establecimientos educativos nacionales, a través de la sociedad Educ.ar y el Ministerio de Educación. Son $ 2300 millones para interconectar y ofrecer contenido a todas las escuelas.
Además, se reactivará una iniciativa para conectar 2500 bibliotecas. Hay también programas adicionales, siempre con el eje puesto en el mejoramiento de la infraestructura y la calidad del servicio de conexiones.
Según Agustín Garzón, director Nacional de Fomento y Desarrollo del ENaCom, la premisa es resolver inequidades que sufre hoy la Argentina. Según el funcionario, hay 21 millones de personas conectadas a Internet pero con graves problemas de servicio y de calidad. “Para ellos se apuntan los planes con el eje mayorista. mejorar las redes troncales y la fibra al hogar”, explicó. También agregó que existen 15 millones de pobladores sin conexión pero con servicios de banda ancha disponibles en sus localidades. “Es un problema de oferta, faltante de cobertura, calidad de servicio y de demanda insuficiente”, señaló. Luego, se refirió a otras 6 millones de personas sin servicios de banda ancha. “En esto se observan problemas de sostenibilidad del negocio y falta de poder adquisitivo”, aseguró. Y consideró que el país tiene un servicio de Internet “malo, deficitario y caro”. El retraso es alto.
El 82% de las localidades de hasta 10.000 habitantes tiene menos de 6 megas de conexión. El 67% de los que viven en ciudades de más de 10.000 habitantes llegan a los 6 megas. Y el 34% de los que viven en las mismas ciudades más de 6 megas, mas que nada en el GBA”, dijo. Como ejemplo de la ineficiencia citó a la localidad jujeña de Humahuaca, donde un mega llega a costar u$s 300. “La idea es que baje a u$s 18 con la red federal”, anticipó. “Nuestra premisa es que, además de mejorar el servicio, los usuarios tengan la percepción de que esto es así. Que no noten, que sientan que se los mejoramos”, agregó.
Fuente: El Cronista