Reporteros Sin Fronteras manifiesta su consternación por la adopción por parte del Parlamento alemán de la ley sobre el Bundesnachrichtendienst (BND), el servicio de Inteligencia extranjera de Alemania, que permitirá la vigilancia a periodistas extranjeros, entre otras medidas que afectan severamente a la libertad de prensa y expresión en el país
"Esta reforma es un claro ataque a la Constitución", afirma Christian Mihr, director ejecutivo de RSF-Alemania. "Aprobar una legislación así, sin ninguna enmienda destacable afecta, no solo a la crítica de la sociedad civil, sino a los derechos fundamentales como la libertad de prensa. En el futuro, cualquier régimen represivo que quiera espiar a periodistas extranjeros podrá hacer referencia a las bases legales que ha sentado Alemania", añade.
El Parlamento alemán ha aprobado la ley sin ninguna enmienda destacable y como consecuencia el BND pasa a tener derecho explícito a espiar sin restricciones a los periodistas de países que no sean miembros de la Unión Europea mientras se considere que es necesario para los intereses políticos de Alemania.
La coalición gobernante no sólo desafía a la unanimidad en contra de la ley, manifestada por asociaciones de medios, organizaciones de derechos humanos, tres Relatores Especiales de Naciones Unidas, el representante de la OSCE para la libertad de prensa y el comité legal del Parlamento alemán, sino también a las objeciones técnicas planteadas.
Reporteros Sin Fronteras ha liderado una alianza internacional de ONG y organizaciones de medios que ha pedido una enmienda a la ley para proteger a los reporteros del espionaje. Entre ellas, Amnistía Internacional, la Federación Europea de Periodistas, el Centro Europeo para la Libertad de Prensa y de Medios, la Federación de Periodistas Alemanes, el Sindicato de periodistas alemanes y la Fundación Courage. Reporteros Sin Fronteras ha recogido para la causa miles de firmas.
En total, junto a dos peticiones similares de Amnistía Internacional y de la activista online Katharina Nocun, se han recopilado mas de 20.000 firmas que piden una reforma de la ley y que han sido presentadas ante el Parlamento alemán el día 20 de octubre en una manifestación frente a las puertas de la institución. Inicialmente RSF pretendía presentar la petición a los líderes de los partidos gobernantes CDU/CSU. Pero no fue posible pese a los esfuerzos entregar la petición a Volker Kauder (CDU/CSU) y Thomas Oppermann (SPD).
Diferentes estatus según la nacionalidad
La legislación no permite espiar a ciudadanos alemanes y sólo permite el espionaje limitado a ciudadanos de otros países miembros de la Unión Europea. Pero permite un espionaje sin restricciones a los ciudadanos de países no miembros de la Unión si se decide que el resultado del espionaje puede ayudar a proteger a Alemania.
La ley no contempla ninguna excepción para los periodistas, como sí ocurre en la denominada Ley G10 alemana, cuyo párrafo tercero especifica las restricciones que pueden hacerse al derecho constitucional a la confidencialidad de correos electrónicos y telecomunicaciones. La legislación aprobada hoy permite, por ejemplo, al BND vigilar al New York Times si el periódico recibe información confidencial que las autoridades alemanas puedan considerar sensible.
Crítica de expertos en Alemania y en el extranjero
Los Relatores Especiaesl de Naciones Unidas sobre Libertad de Prensa y Expresión, David Kaye, sobre la Situación de los Defensores de los Derechos Humanos, Michel Forst, y sobre la Independencia de Jueces y Abogados, Monica Pinto, ya expresaron su "preocupación porque el borrador de la ley pudiera suponer una amenaza para el ejercicio de la libertad de expresión" en una carta dirigida al embajador de Alemania en Naciones Unidas. La misiva ponía de manifiesto la preocupación de los relatores especiales por la forma de recolección y procesamiento de los datos y las insuficientes garantías de la preservación de los derechos de periodistas y abogados extranjeros.
También subrayaban el hecho de que el borrador de la ley ofrecía garantías muy débiles a los periodistas no alemanes de ser espiados y recordaban que el derecho a la libertad de expresión -protegido bajo el Convenio Internacional de Derechos Civiles y Políticos- debía aplicarse con independencia de la nacionalidad y las fronteras. Además añadían que los límites a la libertad de expresión no podían ser discriminatorios.
La dura crítica de los expertos de Naciones Unidas a la ley alemana pone de manifiesto el debate sobre las consecuencias internacionales que pueda tener esta ley.
Alemania ocupa el puesto 16 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la LIbertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras. La sección alemana de la organización ha decidido presentar una queja sobre contra el BND. Ya lo hizo en junio de 2015, frente a un tribunal administrativo de Leipzig, acusando al BND de espiar su correspondencia con socios y periodistas extranjeros poniendo con ello en peligro parte de su trabajo. El caso será escuchado el próximo 14 de diciembre de 2016.
Fuente: rsf-es.org