Más de tres mil trabajadores que marcharon hacia la Asamblea Nacional donde se discute el proyecto, recibieron el apoyo de la virtual ganadora del puesto de Primera Secretaria de los socialistas, Martine Aubry, y el eurodiputado Benoit Hamon.
Esta idea de suprimir los anuncios fue dada a conocer por el presidente de la República, Nicolás Sarkozy, a inicios de año con el argumento de preconizar una programación que no esté atada a intereses comerciales.
Según el mandatario, la medida favorecería la cultura, la historia y las actividades sanas.
Sin embargo, los sindicatos señalan que la propuesta, aprobada en el Consejo de Ministros y a discutirse hoy por los diputados, se encamina a la privatización del grupo France Televisions, el cual agrupa a cinco canales de la televisión pública.
Sus detractores advirtieron, además, que detrás de las buenas intenciones se esconden los intereses de privilegiar a los consorcios privados, en este caso los canales TF1 y M6, el primero en manos de Martin Bouygues, amigo personal de
Sarkozy.Aunque el Estado prometió compensar las pérdidas con un gravamen del tres por ciento a los ingresos de los canales privados, y del 0,9 por ciento sobre servicios audiovisuales de telefonía móvil, los trabajadores temen.
Se inquietan también por la supresión de 900 puestos de trabajo por retiros “voluntarios” , los cuales no serán reemplazados.
A partir del 5 de enero del próximo año disminuirán los anuncios de France Televisions hasta la supresión total y definitiva cuando desaparezca la emisión analógica a finales de 2011.
El diario El País sostiene que Estado se quedaría con un grupo parecido a la BBC británica destinado, esencialmente, a propagar la cultura francesa en el exterior. Sarkozy quiere fusionar
TV5 Monde y RFI con France 24, un canal creado bajo la presidencia de Jacques Chirac de carácter semipúblico, en el que France Télévisions y TF1 tienen un 50% cada una. El presidente nombrará al director de este proyecto bautizado France Monde.Patrick de Carolis, presidente y director general de France Télévisions, un cargo eminentemente político, anunció que pedirá garantías de compensación de las pérdidas al Gobierno.
Los sindicatos, sin embargo, dudan que el Estado tenga claro de dónde sacar los 1.200 millones que costaría según sus cálculos, no sólo la pérdida de los ingresos publicitarios, sino la necesidad de fabricar programación para los espacios dejados vacíos por los anuncios.
Fuente: Prensa Latina
