martes, 18 de noviembre de 2008

TV Digital: última oportunidad de contrapeso a la concentración

Un dossier con lo que está ocurriendo en la transición a la tecnología digital en la TV de América Latina. Uruguay, México, Brasil y Colombia ya optaron. Argentina, Chile, Perú y Venezuela están eligiendo. No se sabe nada de Bolivia, Ecuador y Paraguay.
Por: Martín Becerra y Guillermo Mastrini, IPYS.
Con una desigual prioridad en la agenda de los presidentes latinoamericanos, la televisión digital comienza a ser una realidad en el subcontinente, cuyos habitantes destinan cerca de 4 horas diarias (en promedio) a ver televisión. Algunos países, como Brasil, México, Uruguay o Colombia, se encuentran más avanzados por haber elegido la norma técnica de funcionamiento, en tanto que otros prometen dar a conocer su opción próximamente, como Argentina, Chile, Perú o Venezuela. Por último, en Bolivia, Ecuador y Paraguay no hay aún precisiones sobre televisión digital.
Aunque las noticias suelen reducir la importancia de la televisión digital a su dimensión tecnológica, reseñando algunas de las características de los estándares europeo (DVB-T), estadounidense (ATSC) y japonés (ISDB-T), la posibilidad de digitalizar la red televisiva sitúa el interés en el plano político y cultural.
Expertos como Trinidad García Leiva y Gustavo Gómez explican, en este número de Interprensa, que la televisión digital supone probablemente la última posibilidad de cambiar las reglas de juego en el sistema de medios de comunicación de América latina sin grandes costos políticos. La televisión digital podría incluir, en el ruedo de la comunicación masiva, a actores públicos y de la sociedad civil que, en la mayoría de los países, cumplen un rol subordinado a la lógica de lucro que orienta la mayor parte de los canales de la televisión analógica existente. En este sentido, resulta significativo que el proceso de elección de normas y de reglas de juego para la televisión digital se haya realizado con participación de la sociedad civil en el caso uruguayo, con consultas amplias que resultaron luego supeditadas a la opinión de los actores más fuertes de la industria televisiva en el caso brasileño, y que en México y Colombia la decisión estuviera en manos del Poder Ejecutivo.

Reordenar el naipe
Estimular la presencia de nuevos actores significa introducir la discusión sobre las licencias audiovisuales y sobre el acceso en igualdad de condiciones, de todos los ciudadanos, a esos recursos del espacio radioeléctrico que el Estado administra. Ello, que forma parte del respeto al derecho básico a la comunicación de toda la sociedad, es un verdadero tabú en América latina, como se viene demostrando en distintos países cuando el Estado recupera el control de alguna licencia por haberse vencido el plazo de explotación del operador privado. En algunos países de la región, incluso, hay operadores audiovisuales que actúan como si las licencias pudiesen haberles sido cedidas a perpetuidad, como en Chile.
Por ello, más allá de la distinta elección de normas técnicas y estándares de funcionamiento que los países latinoamericanos están definiendo, el advenimiento de la televisión digital habilita una discusión pública acerca de las reglas para asignar nuevos recursos de comunicación masiva. Este es un aspecto medular para evaluar la calidad democrática en la región, que hasta ahora se caracterizó por sus elevados niveles de concentración de la propiedad en pocos grupos mediáticos, lo que generó, a la vez, una notable centralización geográfica de la producción y distribución de contenidos por parte de los principales centros urbanos hacia el resto del territorio.
El siguiente gráfico, que surge del estudio sobre concentración de industrias culturales e informacionales que el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) realiza en los diferentes países de la región, compara los elevados niveles de concentración de la audiencia televisiva por parte de los cuatro primeros operadores, en cada país, con el promedio registrado en el resto de las actividades.

Estos niveles, lejos de decrecer, se incrementaron en los últimos años. En Brasil, por ejemplo, la industria audiovisual está organizada prácticamente en torno a seis grandes redes que concentran el 80% de las emisoras de TV, que generan el 90% de los beneficios del sector y que controlan el 95% de la audiencia, como señala en este número de Interprensa Jonas Valente.
En Colombia, según informa Humberto Coronel, los canales dominantes (Caracol y RCN) podrían acaparar la mayor parte de las nuevas señales de televisión digital arguyendo su capacidad instalada, en detrimento de la posibilidad de que nuevos actores sociales y culturales puedan introducir diversidad en el concentrado sistema audiovisual colombiano.
Lo mismo reclaman, informalmente, algunos de los principales operadores televisivos de la Argentina, que son los dueños además de las empresas de televisión por cable más importantes y observan como una amenaza el ingreso de nuevos competidores que pudieran restringir su participación en el mercado publicitario.
De modo que la llegada de la televisión digital en América latina afecta distintas dimensiones del quehacer audiovisual, justamente en una región intensiva en el consumo televisivo y con características exacerbadas de concentración y centralización de sus sistemas mediáticos. La encrucijada tecnológica que resume el debate sobre los estándares de televisión digital, en rigor, esconde otras encrucijadas, que son políticas y culturales y que corresponde convocar al debate público.
El dossier que se presenta a continuación busca mostrar desde diversos puntos de vista cómo se ha avanzado en la implementación de la transición a la televisión digital en la región. Contar con información diversificada, amplia y alejada de los intereses de los múltiples lobbystas, es una condición básica para que la ciudadanía pueda participar en el debate público en un marco de igualdad de condiciones. El dossier de Interprensa procura contribuir a dicho objetivo.

Pulso a la TV digital en el continente, por IPYS
TV digital en Brasil: Frágil implementación de un modelo conservador, por Jonas Valente de Intervozes
TV digital Brasil: Norma japonesa es mucho más barata… aunque decodificadores pueden costar US$500. Entrevista con el asesor de la Casa Civil de Brasil, André Barbosa.
TV digital en América Latina: una oportunidad histórica, entrevista con la investigadora Trinidad García.
Estándar europeo para Colombia, por Humberto Coronel (IPYS)
TV digital en Venezuela: Misterio sin resolver, por Luisa Torrealba (IPYS)
Uruguay: Equitativo reparto de frecuencias para garantizar la diversidad de medios, por Gustavo Gómez Germano (AMARC-ALC)

Fuente:
Instituto Prensa y Sociedad

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