Por segundo día consecutivo PáginaI12 edita y elimina un párrafo de una nota de Darío Aranda sobre el crimen de Cristian Ferreyra. Dijo Darío Aranda: "La nota que hoy aparece en PáginaI12 con mi firma no se corresponde con la que escribí. Específicamente el primer párrafo (lo más importante de una nota periodística). Un derecho básico de los periodistas es tener la posibilidad de retirar la firma. No me han respetado ese derecho. Por este oficio que abrazo y por las organizaciones sociales en lucha (y por los asesinados por este modelo extractivo) es imprescindible esta aclaración". En negrita el párrafo eliminado. La nota completa:
Reclamo de esclarecimiento y sanciones
Por: Darío Aranda
“Asesinado por el agronegocio. Cristian vive, la lucha sigue”, resumía la extensa bandera al frente de la marcha que ayer reclamó justicia por el asesinato del campesino santiagueño Cristian Ferreyra, ocurrida por una disputa territorial. La marcha partió del Obelisco, se dirigió por avenida Corrientes y terminó en Florida 274. Dos cuadras de personas y dos consignas que se repitieron: “¿Quiénes somos? Campesinos. ¿Qué
queremos? Tierra, trabajo y justicia” y “Alerta que camina la lucha campesina por América latina”.
El Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), donde militaba Ferreyra, enumeró cuatro niveles de responsabilidad: el modelo agropecuario, el gobernador Gerardo Zamora, el Poder Judicial provincial y el Gobierno Nacional.
Marilena Santillán es compañera de militancia de Ferreyra en el Movimiento Campesino de Santiago del Estero - Vía Campesina (Mocase-VC), una de las bases del MNCI. Llegó a la mañana a Buenos Aires para encabezar la marcha. “Todo el año enfrentamos una sostenida represión que incluyó detenciones arbitrarias por defender el territorio y el incendio de la radio comunitaria. El ataque a Cristian es parte de esa violencia, que incluye a empresarios sojeros, la Dirección de Bosques, que autorizó el desmonte, y al juez de Monte Quemado, Alejandro Fringes Sarria”, denunció Santillán.
De la marcha participaron el Frente Popular Darío Santillán, la Corriente Clasista y Combativa, Partido Obrero, Proyecto Sur, Partido de Trabajadores Socialistas (PTS), Libres del Sur, Movimiento Territorial de Liberación (MTL), Central de Trabajadores Argentinos (línea Pablo Micheli) y el Movimiento Evita, entre otros. El referente del Movimiento Evita y legislador bonaerense del Frente para la Victoria, Fernando “Chino” Navarro, explicó que “venimos a expresar nuestro repudio al asesinato de luchadores sociales en manos de sicarios, jueces cómplices y la pasividad y complicidad del gobierno provincial”.
Navarro era en la marcha el más conocido referente del oficialismo presente, por lo cual era solicitado por los periodistas y no esquivó respuestas. “El gobierno nacional debería ser el primero en repudiar la represión y también ser el primero en estar junto a los reprimidos”, dijo.
La columna ocupó dos cuadras completas de la avenida Corrientes y giró por Florida. Muchos negocios bajaron sus persianas. Fue la única vez que la campesina Santillán sonrió: “No tienen que cerrar, somos tranquilos, los sojeros son los violentos”.
Vanina Bassetti, del MNCI, recordó que “los agronegocios impuestos por los transnacionales del agro, con la soja y los desmontes como banderas, son los primeros enemigos de la vida campesina. Mientras siga este modelo, seguirán reprimiendo a campesinos e indígenas que luchan”. Marcelo Otero, del Mocase-VC, dijo que esperan “algún pronunciamiento del gobierno nacional”.
Cristina Cabil, de Madres de Plaza de Mayo, estuvo al frente de la marcha. Pidió a los organismos de derechos humanos que se expresen en repudio de la represión y en solidaridad con las víctimas. “Los campesinos hoy exigen lo mismo que exigían nuestros hijos, una vida digna para todos, por eso hay que estar con ellos”, pidió. El CELS, mediante un comunicado, reclamó el esclarecimiento y la sanción a los responsables y que “tanto el Estado provincial como el federal adopten las medidas necesarias para garantizar la integridad de las personas que se organizan en reclamo de sus derechos por el acceso a la tierra”.
Ya en el frente de Florida 274, las autoridades de la Casa de Santiago en Buenos Aires ofrecieron dialogar con delegados del Movimiento Campesino. “Nos dijeron que no tienen poder de decisión. Les dijimos que vamos por la cabeza del gobernador, es el responsable del asesinato de campesinos”, dijo Adolfo Farías, vocero del Movimiento Nacionalcampesino Indígena. Desde la Casa de Santiago del Estero no respondieron a los llamados de Página/12.
Luego, Farías responsabilizó a “gobernadores, jueces y empresarios (que) arrasan el monte y matan a campesinos para implementar políticas neoliberales sostenidas por el gobierno nacional” y advirtió que “si no hay justicia arderá el norte provincial y habrá otro santiagueñazo”.
Fuente: PáginaI12
Escuchá a Dario Aranda sobre la censura a su nota en el diario en el programa "Quemar las Naves" de Radio Sur:
Ver anterior: Un modelo agropecuario que suma víctimas
Dario Aranda: "El periodismo tiene que dejar de alegar obediencia debida"
Luego del asesinato de Cristian Ferreyra, militante del MoCaSe, desde los grandes medios se trató de desdibujar las responsabilidades políticas y ocultar el trasfondo de la muerte: la lucha por la tierra. Darío Aranda, periodista de PaginaI12, asegura que Ferreyra fue una nueva víctima de la expansión de los agronegocios y que varias de sus notas sobre el tema fueron retocadas por el diario cambiando el sentido de las mismas.
Escuchá la nota
Entrevista (20/11/2011) en Bárbaros 2011 por Radio Universidad Rosario, 103.3 mhz.
¿Cómo se desarrolló todo esto porque desde muchos medios lo primero que trataron de correr es que tuviera que ver con la disputa por la tierra?
Lamentablemente es algo recurrente lo que está pasando en los medios, por un lado los grandes medios asociados a los agronegocios lo tratan de mostrar casi como un hecho policial muchas veces o cuando se demuestra que fue una represión por un tema territorial no se aborda el fondo de la cuestión; el motivo de todas las represiones, de los asesinatos es el modelo extractivo petrolero, minero, forestal, agropecuario, que avanza sobre territorios campesinos indígenas ancestrales con derechos reconocidos por las propias leyes argentinas, internacionales, que no debieran ser corridos de esos lugares donde vivieron siempre.
¿Cómo fue el caso puntual de Cristian Ferreyra?
Cristian era un joven militante de 23 años, referente de las comunidades a 60 km de Monte Quemado, limite norte de santiago del Estero, se conoce con los agresores, quienes fueron a la casa de un compañero, Dario Godoy, incluso uno de los agresores tiene una relación de parentesco con la compañera de Cristian, son conocidos en el lugar, en la zona norte de Santiago de Estero como una mano de obra disponible en todo este trabajo represivo, ya sea para sectores políticos o sectores empresarios.
MoCaSe lo ha denunciado claramente y la comunidad viene enfrentando recientemente un proceso de hostigamiento en los últimos dos años que incluyó la quema de una radio, el encarcelamiento de Ricardo Cuella, y el pedido de captura por el mismo juez que está interviniendo ahora y que ahora pareciera que interviene tan rápido, cuando es un juez sindicado como cómplice de todas estas represiones. El juez había ordenado 12 detenciones con el único argumento de campesinos que han defendido su territorio, en el hecho puntual, el miércoles a la hora de la siesta llegaron a la casa de Darío Godoy a buscar directamente a Cristián, cuando salieron y sin mediar palabra le dispararon y lamentablemente Cristián murió desangrado con su esposa y su hijito de dos años.
¿Hay otro compañero herido, también?
Darío Godoy aún está herido, está en el hospital de Santiago del Estero, la verdad es que en el día de hoy desconozco cual es el estado, lo último que me habían dicho es que estaba estable, hoy no se cual fue el parte médico, esa es la realidad.
Fue una semana bastante complicada porque hace tres semanas estuve en Santiago del Estero, no llegué hasta Monte Quemado pero estuve en el norte, y estuve en la tumba de Sandra Eli Juárez, una campesina santiagueña de 33 años que murió frente de una topadora de un paro cardiaco el 13 de marzo del año pasado, también victima de los agronegocios. Fue muy conmovedor porque estuve en el lugar donde ella cayó muerta frenando la topadora, está toda la marca del camino, de la picada que venía haciendo la topadora, y donde ella la freno han hecho un monolito, donde la recuerda, y muy fuerte conocer a sus hijos, una nena de 5 años que nunca más pudo pronunciar la palabra mamá, un nene de 11 años que no quiere volver a entrar a la casa porque sabe que la mamá no está, es algo que se viene anunciando, no solo uno, sino un montón de gente que está mucho más en el tema, después de lo que fue la represión en Formosa el 23 de noviembre pasado, se está anunciando que se va a cobrar otra vida, y justamente ahora se cobra otra vida, una vida joven de un militante que su familia, a sus hijos sin padre.
En los últimos dos años, cuatro asesinatos, Javier Chocobar diaguita de Tucumán el 12 de octubre del 2009, Sandra Juárez 13 de marzo del 2010, Roberto López Qom de Formosa el 23 de noviembre del año pasado y ahora Cristian Ferreira.
¿Se podrían sumar las cuatro muertes de Jujuy?
Se podría sumar tranquilamente, y sobre todo si no hubo más muertos, hay que remarcarlo, fue porque falló la puntería, porque podría haber muchos muertos más pero como una cuestión de puntería no los hay, y lo que lamentablemente tenemos que decir es la responsabilidades estructurales de gobiernos nacionales, provinciales, del poder judicial, que avanzan con un modelo que lamentablemente no hay señales, no hay ninguna señal de que se vaya a detener, este tipo de notas lamentablemente, de familiares llorando las vamos a ver repetidas.
Nosotros tratamos mucho el tema de la tierra y cada cierto tiempo estas noticias son noticias.
Ahí también es impresionante la apatía, por decirlo de alguna manera, de la sociedad, del poder político, de la opinión pública, de los intelectuales, de los medios de comunicación, que sin duda valoramos, se valora mucho mas cuando matan a un maestro como Fuentealba o a un militante universitario como Mariano Ferreira y pareciera que los muertos del campo, campesinos e indígenas no valieran tanto y que ellos no tienen derechos humanos, y mas si son de las provincias feudales de interior que tiene clara vinculación con el gobierno nacional.
La responsabilidad del gobierno nacional
Me sorprendió y me dolió terriblemente un mail que me mandó un compañero militante de Córdoba diciéndome por qué vinculé al gobierno nacional con este asesinato.
Yo no puedo creer qué le pasó a muchos compañeros del campo popular que hoy no ven la vinculación directa.
Tuve la posibilidad esta semana de entrevistar al Chino Navarro, militante del Movimiento Evita (nadie puede decir que el chino es de derecha o golpista) es uno de los cuadros mas importantes del movimiento evita y del kirchnerismo, y el lo dijo claramente “hay que empezar a denunciar al poder judicial y a los gobiernos provinciales cómplices” y ante mi pregunta sobre la acción del gobierno nacional, el Chino Navarro, dijo: “El gobierno nacional tiene que ser el primero en repudiar estos actos y en estar al lado de las victimas”. Yo hasta el día de hoy, no he escuchado a ningún funcionario de primera línea del gobierno nacional referirse al tema. Mínimamente por una cuestión de forma con quienes están velando a un compañero debería estar, pero no hay un silencio que se parece mucho a la complicidad.
Los principales diarios santiagueños sorprendieron con el tratamiento del tema. El Liberal tituló “Un muerto y un herido tras una trágica discusión en Copo”, Panorama tituló “Monte Quemado, matan de un escopetazo a un joven tras una discusión” y Nuevo Diario tituló: “Encargado de campo mato a un poblador”.¿Más allá de las diferencias semánticas se intento sacarle el componente político y de lucha por la tierra a la noticia?
No he leído esos diarios peor no dudo que así sea, lo que si pude ver y sentí mucha vergüenza ajena fue un cable de la agencia TelAm del día viernes, titulado “La muerte de un campesino en santiago del estero fue por una disputa entre vecinos”. Así como el titular de Clarín tras la muerte de Kosteki y Santillán fue “La crisis causo dos nuevas muertes”, este es terrible y tiene que ir a todas las universidades y escuelas de periodismo del país y la verdad que eso no es periodismo militante. No es ni periodismo ni militancia porque un militante del campo popular no puede esconder y disfrazar de esa forma el asesinato de un militante del campo popular. Por eso indigna la forma en que nos están tomando el pelo y que le toman el pelo a quienes han derramado sangre.
¿Vos viviste un episodio en carne propia con tus publicaciones en PaginaI12?
El sábado la nota que salió publicada, (yo la mande por mail) y lo hice público que cambiaron de manera muy grosera la cabeza, el primer parrarfo, que para los periodistas es lo mas importante donde esta condensada toda la información. La lavaron y la verdad que fue una tomadura de pelo.
Un derecho básico que tenemos los periodistas es retirar la firma de un articulo con el que uno no esta de acuerdo, no solo no me dieron ese derecho sino que a las 9 y media me llamaron diciéndome que esta todo bien que habían hecho un retoque agregando una línea de otra cosa pero en ningún momento me dijeron lo que habían hecho.
Cuando lo vi, la verdad que ya venia de un proceso y discusión mucho más larga y tome la decisión de hacerlo publico. Lo que yo puse en el encabezado es que había 4 niveles de responsabilidades, que marcaba el Movimiento Campesino Indígena, que eran los agronegocios y las multinaciones; el gobierno provincial, el poder judicial y el gobierno nacional. No es que me lo dijeron de manera individual, en la marcha del viernes ese discurso fue sostenido todo el tiempo y cuando termina la concentración frente a la casa de Santiago del Estero, el vocero Adolfo Farias lo dijo frente a todas las cámaras (TN, Crónica, C5N, etc), claramente como esta redactado lo pongo en boca del MNI y pongo la cita de Farias. Sea como hubiera sido me debían haber consultado.
Esto esta trayendo consecuencias que en el día de hoy no sabemos como sigue, hay distintas versiones y lo que si se en cuanto a la continuidad laboral no sabemos como sigue, la comisión interna del diario ha tomado cartas en el asunto y estamos esperando la solidaridad de compañeros del diario inicialmente y hasta donde organizaciones en lucha como el Movimiento Nacional Campesino Indígena en breve va a sacar un comunicado solicitando adhesiones y repudiando la censura y alertando sobre lo que pudiera pasar. Que me eche o me frisen y me discontinúen con las notas (teniendo en cuenta que no soy de planta permanente sino colaborador del diario).
La verdad que es un momento personal complicado principalmente por el asesinato de un militante del campo popular. En Página 12 hay una asamblea el miércoles y se va a sacar a relucir que esta es una practica que se está dando seguido y la verdad no podía dejar pasar de sacarlo afuera porque tengo un compromiso asumido con las organizaciones que acompaño en territorio y además es un hecho muy grosero que viene de una acumulación.
Algunos compañeros me llamaron diciendo que no debería haberlo hecho publico, y esos pareceres son atendibles de los compañeros bien intencionados, pero era hipócrita no mencionarlo porque yo estuve en Rosario gracias a ustedes y otros compañeros presentando un libro y criticando al periodismo y no podía no reproducir algo así. Doy clases de periodismo y siempre sostengo que lo único que uno tiene es la credibilidad, la firma y lo que hace diariamente, entonces si yo me comía eso hubiera estado peor de lo que estoy en lo humano y lo familiar. No se que va a pasar, pero se que no mentí que conté lo que había pasado, que escribí lo que había acordado que nunca me avisaron lo que cambiaron y que básicamente como periodista tenemos que dejar de alegar obediencia debida para ocultar lo que pasa. No entiendo al periodismo así y tuno tiene que ser consecuente con lo que dicen y lo que piensan.
Fuente: Cooperativa La Brújula