miércoles, 11 de septiembre de 2019

Cuando el coronel Domingo Faustino Sarmiento atentó contra el maestro Sarmiento

El Colegio Nacional N° 1 fue la primera escuela pública de Rosario. La historia cuenta que el maestro Sarmiento atentó contra el primer colegio nacional en la ciudad ubicado en Necochea y 9 de Julio. Por sus aulas pasaron figuras como Lisandro de la Torre, Marcelo Torcuato de Alvear, Eudoro Rueda, Lisandro de la Torre, Enzo Bodabehere, Joaquín Castellanos, Enrique Rivarola, Amadeo Sabattini, Elpidio González, Julio Vanzo, Julio Marc, Carlos Sylvestre Begnis, Ricardo y Rodolfo Rivarola, Alma Maritano entre otros/as
El 18 de noviembre de 1873, el presidente Domingo Faustino Sarmiento, en su viaje hacia Entre Ríos con el objetivo de sofocar la rebelión del caudillo militar Ricardo López Jordán (1822-1889), desembarcó en la ciudad de Rosario, a bordo del buque de guerra "Emilia", pasa por Rosario el 18 de noviembre de 1873, y llega a Paraná, el 19, para regresar el 24.

Su viaje se relaciona con la actuación del ejército nacional que entonces realiza infructuosos esfuerzos para dominar la segunda revolución jordanista, no obstante haberse enviado a Entre Ríos más soldados que a la guerra del Paraguay, según lo denuncia el diputado Moreno al autorizarse una nueva movilización de 20.000 hombres.

Sobre esta visita, Leopoldo Lugones, en su libro "Sarmiento", comenta: "El presidente desembarca en Rosario, con dos ametralladoras, arma nueva que acaba de introducir junto con una dotación de artillería de sitio; y so pretexto de probarlas, acribilla de proyectiles el edificio del Colegio Nacional N°1 en construcción".

Utilizando dos ametralladoras prusianas “Gatling” del ejército nacional, adquiridas poco tiempo antes (de 25 mm. y 10 tubos de cañones; 30 disparos por minuto), su objetivo pudo haber sido impresionar a los espías de López Jordán.

Vuelve a hacer lo mismo en el Paraná, (con el edificio de la Escuela Normal que fue sede del Gobierno de la Confederación), mientras la prensa opositora clama contra esa locura. Es el mensaje que manda a los rebeldes. La montonera acostumbrada a llevarse por delante las piezas de tiro lento, queda notificada. Después arregla en una conferencia la campaña.

En 1868 el Congreso aprobaba los fondos para construir un Colegio Nacional en Rosario, Domingo Faustino Sarmiento los desviaba a una escuela de agricultura, que jamás se hizo. En "Historia de Rosario", Juan Álvarez recuerda en Rosario existía un solo colegio secundario, el Santa Rosa (Entre Ríos y Ricardone). En esos años, el presidente Domingo Faustino Sarmiento fundaba colegios nacionales en todo el país, pero debido a diferencias políticas, la ciudad no fue inicialmente incluida por el sanjuanino.

Al llegar a Rosario, Sarmiento pidió que le buscaran “una muralla larga, con frente despejada, sin casas ni gente detrás” para probar el armamento. El único muro que reunía ese requisito era el del Colegio Nacional en construcción. Manuel Gálvez, en su "Vida de Sarmiento", dice que "…el presidente en persona apuntaba el manejo de los cañoncitos. Las balas inscribían en la muralla, como puntos de coser, demostrando teórica y prácticamente que no quedaría vivo soldado alguno de batallón que tuviese la desgracia de ponerse adelante".
El maestro Sarmiento atentó contra el primer colegio nacional en Rosario
El diario La Capital de Rosario, publicó: "Nos ha parecido tan descomunal una de las locuras cometidas por el señor Sarmiento en la entrada ridícula que ha hecho en este pueblo, que no hemos podido menos que poner de por medio dos de nuestros órganos: la vista y el tacto, para llegar al convencimiento. ¡51 son los buracos abiertos!" Y agrega: "El comandante Sarmiento se subleva contra el maestro Sarmiento y armó una de balazos contra el edificio del Colegio Nacional que ‘casi lo redujo a lo que los comunistas redujeron la columna de Vendôme’". El artículo refería a la demolición de la columna de la plaza Vendôme durante el breve gobierno de la Comuna de París en 1871.

José Luis Berra comenta: "Paradojas de la historia, ‘Gloria y Loor, honra sin par’ para el gran educador que mandó a meter balas contra los muros de dos escuelas, una rosarina y otra entrerriana. Pero, tal vez, la mayor incongruencia sea que la Escuela de Enseñanza Media Nº 430 (así se llama hoy el Colegio Nacional Nº 1) lleve el nombre de ‘Domingo Faustino Sarmiento’, el mismo que la mandó a ametrallar. Las derrotas de los pueblos siempre tienen consecuencias".

El Nacional 1 no tenía terreno, por lo que debieron desmontar un espacio de barranca ubicado en la actual zona de 9 de Julio y Necochea. Recién en 1870 se colocó la piedra fundamental de lo que iba a ser el colegio. 

En su discurso el ministro de Culto Nicolás Avellaneda, con motivo de la colocación de la piedra fundamental del Colegio Nacional en Rosario, dijo:
"Cuantas veces hemos oido decir: el Rosario no es un pueblo, sino una agregacion casual de hombres que vienen de todas partes, para encontrarse con un objeto de comercio, porque le faltan el espíritu comun que vivifica á una ciudad, y la identidad de propósitos que auna las voluntades con vínculo solidario para los mismos designios.— En valde, el Censo le asigna una poblacion de veinte y cinco mil habitantes.—Son estraños que van y vienen; y por eso que se edifican vastos Hoteles para los dias de tránsito, y no se erije un solo edificio de aquellos que revelan el establecimiento permanente de una sociedad.—0s habeis apercibido, Señores, de la objecion: y hace algun tiempo, que principiasteis á oponerle poderosas respuestas. Esta es la concluyente y la última. La fundacion de un Colejio es el hecho que mejor designa aquellas preocupaciones que se adelantan en mucho sobre el dia presente, porque un Colegio es erijido por los adultos para los niños, y por la jeneracion actual para las jeneraciones futuras.
Buscaba al mismo tiempo con ojos anhelosos los establecimientos que estuvieran destinados á convertir estos niños por la educacion en hombres intelijentes y útiles, y cuando hube visto que ninguno de estos establecimientos existia en una ciudad tan populosa, yo me decia tristemente: ¡Cuánta imprevision! Hay muchas madres que en este momento duermen tranquilas, sin apercibirse de que está yá próximo un dia en que sentirán que se les arranca el corazon del pecho, porque su hijo se ausenta á lugares lejanos, para buscar la educacion que no puede recibir en su ciudad nativa.
Ah señoras. Un instinto os ha hecho acudir tan numerosas á la presente fiesta. Necesitais defender vuestra vida contra esta tortura. Esta historia de un niño que se ausenta, para hacer sus estudios é ilustrar tal vez su nombre en otros lugares, dejando un asiento por siempre vacio en su hogar, es una historia triste, repetida mil veces en nuestros pueblos interiores, historia que muchas madres saben y que hemos oido todos contar con lágrimas. Habeis hecho bien, Señoras, en venir, porque sois las mas inte resadas en que este Colejio se construya. Pongo la piedra fundamental que vamos á colocar bajo vuestro patriocinio.  
Ortografía original. Anales de la Educación Común. Vol. IX, Nº 7, 1871
Fuentes: Archivo General de Entre Ríos, revisionistas.com.ar, Diario NEP y Diario La Capital

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