Por: Violeta Contreras García
Tal como hicieron otros países de la región, Paraguay postergó su transición de la televisión analógica a la digital para comenzar el 31 de diciembre de 2021 y terminar de manera escalonada hacia diciembre de 2024, en medio de presiones por parte de la industria televisiva y bajo el argumento de que se corre el riesgo de perjudicar a la población.
Desde el 2016, la entonces presidenta de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Teresita Palacios, anunció que el apagón analógico se realizaría de manera definitiva para el cierre en 2020, a fin de evitar que el país permaneciera en el rezago como sucedió con la red 4G.
A inicios de este año, la Conatel mantenía firmes sus planes y comenzó pruebas para dar paso a la Televisión Digital Terrestre (TDT) en el país, que en la actualidad ya cuenta con algunos operadores:Paraguay TV HD Digital, con el canal 15 en Asunción y el Departamento Central; Telefuturo y Noticias Paraguay, con el canal 18; RPC HD y Unicanal HD, con el 27; así como Paravisión (aunque en calidad estándar), en el canal 19; y SNT Cerro Corá en el 20.
Sin embargo, el gobierno dio un golpe al timón en el camino a la digitalización. Lo mismo sucedió en marzo con Argentina, cuyo cierre estaba previsto para iniciar en agosto de 2019 y ahora se hará hasta el mismo mes de 2021, plazo en el que se espera que las televisoras liberen el espectro radioeléctrico y se adapten a la nueva señal.
Son múltiples los casos donde se ha aplazado el apagón definitivo de la tecnología analógica y se ha optado por una migración digital escalonada, para dar tiempo a las televisoras de liberar el espectro, hacer pruebas y trabajar en estrategias para la socialización de la TDT en los usuarios.
No necesariamente se tiene que hacer un cese absoluto, como en México, que incluso podría implicar un gasto más elevado y mayor estrés regulatorio. El paso que sí es fundamental es prohibir la venta de los aparatos analógicos y aprovechar eventos coyunturales, cuando las personas tienden a comprar equipos de TV, opina Jorge Bravo, especialista de esta casa editorial.
México, primero en finalizar el apagón analógico
En América Latina, México es el único país que concluyó la migración a la TDT el 31 de diciembre de 2015, luego de 65 años de vida analógica y pese a los pronunciamientos en contra de cumplir el mandato constitucional y aplazar el apagón otro año, como lo quería el Congreso de la Unión y el presidente de Televisa (la televisora con mayor dominio del mercado), Emilio Azcárraga Jean.
A meses de arrancar elecciones intermedias en ese año, el gobierno mexicano comenzó a entregar millones de televisores a lo largo del país en poblaciones de bajos recursos. El programa fue muy criticado porque se señalaba que podría ser usado con fines electorales; aun así, se logró completar la transición en “tiempo récord”, según palabras del entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza.
De acuerdo con un informe del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), de no distribuir los aparatos, al menos 11 millones 259 mil 937 hogares hubieran perdido el servicio de televisión por no estar preparados, lo equivalente a un 37.4 por ciento de la población en ese momento. Mientras que, pese a las ineficiencias del programa, en el caso de los grupos de menor ingreso la afectación pudo haber sido de hasta 58 por ciento de los hogares.
Migración gradual a la TDT
Los países de la región ya eligieron el estándar técnico que implementarán en su migración hacia la TDT. México lo hizo con el modelo de Estados Unidos ATSC (Advanced Television Systems Committee, por sus siglas en inglés).
En Brasil se lleva a cabo bajo su propia adecuación del estándar japonés, la ISDB-Tb (Integrated Services Digital Broadcasting Terrestrial), misma que seleccionaron Venezuela, Perú, Argentina, Chile, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Guatemala, Panamá, El Salvador, Honduras, Costa Rica y Paraguay. El modelo europeo DVB-T (Digital Video Broadcasting Terrestrial) fue elegido por Costa Rica y Cuba se decantó por el estándar chino.
La investigadora Florence Toussaint, en un análisis sobre la transición a la TDT pública, considera que la elección de distintos modelos generó “una fractura” en América Latina, formando tres bloques con un apego a las propuestas de diferentes partes del mundo.
La adopción de uno u otro estándar influye en la asequibilidad del producto final; entre más usuarios existan, la tecnología se vuelve más accesible. También son diferentes los beneficios que ofrece cada uno: el modelo nipón-brasileño, adoptado por la mayoría en la región, permite tener televisión móvil e interactiva, mientras que el elegido por México presta alta definición técnica, aunque no necesariamente haya calidad de contenidos.
Brasil inició hace tres años la migración en Brasilia y ciudades aledañas, con miras a concluir en 2023. En la capital del país se entregaron 338 equipos de STB y antenas para la TDT a beneficiarios de programas sociales, los cuales se siguen repartiendo de acuerdo con el cronograma del gobierno. Un 80 por ciento de los hogares ya tenía señal digital para el final de 2017, según informó un medio local. Asimismo, hasta noviembre del año pasado, la banda de 700 MHz, utilizada por la TV abierta, ya había sido liberada en más de 4 mil ciudades.
El 15 de agosto de este año, Costa Rica dio banderazo a la transición en la región 1, que comprende el territorio cubierto por las transmisiones hechas desde el Parque Nacional Volcán Irazú. El Ministro de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, Luis Salazar, dijo que en esta primera etapa se logró una cobertura de 80 por ciento de la población con la TDT.
La segunda fase del abandono analógico implica al resto del país, la cual se tiene planeada completar en un plazo no mayor a 12 meses, finalizando en agosto de 2020, aunque se prevé que termine antes.
Por su parte, en El Salvador el proceso de migración comenzó en diciembre del año pasado y se prevé que finalice en 2022. El canal estatal fue el primero en asumir la tecnología, según un medio local.
Digitalización en la región
El apagón analógico representa uno de los retos tecnológicos más importantes en la actualidad para la digitalización de la región, porque es “una oportunidad para lograr un sistema de medios de comunicación más diverso, un uso más eficiente del espectro y una mayor disponibilidad de éste” para el desarrollo de otros servicios, señala el CAF-Banco de Desarrollo de América Latina.
Los beneficios de la TDT también son mejoras en la calidad de recepción de la señal para los usuarios, multiplicación de la oferta de contenidos, así como la optimización del recurso radioeléctrico para reinvertir el dividendo digital en servicios rentables, de acuerdo con Raquel Urquiza, de la Universidad Complutense de Madrid.
Entre los países de la región, existen diferencias respecto al avance registrado en la implementación. Algunos ya fijaron fechas para el apagón, aunque después las pospusieron. Chile lo postergó de 2020 a abril de 2024.
Además, el gobierno chileno estableció más exigencias técnicas en la nueva versión de la hoja de ruta; entre ellas, solicita a las televisoras que informen cada año los avances alcanzados a la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), los cuales deberán ser de cobertura progresiva en 30, 50, 80 y 100 por ciento, y que cumplan con el calendario o se les quitará la concesión.
En Colombia se había planeado el apagón para el 31 de diciembre de este año con la extinta Autoridad Nacional de Televisión (ANTV), cuyas funciones ahora las integra el regulador único.
Mariana Viña, antes directora de la ANTV, explicó a El Tiempo que el país se encuentra preparado en materia regulatoria para la implementación, pero la población aún no se ha apropiado de la tecnología, no sabe cómo usarla y aprovecharla. “La fecha límite del apagado podría pensarse con la culminación del despliegue, que sería en 2021, pero no está condicionado”, dijo Viña.
En Perú, se planea realizar en el 2020, aunque la industria considera que aún no está preparado técnicamente porque todavía se venden en el país productos sin sintonizador digital.
El apagón analógico en Ecuador se implementará por fases desde mayo de 2020 a diciembre de 2023, bajo tres estrategias: la primera es fortalecer la regulación; la segunda, mejorar la oferta de aparatos y medidas para adquirirlos; y la tercera es promover nuevos contenidos o servicios.
Guatemala estima culminar la transición en el año 2022, y Nicaragua espera llevar el alcance de la TDT a un 90 por ciento de la población hacia 2020.
Otros países como Panamá aún no han determinado una fecha precisa para apagar la televisión analógica. Una situación similar atraviesa Bolivia, donde se tenía previsto llevarlo a cabo al cierre de este año en etapas y terminar en 2024; sin embargo, se decidió postergar y no se ha anunciado cuándo será.
En Cuba, el apagón analógico se tenía fijado para la segunda mitad de 2018, pero ahora sólo se sabe que se efectuará a medida que “existan las condiciones” adecuadas; mientras que en Venezuela, se lanzó la tecnología de TDT hace seis años y a la fecha se desconoce cuándo la penetración alcanzará al total de la población.
La transición a la televisión digital es diferente en cada país, debido a las diversas realidades técnicas y sociales, pero resulta una tarea importante para liberar la banda de 700 MHz del espectro radioeléctrico, la cual puede ser utilizada para servicios de banda ancha móvil y ampliar la conectividad en la región.
Fuente: dpl