Salió con una base de 4,5 millones de dólares, pero no hubo ningún oferente. Cómo seguirá la historia de una emisora emblemática.
Por: Irene Hartmann
Otra vez volvió a quedar desierto el remate por Radio Rivadavia, y por ahora no está previsto que haya una nueva convocatoria. Si bien asistieron unas 40 personas, ambos remates --realizados este lunes en el Juzgado Nacional en lo Comercial Nº25, en el barrio del Abasto-- carecieron de oferentes.
Así, quedaron desiertas las dos subastas luego del primer intento de remate con una base de US$ 12 millones el pasado 30 de agosto. La segunda, prevista para las 11, tampoco tuvo oferentes al igual que la última, una hora después, cuando la radio había salido a remate ya a un tercio del valor inicial, US$ 4,5 millones.
La semana pasada, Marcelo Fígoli, uno de los empresarios que más fuerte está pisando en la escena de los medios argentinos, había mostrado su interés por adquirir la emisora. Sin embargo, esa posibilidad no se concretó.
Tras la declaración de la quiebra en octubre de 2017, la radio está siendo administrada por un grupo de síndicos. Los principales problemas son sueldos impagos, pagos prorrateados y el tema que unos afirman y otros niegan: la pérdida permanente de pauta publicitaria, que habría llevado a la radio a la quiebra. Empleados de la emisora, que hasta ahora seguían yendo a trabajar, están planteando la posibilidad de ir a un paro, según contó uno de ellos a Clarín.
Ricardo Alejandro Sánchez, el martillero a cargo de la subasta, explicó que ambos actos este lunes a la mañana fueron normales. "Desde ahora, los interesados se pueden acercar al juzgado, pero sólo el juez tiene potestad para decidir una nueva base. Hay que considerar que sólo el inmueble vale 3 millones de dólares… y a la vez, si en lugar de comprar sin el pasivo alguien quisiera hacerse cargo de la quiebra, son 400 millones de pesos, o sea 10 millones de dólares. Pero las especulaciones siempre están… el hombre de negocios siempre intenta sacar lo más barato posible", señaló.
El de radio Rivadavia es un compendio complejo e intrigante, con muchos protagonistas y poca claridad. Explicar el capítulo completo y con detalles es algo que ninguno de los interlocutores (ni los empleados históricos, ni los directores más nuevos, ni los síndicos, ni los martilleros) parecen poder ofrecer plenamente.
No hay dos versiones idénticas sobre las condiciones (más o menos turbias, según quién hable) en las que se produjo la primera venta de la radio, en 2016, cuando Rivadavia pasó de las manos de sus dueños históricos, la familia Cetrá, a los que todos llaman “los rosarinos”, los hermanos Whpei.
Y aunque hay coincidencias sobre el buen funcionamiento de la radio en esa segunda etapa, bajo el mando de “los rosarinos” (los empleados expresan que por primera vez en años empezaron a cobrar el sueldo en tiempo y forma), no es unívoca la versión sobre cómo eran las cuentas de Rivadavia entonces. Las voces expresan, al mismo tiempo, que se facturaba exitosamente, y que perdían 5 millones de pesos por mes.
¿Por qué sería importante entender esto? Para comprender por qué ahora esta radio (que en realidad son dos: Rivadavia y la FM radio Uno), una de las más relevantes e históricas del país, con repetidoras en toda la Argentina, está en venta.
Fuente: Diario Clarín
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