Por: Paulo Pécora
Dicen que vinieron a dialogar pero despidieron a 354 trabajadores de un día para el otro, por razones políticas, por su forma de pensar y opinar, sin aviso previo, sin procedimiento de crisis, sin causa ni justificación laboral o profesional alguna.
Dicen que son republicanos pero no respetan los fallos judiciales que ordenan reincorporar a 110 despedidos y además persiguen a los jueces que tomaron decisiones en su contra.
Dicen que son democráticos pero mienten, denigran y estigmatizan a los trabajadores en lucha.
Dicen que son pacíficos pero amedrentan y amenazan con patovicas y barrabravas en las puertas de la agencia.
Dicen que son profesionales pero crean una redacción paralela y trucha, propagandística, con notas viejas, mal escritas o robadas a otros medios.
Dicen que respetan el estatuto del periodista pero intentan imponer una forma de trabajo precarizada con multitareas por el mismo sueldo, o peor, y con pérdida de derechos laborales.
Dicen que vienen a cerrar la grieta pero presionan, seducen y extorsionan a algunos trabajadores para que traicionen los 100 días de lucha de sus compañeros, despedidos o no.
Dicen que son el cambio pero son exactamente los mismos (los mismos) que intentaron cerrar la agencia en 2001.
Dicen...