La secretaria de Organización del Sindicato de Prensa Rosario y de Comunicación y Difusión de la CTA de lxs Trabajadorxs Rosario declaró esta mañana en el marco de la causa Feced III como víctima y sobreviviente de la dictadura militar acompañada por las abogadas querellantes Gabriela Durruty y Jésica Pellegrini. Esta fue la tercera oportunidad en que nuestra compañera Stella Hernández dio testimonio ante el Tribunal Oral Federal Nº2 de Rosario, en Oroño al 900. La audiencia de hoy tiene una importancia meridiana porque es la primera vez que se juzga la violencia sexual contra las mujeres como delito de lesa humanidad en esta jurisdicción y en la que el represor Mario Alfredo ‘el Cura´ Marcote está imputado.
Durante dos horas, la voz de la compañera Stella Hernández se escuchó tan serena como firme y meticulosa a la hora de relatar la perversidad de las acciones de policías, militares y civiles durante su cautiverio en el Servicio de Informaciones de la ex Jefatura de Policía local: “Es muy duro hacer el esfuerzo de recordar cuando uno intenta sobreponerse para poder seguir con la vida. Pero tomo el valor de hablar por las mujeres que ya no están y por las que aún no pueden hacerlo”. Cuando el TOF Nº 2 le preguntó si iba a jurar o prometer por alguna de sus convicciones, respondió: “Juro por la lucha de las mujeres, las de ayer, las de hoy y las de siempre”. Con precisión narró sus seis meses de detención desde el 11 de enero al 23 de junio de 1977, aportó muchísima información sobre los represores -apodos, nombres y apellidos, situaciones en las que intervinieron-, y las víctimas que conoció o de las que escuchó hablar y, una vez más, acusó al represor Mario ‘el Cura’ Marcote por violación mientras miraba la pantalla del televisor de la sala que reproducía su imagen y la de ‘el Ciego’ Lofiego, ambos presos en Ezeiza.
Stella Hernández militaba en la JP y desde los 16 hasta los 19 años, el momento de su detención, trabajaba alfabetizando y dando apoyo escolar a lxs niñxs de distintas villas de la zona sur de la ciudad, entre ellas, Villa Magnasco. Al salir del cautiverio ingresó en la Facultad de Ciencia Política de la UNR, se recibió de licenciada en Comunicación Social, se desempeñó como periodista en los diarios Democracia y La Capital y jugó un rol de importancia en la Coalición por una Radiodifusión Democrática y en el organismo creado por la LSCA Nº26.522, el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual en representación de lxs trabajadorxs.
Al salir del Tribunal, con la misma fortaleza con que hizo su declaración, recibió el abrazo de sus compañeras y compañeros, amigos de vida y de lucha del Sindicato de Prensa Rosario, de la CTA de lxs Trabajadorxs, del Movimiento de Mujeres, de las organizaciones de Derechos Humanos y de otros gremios hermanos que gritaron con emoción su nombre y pidieron ¡Justicia! y ¡Ni olvido ni perdón!
Fotos: Franco Trovato y SPR
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