Daniel Vila y José Luis Manzano cerraron la venta del cable Supercanal a tres fondos de inversión. La compañía de tevé por cable tiene presencia en 14 provincias y necesitaba reforzar inversiones. Los nuevos dueños dicen que desembolsarán US$ 400 millones para una red de fibra óptica. Joost Newbery será el nuevo presidente de Supercanal, y lo secundarán Pablo Venturino y Mariano Gilles, adelantan los matutinos
Supercanal anunció ayer que tendrá un nuevo accionista controlante. La compañía fue fundada por Daniel Vila en 1985 y otro de sus directivos es el ex ministro de Carlos Menem, José Luis Manzano. CVI Austral -un grupo inversor especializado en proyectos de telecomunicaciones y tecnología- manejará "sus destinos", según un escueto comunicado oficial. Carlos Joost Newbery, titular de ICondor y uno de los fundadores de Movicom y CTI Móvil, originalmente del Grupo Clarín.
En el grupo inversor controlante sobresale el fondo ICondor, entre otros inversores como Pablo Venturino y Mariano Gilles, de White-Bridge.
Con presencia en 14 provincias del interior, se estima que Supercanal posee entre 400.000 y 500.000 clientes. Está detrás de Cablevisión, DirecTV y Telecentro. La mayor presencia de la compañía está en la región cuyana, donde están sus orígenes. También pisa en la Patagonia y provincias cordilleranas (La Rioja).
Aunque la operación se venía negociando desde el año pasado, el cierre de la venta fue informada recién ayer después de arduas negociaciones y un due dilligence extenso, dijeron fuentes del mercado. Los compradores comprometieron una inversión de u$s 400 millones, cifra que incluyen el valor de la compañía y el despliegue de una red de fibra óptica para mejorar el servicio de internet de banda ancha, en vista de la competencia que implica la fusión recientemente aprobada de Telecom y Cablevisión.
Tras el cambio de manos, Supercanal será presidido por Carlos Joost Newbery, acompañado en el directorio por Pablo Venturino y Mariano Giles, socios de White Bridge. Detrás de esta adquisición está el fondo CarVal Investors, creado a fines de los años ´80 por Cargill, que aportó la financiación para concretar la operación.
CarVal Investors trabajó junto a Newbery y White-Bridge en proveer la financiación que permitió la adquisición de Supercanal. La última operación fuerte de este fondo fue cuando desembolsó US$ 60 millones en Recoleta Mall, el shopping que gira en torno a los Village Cines de ese barrio. En 2010, lo puso en venta, pero no encontró oferentes atractivos. Luego, traspasaron la operación a los operadores del Solar de la Abadía.
CarVal también participó de la reestructuración de la deuda de Mastellone Hermanos y en Autopistas del Sol, en la que participó como asesor. Aunque Carval llegó a formar parte de la estructura de Cargill, ahora está separada de la cerealera.
Según un comunicado del nuevo directorio, esta adquisición se enmarca en "proyecto de innovación tecnológica que generará puestos de trabajo, contribuirá a cerrar la brecha digital y acercará la mejor propuesta de contenidos para los usuarios de Supercanal en 14 provincias.
En el segmento de las telecomunicaciones se dice que la infraestructura de Supercanal quedó algo obsoleta frente a tanta demanda de datos por parte de los consumidores y que no cuenta con redes modernas. Eso le impide dar mayor velocidad de Internet. Eso no le sucede en todas las locaciones, ya que en Mendoza está mejor equipado que en otros rincones donde posee operaciones, según cuentan proveedores de contenidos.
Aunque su red necesita una actualización tecnológica, la compañía posee una base de red en 14 provincias, permisos otorgados para operar y otras condiciones que le pueden resultar atractiva a un inversor en telecomunicaciones dispuesto a crecer.
Las negociaciones que culminaron en la venta de la red de cable con epicentro en Mendoza se habían inicialdo una vez que se destrabó el conflicto por las bandas de 4G que se había adjudicado el grupo Vila-Manzano en 2014 pero un año más tarde, al no concretar el pago, fueron transferidas a la compañía satelital estatal Arsat.
En octubre de 2017, Vila-Manzano acordó con el Enacom desistir de una presentación judicial y aceptar la devolución de u$s 20 millones que el grupo había aportado como caución al momento de presentarse a la licitación.
Precisamente, el 17 de noviembre, un mes después de ese paso, las partes involucradas habían acordado las condiciones para esenciales para la cesión del control del grupo. En las negociaciones de las partes el precio por cada abonado fue materia de discusión, así como las condiciones en que estaban cada uno de los clientes del servicio.
En tanto, la habilitación del llamado cuádruple play (telefonía fija y móvil, internet y TV por parte de un mismo operador) para los conglomerados de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe a partir del 1ero de enero de este año, impulsó que varias empresas cableoperadoras solicitaran permisos para ofrecer telefonía móvil. En este contexto, el Enacom otorgó a Supercanal una licencia de Operador Móvil Virtual (OMV) en el mes de enero.
Por otra parte, la reciente aprobación por parte de Defensa de la Competencia de la fusión entre Cablevisión y Telecom, terminó de dibujar un nuevo mapa de las telecomunicaciones con jugadores bien definidos y un ámbito en el que sólo es posible competir si se cuenta con tecnología de avanzada.
Hoy, la red de Supercanal cuenta con 410.000 usuarios de cable y 83.000 de internet en 14 provincias, desde Tucumán a Tierra del Fuego. El desafío de los nuevos compradores es renovar las conexiones de cablemódem por otras de fibra óptica, una tecnología que ofrece mayor velocidad y calidad en las comunicaciones. Su objetivo es "conectar a un millón de personas (320.000 hogares) para el 2021.
Fuentes: Diarios El Cronista y Clarín