Así lo dispuso la fiscal especial Claudia Ríos, quien lleva adelante la causa abierta tras una información surgida en San Luis y que asegura que la Yaqui Vargas, presunta jefa narco del oeste de Godoy Cruz, mandó a matar a los periodistas
Periodistas de diario El Sol tienen custodia policial desde el jueves por la madrugada luego de que efectivos de Inteligencia Criminal recibieran información sobre posibles atentados en su contra por investigar una trama narco en la zona del oeste de Godoy Cruz.
La consigna fue dispuesta por la fiscal de Delitos Complejos Claudia Ríos, quien tiene a su cargo la pesquisa por las amenazas sufridas por los profesionales.
En los primeros minutos del jueves, la División de Análisis Criminal recibió un correo electrónico desde la Dirección de Inteligencia y se detallaba que se trataba de información urgente e importante.
Allí se hacía una descripción de una reunión que Sandra Yaquelina Vargas, alías “La Yaqui”, había mantenido con su grupo en una casa de San Luis y, entre otras tareas, había ordenado matar a los periodistas de El Sol que habían contado en diferentes notas cómo era el movimiento de su banda.
Yaqui Vargas es sindicada como la líder del grupo que maneja la venta de estupefacientes en el oeste de Godoy Cruz. Sin embargo, hasta el momento, ninguna causa ha progresado para poder demostrar su culpabilidad.
Los adolescentes que trabajan para ella son conocidos como sus “angelitos”, y la mayoría está vinculado con homicidios cometidos en esa zona caliente del Gran Mendoza.
Una vez recibidos los datos, los espías de Inteligencia hicieron un breve rastreo para determinar qué periodistas podían estar involucrados en el pedido de la mujer a sus “angelitos”. Se hizo un listado y se envió ese material para que sea analizado con carácter de urgencia.
En cuestión de minutos, la información cayó en manos de los investigadores de Delitos Complejos. Y automáticamente la fiscal dispuso una consigna policial para los periodistas.
Con el correr de las horas, el caso fue profundizado para, a priori, determinar qué tan fidedigna era la información recibida por Inteligencia. El resultado confirmó que la versión sobre el pedido para matar a los periodistas surgió de una fuente que cuenta con la total confianza de los efectivos.
Desde hace más de un año, El Sol viene publicando informes sobre esta banda. El trabajo periodístico ganó incluso espacio en medios nacionales. Lo mismo ocurrió este jueves cuando trascendió la noticia de las amenazas. Tanto en Mendoza como en el resto del país, se redactaron informes sobre el caso.
Por su parte, el ministro de Seguridad, Leonardo Comperatore, aseguró que están trabajando de manera conjunta con la Fiscalía para preservar la integridad de los periodistas, cuyas identidades no se publican por cuestiones de seguridad.
Eso que se llama periodismo
Un periodista no suele trabajar para recibir una felicitación o una palmada adulatoria. Tampoco para ser blanco de un ataque. Puede ser valiente pero no temerario. Y debe conocer cuáles son los gajes de la profesión
Días movidos en una redacción. Días de contrariedades, de incertidumbres, de certezas, de temores y de pasiones. Son los días que, Aún bajo la angustia de haber recibido una amenaza, espera todo periodista.
Porque de eso se trata esto. De generar algo y provocar un cambio, de marcar un camino y mostrar qué se hace bien y qué se hace mal. No como jueces, sino como generadores de información. Eso, en ocasiones, molesta. Porque toca intereses ocultos y actividades que están fuera de la ley. Trabajar, investigar y perseverar para llevarle al público esas situaciones es la esencia misma del periodismo.
No se equivoca Gabriel García Márquez cuando la define como la profesión más linda del mundo. Y, por más que se repita una y otra vez, este concepto nunca parecerá trillado. Se renueva cada día en que alguien ingresa a la redacción y enfrenta el desafío de ver la pantalla en blanco.
Un periodista no suele trabajar para recibir una felicitación o una palmada adulatoria. No busca congraciarse con un funcionario. Al menos no aquellos que entienden que este es un trabajo que se sostiene desde dos puntos: pasión y vocación. La realidad es que tampoco se trabaja para ser blanco de un ataque. Un periodista puede ser valiente pero no temerario. Y debe conocer cuáles son los gajes de la profesión.
Por ejemplo, recibir una suerte de amenaza de muerte por investigar el accionar de una banda narco en la provincia. No fue una amenaza tal y como se entiende este método de intimidación. Lejos de eso, se filtró un dato que habría salido del interior de la banda en cuestión: maten a los periodistas.
A partir de ahí, palpitaciones a mil. Lo que está en juego es mucho más que la publicación o no de una nota. Se siente miedo, mucho miedo. Y se siente satisfacción, demasiada, por saber que los datos aportados desde lo periodístico no sólo han molestado, sino que han corrido un velo y permiten ver el sector más oscuro de nuestra sociedad.
Hay angustia entre los amigos, hay nervios entre los familiares y hay muestras sobradas de solidaridad.
Entonces, los picos de adrenalina se repiten. Ya no aparecen sólo en el horario de cierre. Es permanente. Es vivir 24 horas en un nivel altísimo, sin abandonar en ningún momento el lugar elegido: el de informar, comunicar y mostrar la verdad.
Fuente: El Sol Online
Preocupación y solidaridad con los periodistas amenazados por una banda de narcotraficantes en Mendoza
La Fundación LED (Libertad de Expresión + Democracia) manifiesta su repudio a las amenazas contra el diario “El Sol” de la provincia de Mendoza, y específicamente con los tres periodistas más expuestos expresando la solidaridad con ellos.
El hecho ocurrió como consecuencia de la investigación que realiza el medio mendocino sobre el accionar de la banda de narcotraficantes conocida como “Los Angelitos de la Yaqui”, sospechada de manejar el comercio de drogas en el oeste de la localidad de Godoy Cruz, provincia de Mendoza. La información recabada por la Dirección de Inteligencia Criminal de la provincia de Mendoza sobre la posibilidad de que la amenaza tuviera una alta probabilidad de realizarse provocó que la fiscal Claudia Ríos dispusiera la custodia policial para estos periodistas.
La Fundación LED expresa su preocupación por los acontecimientos relacionados con el tráfico de drogas que se han ido sucediendo en los últimos meses, y las actuales amenazas que producen serias limitaciones al accionar periodístico por parte de organizaciones criminales.
El Estado Nacional, quien en nuestro país es el encargado de la investigación y prevención del narcotráfico, debe convertirse además en el garante del derecho a la libertad de expresión e investigación de los periodistas en nuestro país.
El cercenamiento al derecho a la información por organizaciones criminales se convierte en una severa realidad ante la falta de acción del gobierno Nacional.
La Fundación LED insta al Estado Nacional a realizar todas las investigaciones necesarias que permitan establecer la identidad de los agresores, protegiendo la vida de todos los periodistas de nuestro país.