Gustavo Bellingeri, Secretario Gremial del SATSAID y trabajador del Canal, denunció que “están tratando de arrebatarle a la Ciudad su único canal abierto que el Estado le asignó con licencia”; y explicó que “hace dos años que no nos dan participación en el canal. Por eso iniciamos un expediente en el Ministerio de Trabajo y la empresa negaba el vaciamiento. Ahora avanzaron con el desmantelamiento y se llevaron las consolas, mesas de sonido, cámaras, artefactos de iluminación y demás aparatos. Además, dijeron que en una semana dejan el local y a los trabajadores no nos comunicaron a dónde iremos, es una situación de mucho maltrato”. Ante este panorama, el Ministerio de Trabajo citó a las partes, pero la empresa directamente no se presentó.
Un fallo judicial emitido en 1996 establece que la emisora tiene que transmitir el 100% de sus contenidos desde La Plata. Sin embargo, sólo la firme resistencia de los trabajadores logró que la señal permanezca aunque sea mínimamente en la ciudad. De hecho, lejos queda el recuerdo de aquel estudio ubicado en la esquina de 8 y 48 desde donde todavía se emitía programación en vivo.
“Se sienten amparados para hacerlo con este gobierno, que entiende que cada empresario puede hacer lo que crea mejor para su negocio”, consideró Bellingeri, quien destacó que no es un comercio, sino “un medio de comunicación que trata de garantizar un derecho a los ciudadanos. No se puede materializar ese derecho si ese canal está en otro lado”.
“Es sumamente importante un canal en La Plata. Hace al hecho democrático: a informar, a tener conocimiento de la cosa pública, de la cosa social. Los medios son el transporte de la información”, agregó. La concentración en las puertas del canal contó con el apoyo de sindicalistas, así como de vecinos y televidentes.
