lunes, 27 de agosto de 2018

La situación de la radiofonía porteña: Una crisis que se proyecta a todo el país

Hoy la radiofonía argentina cumple 98 años. Un presente que desoye la celebración de la historia, grafica Emanuel Respighi en PáginaI12 y detalla: El anunciado remate de Radio Rivadavia, el silenciamiento de América, la crisis en Del Plata y en El Mundo dan cuenta del estado de las cosas. En tanto, en Clarín, Marina Zucchi, realizó un relevamiento por más de 20 emisoras, el rol de la conducción sigue reservado, en su mayoría, a los hombres: 75% contra 25% de voces femeninas al mando de un micrófono
La radiofonía argentina cumple mañana 98 años pero no tiene mucho que festejar. Envuelta en una crisis que combina lo económico con lo tecnológico, la radio que durante décadas nunca dejó de transmitir, acompañando la vida de varias generaciones de argentinos, está atravesando uno de los momentos más críticos que se recuerden. Sigue al aire, emocionando e informando, divirtiendo y enojando a quien la quiera escuchar, pero con el hilo de voz que suele distinguir a quien aún está conmovido por alguna dolencia. La radio argentina ya no tiene la potencia de antaño y ha perdido algunas voces. El inexplicable vaciamiento y posterior silenciamiento de Radio América (AM 1190), el desguace de emisoras tradicionales como Del Plata (AM 1030) y El Mundo (AM 1070), el insólito e inédito remate a la que será sometida la vieja y querida radio Rivadavia (AM 630) en los próximos días, son apenas los aspectos más visibles de un medio que sigue sonando pero a costa de profesionales que perdieron o ven amenazados sus cada vez más precarizados puestos de trabajo. Los mismos trabajadores que, a la vez, son los principales sostenes creativos de la radio argentina. Pese a todo.

Cada 27 de agosto se celebra en el país el Día de la Radiodifusión Argentina. La fecha, que conmemora a aquellos “Locos de la azotea” que en 1920 realizaron la primera transmisión, siempre sirve como disparador para analizar el estado de situación del medio. Desde que en diciembre de 2015 Cambiemos asumió el gobierno, la radio argentina ingresó en un espiral descendente del que aún no pudo recuperarse. El cóctel de crisis económica, reasignación de la pauta oficial e irresponsabilidad de empresarios inescrupulosos y oportunistas derivó en emisoras cerradas, radios quebradas, cientos de despidos, indemnizaciones incumplidas y pago de sueldos en cuotas imposibles de comprender para productores, periodistas, técnicos, locutores, operadores y personal administrativo no muy duchos en la ciencia de las matemáticas. La pasividad del Ministerio de Trabajo y del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom), que permitieron y siguen permitiendo a las empresas incumplir con sus obligaciones más elementales, echaron más leña al fuego de la debacle. La precarización no es sólo laboral sino también artística: el “loteo” de espacios al mejor postor hoy es moneda corriente en emisoras pequeñas, pero también en aquellas consideradas “grandes”.

Probablemente no haya una imagen que ilustre con mayor certeza el momento actual de la radiofonía argentina que la que surgirá el jueves, cuando la histórica Radio Rivadavia (AM 630) sea rematada, en conjunto con FM Uno (103.1). La emisora que hace décadas supo brillar de la mano de Antonio Carrizo, Héctor Larrea, Cacho Fontana y José María Muñoz culminará así una serie de desmanejos empresariales (la familia Cetrá y, posteriormente, los hermanos Wphei) que afectaron no sólo su presencia en el dial sino también la vida diaria de los trabajadores, a los que se les adeudan 8 meses de sueldos. Hasta el momento, la negociación que había iniciado el Grupo Vila para hacerse cargo de la emisora no había llegado a buen puerto. El remate, cuya base está fijada en 12 millones dólares, no sólo incluye las licencias de AM y FM y sus inmuebles, sino también marcas registradas como Al servicio de la verdad, El rotativo del aire de Radio Rivadavia y Sexta edición, entre otras. Desde hace un año la emisora es manejada por un síndico.

“Hace unos meses que el Grupo América está detrás. Firmamos un acuerdo para que puedan ingresar a la radio. Ellos se retiraron diciendo que hubo 11 personas que no firmaron el acuerdo, cosa que es mentira. No fue por eso, sino por todos los juicios que tiene la radio y la imposibilidad de hacerse de la licencia. De la quiebra debería haberse hecho cargo el Estado, nunca lo hizo ni quiere ahora. De hecho, el Estado no debería haber permitido que la sindicatura creara más deuda. El Estado debería haber tomado la frecuencia y haberla licitado”, le explica a PáginaI12 Osvaldo Bergal, trabajador y delegado (Sutep) de Rivadavia.

“La situación de la gente –agrega Bergal– es desesperante. Estamos muy golpeados. No tenemos cobertura médica, seguimos manteniendo la radio al aire sin cobrar sueldo alguno, vamos a trabajar gratis. Muchos han dejado de ir. La radio funciona a pulmón, por la gente. Estamos a la espera de lo que pasará, si se soluciona el ingreso del Grupo Vila o si se va a remate. La situación es crítica. Venimos sufriendo este proceso desde hace años, igual que otras radios, como Del Plata o Del Mundo, por malas administraciones y gobiernos que no les dieron importancia a nuestros problemas.”

La dramática situación de Radio América (AM 1190) no parece tener fin. Tras la fuga en enero de 2016 de Sergio Szpolzki y Matías Garfunkel, y el paso de Mariano Martínez Rojas (que incluyó un ataque con patovicas hacia las instalaciones y los trabajadores), la emisora parecía empezar a “normalizarse” con la adjudicación de la licencia a Editorial Perfil en marzo de 2017, aunque recién se oficializó el 21 de diciembre mediante la publicación del decreto presidencial. Sin embargo, a ocho meses de la adjudicación definitiva de la licencia a Perfil, Radio América sigue silenciada y sus trabajadores (nunca fueron despedidos ni cobran sueldo alguno), esperando a que la emisora vuelva a transmitir. Ni el ENaCom ni el nuevo propietario –que parece estar más entusiasmado con el lanzamiento del canal NET TV que con hacerse cargo de la emisora– muestran interés en que América recupere el aire robado. La frecuencia AM 1190 está desactivada, incautada, silenciada, desaparecida inexplicablemente.

“Todos pensábamos que una radio grande como América no iba a quedar desaparecida del aire, pero lamentablemente nos equivocamos”. La que habla con pesar es Vilma Noce, locutora informativista de la emisora sin voz. “El de Radio América fue el primer vaciamiento grande, con complicidades institucionales evidentes. En el ENaCom hasta nos reconocían que no nos iban a ayudar, lo mismo el Ministerio de Trabajo, que ni siquiera nos otorgó los Repro a los trabajadores. Siempre recibimos un portazo. La gente tuvo que salir a buscar trabajo de cualquier cosa para poder sobrevivir. Ni siquiera fuimos despedidos formalmente. Es muy triste”.

La crisis radiofónica se profundizó este año en Radio Del Plata (AM 1030). La histórica emisora viene sufriendo la gestión de Electroingeniería, la empresa de Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta, que en manos de Sebastián Ferreyra dejó de pagar sueldos en tiempo y forma desde el mes siguiente al cambio de gobierno. Desde enero de 2016, los trabajadores cobran en cuotas sus sueldos, que a comienzos de 2018 fueron reducidos al 50 por ciento, además de ver cómo la empresa no realiza aportes previsionales ni a la obra social. La situación de la emisora empeoró aún más cuando el 28 de mayo pasado 30 trabajadores fueron despedidos. El Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria que empeoró la situación: un mes después la lista de despedidos se amplió a 41 (que se sumaron a 12 anteriores), el pago en cuotas del 50 por ciento del sueldo dejó de cumplirse y Electroingeniería ni siquiera les pagó la indemnización a los trabajadores que se quedaron en la calle. Mientras, la programación de la radio sigue al aire con retención de tareas de 15 minutos en cada hora, a costa de los 67 trabajadores (hasta mayo eran 120) que cobran “algo” de su sueldo cuando a la empresa se le ocurre. Una situación tan incierta como dramática.

“Lo que es distintivo en Del Plata es que en 2016 hubo espacios que se posicionaron segundos en audiencia, pero por la mala administración de los responsables de la radio los conductores de esos programas fueron los primeros en emigrar hacia otras radios”, le explica a PáginaI12 Analía Rivas, la periodista y delegada (SiPreBA) que fue despedida pese a tener inmunidad gremial. “Durante el kirchnerismo, aun recibiendo pauta oficial, los responsables de Del Plata nos dijeron que nunca fue rentable la radio. Si nunca fue rentable, ¿por qué la mantuvieron tantos años y tenían capacidad de pagar salarios en tiempo y forma, y de pronto dejaron de hacerlo? Lo que desnuda es la falta de voluntad de parte de Radiodifusora Del Plata, que forma parte de Electroingeniería, de cumplir con la ley y sus obligaciones”, puntualiza Rivas, que aún espera –como el resto de los despedidos– por su indemnización.

En Radio El Mundo (AM 1070) la situación es similar a Del Plata, aunque un poco más compleja, porque la emisora tiene dividido el plantel de trabajadores en dos sociedades: la productora Fio Fio (a cargo de la gestión) y Radiodiofusora Baires (adjudicataria de la frecuencia). El conflicto comenzó en enero cuando Fio Fio dejó de pagar salarios y apareció como nuevo presidente de la productora Martín Rodríguez Flores, que se fue a vivir al mismo edificio de la emisora y administra la radio sin pagar los salarios a los 60 trabajadores de Fio Fio. La radio se mantiene al aire con el plantel de 22 trabajadores que dependen de manera directa de Radiodifusora Baires, que sí paga los salarios, pero no se hace cargo de la programación ni de la gestión diaria.

“El problema es que a Baires, que también es la empresa adjudicataria de Radio Disney (FM 94.3), no le interesa explotar la AM. Por eso siempre la cedió a un tercero para que la explotara, algo ilegal”, le cuenta a este diario Alejandra Nieto, operadora técnica y delegada (AATraC). “En mayo, el ENaCom comunicó que la adjudicación de la frecuencia era responsabilidad de Baires y no reconocía como explotadora de la la AM 1070 a Fio Fio. Pese a ello, ni Baires tomó cartas en el asunto para resolver la situación ni Rodríguez Flores cambió su proceder: sigue incorporando programas sin pagarles el salario a los trabajadores. Hace una semana el ENaCom intimó a Rodríguez Flores a que abandonara la explotación comercial. La radio está en un estado terminal, al borde de salir del aire porque tiene deudas en los servicios públicos y un atraso de ocho meses en el pago del alquiler del edificio, por lo que hay iniciado un juicio de desalojo. Mientras tanto, los 60 trabajadores de Fio Fio siguen sin cobrar su sueldos”, subraya.

El proceso de desgaste empresarial hacia los trabajadores, con la complicidad –por acción u omisión– del ENaCom y el Ministerio de Trabajo, parece ser el denominador común de las emisoras en crisis. Radio América fue la punta de lanza de un derrotero que comienza con la falta de aportes previsionales, continúa con el pago en cuotas de los sueldos, el alquiler de espacios que dañan la coherencia artística y la precarización de las condiciones laborales. A 98 años de su nacimiento, el aire radiofónico dejó de ser para muchos un espacio creativo para comunicar e informar. Ahora parece ser apenas la excusa para que empresarios oportunistas hagan negocios. Que no silencien la radio, que no mancillen su honra, pareciera ser el desafío de estos tiempos.

Radio: a 98 años de la primera transmisión, las mujeres todavía son minoría
En un relevamiento por más de 20 emisoras, el rol de la conducción sigue reservado, en su mayoría, a los hombres: 75% contra 25% de voces femeninas al mando de un micrófono. Opinan La Negra Vernaci y María ODonnell, entre otras
Por: Marina Zucchi
Si el otorrinolaringólogo argentino que dio pie a la radiofonía argentina resucitara hoy, a 98 años de la primera transmisión (el aniversario se cumple este lunes 27 de agosto), no encontraría un gran avance de la mujer en ese terreno. Un relevamiento por más de 20 emisoras da cuenta de que en el rol de conductores o co-conductores predominan los hombres. Las voces femeninas al mando representan, aproximadamente, el 25%.

En el aniversario de ese medio maravilloso que inauguraron los Locos de la Azotea (Enrique Telémaco Susini, el médico entrerriano que se divertía experimentando desde la Terraza del Teatro Coliseo junto a César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mugica y por qué no, tal vez, alguna señorita que fue omitida cuando se escribió la historia) la presencia femenina existe con fuerza desde la locución, la producción, las columnas especializadas, pero las riendas del micrófono continúan siendo masculinas.

Por citar algunos casos: En La Red, de unos 30 programas, Carolina Losada es la única que logró ciclo propio (domingos, a las 9). En Radio 10 (AM 710), de una programación de 26 títulos, apenas hay una conductora (Teté Coustarot, domingos a las 21). En Vorterix, el privilegio de la co-conducción es sólo para Vanina Parejas (lunes a viernes, a las 10). Aspen (FM 102.3) no tiene conductoras y sólo cuenta con una locutora. En Cadena 3 de Córdoba sólo hay una. Y en la golpeada Del Plata, el mando absoluto al micrófono sólo es para Luisa Delfino (domingos, a la 0).

Horarios marginales o intervención apenas desde la lectura de cómo estará el clima, el viejo modelo sigue reproduciéndose. El término “sororidad” (la solidaridad entre mujeres en un contexto de discriminación sexual y patriarcado), empieza a esparcirse y a ganar adhesión en el éter.

Los estudios radiofónicos de Kantar Ibope Media revelan que hay más de 6 millones de oyentes a diario entre Capital y Gran Buenos Aires, que la casa y el auto son los lugares de escucha predominantes y que los tímpanos buscan, ante todo, música en español, pero no existen estudios que profundicen en la inequidad en los roles centrales de un programa.

Marcela Ojeda y Valeria Sanpedro son dos de las conductoras que pudieron instalar con un ciclo de perspectiva de género (Mujeres... ¡De acá!, los domingos, de 14 a 15, por Nacional, AM 870). “Lo tomamos como un lugar de militancia. Un periodismo no habitual en radio. Es un programa feminista y también un periodismo de aprendizaje. Ambas venimos de la calle, somos movileras, y tenemos una mirada aceitada de lo que le pasa al otro. Hablamos de todos los tipos de violencia a las que son sometidas las mujeres, e invitamos a mujeres invisibilizadas”, comenta Ojeda.

“Más allá de las épocas, por mi experiencia, estoy convencida de que si no hacés algo distinto, no te ven. Eso sí: puede haber locutores o periodistas hombres diciendo lo mismo en la misma radio todo el día que en ellos no se nota”, arremete Elizabeth “La Negra” Vernaci (La negra Pop, lunes a viernes a las 16, FM Pop). “Las minas argumentan, dicen lo que piensan, no se callan más. Claro, en la tele a todas les dieron el horario de la tarde, cuando se suponen que las mujeres miran tele. De manual”.

El 17, 18 y 19 de noviembre, en Mar del Plata, habrá un encuentro de radialistas feministas. Celeste Farbman, una de las organizadoras, y al frente del programa Nos quemaron por brujas, de la emisora comunitaria Presente, explica: “Armamos el monitoreo #‘Faltamos en la radio’. Por ejemplo, el 100% de las columnas de economía y deportes son hechas por varones”.

Un comunicador que registró esta disparidad fue el Becario del Conicet Agustín Espada, Magister en Industrias Culturales de la Universidad de Quilmes. “Está claro que las mujeres son minoritarias al frente de los micrófonos, en conducción esa participación es cercana al 20% de las horas diarias en las emisoras más importantes. Este sesgo se profundiza más en radios AM. Y esto tiene, entre otras, consecuencias en las audiencias”.

María Isabel Sánchez (Encendidos en la tarde, a las 14, y Cada mañana, a las 6, por Mitre), habla del estigma de las locutoras, ese prejuicio de que son “un adorno”: “Tuvimos y tenemos que recorrer un largo camino hacia la igualdad. Reconozco que debemos esforzarnos el doble. Yo creo que es un error pensar que la figura del hombre es más poderosa. Los estudios de marketing indican que las decisiones de consumo son tomadas en su mayoría por la mujeres, que son líderes de opinión más efectivas”.
¿Qué diría Niní Marshall?
Si la reina de la radio, Niní Marshall (1903-1996), diera hoy un paseito por el dial, notaría cambios en el lenguaje, en los contenidos, en el mundo, pero poco riesgo empresarial ligado al rol que se le exige a la mujer.

“Me parece que es una pelea que hay que dar. Hay mucho por conseguir. Si bien hay muchas y excelentes periodistas de política y economía, el tipo de periodismo que hago en radio es todavía mayoritariamente masculino”, juzga María O’Donnell, al frente de Tarde para nada (de lunes a viernes de 16 a 19, Radio con vos, FM 98.9, además de columnas de Metro). María destaca la generosidad de otra mujer que le abrió el camino, Magdalena Ruiz Guiñazú (Mitre).

Florencia Halfon Laksman es una de las periodistas sub-35 que pudo plantarse. Junto a Olivia Sohr conducen Antes que nadie, de 5 a 6 (Metro). Tiene casi dos décadas de experiencia y la convicción de que el pensamiento va evolucionando: “No es común un programa informativo de dos mujeres. Hace seis años que estoy en Metro y puertas adentro las cosas van cambiando. Tengo una mirada positiva. Hay un discurso penetrando por todos lados. Nadie puede hacerse el distraído e ignorarlo”.

Nacional es la contracara de la tendencia masculina al poder. La emisora está dirigida por Ana Gerschenson y tiene más de 30 conductoras.

En un relevamiento rápido por las emisoras más grandes, unas 60 voces de mujer van en contra de esa corriente histórica instalada en el aire y empujan para achicar la brecha. Algunas nomás: Julieta Pink (Metro), Maju Lozano, Claudia Fontán y Alejandra Salas (La 100), Cristina Pérez y Nora Perlé (Mitre), Ingrid Beck (Radio con vos y Nacional), Amelia Troisi (Rivadavia), Agustina Casanova (One), Marina Abiuso y Catalina Dlugi (La 1110), Dominique Metzger (Continental), Viviana Canosa (La 990), Nancy Pazos (La 990 y Rock & Pop), Marcela Feudale (Radio Uno), Jimena Vallejos (Pop), Nora Briozzo (La 10) Federica Pais, Gisela Marziotta, Liliana Hendel, Any Ventura (La 750), Laura Fernández e Irena Córdoba (Vale), Marina Moroni (Los 40), Romina Manguel, María Laura Santillán, Silvina Chediek, Graciela Borges, Nora Massi y María Areces (Nacional), Verónica Castañares (Nacional Rock). Y las firmas siguen...

"En la historia de la radio, la mujer es como una flor que decora, pivotea chistes, recibe el doble sentido. En mis inicios yo funcionaba como la chica a la que se querían levantar al aire. Cuando me di cuenta de esa dinámica, redoblé la apuesta y se les terminó el juego. En lugar de mostrarme como la débil que recibía la fantasía, la generé y los descoloqué", cuenta Marcela Labarca (Ni se te ocurra contarlo, Mitre).

Es sabido que históricamente Mario Pergolini se rodea de hombres en sus equipos. Vanina Parejas (Una casa con 10 chinos, de 10 a 13, Vorterix) fue la excepción. “Arranqué con la artística de Cuál es?, en 1998, como una loca desencajada que rompía el esquema tradicional de la locutora. Tal vez empujada por un ambiente de hombres, fui más machona y fue mi mecanismo de defensa ponerme a la altura de los tipos”.

En la décima temporada de Qué noche Teté, Coustarot regala su mirada: "¿Viste que ahora los hombres se sorprenden de nuestra queja hacia los piropos desubicados? Bueno, había que decírselo y dejarlo claro para que entendieran. Con la radio pasa igual: lo tienen tan incorporado esto de la radio hecha por hombres, que no se dan cuenta de que no está bien".

Cumpleaños de la radio: poco que celebrar. Y una deuda que ojalá se salde a los 100.

Una mujer al mando de la radio
“Es cierto que los puestos de decisión son mayoritariamente masculinos, tan cierto como que esa realidad tiene que cambiar y está cambiando. Los medios deberíamos ser vanguardistas. Está claro que siempre lo más importante es el profesionalismo para un periodista. Pero sean mujeres u hombres, hoy ya no se puede obviar la perspectiva de género en el trabajo cotidiano”, explica Ana Gerschenson, la periodista al frente de la Dirección de Radio Nacional, quien además conduce Vidas de radio, los jueves a las 23. “Dirigir una radio pública es, claro, una responsabilidad, pero sobre todo una oportunidad para visibilizar temáticas y generar espacios nuevos”.
Fuentes: Diario PáginaI12 y Clarín

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