Norteño, nacido en 1953 en Vera, Santa Fe, publicó su primera nota en la revista Ecos, dirigida por Agustín Luis Rossi, maestro y fundador del Colegio Nacional de Vera. Desde entonces, forjó un estilo propio: crítico, documental, meticuloso y profundamente independiente. Su cobertura constante de temas sensibles y estructurales lo distinguió dentro de un oficio que, para él, implicaba tanto una vocación como una forma de intervención política y moral.
En el ámbito radial, trabajó en LT9 Radio Brigadier López y LT10 Radio Universidad del Litoral, donde fue gerente de noticias y columnista político en programas como Puntos de Vista (1984), Hora de Retorno (1989) y Café y Bar (1990). También dirigió Radio Nacional Santa Fe durante los primeros años de la democracia, contribuyendo a consolidar medios públicos comprometidos con la pluralidad informativa.
En prensa escrita, fue secretario de redacción de los diarios El Matutino y El Litoral de Santa Fe, y corresponsal de Los Mejores (LT8) y del diario Castellanos de Rafaela. A partir de 1998, se incorporó como corresponsal del diario RosarioI12 en Santa Fe, donde trabajó hasta su jubilación en junio de 2023. Su pluma incisiva y su capacidad para conectar las pequeñas historias con los grandes procesos históricos marcaron una etapa del periodismo regional.
Durante décadas, Tizziani cubrió con precisión y compromiso los juicios por delitos de lesa humanidad en la provincia, contribuyendo a sostener la memoria y el reclamo de justicia. Una de sus investigaciones más recordadas ayudó a esclarecer el caso de María Carolina Guallane, quien gracias al trabajo periodístico recuperó su identidad como Paula Cortassa, hija de desaparecidos durante la dictadura.
Rechazó homenajes oficiales tras su retiro, como gesto de coherencia con su crítica a la falta de apoyo institucional hacia el periodismo independiente. Su legado trasciende lo informativo: es también ético y pedagógico. Juan Carlos Tizziani deja una marca profunda en el periodismo y en todos aquellos que lo leyeron, lo escucharon o trabajaron a su lado.
Un faro para tantos lectores
Periodista de raza, íntegro y vehemente, fue fundamental desde los medios de comunicación de Santa Fe para las investigaciones en derechos humanos, entre muchos temas que abordó.
Por: Sonia Tessa
Cuando me desperté, encontré el mensaje de Nélida Carbognani, su compañera: "Anoche falleció Juan". Y con esas tres palabras, entró la tristeza.
Juan Carlos Tizziani fue corresponsal de RosarioI12 en Santa Fe durante 25 años.
Se jubiló en junio de 2023; su salud estaba en riesgo: cada nota era, para él, una cuestión de vida o muerte.
No fue fácil para el periodista que dirigió Radio Nacional Santa Fe durante la recuperación democrática ser testigo de la degradación de la democracia que ayudó a construir.
Fue periodista político y se especializó en incomodar al poder.
Nació en 1953 en Vera, y jamás olvidó sus orígenes. Más de cuarenta años después, recordaba que su primera nota fue publicada en la revista Ecos, que dirigía el maestro y fundador del Colegio Nacional de Vera, Agustín Luis Rossi.
De nuestras comunicaciones cotidianas durante años, podría contar muchísimas cosas. Era un maestro de la argumentación.
Cuando escracharon en Laguna Paiva a Agustín Rossi —el hijo del maestro de Vera—, Juan lo tomó como una afrenta personal. Porque los dueños del país se atrevían a hacerle a un representante democrático lo mismo que repudiaban y perseguían si se trataba de reclamos de trabajadores.
Pero también porque no podía tolerar esa violencia. Un día me contó: "Mi hija se llama Raquel por la mamá de Agustín, que era maestra de la escuela de Vera". Lo personal, para él, era político.
La defensa de la escuela pública, de la salud pública, de las políticas de derechos humanos eran una cuestión personal. Le llevaron la vida.
Entre tantas otras, fue inolvidable su tapa: ¿Y si Carolina es Paula?*, el resultado de una investigación de meses. Fue su intuición y tenacidad periodística la que ayudó a develar que María Carolina Guallane era Paula Cortassa, hija de desaparecidos.
"María Carolina Guallane enfrentó ayer las cámaras y los flashes con la templanza que demostró estos días. A su lado estaban sus padres adoptivos, Jorge y María, pero le puso palabras a su historia. ‘Mi verdadero nombre es Paula Cortassa’, dijo al final del día que le cambió la vida. Rodeada de periodistas, mencionó a sus dos padres de sangre: Enrique Cortassa y Blanca Zapata, militantes políticos que cayeron en la masacre del '77. Contó su reencuentro con la abuela paterna, Delfina Cortassa, después de 22 años, y prometió visitar antes del fin de semana a la otra abuela, la materna, Isabel Zapata, para que ‘no se ponga celosa’. Con el corazón a los saltitos, Carolina dejó claro que su camino por conocer la verdad recién empieza: ahora quiere saber si tiene un hermano o una hermana".
Así escribía Juan.
Abordó todos los temas vinculados con los derechos humanos en la ciudad de Santa Fe, y en toda la provincia. Siguió los juicios por delitos de lesa humanidad, estudió expedientes con toda solvencia, honró el periodismo.
Cuando tomaba un tema, no lo soltaba.
Y escribió muchas notas buscando justicia. Era un justiciero.
Dice su descripción en PáginaI12: "Trabajó en LT9 Radio Brigadier López y en LT10 Radio Universidad del Litoral, donde fue gerente de noticias y columnista político en programas recordados: Puntos de vista (1984), Hora de retorno (1989) y Café y bar (1990). Dirigió Radio Nacional Santa Fe. Exsecretario de redacción de los diarios El Matutino y El Litoral. Excorresponsal de Los mejores (LT8) y del diario Castellanos de Rafaela".
Lo que no dice es que su integridad era proverbial.
Después de su jubilación, Carlos Del Frade quiso hacerle un homenaje en la Legislatura provincial. Lo rechazó sin atenuantes: no quería tener nada que ver con el estado actual de la política.
Era terco y cabrón, también. Desde su jubilación, ya nadie discute con su vehemencia el enfoque de una información, el seguimiento de un tema, la estricta evaluación de los efectos políticos de cada cobertura.
Trabajó hasta los 70 años. Hablé una sola vez con él después de que se jubiló. Me contó que estaba disfrutando de su patio, de los árboles, del tiempo libre.
Le repetí mi admiración y cariño.
Sé que no soy la única: fue el maestro de periodistas de la ciudad de Santa Fe, el confiable receptor de las noticias de cientos de fuentes y, lo que es más importante, el faro de muchos lectores.
Gracias por tanto, Juan.
Desde Santa Fe
Por: Horacio Vargas
"Mirá que yo no uso el off the record", fue lo primero que me aclaró en un tono exageradamente dramático cuando le propuse trabajar como corresponsal de Rosario/12 desde Santa Fe. Habíamos hablado de que le gustaba el proyecto del suplemento local. Y lo que me generó esa charla, sus textos, era que estaba frente a un animal de la prensa escrita. Era de una honestidad intelectual inigualable, era un redactor como pocos.
Cuando publiqué la biografía de Carlos Reutemann lo primero que hice fue llamarlo para pedirle colaboración, aportó archivos sin dejar de criticar al biografiado, y luego le pedí que presentara el libro en una librería de Santa Fe, su ciudad. Una sobrina mía me envía ahora la foto de ese encuentro. Yo con barba negra tupida lo escucho atentamente; él siempre igual, serio, duro, riguroso…
Era fanático de River, del River que ganaba todo hace muchos años. Un día le conté por teléfono –porque en la historia del periodismo gráfico el jefe de Redacción hablaba diariamente a través de un aparato grande y negro con el corresponsal de Santa Fe para pautar notas- que mi hijo de 10 años me amenazaba con hacerse hincha de un equipo que ganara torneos. "Pasame tu dirección postal", me dijo. A los dos días llegó el regalo: la camiseta de River para el pibe.
Cuando se produjo la gran inundación de la ciudad de Santa Fe me llamó por teléfono con la voz triste. Me rogó que lo relevara de cubrir los hechos. "No puedo, Horacio, no puedo escribir…", se sinceró. Y durante días no supe nada de él. Después me enteré de que se había refugiado en su casita de las afueras de la ciudad capital para soportar la tristeza.
Tengo en mi oficina de la redacción una reproducción de una tapa de Rosario/12 con un título central que recuerdo haber hecho: "¿Y si Carolina es Paula?". "Las fotos que publicó Rosario/12 en su tapa con aquella pregunta, tuvieron su respuesta: María Carolina es Paula", escribió Juan Carlos Tizziani en alusión a un caso que, gracias a su capacidad para investigar por la verdad histórica, permitió identificar a María Carolina Guallane como Paula Cortassa, hija de desaparecidos.
Chau Juan Carlos, espero tu llamado desde Santa Fe.
Juan Carlos
Por: Agustín Rossi
Juan Carlos Tizziani nació en Vera. Tenía 2 hermanos, Mario y Patricia, ésta ultima periodista igual que él.
Vivían a media cuadra de la plaza, cerca de la única bicicletería del pueblo.
Hizo su escuela secundaria en el viejo Colegio Nacional Mixto (así se llamaba), hoy Instituto superior Dr. Agustín Luis Rossi.
Mi padre, Agustín Luis era el Rector. Mi mamá, Raquel, era docente.
Allí en Vera y en el Colegio, se encontró con su novia de la adolescencia, Nélida Carbognani, quien se convirtió en su compañera de toda la vida:
Fue el primer Presidente del Centro de Estudiantes, llamado entonces Club Colegial, creo recordar en los años de la dictadura de Onganía
El Colegio publicaba una revista, ECOS. Juan Carlos contaba que allí escribió su primera nota.
En su paso por el Colegio, construyó (construyeron junto a Nélida) una relación entrañable con mis padres.
Recuerdo a mi padre, hablar con admiración y cariño de su alumno.
Periodista comprometido, con conciencia crítica, defensor e causas nobles, militante por los DDHH. honesto e insobornable.
Recuerdo la indignación que tenía cuando, en el contexto del debate sobre la resolución 125, fui agredido en Laguna Paiva y Reconquista.
En ocasión de presentar el libro de mi autoría "Hombre de Palabra" tuvo la generosidad de acompañarme en la Ciudad de Santa Fe. Sus palabras entre otras fueron: "venimos del mismo pueblo, Vera, en el norte postergado". Elogió el libro, habló de Vera y del Colegio, y quizás sin saberlo, expresó el mayor elogio que, como hijo, escuché de mi padre: "Rossi era una buena persona "
Hace un rato hablé con Nélida: "Los queríamos tanto a tus padres que nuestros hijos se llaman Agustín y Raquel, en homenaje a ellos".
Gracias por tanta honestidad y valentía, por tu defensa de ideas y valores. Y gracias por tanto afecto que vos y Nélida nos regalaron.
Allá va Juan Carlos, con sus alforjas llenas de sueños, que acuñó en Vera y sembró en toda la provincia, a desparramarlos por otros lares.
Vuela alto, querido amigo.
Despedida
El Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe expresa su pesar por el fallecimiento de Juan Carlos Tizziani. Periodista de una trayectoria admirable en medios radiales y gráficos que lo hicieron un protagonista clave de su profesión en nuestra historia reciente.
Los temas que asumía se apartaban de lo efímero y cubrían las principales luchas por una sociedad más justa que supere los estragos genocidas de la última dictadura cívico-militar.
Así contribuyó con la mayor solvencia profesional al sostenimiento de la memoria sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos en nuestra región y a la denuncia de sus cobardes perpetradores.
Su ejercicio del periodismo nos hizo también conocer la nobleza e integridad de su persona. El movimiento de derechos humanos valorará siempre su ejemplar tarea contra los privilegios de la impunidad y por una democracia de real igualdad.
"Pero si ésta soy yo... ¿Qué me están mandando?", se preguntó Carolina Guallane cuando recibió la foto de Paula. Fue uno de los disparadores que llevaron a realizar estudios de ADN para establecer su verdadera identidad. "Los días parecen más largos", dijo. La similitud entre la imagen de la chiquita --que se publica en exclusiva en la tapa de esta edición-- con la que Carolina tenía hace 21 años, aceleraron estudios de ADN, adelantados por RosarioI12.Por: Juan Carlos Tizziani, 28 de octubre de 1988
Cuando María Carolina Guallane recibió una foto de Paula, la nena de un año que desapareció en Santa Fe junto con su papá y su mamá embarazada, durante la masacre de 1977, creyó que era un broma de mal gusto. "Pero si ésta soy yo... ¿Qué me están mandando?", se preguntó. El parecido entre la imagen de esa chiquita --que se publica en exclusiva en la tapa de esta edición-- con la que ella tenía hace 21 años, las coincidencias en las fechas y otros datos que se mantienen en reserva, movilizaron entonces a dos familias -- una rosarina y otra entrerriana-- a realizarse los estudios de ADN, tal como lo reveló RosarioI12 el domingo último. Las muestras se tomaron el 1§ de setiembre y ahora están en manos del Banco Nacional de Datos Genéticos que funciona en el Hospital Durán de Buenos Aires, deberá verificar si la joven tiene lazos sanguíneos con esas familias que fueron diezmadas por la dictadura: entre las dos sufrieron el secuestro y asesinato de tres hombres, ignoran que pasó con la pareja que cayó en Santa Fe, alientan la esperanza de recontrar una nieta, y se preguntan dónde está el bebé que debía nacer en febrero del '77, época en que el Ejército depositó a María Carolina en la Casa Cuna.
"Todos estamos ansiosos por ver si estas abuelas son mis abuelas biológicas", dijo la joven al referirse a dos de las seis mujeres que aceptaron hacerse los ADN. Una tiene 83 años, la otra 69 años y se reencontraron hace casi dos meses en Rosario, después de no verse desde los tiempos del terror.
María Carolina ratificó ayer lo que adelantó este diario. "Estos meses que tardan los resultados del análisis son duros de pasar. Los primeros días pasan, pero ahora que estamos a punto de saber el resultado los días parecen más largos. Bueno, todos estamos ansiosos por saber el resultado de los ADN y ver si estas abuelas, una de Rosario y otra de Entre Ríos, son mis abuelas biológicas", afirmó la joven en un diálogo con el periodista Guillermo Tepper, por la emisora LT10.
--¿Ellas han tomado contacto con tu papá, con tu mamá? Tengo entendido que hay fotografías y parecidos.
--Claro, por el parecido. Cuando recibimos un llamado anónimo en mi casa, en Venado Tuerto, una mujer dejó un número de teléfono. Mi mamá en ese momento estaba en Rosario, se comunicó con esa señora y ella dio una dirección. Allí se dirigió mi mamá, acompañada por una ex militante, estos que están dispuestos a trabajar sin parar hasta que yo encuentre mi verdadera identidad. Fueron a ese lugar y se encontraron con una abuela de 83 años. Ella vive sola, su esposo murió y su único hijo está desaparecido. Fue difícil hablar de esa historia.
--Ya había cerrado la historia.
--Claro. Hasta que comenzó a mostrar fotografías.
--Hay parecidos físicos...
--En realidad la primera foto que mi mamá vio fue la de la nuera. Podríamos decir la mamá de Paula, la nenita en cuestión, no se sabe si soy yo o no. El parecido de la mamá con Paula y conmigo es...
--¿Es notable?
--Si, es notable. Y días después me mandaron una fotito de Paula que me pareció una broma de mal gusto. Cuando vi la foto dije: "si ésta soy yo, ¿que me están mandando?".
--¿Tan parecida son?
--Realmente yo lo sentí así. Por ahí, uno trata de ser frío en estas circunstancias, pero cuando vi la foto de la mamá de Paula dije: "no, no es parecida a mi". Uno quiere poner una barrera siempre...
--Claro, uno se escuda un poquito, por las dudas...
--Si, por supuesto, no me quiero ilusionar. No quiero decir, sí es parecida a mi, o yo soy parecida a ella. Pero cuando vi la fotito de la nena que no tenía ni siquiera un año de edad, cuando sus padres partieron rumbo a Santa Fe, realmente dije: "ésta soy yo". Y eso movilizó a las Abuelas de Plaza de Mayo a hacer con mayor rapidez los estudios de ADN.
--Esta historia podría coincidir con las que se investigan en Santa Fe sobre la misma época.
--Si, podrían coincidir, porque esta pareja partió rumbo a Santa Fe. En el diario Rosario/12 se publicó que esta mujer estaba embarazada, aparte de tener una hija, Paula, de menos de un año.
--¿Estas historias pueden coincidir en el tiempo y en el lugar?
--Claro.
--¿Y esta abuela qué recuerda del hecho, de la desaparición de la nieta?
--Sólo recuerda que una madrugada los encapuchados entraron a su casa y revolvieron todo. Que buscaban a su hijo, pero él, su esposa y su hijita ya no estaban en Rosario. Habían partido hacia Santa Fe, y después aparentemente mataron a la pareja.
--Por supuesto que los análisis científicos le darán certeza a la coincidencia, pero no deja de ser una esperanza.
--Seguimos con estas barreras, pero más allá de los parecidos en las fotos, que son impresionantes, está la posibilidad del no. Pero, bueno, estamos muy esperanzados y las dos familias también. Tenían mucho miedo al principio, fue muy difícil convencerlos de que se hagan el análisis, tenían terror.
--¿Por revolver el pasado, porque se reabren heridas?
--Si, la familia de Entre Ríos en aquellos años vivía en Rosario. Fue muy difícil para ellos volver a Rosario, pisaron la ciudad y temblaban de miedo. Es una familia muy diezmada, muy sufrida. Fue difícil revolver el pasado y decirle: "bueno, a lo mejor su nieta Paula puede estar viva". Pero, aceptaron hacerse los análisis y ahora están tan ansiosos como yo.
--¿Los conocés?
--No, no conozco a ninguno de ellos, pero estoy contenta porque si este resultado es positivo tengo dos familias que me aceptan. Que era uno de mis temores.Denuncian el copamiento político de la Oficina de Investigaciones
Una declaración que es casi como una confesión
Uno de los testimonios en la causa contra Marcelo Sain dejó al desnudo una trama ubicada en el origen de la causa judicial que es un "lawfare a la santafesina"

El diputado Maximiliano Pullaro es considerado el mentor de funcionarios de la OI. . Imagen: Andres Macera
Por: Juan Carlos Tizziani, 6 de febrero de 2022
Uno de los declarantes en la causa contra Marcelo Sain reveló cómo fue el pacto entre el jefe del Ministerio Público de la Acusación Jorge Baclini y el ex ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro para colonizar el Organismo de Investigaciones del MPA con militantes de la UCR. El analista Laureano Gabriel Brufal aportó la prueba en un sumario interno en el que admitió su pertenencia al "pullarismo" y dijo que él y sus colegas no llegaron al Organismo de un "repollo", sino que su "génesis estaba dentro de la política". "Los soldaditos de Pullaro", los llamó el criminólogo Enrique Font al repasar el proceso de copamiento y politización del OI y se preguntó si esa estructura que entró "por la ventana que abrieron Baclini y Pullaro" es la misma que hoy está detrás de "las operetas y el lawfare a la santafesina contra Sain y su equipo". La confesión de Brufal generó varias reacciones. "El MPA es una institución judicial cooptada por Pullaro y sometida a sus intereses políticos". "La historia es mucho más oscura de lo que contaban", advirtió HIJOS Rosario.
Al describir lo que llamó la "realidad", Brufal dijo que los "analistas" del Organismo de Investigaciones del MPA accedieron a sus cargos desde el "palo civil, porque algunos, como en mi caso, venimos de la política. Otros vienen ya de una relación o de un trabajo previo en la Fiscalía, donde pasaron como practicantes. Esa es la realidad", contó.
"Nuestra génesis estaba dentro de la política", admitió Brufal. "Yo en su momento llego a la Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos, que fue mi paso previo al Organismo (de Investigaciones), en agosto de 2016, por el pullarismo".
"Después, cuando (el fiscal Adrián) Mac Cormack decide prescindir de mis servicios, paso al Organismo de Investigaciones. Esa es la realidad. Más de uno de los analistas tienen todos algún tipo de raíz política. En el caso de (su colega) Facundo (Bonboni), era amigo del diputado Juan Cruz Cándido".
Esa es "la manera en que los analistas llegan" al Organismo de Investigaciones. "Si me preguntan, puedo decir de dónde viene cada uno. Por más que algunos quieran decir que vienen de un repollo, no, todos sabemos más o menos de dónde venimos", ratificó.
"La realidad nuestra era que hasta que no fuimos personal técnico criminalista, éramos contratados del Ministerio de Seguridad. Le facturábamos todos los meses al Ministerio de Seguridad. Hasta que en un momento (el subdirector del Organismo), Víctor (Moloeznik) y la (jefa de Inteligencia Criminal de la Zona Sur), Débora (Cotichini) nos dicen: ‘Chicos está la posibilidad de que sean planta del Poder Judicial, a través de la ley del Organismo". ¿Cómo era la operación? "Primero, tienen que pasar a la planta del Estado. La forma más fácil es que primero sean policías. Esto ya hablado entre Pullaro y Baclini". Y después, pasar a la plantilla del Poder Judicial.
"En ese momento, éramos todos analistas, no había personal policial de seguridad en el Organismo, que era mucho más chico. Obviamente, todos dijimos que sí. El objetivo estaba en pasar al Poder Judicial. Bueno, anotamos nuestros nombres".
-¿Dependían ustedes del Ministerio de Seguridad? –le preguntaron en el sumario.
-Yo, del Ministerio de Seguridad.
-Perfecto.
-Específicamente, yo dependía de la estructura policial de la Agencia de Investigación Criminal, la ex PDI -contestó.
-No tengo más preguntas –cerró el sumariante.
El criminólogo Enrique Font analizó los hechos en la escalada de la "degradación institucional" del MPA y el OI. "¿Saben por qué en Santa Fe tenemos los tremendos problemas de seguridad que tenemos?, se preguntó. Por políticos y funcionarios sucios como una papa que usaron la Fiscalía, el Ministerio de Seguridad y el Organismo de investigaciones, para:
"1. Darle empleo con estabilidad judicial a militantes radicales de su espacio, familiares y amigos. No importa si para eso llenaban de gente sin formación, experiencia y trayectoria la OI. O sea, arruinás un área clave del Estado para producir investigaciones e inteligencia criminal".
"2. Al colonizar con inútiles partidarios endeudados un área clave del Estado los ‘jefes’ como Pullaro tienen a sus soldaditos y a capangas como Moloeznik (que empezó de soldadito) para garantizarse impunidad cuando ellos y sus amigos son investigados".
"3. La colonización político partidarias con inútiles endeudados del MPA y de la OI también resulta esencial para hacer operetas pedorras como el caso de lawfare a la santafesina contra Sain y su equipo".
"El problema adicional de todo esto es que tenés un MPA y un Organismo de Investigaciones absolutamente inservible para cumplir con sus funciones manifiestas y entonces la seguridad está como está en Santa Fe".
Font recordó que la "colonización político partidaria" del MPA con "serviles, familiares y amigos" se remonta a su origen. "Por eso, tenemos la fiscalía que tenemos y las cosas están como están en la provincia. En la gestión de Antonio Bonfatti pasó lo mismo en Seguridad. Un ministro sin ninguna experiencia metió más de 90 militantes partidarios, familiares y amigos sin ninguna formación ni experiencia. ¡Así fue la gestión! Luego, se fueron al MPA, a la Defensoría del Pueblo y otros (asumieron como) jueces".
Asi que ante "la situación de la seguridad" en la provincia, lo "mejor" sería "cuestionar a los responsables de la degradación institucional que nos llevó adonde estamos. Y no olvidar ni repetir estás prácticas. Porque las consecuencias son catastróficas", concluyó.
Fuentes: RosarioI12, Archivo Señales