El medio más importante del norte argentino ejerce una política de persecución laboral contra los profesionales que allí trabajan. La estrategia consiste en presionarlos para obtener exclusividad sin ofrecer la remuneración correspondiente. Cuando no logran ese objetivo, utilizan el argumento de la "deslealtad profesional" para despedirlos de forma arbitraria y sin indemnización. El gremio se declaró en estado de alerta y movilización en respaldo a dos periodistas cesanteados en los últimos días.
El reconocido investigador y periodista Fernando Stanich se desempeñó hasta este lunes como editor de la sección Política de La Gaceta. Su colega Joel Katz fue, hasta esta semana, redactor en la sección Deportes del mismo diario. Aunque ocupaban roles distintos en áreas diferentes, ambos están unidos por una misma pasión: su amor por el periodismo, la verdad y la libertad de informar. Desde ahora, también comparten un mismo reclamo: fueron despedidos sin otro argumento que el de trabajar en otros medios de comunicación.
"Deslealtad profesional". Así lo habría definido la empresa para justificar los despidos y evitar pagar la correspondiente indemnización. Presuntamente, desde la patronal señalaron que el hecho de trabajar en otros proyectos —incluso propios— constituiría una causal de despido. Así lo denunciaron ambos periodistas en sus cuentas de X (antes Twitter).
"Las autoridades de la Redacción decidieron despedirme —y buscan no pagarme indemnización, lo que será discutido en el ámbito correspondiente— solo por haber comenzado la co-conducción de un programa informativo en Canal 8, de una hora y media, a las 7 AM. Aclaro que conduzco un programa de radio en idéntico horario desde hace cinco años, sin reparos ni perjuicios para La Gaceta. Durante más de 20 años dediqué mi vida a ofrecer el mejor periodismo posible, relegándome en muchas ocasiones y soportando falencias laborales y económicas. Todo en nombre del periodismo", expresó Stanich en un hilo que recibió cientos de reacciones en apoyo y repudio a la actitud de la patronal.
Tengo 47 años y casi 21 los pasé dentro de LA GACETA. Hoy, las autoridades de la Redacción decidieron despedirme -y buscan no pagarme indemnización, lo que será discutido en el ámbito que corresponde- solo por haber comenzado la co-conducción de un programa informativo en Canal 8
— fernando stanich (@fernandostanich) July 14, 2025
Katz también compartió su experiencia: "Lamentablemente, mi situación es la misma. La Gaceta me despidió con causa porque el programa del que formo parte desde hace cinco años —antes de ingresar al diario— pasó de radio a TV, y lo consideran competencia. Me acusan de conducta desleal. Cabe aclarar que los horarios no coinciden con mi trabajo en La Gaceta, y que no soy parte de LG Play. Tampoco firmé nunca una cláusula de exclusividad, y los sueldos son bastante bajos como para exigir algo así".
El eje del conflicto parecería estar en El Matutino, el ciclo que ambos integran en Canal 8, ahora emitido de 7 a 8.30. Aunque están vinculados al proyecto desde hace cinco años —cuando era un programa de radio—, el pase a televisión abierta en 2025 fue lo que habría generado el conflicto. Según relatan, la empresa consideró que eso los colocaba en una situación de competencia, autorizando el despido sin indemnización.
Ese argumento, además de controversial, presenta varias inconsistencias. En primer lugar, ninguno de los dos trabajaba en LG Play, el canal televisivo del diario. En segundo lugar, no firmaron contratos de exclusividad. Y en tercer lugar, el horario y la función en el programa no se superponían con sus responsabilidades en el diario.
"Aducen que mi comportamiento es desleal e incompatible, olvidando la libertad de trabajo consagrada por la Constitución. Mi rol en La Gaceta era el de editor de Política y solo aparecía de manera esporádica —y no remunerada— en LG Play. Más allá de lo legal, el destrato, la violencia y la persecución sufridas implican un claro daño moral. Me tratan de desleal después de 21 años de conducta intachable, asumiendo funciones sin la compensación correspondiente. ¿Hace apenas siete meses no era desleal cuando me dejaron a cargo de la edición diaria durante todo enero?", se preguntó Stanich.
Por su parte, Katz expresó el impacto emocional y físico de la situación: "Llevo varios días con síntomas físicos por el estrés que esto me provocó. Prefiero no darle entidad a quienes no la merecen y quedarme con lo mejor que me dejó el diario: colegas que se volvieron amigos. Eso es lo más valioso que me llevo. Ahora tocará pasar página y seguir adelante. La pasión por el periodismo no me la va a sacar el bastardeo de algunos, cuya mirada del mundo quedó atrapada en el pasado, tapada por ego y soberbia. El periodismo es lo que amo y lo seguiré haciendo, pese a todo".
Una práctica extendida y preocupante
La situación no es nueva ni exclusiva de La Gaceta. Desde la Asociación de Prensa de Tucumán (APT) advierten que son frecuentes las presiones empresariales para impedir que los trabajadores de prensa acepten otros empleos. El absurdo de esta postura es absoluta en un contexto de precarización laboral y salarial en crecimiento.
La exclusividad, además, es un derecho por el que se debe abonar la remuneración correspondiente. Por lo tanto, siempre que no haya superposición de horarios, falta de fidelidad o compromiso con los principios éticos y profesionales en relación con la objetividad, la imparcialidad y la veracidad de la información, no se puede esgrimir "deslealtad" para cesantear a un empleado sin su respectiva indemnización.
Lamentablemente, mi situación es la misma. La Gaceta decidió despedirme con causa porque el programa del que formo parte desde hace 5 años -antes de ingresar al diario- pasó de radio a TV, y lo consideran competencia. Me acusan de tener una conducta desleal https://t.co/Qijzb09DUl
— Joel Katz (@JKatzOk) July 15, 2025
La postura del gremio
Tras conocerse los despidos, la APT se declaró en estado de alerta y movilización: "El contexto actual de los medios está marcado por ajustes, despidos y presiones que buscan acallar voces críticas y disciplinar a quienes sostienen día a día el derecho de la sociedad a estar informada. Nos solidarizamos con Fernando Stanich, Joel Katz y toda la redacción de La Gaceta. Se trata de dos profesionales intachables, despedidos en un medio que pisotea los derechos laborales más elementales".
La asociación reafirmó su compromiso inquebrantable con la defensa del trabajo digno, la libertad de expresión y el ejercicio profesional del periodismo. Informaron, además, que sus abogados ya trabajan en el caso para que este atropello no quede impune.
"No vamos a permitir que la persecución y el silenciamiento se naturalicen", subrayaron.
Finalmente, la APT convocó a periodistas, comunicadores y trabajadores de prensa a manifestarse contra el accionar de La Gaceta: "No permitiremos que los medios se conviertan en espacios de persecución laboral. No aceptaremos que se pisoteen derechos conquistados con años de lucha. No vamos a mirar para otro lado mientras despiden compañeros por el simple hecho de buscar mejorar su calidad de vida. No nos quedaremos inmóviles ante la injusticia", sentenciaron.