Pese a todo, la izquierda, con el correr de los años al frente del Poder Ejecutivo, se acercó a los canales privados. Ahora que se producirá el cambio a la televisión digital la segunda administración de izquierda debe asignar las frecuencias y el presidente José Mujica ya aseguró que la prioridad será otorgarle la señal a quienes ya la tienen en el formato analógico.
En este nuevo escenario tecnológico el gobierno de Mujica, al igual que el anterior de Vázquez, se alineó al reclamo de los operadores privados contra el avance del grupo Clarín en el mercado televisivo uruguayo.
La izquierda no quiere la presencia de multinacionales extranjeras en la TV y esa es una causa compartida con los canales de televisión privados.
Ahora, que está a punto de emitir el decreto de TV digital, el gobierno debe hacer antes una movida que nuevamente limite la cantidad de frecuencias disponibles para Cablevisión (propiedad del grupo Clarín en Uruguay), de forma de dejar el espectro radioeléctrico ordenado para el nuevo sistema.
Esta situación se da porque los privados uruguayos impugnaron ante la Justicia un decreto de 2006 que le permitía al grupo Clarín unificar sus 15 frecuencias de Montevideo con las nueve de Canelones. Además, el lugar del espectro en el que están ubicadas sus señales es el más codiciado por los operadores de las telefónicas debido a que es el ideal para explotar la tecnología 4G, que permite ver televisión por celular.
Las críticas del pasado
Durante la campaña por la anulación de la ley de Caducidad en 1989, los canales de televisión se negaron a pasar un spot del Frente Amplio en el que Sara Méndez pedía ayuda para encontrar a su hijo por entonces desaparecido, Simón Riquelo.
En el tramo final de la campaña electoral del balotaje entre Vázquez y Jorge Batlle en 1999, los canales demoraron tres días en emitir un spot del FA en respuesta a otro de Batlle que atacaba la propuesta del Impuesto a la Renta. Los canales argumentaron que tenían problemas técnicos, pero para la izquierda fue una maniobra política. Vázquez quedó muy enojado, lo que aumentó aun más su desconfianza hacia los medios.
Ejemplos como esos hay varios. Por cosas así se presumía para el primer gobierno de izquierda uruguayo una relación tensa y compleja con los medios.
La izquierda consideraba antes de llegar al gobierno a los medios uruguayos como “poco democráticos”. “Los grandes medios de comunicación”. Así describen los frenteamplistas y de forma despectiva a la prensa cada vez que quieren criticar algo publicado.
Por eso, el Frente Amplio hablaba de cambios. “Se estimulará la democratización de la información y de los medios de comunicación, tanto públicos como privados, su utilización al servicio de la comunidad, la divulgación artística, deportiva, científica y técnica, la promoción de los valores nacionales, y la expresión de los diversos sectores sociales y políticos del país. No hay desarrollo real, ni integración nacional sin herramientas adecuadas”, señalaban las líneas programáticas del FA en materia de comunicación.
Sin embargo, nada de eso ocurrió. Pese a que al principio de la gestión encabezada por Vázquez el gobierno y la fuerza política siguieron con el tono confrontativo, con el correr de los meses y los años las críticas se fueron moderando.
Nuevo decreto frenado por disputa con Clarín
El Ministerio de Industria aspiraba a que el decreto que regula la televisión digital ya estuviera firmado por el presidente José Mujica. Sin embargo, trabas jurídicas que tienen como origen una disputa entre el gobierno y el grupo Clarín por el uso de bandas ha retrasado el proceso, según admitieron a El Observador fuentes oficiales. Un decreto de 2006 sobre el asunto fue impugnado ante la Justicia y el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) lo anuló. Ese hecho trastocó parte del esquema jurídico en el que estaba apoyado el proyecto de decreto sobre la televisión digital, que ya tenía pronto Industria y estaba sobre el escritorio de Mujica a la espera de su firma. El secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, declaró a El Observador que antes de emitir la nueva reglamentación, el Poder Ejecutivo deberá realizar cambios al anterior decreto. Se trata de un enredo jurídico que impide al gobierno avanzar. Es que el decreto de 2006 es, a su vez, en lo que se basa otra decisión gubernamental de 2011, en la que el Poder Ejecutivo le quitó algunas de las señales que tenía la empresa Cablevisión (perteneciente al grupo Clarín). Parte de ese espectro (el más codiciado por las telefónicas dado que permite aplicar la tecnología 4G) fue destinado a la TV digital.
El descontento de Claro y Movistar
En materia de telecomunicaciones se instaló la polémica debido al monopolio que la estatal ANTEL tiene para explotar los servicios de internet por fibra óptica. Eso ha llevado a que las embajadas de España y México transmitieran su queja al gobierno de José Mujica, pues empresas que operan en ese rubro proceden de esos países. Se trata de las telefónicas Movistar (de origen español) y Claro (de origen mexicano). Dichas empresas discrepan con que haya un monopolio de ANTEL y reclaman poder vender datos a través de fibra óptica. A diferencia de la política del gobierno de captar inversión extranjera, en este caso hay limitaciones claras, según los privados.
Fuente: El Observador
Ver anteriores: Uruguay: Mujica firmó decreto que limita las señales del cable de Clarín, Frecuencias que tenía Clarín serán subastadas entre las telefónicas para 4G
