Fuentes oficiales revelaron a Críticadigital que el jefe de Gabinete absorbería la Subsecretaría de Comunicación. "Pepe quedó afuera" del plan, dijeron.
El operativo “lavado de cara” del Gobierno de Cristina Kirchner está en marcha. Comenzó con bajarle el perfil combativo a Néstor Kirchner, luego de la derrota en la guerra gaucha. Siguió con la salida de Javier de Urquiza de Agricultura y de Alberto Fernández de la Casa Rosada y con la figurada conferencia de prensa en Olivos. Ahora el plan rueda con el traspaso de la Subsecretaría de Comunicación de la órbita de Enrique Albistur a manos directas de Sergio Massa.
Fuentes oficiales confirmaron a Críticadigital que la nueva área se ocupará de entablar los contactos necesarios entre la Presidencia, los ministerios y los medios de prensa de todo el país, para difundir la “gestión” y los “actos de gobierno”.
En Balcarce 50 consideran prioritario que la estrategia para levantar la imagen presidencial quede a cargo de Massa, desplazando a Albistur de esa tarea. “Queda afuera”, confesaron este medio las fuentes consultadas, “él se ocupa de la cartelería, spots televisivos y avisos para gráfica, en esto no tiene nada que ver”.
La primera medida será "hacer hablar" a los ministros nacionales, “trabajan todo el día y nunca salen en los medios”, explicó un funcionario que conoce en detalle el operativo. “Con (Alberto) Fernández nunca se les prohibió nada, pero cuando él hablaba ya nadie hacía declaraciones. Ahora queremos que hablen, que se sepa lo que hacen”, continuó.
La nueva oficina de prensa tendrá un equipo de trabajo reducido con dos delegaciones geográficas y colaborará permanentemente con el vocero de Cristina, Miguel Núñez, responsable de los próximos unipersonales de la Presidenta ante los medios en Olivos. Los directores del área serán Claudio Ambrosini, portavoz de Massa, y Eduardo Roust, ex colaborador de Alberto Fernández.
Según revelaron las fuentes, el jefe de prensa de Néstor Kirchner y de Julio de Vido, Alfredo Scocimarro, no ocupará cargos en la estructura, aunque "falta designar a otros dos funcionarios para completar la plantilla". Habrá una dirección para Capital Federal y el Conurbano bonaerense y otra que se ocupe de las acciones en el interior.
Pero quitarle poder a Albistur tiene su precio. Ayer Cristina Fernández exceptuó con el decreto 1.311/2008 a la Secretaría de Medios de la obligación que rige para todos los organismos del Estado de utilizar el “servicio publicitario creativo, arte y producción gráfica y audiovisual” que presta la agencia oficial TelAm. Bajo excusas de “índole operativas”, le permitió a Albistur contratar a creativos privados para la difusión de los “actos de gobierno que se publiquen en el Boletín Oficial”.
En los pasillos de la Rosada coinciden que la decisión de centralizar los acercamientos con la prensa en esta área recuerda a la organización que utilizaba el grupo Sushi en épocas de Fernando De la Rúa. Encabezados por su hijo Antonio, el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibáñez y el ex secretario de Cultura y vocero presidencial, Darío Lopérfido, los sushiboys canalizaban toda la información oficial que llegaba a los medios. "Ellos frivolizaron ese área y nosotros vamos a reconstruirlo seriamente", concluyó.