José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica |
Telefónica ha estallado. La multinacional española, que siempre ha mantenido un perfil bajo en Argentina desde el punto de vista político, se ha descolgado esta semana con unas declaraciones poco habituales, acusando al Gobierno argentino del presidente Mauricio Macri de favorecer al Grupo Clarín.
La acusación es que se le facilita la entrada, a bajo precio, en el mercado de la telefonía móvil, lo que va a permitir al Grupo Clarín ser el primero en competir en telecomunicaciones con una oferta completa que incluya banda ancha fija, televisión y telefonía móvil.
El Grupo Clarín es la primera compañía de medios de comunicación del país. El conglomerado, que ha sido en la última década un feroz opositor a la antecesora y rival de Macri, Cristina Kirchner, controla el periódico Clarín, el primero del país, así como La 13, la primera emisora de TV en abierto -empatada con Telefe, la TV que tenía Telefónica y que acaba de vender a la norteamericana Viacom,- y además, tiene Cablevisión, la primera empresa de TV por cable de Argentina.
Gran aliado mediático
De esta forma, el grupo mediático se ha convertido en un aliado formidable del presidente Macri. Y, además, Telefónica, ha perdido el poder político que le daba controlar Telefe.
El diario La Nación publicó ayer una declaraciones de un portavoz de Telefónica en las que se aseguraba "sentimos profundamente que una vez más el Gobierno demore la verdadera competencia en el sector. Telefónica se encuentra analizando las posibles acciones judiciales para proteger los derechos que este decreto estaría violentando".
Las declaraciones se producen después de que el Gobierno de Macri, a través del organismo Enacom, el regulador del sector, haya publicado, el pasado lunes 2 de enero, un decreto que modifica la situación competitiva del sector.
El decreto confirma los temores de Telefónica de que el Gobierno favorecería a Clarín, como informó Expansión el 23 de agosto de 2016, permitiéndole usar para telefonía móvil 4G una frecuencias radioeléctricas que compró a bajo precio -138 millones de dólares- porque cuando las adquirió no se podían usar para el negocio móvil.
Por el contrario, Telefónica y sus dos competidores, Claro y Telecom, pagaron 1.618 millones de dólares en 2014 por frecuencias para el 4G que aún no pueden usar porque el Gobierno no ha echado a los grupos que las usaban anteriormente.
Además, el decreto confirma la moratoria para que las telecos puedan dar servicios de TV, algo que ya se planteó en el primer decreto publicado a comienzos de 2016, de forma que Telefónica no podrá ofrecer TV hasta enero de 2018 y además, tendrá que ser a través de sus redes fijas y no por satélite, lo que hubiera facilitado la llegada a más clientes de forma más rápida.
También se establece que durante tres años, las tres grandes telecos móviles, tendrán una asimetría en los costes de terminación que favorecerá a Clarín, como nuevo entrante y operador más pequeño.
Foto: José María Cadenas
Fuente: Diario Expansión