Marzo de 2022: El presidente de TVL, Gustavo Scaglione, Marcelo Tinelli, Federico Hoppe y Pablo Prada en los estudios de El Tres TV
Lo que alguna vez fue una relación cercana hoy se convirtió en un enfrentamiento con ribetes mediáticos, legales y hasta personales. Marcelo Tinelli y Gustavo Scaglione —empresario rosarino, dueño de medios como el Multimedios La Capital y Televisión Litoral de Rosario, canales de televisión en distintas provincias, además de accionista en América TV— están en el centro de un conflicto que involucra una millonaria deuda originada en el Club San Lorenzo de Almagro, un embargo sobre una propiedad de lujo en Uruguay, acusaciones cruzadas de extorsión, una investigación por presunto lavado de dinero y vínculos con una trama financiera que ahora salpica a figuras del poder y del mundo narco.La deuda original y el papel de Arturo Trini
La controversia se remonta a 2023, cuando Gustavo Scaglione, a través del financista rosarino Arturo Trini, absorbió una deuda millonaria que pertenecía a San Lorenzo de Almagro, en la que Marcelo Tinelli figuraba como garante personal. El conflicto se intensificó cuando un socio del club presentó una denuncia penal ante la Justicia, señalando presuntas irregularidades en la operación. La causa quedó a cargo del juez federal Ariel Lijo, bajo la carátula de presunto lavado de activos.
Pero el origen del problema se ubica varios años antes. La reciente caída en desgracia de Arturo Trini amenaza con complicar aún más la situación de Tinelli. En mayo de 2016, el conductor —entonces vicepresidente de San Lorenzo— enfrentaba una crisis financiera institucional, marcada por el rechazo de cheques millonarios emitidos para saldar deudas del club. En ese contexto, acudió a Trini, quien habría liberado unos 6 millones de dólares a través de la Mutual 29 de Noviembre, según consta en la denuncia penal presentada el 26 de enero de 2024 ante el juzgado de Lijo. Como parte de la causa, el 30 de enero se ordenó un allanamiento a la financiera que canalizó los fondos.
Trini es un conocido operador de la "city" rosarina. Socio de la firma Grupo Carey —una de las principales casas de cambio e inversiones de la región— ya había quedado salpicado en investigaciones previas relacionadas a bandas narco. En particular, el crimen de un barrabrava de Newell’s reveló maniobras de lavado a través de la financiera Cofyrco. Entre los nombres que surgieron están Guido Garay, Fernando Vercesi y Patricio Carey, este último señalado como asesor financiero de la mutual que le otorgó el préstamo millonario a Tinelli.
La situación se tornó aún más compleja cuando, tras la caída de Trini, la deuda fue transferida a Gustavo Scaglione, en condiciones que hoy están bajo investigación. Según la denuncia presentada en la causa, "la Mutual 29 de Noviembre habría cedido al Sr. Gustavo Scaglione la deuda que aquella ostentaría con el C.A.S.L.A.", es decir, la deuda de San Lorenzo garantizada por Tinelli. Pero el escrito advierte que la única forma legal de realizar esa transferencia era mediante un contrato de compraventa o permuta, algo que no habría ocurrido.
La Justicia investiga si Scaglione efectivamente cubrió los US$ 6 millones de la deuda de Tinelli a Trini, convirtiéndose en nuevo acreedor, y cómo se motorizó la cesión de ese compromiso financiero, especialmente teniendo en cuenta que el préstamo se canalizó a través de una mutual regulada.
Scaglione, en ese momento, no solo estaba en plena expansión de sus negocios mediáticos —sumando América TV a su conglomerado—, sino que también jugaba fuerte en la política nacional. A nivel local había apoyado la candidatura de Carolina Losada a gobernadora de Santa Fe, y luego apostó por la presidencial de Sergio Massa.
De la sociedad al enfrentamiento público
Según distintas fuentes, Tinelli y Scaglione llegaron incluso a asociarse para la producción de Bailando, pero la relación terminó deteriorándose. El empresario rosarino —convertido ahora en acreedor— sostiene que Tinelli mantiene una deuda que superaría los 10 millones de dólares, generando una presión creciente sobre sus activos. El conductor, en cambio, denuncia persecución mediática, maniobras judiciales y embargos arbitrarios.
La disputa escaló a la opinión pública cuando América TV, canal donde Scaglione tiene participación accionaria, abordó el tema en sus programas. Tinelli reaccionó con dureza desde sus redes sociales. En su cuenta de X, acusó al empresario de "mentir", "extorsionar" y de "querer sacarle los bienes a su familia".
"Usa un canal que amo para decir estas mentiras. Llega a decir que yo lo extorsioné. Me quiere demandar. Nunca paró de mentirme", escribió Tinelli.
En otro mensaje, fue más allá: "Lo único que quiere es dañarme en mi imagen y sacarme todo lo que pueda. Averigüen la ‘Mutual’ a la que le compró esta deuda. No tiene escrúpulos. Lo único que busca es que le entregue los bienes de mi familia. No lo voy a permitir".
El embargo de la chacra y los rumores en América TV
Una de las piezas clave del conflicto es la lujosa chacra de Tinelli en José Ignacio, conocida como La Boyita, valuada en 11 millones de dólares. El conductor tenía avanzadas negociaciones para venderla a un matrimonio estadounidense, con una seña ya abonada de 1,5 millones de dólares. Sin embargo, el embargo solicitado por Scaglione frustró la operación.
Según el periodista Luis Ventura, el empresario no solo quiere recuperar lo invertido, sino posiblemente quedarse con la propiedad. También afirmó que el empresario "se sintió presionado" por Tinelli y estaría evaluando demandarlo por presunta extorsión.
Según el periodista, Tinelli había planeado utilizar los fondos de esa venta para cubrir parte de la deuda. Pero al conocerse la operación, el conflicto escaló: "La venta fue vista como una maniobra para eludir el pago", señalaron fuentes cercanas a la causa.
En el programa A la Tarde, de América TV, se discutieron las historias enigmáticas que Tinelli publicó en Instagram, donde escribió frases como:
El posteo fue interpretado como un mensaje directo a Scaglione. En otro, Tinelli aclaró irónicamente: "Esta historia es una ficción que estoy escribiendo. Cualquier similitud con hechos reales es pura coincidencia".
Luis Ventura incluso deslizó, sin confirmar, la existencia de un episodio de "retención indebida" que involucraría envío de videos y amenazas, lo que habría intensificado la tensión entre las partes.
Una declaración ambigua, que, lejos de aclarar, alimentó aún más las especulaciones. En las redes sociales, la frase fue interpretada como una manera de blindarse ante una posible demanda. Para sus detractores, fue una maniobra para victimizarse; para sus seguidores, una forma de denunciar lo que consideran un ataque.
Denuncias cruzadas y versiones no confirmadas
Durante la emisión, Ventura también deslizó una acusación aún más grave: "En determinado momento hubo un episodio donde una persona estuvo retenida durante algunas horas. No sé si llamarlo secuestro, pero sí retención con envío de videos. Algo que empiojó la situación".
Aunque no se brindaron más detalles ni identificaciones, la mención dejó abierta la posibilidad de que la disputa haya tenido derivaciones incluso más complejas que las meramente judiciales. Hasta el momento, no hay confirmación oficial ni intervención pública de la Justicia sobre estos presuntos episodios.
Final abierto
La disputa entre Tinelli y Scaglione, que comenzó como un acuerdo financiero para asistir a San Lorenzo, se convirtió en una batalla legal, mediática y política que hoy se tramita en el juzgado federal de Ariel Lijo.
El colapso de Trini, el uso de una mutual investigada, la falta de documentación respaldatoria y los vínculos con actores ligados al mundo narco y la política colocan a este conflicto en una dimensión mucho más profunda que una simple deuda privada.
Lo que está en juego no es solo una suma millonaria ni un conflicto entre dos empresarios: es un caso que podría destapar una compleja red de vínculos.