El Ministerio de Economía, a través de la Resolución 1325/2025 publicada este lunes en el Boletín Oficial, aprobó el Plan de Acción y Presupuesto 2025 de Radio y Televisión Argentina (RTA), la empresa pública que administra la Televisión Pública y Radio Nacional.
Según la norma firmada por el ministro Luis "Toto" Caputo, el presupuesto proyecta ingresos operativos por $6.297 millones y gastos de operación por $72.191 millones, lo que arroja un resultado operativo negativo de $65.893 millones.
El documento también estima ingresos corrientes por $62.629 millones y gastos corrientes por $75.413 millones, con un déficit económico de $12.784 millones. Al incorporar recursos y gastos de capital, el resultado financiero previsto para 2025 es un rojo de $12.694 millones.
Radio y Televisión Argentina relanzará auditorios en Rosario, Córdoba y Bariloche y unificará contenidos con DeporTV y plataformas digitales
Entre las iniciativas más visibles del plan se destaca el relanzamiento de los auditorios de Radio Nacional en Rosario, Córdoba y Bariloche, con la idea de transformarlos en polos de producción cultural y artística. Estos espacios tendrán como misión integrar la programación radial con propuestas musicales, teatrales y de espectáculos en vivo, articulando las expresiones locales con la producción federal de RTA.
La apuesta busca recuperar el papel histórico de los auditorios como puntos de encuentro cultural, al mismo tiempo que se suman a la estrategia de fortalecer la marca Radio Nacional como red de alcance nacional.
Convergencia multimedia: de la radio a DeporTV y las plataformas digitales
El Plan de Acción también plantea un salto en la integración de contenidos. La AM 870, las FM, la Televisión Pública y señales como DeporTV unificarán su programación y desarrollarán un esquema de multimedios con presencia federal.
El objetivo es optimizar recursos y ampliar las audiencias, combinando las emisiones tradicionales con una presencia más fuerte en redes sociales y plataformas digitales. RTA busca así posicionarse como multimedio público líder en cobertura federal, en un mercado cada vez más marcado por la convergencia tecnológica.
Estrategia comercial y nuevas fuentes de ingresos
El plan aprobado por Economía también detalla una estrategia comercial orientada a diversificar ingresos.
Se proyectan ventas multiplataforma, a partir de la adecuación de la programación de la TV Pública, las emisoras de Radio Nacional y los contenidos digitales.
RTA planea recomponer la tarifa publicitaria y avanzar en la captación de nuevos anunciantes.
Se incorporarán recursos de marketing directo, como el mailing a clientes e interesados, para difundir productos y servicios.
Entre los nuevos negocios se incluye la explotación del sistema de captura de movimiento (mocap) instalado en la Televisión Pública, una tecnología con aplicaciones en entretenimiento y publicidad.
Además, RTA busca monetizar su archivo histórico, mediante un catálogo de programas y novelas de producción propia preparado para su comercialización.
A través de estas disposiciones, detalladas en la Resolución, la conducción apunta a disminuir la dependencia financiera del Tesoro Nacional, conforme se detalla en el Anexo N.º 1, firmado en Olivos.
Inversión acotada y sin endeudamiento extraordinario
El presupuesto 2025 no contempla grandes inversiones en infraestructura edilicia ni actualización tecnológica. Sin embargo, prevé una partida de $455 millones para la compra de maquinaria y equipos críticos, destinada a garantizar la continuidad de los servicios y resolver necesidades impostergables.
Respecto del financiamiento, el plan aclara que no habrá endeudamiento extraordinario. Solo reconoce la posibilidad de que procesos judiciales laborales en curso se traduzcan en pasivos a pagar en el futuro.
Recursos Humanos: Retiros involuntarios y reorganización laboral
La empresa continúa avanzando en su proceso de reestructuración de personal a través de un programa de retiros voluntarios. Para el año 2025, se proyecta una dotación total de 2.451 empleados, compuesta por 2.211 trabajadores de planta permanente y 240 temporarios.Las remuneraciones representan el principal componente del gasto operativo. En este marco, el plan contempla además una adecuación de la estructura organizativa y de las condiciones laborales, con el objetivo de modernizar los horarios y dinámicas de trabajo, actualmente consideradas desactualizadas frente a las tendencias del mercado.
Entre las áreas que podrían verse afectadas por los recortes impulsados por el Gobierno se encuentran Radio Nacional, la Televisión Pública, Contenidos Públicos Sociedad del Estado y la Agencia de Publicidad del Estado Sociedad Anónima Unipersonal (APESAU, ex TelAm).
En la Televisión Pública, la dotación actual ronda los 900 empleados, aunque aún no se ha definido cuántas desvinculaciones se concretarán. En el caso de Radio Nacional, se estima una posible reducción de hasta el 50 % del personal, sobre una base de 1.169 trabajadores.
La situación de APESAU es diferente: tras su cierre en 2024, la agencia atravesó una profunda reestructuración, y actualmente solo permanecen activos 228 empleados.
Una empresa con rol estratégico y cuentas en rojo
El Plan de Acción 2025 sintetiza las dos caras de Radio y Televisión Argentina: por un lado, su rol estratégico como principal multimedio público del país, con cobertura nacional, producción federal y convergencia digital; por el otro, el profundo déficit financiero agravado por la errática conducción de la gestión Milei, que la obliga a depender de aportes del Tesoro.
Por último, está previsto que durante 2025 la plataforma de Televisión Digital Terrestre (TDT) sea transferida desde la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (AR-SAT) a la órbita de Radio y Televisión Argentina (RTA).
Más allá de las proyecciones del plan oficial, la realidad actual de la Televisión Pública parece alejarse de ese federalismo inclusivo que se proclama. Según periodistas y referentes del sector, "en la Televisión Pública se levantaron todos los programas y se colocan otros, sin criterios claros, tercerizados o propios pero sin presupuesto para su producción". Esta situación evidencia un vaciamiento de la pantalla, que limita gravemente el acceso a contenidos nacionales frescos y relevantes.
El efecto sobre la cobertura federal es aún más preocupante: se denunció que el Gobierno eliminó gran parte de la programación local de las emisoras de Radio Nacional, conectándolas exclusivamente con la señal central de Buenos Aires, reduciendo drásticamente la pluralidad informativa territorial.
Asimismo, se suman serias acusaciones de censura informativa
El último informe de gestión de Radio y Televisión Argentina es del tercer trimestre de 2023Del federalismo prometido al centralismo real: la crisis en Radio y Televisión Argentina
Más allá de las proyecciones del plan oficial, la realidad actual de la Televisión Pública parece alejarse de ese federalismo inclusivo que se proclama. Según periodistas y referentes del sector, "en la Televisión Pública se levantaron todos los programas y se colocan otros, sin criterios claros, tercerizados o propios pero sin presupuesto para su producción". Esta situación evidencia un vaciamiento de la pantalla, que limita gravemente el acceso a contenidos nacionales frescos y relevantes.
El efecto sobre la cobertura federal es aún más preocupante: se denunció que el Gobierno eliminó gran parte de la programación local de las emisoras de Radio Nacional, conectándolas exclusivamente con la señal central de Buenos Aires, reduciendo drásticamente la pluralidad informativa territorial.
Asimismo, se suman serias acusaciones de censura informativa
Desde el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) advierten que "con Milei existe censura y no hay libertad de expresión" en la TV Pública y en Radio Nacional. Varios episodios recientes lo ilustran: el canal ha omitido cubrir manifestaciones en defensa de la diversidad, de personas jubiladas o con discapacidad, entre otras. También fueron directamente excluidas voces opositoras —como la vicepresidenta o figuras libertarias desplazadas—, mientras que trabajadores denuncian niveles inéditos de censura.
Entre los hechos señalados, se destaca la suspensión de noticieros en fechas clave y la imposición de una línea editorial sin matices críticos. "No hay voces de trabajadores, ni de las marchas, ni de las personas que participan de cualquier protesta, no importa si es cultural, universitaria, contra la Ley Bases o de organizaciones sociales. Siempre se muestra el operativo policial y represivo, pero no se escuchan las voces de los manifestantes. En la manifestación frente al INCAA no estuvimos. Pero en la universitaria y el 8M, sí", explicó a la Agencia Presentes Lorena, trabajadora de la TV Pública y delegada de SiPreBA.
Uno de los primeros gestos simbólicos de este vaciamiento fue no renovar el contrato de Diana Zurco, la primera conductora trans en la historia de los noticieros argentinos. "Cuando fue el triple lesbicidio en Barracas conseguimos cubrirlo, pero no podíamos poner voces de la protesta porque el temor era que se hablara en contra del gobierno. Lo que se busca es evitar cualquier voz que cuestione las políticas oficiales", agregó Lorena.
Entre los hechos señalados, se destaca la suspensión de noticieros en fechas clave y la imposición de una línea editorial sin matices críticos. "No hay voces de trabajadores, ni de las marchas, ni de las personas que participan de cualquier protesta, no importa si es cultural, universitaria, contra la Ley Bases o de organizaciones sociales. Siempre se muestra el operativo policial y represivo, pero no se escuchan las voces de los manifestantes. En la manifestación frente al INCAA no estuvimos. Pero en la universitaria y el 8M, sí", explicó a la Agencia Presentes Lorena, trabajadora de la TV Pública y delegada de SiPreBA.
Uno de los primeros gestos simbólicos de este vaciamiento fue no renovar el contrato de Diana Zurco, la primera conductora trans en la historia de los noticieros argentinos. "Cuando fue el triple lesbicidio en Barracas conseguimos cubrirlo, pero no podíamos poner voces de la protesta porque el temor era que se hablara en contra del gobierno. Lo que se busca es evitar cualquier voz que cuestione las políticas oficiales", agregó Lorena.
Provincias silenciadas
Esta política también afecta a Radio Nacional. "La situación se agravó porque se silenciaron las provincias. En lugar de las programaciones locales, se impusieron contenidos centrales desde Buenos Aires, que ahora se retransmiten en casi todo el país", denunció la delegada.
"Las emisoras locales están siendo reemplazadas por programación centralizada desde Buenos Aires, como Nacional Rock y Folklórica. No se designan nuevos directores, se recortan horas extra fundamentales para cubrir eventos, y se pierde personal de manera masiva por los retiros voluntarios aplicados en 2024", explicó Gonzalo Puig, delegado de ATE en Radio Nacional Córdoba.
A esto se suma la preocupación por el cambio en la figura jurídica de los medios públicos. En abril, el Gobierno oficializó la transformación de Radio y Televisión Argentina en una Sociedad Anónima Unipersonal, medida que los gremios consideran un paso más hacia la desestatización del sistema de medios públicos.
"La situación es muy preocupante. No se trata solo de un ajuste económico, sino de un vaciamiento estructural del rol federal y social que estos medios han cumplido históricamente", concluyó Puig.
La preocupación se acentúa con casos concretos que muestran el impacto de estas decisiones en la vida cotidiana. Recientemente, Blanca Aranda, viuda de Purzel, falleció en Sarmiento tras una larga lucha contra el cáncer. Uno de sus hijos, que se encontraba en el campo, no pudo enterarse a tiempo de su muerte: el único canal de comunicación disponible, LU4 Radio Nacional Patagonia Argentina, no emite el histórico servicio del "Mensajero del Poblador Rural" durante los fines de semana.
Desde la asunción de Javier Milei y la nueva gestión de Radio y Televisión Argentina, muchas filiales de Radio Nacional permanecen apagadas durante varias franjas horarias. Se eliminó gran parte de la programación local y, con ella, servicios esenciales que cumplen un rol clave en comunidades aisladas, como informar hechos relevantes o permitir que los propios vecinos se comuniquen entre sí.
Advertencias internacionales
Este escenario no es aislado: organismos internacionales han encendido alarmas. PEN Internacional expresó su "profunda preocupación por el empeoramiento del clima de hostilidad, censura e intimidación contra periodistas, escritores y medios de comunicación". El CELS, por su parte, advirtió sobre un contexto "particularmente hostil hacia el periodismo", marcado por el cierre de Télam, la suspensión de medios públicos y los constantes ataques verbales desde el Ejecutivo.
"El rol de los medios públicos, históricamente, es dar voz a quienes no la tienen. Hoy se incumple con el derecho humano a la comunicación, a la pluralidad de voces y a una perspectiva federal y diversa. Esto nunca antes había ocurrido en la TV Pública. Si bien hubo líneas editoriales marcadas e incluso recortes durante los fines de semana, jamás se vivió una censura tan explícita. Es parte del ajuste y de la destrucción del Estado para imponer una única voz: la del gobierno", concluyó Lorena.
En términos de producción, no solo se advierte la ausencia de ficción y creatividad, sino también una fuerte reducción de programas actuales y un vaciamiento general de la pantalla. Según denunciantes, hoy se emiten películas antiguas, programas grabados y, durante la madrugada, una imagen fija del Obelisco.
Lejos quedó la promesa de Javier Milei de "terminar con el aparato de propaganda gubernamental", como solía calificar a los medios públicos durante la campaña. Lo que se observa actualmente no es una apertura hacia la pluralidad, sino una transformación orientada a imponer una narrativa única, excluyendo voces disidentes y silenciando la diversidad que debería garantizar un medio estatal. La censura, la pérdida de contenidos y la centralización de la programación no implican una despolitización, sino un uso deliberado del multimedio como herramienta de control ideológico.
Federalismo ausente
La producción federal que el Gobierno asegura promover en la Televisión Pública está prácticamente desaparecida: la pantalla se alimenta principalmente de repeticiones y archivos antiguos, desconectados de la realidad local y regional. En contraste, la figura presidencial ocupa un lugar central, con transmisiones constantes de actividades de Javier Milei —muchas de ellas de escasa relevancia institucional—, mientras que la oposición casi no tiene espacio en el noticiero.
La eliminación de ficciones propias, reemplazadas por contenidos reciclados, redujo aún más el atractivo creativo de la programación. En este contexto, trabajadores y especialistas advierten que la libertad de expresión se encuentra condicionada, con presiones ideológicas, exclusión de voces críticas y un enfoque editorial cada vez más alineado con el discurso oficial. El resultado es una programación errática, marcada por despidos, desfinanciamiento y una estrategia de vaciamiento que debilita el rol histórico del canal público como espacio plural, federal y cultural.
#AparatoDePropaganda: TV Pública levanta la programación para pasar los discursos de Javier Milei https://t.co/2XqdyQ2Gp9 Ocurre ahora! pic.twitter.com/VYK7Qf7e0l
— Claudio Andrés De Luca (@seniales) December 6, 2024