jueves, 3 de octubre de 2019

Repudian el despido encubierto de Ariel Magirena en la TV Pública

La Asociación de Periodistas del Noroeste Bonaerense, Seccional Junín (APENOBA), repudia las acciones generadas en perjuicio del periodista Ariel Magirena por parte de las autoridades de la TV Pública y expresa su apoyo al compañero trabajador de prensa
Según expresó Magirena, había solicitado una licencia médica que le fue negada, violando así el convenio de prensa televisada. El periodista afirma que vivió más de tres años de acoso laboral por parte de los funcionarios nombrados por el gobierno de Mauricio Macri, tras asumir en diciembre de 2015.

Se trata este y otros hechos similares de la actual administración, de un claro caso de maltrato y acoso laboral a periodistas no afines a la política gubernamental, situación claramente repudiable por parte de nuestro gremio.

En sus redes sociales, el periodista a quien manifestamos nuestro apoyo, expresó su sentimiento a través de una sentida carta abierta donde relata su situación frente a lo que se trata de una aviesa persecución y la cual trascribimos en forma textual:
“Hay un plan sistemático de demolición moral, abuso y pauperización de los trabajadores que mantienen funcionando al Estado. En el caso de los periodistas es, además, ejemplificador. Intentan modelar un tipo de periodista mercenario y al servicio de los intereses de los que le pagan. El sentido real de la "objetividad" que buscan es la de hacer de la persona que ejerce el periodismo un "objeto" que polucione la comunicación distrayendo e instalando agenda. Considero la información como indispensable para el debate social.

Por mi parte tengo el blasón de no haber traicionado jamás mi compromiso ético y rechazado todo tipo de operación a la que fuera invitado o sugerido por mis empleadores o superiores de turno. Los periodistas no trabajamos para un patrón sino para la sociedad. Envenenarla, como lo hacen los Infotraficantes seria el peor crimen que un comunicador pueda cometer.

Nunca jugué al periodismo ni consideré mi profesión por encima de lo que significa ser un trabajador de la comunicación. Nunca vendí mi compromiso por ningún precio. Lo supo siempre y pronto cada jefe que tuve y jamas fui refutado por algo que haya informado. Alguna vez resulté incomodo por mi convicción de que la verdad sin contexto es media verdad y que media verdad es un engaño al que no estoy dispuesto. Siempre me di la libertad para decir toda la verdad que conocía, gobernara quien gobernase y ningún empleador ignoró ni tuvo que temer porque fuera peronista.

El primer gobierno de la Alianza (cuando se disfrazaba de progre) me incluyó en un paquete de despidos en el 2000. Este segundo gobierno de la Alianza (disfrazado de modernista) encontró el momento de cobrarme su venganza con el modo perverso de la infamia luego de hostigarme y censurarme objetivamente al reducir mi trabajo a un puñado de coberturas por mes, pero también al negarme mis derechos laborales, económicos y de expresión.

Quiero agradecer, con una imagen en la que mis manos se aferran a una herramienta, a los colegas que me acompañaron en mi camino de convertirme en el periodista que soy y a los que expresaron y siguen expresando su apoyo frente a la afrenta cometida por el gobierno del saqueo y el genocidio social que ha decidido responder a mi reclamo de #QueSeVayanYa! y la pregunta a la oposición de "a quién le importan #LosQueNoLleganADiciembre?" impidiendo, precisamente, que llegue a Diciembre.

Como un querido compañero me señaló, no lo tomo como un despido sino como una condecoración. Es parte de sus maldades antes de irse, cuando otras maldades peores sufren los que siempre sufren. Así harán hasta su último día si se lo permitimos.

Mientras tanto, como dijo el cantor, "yo me muero como viví".
Asociación de Periodistas del Noroeste Bonaerense, Seccional Junín

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