Por: Gisselle Noroña
En la Casa del Gran Tuleque, del barrio Jacinto Vera, los argentinos de la murga La Cotorra se preparaban para su primera aparición oficial dentro del carnaval uruguayo, durante el Corso de 18 de Julio del pasado viernes. Luego de que la prueba de admisión los ubicara dentro de las 26 murgas que forman parte del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de 2012, los rosarinos de La Cotorra se convirtieron en la primera murga formada íntegramente por argentinos. El único antecedente similar fue la Murga De Recalada, integrada por argentinos y uruguayos, que obtuvieran el puesto nº 18 del concurso en el año 2008.
Entre trajes -aún con la etiqueta de la compañía de micros que los hizo llegar a la ciudad- y tapitas de gaseosas que utilizaban para confeccionar parte de sus accesorios, conocimos cómo trascendió un género nacido en Uruguay que, además de exteriorizarlo con el formato de un espectáculo de murga tradicional, lo sienten como carnavaleros de ley y conocen la esencia de la fiesta como cualquier locatario.
“Los países que tienen más fiestas populares tienen habitantes más felices”, asegura Marcelo Tenaglia, integrante de la cuerda de primos de La Cotorra. “En Argentina la dictadura se encargó de borrar el carnaval, justamente porque tenían la intención de que el pueblo no esté sonriendo todo el día. El volver a festejar carnaval es todo un desafío social y si podemos aportar en algo con toda esta movida, vamos a estar más que felices”. En Argentina, recién el año pasado, el Gobierno de Cristina Fernández restauró los días festivos de carnaval que fueran prohibidos en 1976 bajo el régimen del General Jorge Videla.
En ese contexto se planta esta murga, recorriendo más de 700 km para mostrar su trabajo, con el objetivo de “transmitirle emociones a la gente, contarles nuestras ideas y emociones. Sabemos que nos estamos metiendo en la NBA de las murgas y lo hacemos desde el respeto al género y a las costumbres del país”, explica Tenaglia.
Si bien son conscientes de que son como alumnos que se exponen ante el maestro, están dispuestos a cumplir su sueño y a la vez hacer un buen papel en este debut en el concurso oficial. “Hemos venido de espectadores porque es algo que nos apasiona, pero siempre tuvimos el sueño de poder participar. El año pasado fue Alejandro Balbis a dar un taller y lo convocamos para que trabajara con nuestra murga. Aceptó y vino un fin de semana, vio el espectáculo que teníamos y le preguntamos cómo nos veía para dar la prueba de admisión. Nos dijo que teníamos posibilidades y para nosotros que lo diga él fue una motivación enorme” cuenta Emmanuel Castro, uno de los fundadores de La Cotorra, además de ser su director escénico y arreglador coral.
Emmanuel toca la guitarra desde chico, y a sus 17 años se topó con la murga. Recuerda que lo primero que le impactó fue el sonido de los coros. Le llegaron cassettes y discos de Contrafarsa, Falta y Resto, A Contramano y Curtidores de Hongos, algunos adquiridos en sus visitas a Montevideo o por allegados que tenían familiares acá. Así fueron intercambiando material y actualizándose con las novedades del carnaval local.
En ese momento se vinculó a un grupo de gente que le gustaba la murga uruguaya, y armaron una llamada La Improvisada. Cuando ésta se desarmó, Emmanuel se unió a Fernando Lingiardi y Pablo Suárez para dar origen a La Cotorra, en el año 2007. Fernando Lingiardi, es ahora su director responsable e integrante de la cuerda de bajos y cuenta: “yo cantaba en un coro y cuando conocí a Falta y Resto empecé a investigar el género y vi que el carnaval era algo muy grande”.
Bichos raros
Este año lo viven desde dentro y destacan el buen recibimiento en el país. “Hay una expectativa básica por lo novedoso, somos como un bicho raro. Pero tuvimos una muy buena recepción que nos emociona. Nos dan ganas de agradecer a cada rato porque nos dan un crédito, nos dejan mostrar lo que tenemos y eso es un gesto de grandeza. Esperamos poder estar a la altura” dice Tenaglia.
Por su parte, el arreglador coral se siente “tocado con la varita, porque nunca me imaginé que Balbis me iba a aconsejar cosas y dar piques, ahora el estar acá me va a enriquecer mucho más, es un crecimiento y un aprendizaje muy grande”.
Para que el sueño de estos murguistas extranjeros fuera un hecho, recibieron el apoyo de la Municipalidad de Rosario, de la Provincia de Santa Fé, de la Provincia de Entre Ríos y su Subsecretaría de Cultura, y de la Embajada de Argentina en Uruguay. La Intendenta de Rosario Mónica Fein, visitará Montevideo el martes 31, fecha en la que La Cotorra debutará en el concurso, integrando la programación de la Segunda Etapa en el Teatro de Verano. “Sabemos lo místico que es el Teatro y queremos que no nos pese. Soñamos con esto toda la vida, así que ahora que nos toca sólo queremos disfrutar. Nos dará el miedo que le puede dar a cualquiera estar en ese lugar gigante, ya lo vimos sin gente y nos impresionó”, contó Lingiardi.
El espectáculo que prepararon se llama Extraños: Somos muchos y nos conocemos poco; y con el estilo de la murga clásica, se enfocarán en “ciertos prejuicios a vencer, y en reivindicar el contacto con el tipo de al lado, el mirarse a los ojos, juntarnos y conocernos un poco más, que en esta era tecnológica se está perdiendo un poco” explica Lingiardi.
Los textos y los arreglos corales están armados por integrantes de la murga, pero cuentan con el aporte de la reconocida maquilladora y vestuarista Mariela Gotuzzo, quién dio “una mirada plástica sobre la imagen de la murga y aportó ideas para terminar de cerrar el espectáculo”, dijo Castro. Los respalda una batería muy joven, formada por Nadia Castro en platillos, Alexis Bordón en redoblante y Santiago Yañez en bombo; ninguno pasa los 20 años de edad. Una prueba más de que la marcha camión uruguaya en Argentina, recién está dando sus primeros pasos.
En la foto: Integrantes de la murga argentina La Cotorra, el viernes, mientras se preparaban para el desfile de Carnaval en la Casa del Gran Tuleque. Autor: Andrés Cuenca
Fuente: La Diaria