El CAI alerta a los peñi y lagmen, y al conjunto de la sociedad, que el Estado de Río Negro ha dejado a la comunidad Quintupuray de Cuesta del Ternero en un estado de total inseguridad y desprotección, cuando todavía no se terminó de concretar el desalojo de intrusos del territorio, ni tampoco su restitución.
Cuatro miembros de la comunidad Quintupuray quedaron desde la tarde del jueves 29 de mayo como depositarios del territorio –designados por el Codeci y reconocidos por la justicia- hasta tanto se resuelva el problema de fondo: la expulsión de Fabián Quintupuray.
El campamento de reafirmación del derecho del pueblo mapuche a esta porción del territorio quedó entonces atravesado por un alambrado, quedando dentro cuatro miembros de la Comunidad Quintupuray (una anciana) y sin poder ingresar el resto de la comunidad y de las organizaciones que acompañan, en una situación agraviante para nuestra dignidad y derechos.
Y lo que es más grave, el Consejo de Desarrollo de Comunidades (Codeci), depositario judicial del territorio, no dispuso en ningún momento la presencia de guarda policial para resguardar la seguridad e integridad de los que allí acampan. Tampoco previó ningún modo de asegurar el cumplimiento de los acuerdos asumidos por ambas partes durante el desalojo judicial de Fabián Quintupuray y el ingreso de los despositarios mapuche.
La camioneta de vidrios polarizados que conduce César Maldonado, que durante días fue parte activa de las amenazas, vulneró ese acuerdo sin que hubiera ninguna autoridad o agente del Estado en condiciones de probarlo. A la vez, su presencia constante realimenta el clima de tensión y violencia contra el pueblo mapuche.
A horas de concretarse el desalojo de Vitalicio Catalán en la causa “Provincia de Río Negro contra Flandes, Catalán y otros”, que debe concretarse este martes, la ausencia irresponsable del Estado de Río Negro convirtió al territorio Quintupuray en una peligrosa “zona liberada”.
Por justicia y territorio
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