sábado, 7 de junio de 2008

Bernardo Neustad nos humilla y encima no mide

Bernardo Neustadt ya es parte del aire. En la siguiente crónica se traza parte de su vida. En el final un artículo de la revista rosarina Boom del año ´69 pinta que pasaba con el periodista que prohibido en los canales de Capital venía a probar suerte a nuestra ciudad.
En el día del Periodista, Murió Bernardo Neustadt
Tenía 83 años y había nacido en Rumania. Le dio un paro cardíaco, mientras almorzaba en su casa, según confió su secretaria. Un reconocido periodista que marcó un tiempo nuevo en el medio.
El periodista Bernardo Neustadt murió este sábado a los 83 años en su casa de la calle Juan José Paso al 1500, en Martínez, norte del conurbano bonaerense, confirmaron a DyN fuentes cercanas a su familia.
Neustadt, quien paradójicamente falleció el día del periodista, había nacido el 9 de enero de 1925 en Iasi, Rumania, y -desde la conducción del recordado ciclo “Tiempo Nuevo” junto con Mariano Grondona- marcó el pulso político, no sin polémicas, durante las décadas del ’80 y ’90.
Según pudo reconstruir esta agencia, Neustadt falleció después de almorzar, mientras dormía una siesta en su dormitorio.
Reconocido hincha de Racing Club, comenzó su carrera periodística a los 14 años, cuando ingresó al diario “El Mundo” como cronista deportivo.
A sus 39 años, en 1964, fundó la revista “Todo” y un año después el semanario ‘Extra‘.
Tuvo una fuerte presencia en televisión, desde donde defendió el Proceso de Reorganización Nacional, con su ya célebre brindis con el dictador Leopoldo Galtieri, a quien le festejó la frase “las urnas están bien guardadas”, y las políticas privatizadoras y neoliberales que supo encarnar el menemismo, ya en la década del ’90.
Además, condujo los programas de radio “En privado”, “El clan del aire”, “Belgrano Show”, “Nuevo día”, “De vuelta”, “Prohibido para hombres” y “Despertando con Bernardo Neustadt”.
De llegada directa a las clases medias y bajas en sus apelaciones a “Doña Rosa”, Neustadt también tuvo acceso irrestricto al núcleo del poder, tanto durante gobiernos militares como en democracia, particularmente con el ex presidente Carlos Menem.
Ello le valió una mordaz frase del capitán histórico del Seleccionado Nacional de Fútbol, Diego Armando Maradona, que lo apodó, con punzante ironía, como “sanguchito, porque está siempre cerca de la torta”.
En 1998 fundó, junto a Santiago Pont Lezica, la FM Milenium.
A lo largo de su extensa trayectoria entrevistó a Charles De Gaulle, Ben Gurion, David Rockefeller, Juan Domingo Perón, Arturo Frondizi, Henry Kissinger, Mijail Gorbachov, Yasser Arafat, Simon Peres, Itzhak Rabin, Juan XXIII, Arthur Miller, José María Aznar, Felipe González, George Bush y Bill Gates, entre otros.
Crítico del Gobierno, desde tiempo atrás no tenía programas televisivos al aire pero despuntaba el vicio de escribir a través de columnas en el matutino Ámbito Financiero y en su sitio en Internet.
Allí, en un texto que redactó el viernes 6 de junio, se había mostrado “aterrado” por la frase del gobernador Daniel Scioli “con la comida no se jode”, que pronunció el jefe de Estado provincial en medio del conflicto con el campo.
“¿Néstor (Kirchner) lo obligó a gritarle esta barbaridad a los que lo votaron? Estoy convencido de que sí. La Señora (por la presidenta Cristina Fernández) es la dueña de los pobres y de los Derechos Humanos. Y va a la Iglesia con su cartera Vuitton”, fustigó en el texto, en el cual se despedía “hasta el lunes”.
Estuvo en pareja, sucesivamente, con Evelyna Doura, con quien convivió muchos años aunque sin casarse, con Any Costaguta, y Claudia Cordero Biedma, su tercera mujer, de quien se separó cinco meses después de casarse.
La última pareja conocida de Neustadt fue la abogada y docente Adriana Díaz Pavicich.
Sus familiares y círculo íntimo informaron que este domingo será llevado a las 13 al Parque Memorial, en el partido bonaerense de Pilar, donde serán inhumado sus restos, tras la ceremonia velatoria. En su tumba, Neustadt había pedido que se colocara la siguiente leyenda: “Aquí yace un hombre que ayudó a pensar”.
Fuente: DyN
En Boom N° 8, pueden leerse algunas declaraciones de directivos de Canal 3, de las cuales se deduce que empleando un criterio selectivo, en medio de un marco de responsabilidad y seriedad, tratan de llevar a la teleaudiencia programas de calidad. Sin embargo, han decidido que la ciudad se sienta otra vez humillada semanalmente con la presencia de Bernardo Neustadt, un señor que ya nos diera muestras de su estilo en un reportaje televisivo al extinto José Cura hace algunos años atrás. En aquella ocasión, se transmitía, directamente desde la casa del recordado hombre rosarino un programa que incluso llegaba hasta Buenos Aires, por medio del cable coaxil. Neustadt, que se hallaba acompañado por Mónica Mihanovich, en un momento dado interrumpió la entrevista y dirigiéndose bruscamente a Cura y a los familiares que lo rodeaban, les espetó en forma cortante: "Bueno, a ver si me sirven algo, porque ya hace quince minutos que estoy aquí y todavía me tienen con la garganta seca". Al tener, en 1968, la oportunidad de realizar en nuestro medio un ciclo de reportajes, pudo desplegar ampliamente toda la gama de sus características: petulante, sobrador, con un desprecio permanente por Rosario, especialmente por la gente de esta ciudad y rezumando la jactancia de quien se cree dueño absoluto de las verdades y el único capaz de razonar y proceder inteligentemente. A lo largo de todo el ciclo demostró, inclusive, un afán de aparecer dotado de un extraordinario cinismo -condición que ni siquiera llega a poseer- como si ésto le otorgara cierta superioridad sobre los demás.
Puede aceptarse que en el primer año los directivos de Canal 3 no hayan podido prever de qué manera desenvolvería Neustadt sus programas, pero es insólito que hayan decidió contratarlo nuevamente. No se ve claramente qué motivo pudieron impulsarlos a proceder así, ya que aún prescindiendo de los elementos locales, existen en Buenos Aires una cantidad de periodistas de renombre que pudieron cumplir esa tarea con una real responsabilidad profesional y de un modo mucho más respetuoso. Y aún en el caso de que se haya querido una serie de reportajes audaces y candentes, podrían hallarse varios nombres prestigiosos, capaces de realizarlos de una manera más acertada y sin caer en la pedantería, la ironía barata o el afán snob de utilizar las palabras y expresiones de moda.
Finalmente, ni siquiera puede considerárselo uno de los mayores éxitos de 1968, ya que "Reportajes al país" no figura en los ratings correspondientes a los meses de octubre y noviembre, obtenidos por IPSA y publicados por el propio canal (Boom, N° 7). Tal vez no sea posible durante este año, reparar esta lamentable decisión, pero es de desear que los directivos del canal aprovechen su transcurso para meditar y ofrecer en 1970, un programa periodístico conducido por alguien que realmente sepa darle la jerarquía que Rosario merece.
Elvio Darío García - Rosario
Carta de un lector. Publicado originalmente en la Revista Boom, Rosario, mayo 1969

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