Se prevé que la nueva empresa comience a funcionar de manera efectiva a partir del año próximo. Por estos días las partes involucradas están terminando de ajustar los detalles que permitirá a las empresas nucleadas en CATEL (Cámara de Empresas de Telecomunicaciones) a ingresar al negocio móvil, y así poder integrar una oferta de cuádruple play en momentos en que comenzará a concretarse la primera fase de la competencia, cuyo inicio está previsto para el 1ª de enero próximo.
El servicio estará disponible en zonas de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Mendoza, Misiones, Chubut, Río Negro y Santa Cruz. Y, tal como suele ocurrir con cualquier compañía móvil que comienza a operar, irá abriendo las diversas áreas de esas provincias por etapas, de acuerdo a lo informado por las fuentes consultadas.
Además de los ajustes finales del contrato que deberán firmar las compañías involucradas entre sí, también faltan aspectos de tipo regulatorio. Por caso: que las pyme telco que formarán parte de este proyecto tengan no sólo una licencia que las habilite a dar el servicio sino estar registradas como tales. Esta última autorización depende del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), a cargo de Miguel de Godoy.
La puesta en marcha del primer OMV de la era Cambiemos será un desafío para los distintos actores involucrados. Para el Gobierno porque cree ver en esta figura la posibilidad de incrementar la competencia. Una competencia que no será masiva sino que se concentrará en zonas tal vez desatendidas por las grandes prestadoras móviles.
Esto permitirá a esas mismas pyme telco fortalecer su posición en un mercado que se presenta fuertemente concentrado, altamente maduro en algunos negocios, y donde es necesario ofrecer servicios en distintas plataformas y tecnologías para responder a las actuales demandas de los consumidores.
A su vez, esto significará un desafío para las compañías móviles, a las que no les gusta que haya más competencia, pero que tendrán que someterse a las obligaciones que van surgiendo de las decisiones tomadas en los dos últimos años.
La negociación entre CATEL y Telefónica se desarrolló durante varios meses. Hubo momentos en que las conversaciones fueron tensas, tanto desde el punto de vista técnico como comercial, pero a medida que se fue avanzando se fueron superando rispideces.
La inversión involucrada en esta primera etapa de inicio del OMV de CATEL sobre la red de una de las principales operadoras móviles del país rondará los u$s200.000.
Una vez que CATEL comience a dar sus servicios móviles podrá integrar esa propuesta a otro de los proyectos en marcha que tiene Colsecor, uno de sus asociados: la conformación de un OTT (Over The Top, o Prestador de Servicios de Transferencia Libre) al stilo de Netflix, Qubit o Crackle.
La Cooperativa de Provisión y Comercialización de Servicios Comunitarios de Radiodifusión (Colsecor) ya ofrece un servicio de distribución de contenidos vía internet y para ver en cualquier tipo de dispositivo.
Este proyecto podría montarse al de telefonía móvil y, así, junto con la banda ancha y la telefonía básica integrar una propuesta de cuádruple play para, en esta primera etapa, medio millón de clientes.
En la Argentina existe sólo un OMV, creado en 2010 entre la Federación de las Cooperativas de Telecomunicaciones del Sur (Fecosur) y Personal. Se trata de Nuestro que posee unos 30.000 clientes concentrados en parte de la costa atlántica.
¿Y Virgin Mobile?
Cuando asumió la gestión de Mauricio Macri, se conformó el Ministerio de Comunicaciones (ya extinto) y se avanzó con un nuevo reglamento de OMV la expectativa era que una de las primeras compañías en ingresar al mercado argentina fuera Virgin Mobile.
Si bien en 2016 hubo conversaciones entre esta compañía y Telefónica -es con quien opera en otros países de la región- hoy esas negociaciones están demoradas, pero por decisión de Virgin. Algunas de las filiales de América latina no dieron los resultados esperados, en México están con dificultades y la subsidiaria de Perú debieron venderla. Para desembarcar en estas tierras se requerirá de un fondeo de la matriz que, por ahora, no está disponible.
De modo que, por ahora, la iniciativa concreta es la que cerrarán CATEL y Movistar. Será, además, el precedente para que las otras compañías móviles, Personal y Claro, avancen en proyectos similares con interesados en contratar su infraestructura de red.
La Red Intercable, por caso, es una de las interesadas en avanzar con un esquema de estas características. De hecho, su presidente, Jorge Di Biasio, ya anticipó a mitad de este año que la intención de las empresas asociadas es avanzar en un acuerdo con Nextel. Convenio que podría redefinirse con otro operador por cuanto los recursos de esta compañía, adquirida en 2016 por Cablevisión, fueron transferidos a esta compañía y Nextel, al menos por ahora, está limitada a dar servicios de radio de doble vía (trunking).
Todo puede cambiar. Es el sello que el mercado de las telecomunicaciones tiene desde que asumió la gestión de Cambiemos.
