jueves, 29 de enero de 2015

Reflexiones sobre periodismo y medios

Por: Cecilia González
Qué será el periodismo ahora, me pregunto en estos días agitados en Argentina.
Me topo en las redes sociales con periodistas opositores (que, por supuesto, no se asumen como tales) que se atribuyen la exclusividad del “buen periodismo” sólo porque se dedican a criticar al gobierno, a veces (muchas) incluso con mentiras. Muchos periodistas oficialistas asumen su militancia a favor del gobierno. Los que llegan al extremo de la obsecuencia, agotan.
Yo leo todo lo que puedo. Leo mucho, y me doy cuenta de que en medios oficialistas y opositores hay colegas que hacen mejor y peor periodismo. Algunos decidieron (decidimos) no ser su medio, hacer su trabajo con dignidad. A veces cuesta, porque los jefes cambian titulares, ángulos, censuran notas, vetan coberturas. Pero ni todos son k aunque trabajen en PáginaI12, ni todos son anti k porque trabajen en Clarín.
Pienso todo esto porque en los últimos días hubo operaciones periodísticas en contra del diario Buenos Aires Herald. Es k, lo acusaron, aunque basta leerlo para darse cuenta de que está muy alejado de la militancia, las fuentes anónimas y los adjetivos que plagan a la prensa más influyente. Nada de “feroz”, “dura” y “graves”. Lo que solemos encontrar los lectores es información (algo tan raro en estos días en la prensa nacional).
No conozco personalmente a Sebastián Lacunza , su director, ni a Luciana Bertoia, la periodista que está siguiendo el caso de la muerte del fiscal, pero lamento mucho que el diario no salga también en español porque muchos lectores se están perdiendo un ejemplo de periodismo serio.
En el mismo caso están Werner Pertot y Santiago O’Donnell. Tampoco los conozco personalmente pero, alejados de las antinomias k-antik, ambos han publicado algunos de los mejores análisis que se pueden leer sobre el caso Nisman. Recomiendo que los busquen en la red.
El trabajo de estos colegas, y de muchos otros (el equipo del portal Infojus Noticias, por ejemplo), me produce mucho respeto, pero también esperanza, porque demuestran que aun en los escenarios más complejos y enmarañados, se puede seguir haciendo periodismo, sin mayores adjetivos. Gracias.
*Desde 2002 es corresponsal de la Agencia Notimex en Argentina, además autora de Narcosur, La sombra del narcotráfico mexicano en la Argentina
Publicado en su perfil de Facebook

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